Aquel delicado abrazo pasó a convertirse en un apasionado beso.
Los regalos que hace tan solo unos instantes atrás habían sido motivo de dicha y felicidad, quedaron desempaquetados sobre la mesa, pasando a un segundo plano.
En toda la casa, lo único que se oía eran las manecillas de aquel reloj de pared y los vehículos que andaban a esa hora por la ciudad.
Pero para ambos, hasta aquello había desaparecido, percibiendo entre sí solamente las respiraciones que se mezclaban y el delicioso crujido hidráulico que producían sus lenguas al chocarse y saborear la húmeda cavidad ajena.
La falta de oxígeno fue el único motivo por el cual acabaron con aquel maravilloso acto, al cual anhelaban volver.
Se miraron a los ojos por instantes, ambos ligeramente agitados.
-Shima,-el mayor tomo una de las manos del susodicho- vamos a la cama quiero hacerte mío.-le dijo mirándole fijamente, percibiendo un tenue rubor en las mejillas del más alto, enterneciéndose ante tal imagen.
Kouyou asintió con la cabeza y con eso más caricias y besos se dirigieron a la habitación.
Ambos se movían por instinto al entregarse el uno al otro. Shiroyama comenzó por retirar aquella camisa que ya molestaba, acariciando la piel de Takashima con la yema de sus dedos, haciendo que el castaño sintiera arder aquellas zonas palpadas.
Uruha no quedo atrás y también comenzó a quitar las prendas que llevaba aquel moreno que lo traía enamorado.
Entre beso y beso, el castaño había quedado recostado sobre la cama, con Aoi sobre él, bajando con aquellos besos por su cuello y clavícula, hasta llegar a su pecho, deteniéndose en uno de aquellos pezones. Y sin tiempo a vacilar comenzó a dar pequeñas lamidas y mordiscos que hacían enloquecer al castaño, Shiroyama lo sabía, y lo comprobaba con aquellos leves suspiros y jadeos que Uruha emitía.
Al ver que aquel rosado pezón había quedado erecto, se centró en el otro, repitiendo las acciones, llevando su mano lentamente por el vientre de Takashima hasta llegar a su pelvis, y sin dejar de estimular con su lengua, comenzó a abrir el pantalón del más joven, colando su mano en la ropa interior, acariciando suavemente aquel miembro.
Aoi sonrió inconscientemente al ver que su pato se estaba excitando demasiado con aquellas acciones. Kouyou solo podía jadear, un poco más notorio ahora, diciendo entre aquellos jadeos el nombre del causante de las sensaciones que estaba experimentando en ese momento.
-Ah... Yuu...- Aoi volvió a besar aquellos labios, introduciendo su lengua, sin dejar de estimular suavemente a su novio; Uruha, como pudo en aquel beso, comenzó a desabrochar el pantalón de Shiroyama, y tampoco paso mucho tiempo hasta que los dos quedaron completamente desnudos.
Uruha se hallaba notoriamente sonrojado y agitado, Aoi se había separado de sus labios y la imagen que tenia de un Takashima notoriamente encendido lo excito aún más, tomándole de las muñecas, posándolas sobre su cabeza y volviendo a besarle desesperadamente mientras le masturbaba un poco más rápido, con lo que Kouyou comenzó a gemir.
-A-Ah... A-Aoi... -poco a poco entre lamidas, mordiscos y chupones a lo largo de toda la extensión del vientre del castaño, Aoi termino por introducir aquel miembro en su boca- ¡Ah! ¡Ngh!-y ese gemido más alto fue lo que lo motivo para comenzar a lamer, mordisquear y succionar, notando como el castaño se retorcía de placer debajo de sí, disfrutando completamente de aquella imagen.
Los ojos del castaño comenzaban a vidriarse, y salivaba de más, al punto de que un hilo de saliva corría por su mentón.
Shiroyama se detuvo, mirándole de una manera lasciva. Los ojos llorosos de Uruha le miraron desesperados al sentir que se detuvo. El moreno le acercó dos dedos.
-Shima, lámelos.
Y sin negarse Uruha comenzó a ensalivar aquellos dedos de manera parsimoniosa, completamente sumiso, cosa que sólo lograba excitar más a Aoi, al punto de que comenzaba a dolerle.
Cuando Shiroyama se sintió satisfecho, al ver que sus dedos se hallaban bien lubricados, los retiró de la boca del castaño y procedió a besarle apasionadamente, mientras introducía el primer dedo.
-Ngh-gemidos ahogados comenzaban a aparecer en aquel beso. De vez en cuando se separaban para tomar un poco de aire, Takashima jadeaba, y comenzó a hacerlo más seguido cuando sintió un segundo dedo en su interior, comenzando a mover sus caderas en busca de más placer, haciendo sonreír a Shiroyama con eso.
-A-Ahh, Yuu... Ah...- El moreno seguía moviendo aquellos dedos, buscando un punto sensible.
-Shima, ¿qué posición deseas hacer?- hablo con una voz un tanto más ronca debido a la excitación. No esperó respuesta, lo único que oía eran los gemidos del castaño.
Pasado un instante aquellos dedos que causaban estragos en el interior del castaño fueron retirados. Takashima miro a los ojos de su novio, ambos podían saber lo que el otro deseaba con tan solo eso, una mirada, y fue con eso que comprendió, y se dio la vuelta, quedando apoyado en cuatro sobre la cama, dándole al moreno una vista exquisita.
-A-adelante, Yuu...-dijo algo avergonzado, y apenas finalizo de decirlo sintió como el susodicho comenzaba a penetrarlo, gimiendo y jadeando un poco con aquello.
-Oh...Ngh Shima...-Aoi dejo salir un ronco gemido, sintiéndose verdaderamente bien dentro de su castaño- Ah... sigues apretando tan bien... jodidamente delicioso Ngh... (¿?)
Uruha bajo su cabeza apoyándola sobre la cama, extasiado. Shiroyama no espero respuesta y comenzó a dar lentas embestidas, gimiendo al sentir el caliente y estrecho interior del castaño.
Las embestidas fueron tornándose más rápidas y certeras. Los gemidos y jadeos inundaban la habitación. Aoi tomaba a Uruha por las caderas para hacer más profundas sus embestidas. El castaño gemía constantemente el nombre de su novio, moviéndose al contrario de Shiroyama.
-Ah...S-Shima...Ngh, me...corro...-dijo dando embestidas más certeras, buscando aquel punto que hacia enloquecer a Uruha.
-H-hazlo dentro...ah...Yuu...
Aoi comenzó a masturbar a Uruha, mientras besaba su espalda, sin dejar de embestirle, los gemidos eran cada vez más seguidos y altos. No pasó mucho cuando con un gemido notoriamente mayor, Aoi pudo saber que había dado en aquel punto que estaba buscando, Uruha había comenzado a temblar del placer que sentía y sus movimientos eran torpes.
-¡Y-Yuu!¡Ngh P-por dios...!-en tan solo unas embestidas más Uruha termino corriéndose sobre la mano del moreno con alto gemido de satisfacción. Completamente extasiado sintiendo al orgasmo recorrer cada nervio de su cuerpo.
Shiroyama gimió roncamente al sentir como el interior de Takashima se contraía sobre su miembro, llevo su mano con algo del semen a su boca lamiendo y saboreando la esencia de aquel al que amaba y con solo un par de embestidas más se corrió con fuerza dentro del castaño embistiéndole hasta sentir que su orgasmo había finalizado.
Y así cayó apoyándose en la espalda de Kouyou, sintiendo como este aún se movía agitado.
Aoi salió con cuidado de dentro de su novio y se recostó a un lado de este, Uruha hizo lo mismo, quedando de frente con su novio. Ambos buscando calmar sus agitadas respiraciones.
Aoi sonrió y se dedicó a brindarle caricias en las mejillas a Takashima.
-Te Amo Shima... -Un pequeño beso fue depositado en los labios del joven castaño y este correspondió con una sonrisa tímida.
-Yo te amo aún más Yuu...-respondió abrazándose al moreno- feliz año nuevo... Gracias por hacerme feliz...
Uruha le miro a los ojos y Aoi le sonrió cálidamente, volviendo a fundirse en un beso lleno de amor y dulzura...
Quedándose abrazados, oyendo solo sus respiraciones...
Ya que el sonido de las manecillas del reloj y de los vehículos que andaban por esas horas en la ciudad no existía para ellos...