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Love Me Anyway por KuroTaiga

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Notas del capitulo:

Gracias por leer. ♥

El compañero de banco de JiYong era gay y eso a él no le suponía problema. Uno de sus mejores amigos también lo era y, aunque en un principio la noticia le había caído de sorpresa y le costó un poco asimilar la idea, nunca dudó en apoyarlo en su elección.

 

A él le gustaban las mujeres de forma exclusiva, pero eso no le impedía aceptar las preferencias de otras personas y se enorgullecía al declararlo en voz alta, aun si eso no era lo normalmente aceptable.

 

Lee SeungHyun había sido transferido de una secundaria de otra provincia al comienzo de la cursada, aunque, en ese momento, no se encontraba en el mismo aula que JiYong. Parece que, en un principio, no había logrado hacer muchos sociales. El chico lucía algo cohibido y desconfiado, pero al mismo tiempo desafiante cuando alguien se dirigía a él. Eso había sido hasta que Choi SeungHyun, de un curso superior, se había acercado a él.

 

Choi era alguien popular. Era inhumanamente guapo y no había chica en el instituto que no suspirara por él. Hasta que, un día, una de sus tantas pretendientes hizo correr el rumor de que éste le había rechazado con la excusa de ser homosexual, cosa que SeungHyun no tardó en confirmar, rompiéndole así el corazón a todas las féminas del colegio.

 

La cercanía entre los tocayos no tardó en derivar en el rumor de una relación entre ambos. Ninguno parecía darle importancia hasta que dos compañeros de curso de Lee SeungHyun comenzaron a molestarlo y denigrarlo, buscando que éste se enojara y confirmara aquella relación.

 

No lo lograron, pero sí consiguieron que admitiera su homosexualidad y, de combo, se llevaron un puñetazo en la mandíbula cada uno por parte del recién llegado.

 

En un caso normal, eso habría sido motivo de expulsión, pero simplemente lo dejaron en un apercibimiento y una disculpa de cada uno. SeungHyun por agresión física y los dos chicos por agresión verbal. Aun así, decidieron cambiar de salón al primero.

 

Para la mañana en que eso ocurriría, ya todo el instituto sabía de aquel percance y nadie en el aula estaba seguro de querer tener cerca a Lee, ya sea porque aún tenían pensamientos retrógrados anti-homosexualidad o porque le temían por agresivo. Cuando ingresó al salón y el profesor, tras una breve y censurada explicación de por qué se encontraba el muchacho allí, le indicó que ocupara el asiento libre que más le gustara. Los pocos que no compartían el banco se tensaron todos al mismo tiempo. SeungHyun lo notó y se le vio incómodo mientras decidía a qué compañero iba a tener que brindarle la desgracia de su compañía, pero JiYong, que entendía perfectamente por la situación que pasaba ese chico ya que él mismo había repartido golpes a idiotas que se metían con su amigo, no dudó ni un segundo en hacerle señas para que se sentara a su lado. SeungHyun sonrió agradecido, fue a donde le indicaban y susurró un pequeño "gracias" mientras se sentaba que no llegó a ser respondido porque la clase comenzó.

 

—De nada —dijo finalmente JiYong cuando el timbre había dado la hora por finalizada. SeungHyun sonrió. —. Mi nombre es Kwon JiYong.

 

—SeungRi —respondió el otro. El primer chico enarcó una ceja, pues no estaba enterado de aquel apodo. SeungRi se encogió de hombros. —. Lee SeungHyun, pero todos me llaman SeungRi. Bueno, los que se paran a escucharlo. No han sido muchos desde que he llegado aquí —JiYong sintió algo de pena por él. No podía evitar la empatía.

 

—SeungRi entonces —repitió ampliando su sonrisa—. Llevémonos bien.

 

— ¡Kwon JiYong! —Dijo la profesora en voz alta por tercera vez y sólo entonces el aludido se dio cuenta de que SeungRi llevaba rato haciéndole señas para que prestara atención, y eso que se había perdido mirándolo a él.

 

El grito de la docente lo había hecho levantar el rostro sobresaltado, pues había estado recostado sobre el banco con la mejilla apoyada contra el libro cerrado. Oops.

 

—Lo siento, no escuché la pregunta —se disculpó provocando la risa de sus compañeros. La profesora pronunció su ceño fruncido.

 

—Sólo intentaba llamar su atención para recordarle que el colegio no es lugar para dormir. Anotaré esto, Kwon —advirtió antes de proseguir con su clase.

 

JiYong miró avergonzado a su compañero de banco, quien le devolvía la mirada sonriendo con diversión.

 

Economía era una de sus materias menos preferidas y la arpía que tenía por profesora no ayudaba a que muriera de ganas por cursar, por lo que se distraía fácil en esas horas y, aquella vez, había tocado ver a SeungRi y recordar su llegada.

 

Habían pasado dos meses desde aquel día en el cual se habían presentado. "Llevémonos bien" había pedido JiYong y ambos lo habían cumplido. Si bien no eran "amigos", tenían una buena relación. Conversaban entre clases, se pasaban los apuntes y, a veces, hasta se reunían para almorzar, pero nunca habían hablado fuera de la secundaria.

 

SeungRi se dirigió a él una vez que el timbre que anunciaba el fin de la clase había sonado.

 

— ¿Te encuentras bien?

 

—Claro que sí. Es que sabes que no me gusta economía —respondió JiYong restándole importancia—. Ya es hora del almuerzo, ¿verdad? ¿Tienes ganas de sentarte con nosotros hoy? —SeungRi separó un poco sus labios antes de hacer un pequeño y adorable puchero.

 

—Perdón. Le prometí a SeungHyun hyung que comeríamos juntos fuera hoy. ¿Mañana...? —Preguntó casi como si le temiera a la respuesta.

 

—Claro, no hay problema —lo tranquilizó JiYong con una sonrisa. Ése era el principal motivo por el cual no siempre estaban juntos durante el horario escolar. Si bien tanto JiYong como sus amigos se llevaban bien con el SeungHyun mayor —habían comenzado a hablar con él por SeungRi—, éste a veces parecía preferir la sola compañía de su tocayo. — Nos vemos luego, entonces.

 

JiYong se dirigió al comedor para encontrarse allí con sus dos mejores amigos, YoungBae y DaeSung, sentados donde siempre y ya comiendo. Fue directo a sentarse frente a los dos apoyando los codos sobre la mesa y el peso de su rostro sobre sus manos.

 

— ¿Todo bien, JiYong? —Le preguntó el mayor de los tres.

 

—SeungRi también me preguntó eso. ¿Qué tengo además de cara de "odio la escuela"?

 

—Ni siquiera comes y pareces con menos ganas de vivir que de costumbre —acotó DaeSung. JiYong sólo se encogió de hombros.

 

—Tengo sueño.

 

— ¿Y SeungRi?

 

—Con SeungHyun por ahí. No iban a comer aquí, dijo que se nos unirían mañana.

 

—Es tan obvio que salen... —mencionó YoungBae antes de tomar un trago de agua de su botella.

 

—No lo creo —se apresuró a opinar DaeSung haciendo que los otros dos chicos voltearan a verlo divertidos.

 

—Escúpelo —dijo JiYong.

 

— ¿Cuál de los dos te gusta? —Sumó YoungBae inclinándose sobre el menor para apoyar su cabeza en su hombro mientras lo miraba persuasivamente. DaeSung moría de vergüenza.

 

— ¡N-ninguno!

 

—DaeSung, desde que se rumorea que están juntos que tú siempre los miras y haces pucheros —dijo JiYong bajando la voz e inclinándose por sobre la mesa sin faltar a la verdad. DaeSung negó rápidamente con la cabeza.

 

— ¡No es verdad!

 

— ¡Sí lo es! —Molestó el mayor dándole un cabezazo suave.

 

— ¡Que no! —Repitió enojado haciendo que YoungBae se apartara sorprendido— ¡Bah! Tal vez que sí están juntos. Les gusta pasar ratos solos, ya sabemos que son homosexuales y ambos son guapos y geniales. Y, si no salen aún, sólo es cuestión de tiempo... —La voz de DaeSung se fue apagando y pasaron unos segundos hasta que se dio cuenta de eso. Sus amigos lo miraban y se sintió avergonzado al instante. — No se confundan. Es sólo que... les tengo envidia —JiYong iba a decir algo, pero Dae se puso de pie. —. Lo siento, me iré antes.

 

Y, sin más, tomó sus cosas y abandonó el lugar con rapidez.

 

 

— ¡Oppa! —SeungHyun se dio vuelta sobresaltado para ver a SeungRi llegar riendo por su reacción. Éste rodeó la pequeña valla que encerraba al árbol cuya sombra estaba aprovechando el mayor para sentarse a su lado.

 

—Idiota —Dijo el más grande antes de reír él también. El recién llegado fingió estar dolido.

 

—Oppa, no me trates así. Te he citado bajo este cerezo para decirte que... ¡me gustas, SeungHyun!

 

El contrario echó la cabeza hacia atrás para soltar una carcajada ante el exagerado y afeminado dramatismo de SeungRi, quien no tardó en acompañarlo en la risa.

 

— ¿Más o menos es así? ¿Te he dado un deja vû de mil situaciones?

 

—Ni te has acercado —negó el mayor—. Deja de leer mangas y enamora a alguien que te enseñe cómo hay que confesarse.

 

—Vaya... —Rió SeungRi pasando una mano por su rubio cabello— Nunca me le he confesado a nadie.

 

— ¿Por qué no me sorprende, chico problema? —Ironizó el mayor mientras desenvolvía su comida.

 

— ¡No soy un chico problema! Tú más que muchas otras personas deberías entenderme.

 

—Nunca he sufrido demasiado bullying. Además que creo que soy más inmune a comentarios que tú.

 

—Ojalá hubieran sido sólo comentarios —graznó SeungRi recordando amargamente—. Recibía acoso violento. Agresión física y verbal. No era tan sencillo como pasarlo de largo.

 

—Y, ahora que llegas a un lugar más tranquilo, te haces de la mala fama por meter golpes. Nos dejas mal parados a los demás —El comentario de SeungHyun no sonaba como una acusación, pero el más chico no podía evitar sentirlo así.

 

—Yo no respondo por todos los homosexuales del mundo. Me gustan los hombres y, a parte, tengo una personalidad propia. No es mi culpa que quieran meternos a todos en la mis-

 

—Yo ya lo sé —lo cortó SeungHyun sonriendo—, pero ellos no y no es así de sencillo explicárselos.

 

—No me interesa hacerles entender tampoco. No vale la pena —El menor bajó un poco la mirada para abrir su mochila y al fin sacar su almuerzo. Se sentía un poco avergonzado ya que no era poco común que sobre reaccionara a las cosas. Era una secuela que le había quedado del maltrato que había recibido durante los años anteriores. No podía evitar estar a la defensiva constantemente, aun en la presencia de alguien que lo apreciaba y comprendía como lo era SeungHyun.

 

—No está mal tener actitud. En casos como el tuyo, o la tienes o te despides de tu autoestima y moral y te conformas con la depresión, pero tampoco deberías reaccionar tan violentamente. Eres superior, demuéstralo, SeungRi. Aquí sí hay personas a quienes les agradas.

 

SeungRi continuó un momento más con la cabeza gacha. Conocía a su tocayo hacía poco más de tres meses, pero ya se había convertido en su conciencia. En realidad, solía mostrarse inmaduro y bromista la mayor parte del tiempo pero, cuando se ponía serio y lo aconsejaba, casi podía palpar la verdad y la razón plasmadas en sus palabras. Agradecía mucho haberlo encontrado.

 

—Hyung... —Llamó de repente. Éste hizo un sonido con la boca llena del sándwich que degustaba para hacerle saber que lo escuchaba. — ¿Por qué te acercaste a mí cuando llegué?

 

—Bueno... —Balbuceó con la boca llena. Hizo una pausa para tragar antes de seguir hablando. — No sabía que eras gay, sólo que eras un chico nuevo aislado y sé cómo se siente que te marginen, aun si no era por el mismo motivo... Además de que te vi guapo —Se encogió de hombros y el contrario casi se atraganta.

 

— ¿Guapo? —Rió— ¿Planeabas seducirme, hyung?

 

—Claro que no. Ni consideraba que fueras homosexual.

 

— ¿Y ahora que sabes que lo soy...? —Preguntó SeungRi alzando las cejas de forma insinuante.

 

— ¡Pfft! —SeungHyun puso los ojos en blanco. —Dije que eras guapo, pero eres bastante niñato para gustarme —El menor rió. —. Además, creo que me ganaron de mano.

 

SeungRi calló abruptamente. Otra vez se sintió abochornado al haber sido tan obvio.

 

— ¿Crees que alguien más lo haya notado?

 

—No, sólo yo te leo así. No porque no seas obvio, pero los demás son lentos —le sonrió SeungHyun, buscando tranquilizarlo—. ¿No crees que él pueda llegar a ser...?

 

—No —SeungRi estaba seguro. —. Me lo dijo el primer día cuando me contó que entendía mi situación porque su amigo es gay, aunque él sea completamente hétero. No sé si incluso no habrá puesto énfasis en eso para mantenerme alejado.

 

—No vayas a creer que eso te deja sin oportunidad —El menor enarcó una ceja ante el comentario, como si el adverso hubiera asegurado que los cerdos volaban—. SeungRi, eres simpático, listo, bueno y encantador. Además de objetivamente muy guapo como hombre para ser un crío de dieciséis años. El amor no tiene género ni físico. Cualquiera que sea capaz de ver en tu interior se enamoraría de ti.

 

—Jamás me consideraría sólo por ser hombre —refutó el rubio con tristeza—. Bueno, yo tampoco consideraría a ninguna mujer, aunque no es que le guste a ninguna.

 

—JiSoo estará decepcionada. Cuando venía hacia aquí me preguntó si era cierto que tú eras gay y si salías conmigo —contó el mayor divertido—. Le confirmé lo primero y me dijo que le daba igual. Que iba a hacerte cruzar de vereda porque el amor no entiende géneros.

 

—Ew —dijo SeungRi haciendo reír a su tocayo—. Y encima robaste su pensamiento para hacerte el filósofo. Doble ew.

 

—JiSoo es guapa. Es la chica más buscada del instituto.

 

—Ojalá tuviera pene.

 

—Guarro.

 

 

DaeSung estaba solo sentado sobre una mesa en un aula vacía que había hallado sin llave. No lloraba, su pasado lo había fortalecido, pero su pesar se notaba en su rostro y por eso no había querido estar así frente a sus amigos, aunque sabía que su repentina huida habría sido suficiente para preocuparlos. Un mensaje de JiYong había entrado a su celular, pero él lo había ignorado, dejando notar que quería estar solo. Dado que ninguno de los dos había ido a buscarlo, parecían haber entendido la indirecta.

 

Cuando estaba en el kínder, DaeSung había estado muy encaprichado con un compañerito. Pensaba mucho en él, le gustaba en demasía su compañía y lloró mares cuando la primaria los había separado. Él creyó estar perdiendo a su mejor amigo.

 

Por aquella época, su mamá había contratado a un contador que visitaba su casa de manera mensual. Él era muy amable y juguetón con Dae y éste le había tomado mucho cariño. Pronto, los meses eran sólo una cuenta regresiva para volver a ver a ese hombre.

 

En ese momento, DaeSung era demasiado pequeño para darse cuenta de que esas personas en realidad le atraían. Además, ¿cómo podía siquiera suponer que era eso si desde siempre le habían enseñado que a los niños les gustan las niñas y viceversa?

 

Él era ya bastante grande cuando supo de esas otras opciones. Fue entonces cuando recapituló su vida y recordó a esos hombres y a otros más.

 

¿Podía ser que él fuera... homosexual? No. Impensable. Sólo era un niño, esos caprichitos obsesivos que le habían dado no podían significar nada.

 

... o eso creyó hasta conocer a Choi SeungHyun.

 

Fue en su primer día de secundaria. El comedor estaba demasiado lleno y no dejaba de intimidar al trío de amigos que acababan de llegar a aquel instituto, por lo que habían decidido refugiarse en el patio, almorzando los tres juntos a la sombra de un árbol.

 

Y entonces lo vio. Fue a primera vista. Estaba sentado en una zona de pasto en el patio, aunque Dae no estaba seguro de si eso estaba permitido puesto que era el único que se hallaba allí. Lo único que tenía era una botella opaca que parecía ser todo su almuerzo. Parecía haber quedado tildado con la mirada fija. Estaba solo, nada más acompañado por su móvil sobre el césped del cual salían los auriculares que traía puestos.

 

Era el chico más guapo que DaeSung hubiera visto jamás, por mucho superior a cualquier modelo o actor. Era una obra de arte tallada a mano y estaba allí, a sólo metros de él en su mismo instituto.

 

DaeSung no se había dado cuenta de que llevaba un rato mirándolo hasta que, como si el otro chico hubiera sentido los ojos del nuevo posándose sobre él, movió un poco su rostro para devolverle la mirada. El menor se sobresaltó, avergonzado por haber sido pillado en pleno stalkeo, pero, antes de que pudiera apartar la vista y simular que sólo lo había mirado un momento por casualidad, aquel David le sonrió cálidamente. DaeSung quedó atónito por aquel gesto y su sorpresa aumentó cuando la expresión desapareció del rostro del contrario mientras éste abría mucho sus ojos y fruncía un poco sus labios, inflando sus mejillas para formar una cara rara y exagerada. Dae no pudo evitar acabar por reír ligeramente, logrando que SeungHyun volviera a sonreír satisfecho antes de apartar la mirada y volver a perderse en lo suyo.

 

Desde ese día, DaeSung no pudo apartar la mirada de Choi SeungHyun y no había pasado mucho tiempo hasta que tuvo que aceptar para sí mismo que el mayor le gustaba en serio.

 

— ¿DaeSung hyung? ¿Estás bien? —DaeSung alzó la vista sobresaltado. SeungRi acababa de ingresar al salón y lo miraba preocupado.

 

A DaeSung lo incomodaba estar cerca del chico nuevo. Sentía la necesidad de odiarlo, de verlo como su enemigo o competencia. Después de todo, si bien Choi SeungHyun no era asocial y tenía amigos, lo más común era verlo solo como había sido el primer día. Sin embargo, eso había cambiado drásticamente con la llegada de su tocayo. A pesar de hasta estar en cursos distintos, ambos eran inseparables. DaeSung nunca había visto a su platónico siendo tan cercano con alguien y eso le dolía. Había llegado a creer que, quizá, le gustaba estar solo y por eso no se sentía tan mal al no animarse a acercarse a él, pues creía que podría molestarlo, pero la llegada de SeungRi había demostrado otra cosa. Que quizá él era el único lo suficientemente bueno como para estar cerca de SeungHyun.

 

Pero, por mucho que DaeSung quisiera odiar a ese ojeroso recién llegado, en las oportunidades que había tenido de hablar con él le había causado una excelente impresión. Era muy agradable y divertido y muy amable, totalmente opuesto a los estúpidos rumores que se habían esparcido sobre él en su llegada. Y también estaba el hecho de que era amigo de JiYong y éste último también solía hablar bien de él.

 

No podía odiar a alguien así sólo por celos. DaeSung se sentía horrible al pensar en eso, por lo que siempre prefería tener lejos a Lee SeungHyun.

 

—Sí. No pasa nada. ¿No ibas a almorzar con SeungHyun hyung? —Preguntó DaeSung intentando apartar el tema.

 

—Ya casi acaba la hora del almuerzo. Hyung volvió a su salón — ¿Qué? ¿Cuánto tiempo llevaba Dae allí? —. ¿Por qué estás solo?

 

DaeSung frunció un poco el ceño. SeungRi era la última persona a la que le habría contado su problema.

 

Intentó calmarse. Él no tenía la culpa.

 

—Tenía ganas de estarlo —respondió simplemente. SeungRi alzó una ceja, poco conforme con la respuesta, pero decidió dejarlo estar.

 

—Bueno, ya está por tocar el timbre y tu salón está pasando el mío. ¿Vamos juntos?

 

A sabiendas de que sería poco cortés negarse, intentando evitar el suspiro de pesadez que su interior luchaba por soltar, DaeSung se bajó de la mesa y se dispuso a seguir al menor, quien hacía ademán de comenzar a andar.

 

Caminaron juntos por el instituto en silencio hasta doblar en el último pasillo antes del aula de SeungRi y JiYong.

 

—Te prometo que mañana hyung y yo almorzamos con ustedes —informó SeungHyun de repente. El contrario lo miró por el rabillo del ojo intentando interpretar aquello. —. Así que espero que estés —añadió sonriéndole a su mayor antes de detenerse frente a la puerta abierta del aula, donde alguien los esperaba—. Ten, aquí te lo traje.

 

—Gracias, SeungRi —agradeció JiYong sin descruzar sus brazos mientras el aludido sonreía antes de ingresar al salón—. DaeSung... —Comenzó a reñir al menor, pero el timbre sonó justo.

 

— ¿Le pediste a SeungRi que me trajera aquí? —Inquirió indignado.

 

—Le dije que, si te veía, te dijera que te buscaba.

 

—No me lo dijo, no es muy buen mensajero —JiYong frunció el ceño y DaeSung, finalmente, suspiró—. Lo siento, ¿sí? No quiero que estén preocupados porque no pasa nada en realidad. Te prometo que, si llegare a tener algún problema en verdad, van a ser los primeros en saberlo. Sabes que sólo confío en ustedes.

 

JiYong analizó la expresión de su mejor amigo, como buscando rastros de mentira en lo que acaba de decir, para acabar resoplando antes de abrazarlo con fuerza. Unos chicos que justo pasaban por el pasillo se le quedaron mirando con extrañeza, pero a él le dio igual. DaeSung se sintió un tanto débil ante ese inesperado abrazo. Lo devolvió con cariño cuando un carraspeó lo hizo voltearse sorprendido, encontrándose de cara con la profesora.

 

— ¡Lo siento, ya me iba! —Soltó con rapidez haciendo una reverencia antes de salir pitando de allí.

 

JiYong le dedicó una sonrisa radiante a la ceñuda docente antes de dirigirse tan rápido como le fue posible a sentarse junto a su compañero de banco.

Notas finales:

Este capítulo es meramente introductorio. Todavía ni tocamos la traa real de la histoia. (?)

Últimamente me siento muy insegura con la mayoría de las cosas que escribo y se me hace que esto tiene mil errores de coherencia, así que, si creen que hay algo que no se entienda, les ruego que me perdonen y me lo avisen. ㅠ ㅠ


Me estuve mudando a Wattpad. De hecho, me sorprende estar publicando algo acá ahora mismo. (?) Pero bueno, quizá alguna vez olvido actualizar en esta página o lo que sea, así que, si usan Wattpad, les recomiendo que me sigan ahí. Además, si les gusta el NyongTory, así suelo subir más cositas. ♥ Mi cuenta Wattpad es xxKuroTaiga.

¡Sus reviews me dan vida! Más en estos momentos en los que tengo el autoestima tan baja con mi forma de escribir. (?) Las correcciones y críticas también me ayudan~. ;;;;;


As always, ¡gracias por leerme! Nos vemos. ♥


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