Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

El mejor regalo por Ukeshi Is Paradise

[Reviews - 3]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Lista la segunda parte, en lo personal no me convenció mucho este capítulo pero ojalá a ustedes les guste. Espero que también la hayan pasado bien, ¡Feliz Navidad! <3

Por fin era Navidad, y como la ocasión así lo ameritaba, las compras navideñas habían sido un completo caos. La gente corría por todos lados, buscando las ofertas más atrayentes de la temporada, algo que en lugar de unir a la gente como debía ser durante esa época, sólo lograba dividirla. A Murasakibara Atsushi le tocó ver riñas por pedazos de ropa en oferta así como igualmente se tuvo que pelear con una mujer de avanzada edad por una chaqueta que sabía que a Seijuuro iba a gustarle. Al final logró arrebatarla y luego pasó a comprar algunos bocadillos para él mismo antes de volver a casa.

Seijuuro se notaba algo nervioso últimamente. La celebración navideña de este año al final iba a ser algo sólo entre ellos dos. No entendía el porqué, si unas noches antes le había dicho que irían a su hogar en Tokio para cenar con su padre, y tan sólo de un día para otro canceló todo, alegando que quería intimidad para los dos por ser su primera Navidad oficialmente comprometidos. Se la pasaba dando vueltas por toda la casa como si pensara en algo, se le veía angustiado y a Atsushi comenzaba a preocuparle. Cada que le veía disimulaba bastante bien, sonreía y reía como si nada, pero en cuanto fingía irse o lo espiaba de lejos, incluso llegaba a verle llorar.

—Atsushi —llamó con voz bajita.

El nombrado alzó la vista y vio a su prometido abrazándose el vientre por encima de uno de sus enormes suéteres que llevaba puesto, estaba muy nervioso. Y había estado llorando, los rastros secos de lágrimas sobre sus mejillas lo delataban. Atsushi prefirió no decir nada, estaba seguro que Seijuuro le diría lo que ocurría cuando estuviera listo, por lo que sólo le sonrió cálidamente y tomó una de sus manos frías entre las suyas, besándola con cariño.

—¿Cenamos? —preguntó.

Pero la mirada angustiada en los ojos del pelirrojo le hicieron borrar la sonrisa que tenía en el rostro. Algo andaba mal. Muy mal.

—¿Qué pasa, Sei-chin? Sentémonos y mientras cenamos me cuentas qué pasa —Seijuuro negó con la cabeza—. ¿No tienes hambre? Pero he notado que casi no comes. Eso te hará mal… —pero calló sin más al ver como esos rubíes se llenaban de lágrimas—. Sei-chin…

—Atsushi… quiero darte mi regalo de Navidad.

—Yo también tengo el tuyo, podemos cenar y luego-

—Quiero dártelo yo primero, justo ahora —Atsushi asintió con lentitud y Seijuuro se encaminó hacia el árbol navideño que con esmero y entusiasmo ambos habían decorado.

Brillaba tanto que por un momento el más alto se perdió en el brillo de las luces que se reflejaban sobre las esferas. Hasta que el ligero movimiento de Seijuuro tomando algo parecido a una hoja le llamó la atención. El pelirrojo luego caminó con lentitud hacia él, apretando entre sus manos ese pequeño pedazo de lo que sea que fuese, envuelto en papel decorado con muchos corazones y figuras navideñas.

—Ábrelo.

El más alto asintió y su mirada lila fue hacia aquél pedazo de —¿papel?— forrado con un pequeño moño color dorado. Desprendió el moño con facilidad y dándole vueltas rebuscó los bordes del papel pegados con cinta adhesiva. Cuando los encontró escuchó un sollozo demasiado fuerte para el silencio que reinaba por toda la casa. Seijuuro estaba llorando de nuevo. Pero Atsushi se negó a levantar la vista de lo que tenía en sus manos y retiró el papel para encontrarse con una tarjeta navideña que lo dejó totalmente en blanco, con una anotación con plumón negro de punta fina. 

«Feliz Navidad, futuro papá.
—Seijuuro Akashi».

Con las manos temblorosas abrió la tarjeta y en lugar de escuchar un ruidoso chillido típico de una tarjeta musical con dibujitos de santa y regalos, una clara ecografía estaba pegada casi con amor en la tarjeta. Las manos le temblaban de forma descontrolada y los pasos de Seijuuro retrocediendo en la habitación le hicieron darse cuenta de la causa de su angustia.

—Yo… no puedo creerlo. Sei-chin…

—Lo sabía, sabía que no lo querrías, que te enojarías…

—¡No! —Atsushi corrió a su lado y lo abrazó con fuerza, escuchándole soltar el llanto de alivio, y Sejuuro se aferró a su cuello con ganas—. No estoy enojado. Esto no… no me lo esperaba.

—Lo siento mucho. Creí que ibas a odiarme, que ibas a dejarme, que no ibas a q-querernos —lagrimas salían sin control de sus ojos y a Atsushi sólo le rompían el corazón.

—Eso jamás lo haría y mucho menos si tienes a mi hijo aquí —el más alto colocó un dedo sobre su vientre y Seijuuro se revolvió nervioso—. Te amo, Sei-chin.

Estrechó al pelirrojo entre sus brazos, escuchando como éste sollozaba y, con sus manos hechas puños, se aferraba al suéter parecido al suyo con todas sus fuerzas. Atsushi luego los guió a ambos al sofá y sentó a Seijuuro sobre su regazo, acurrucándolo y besándole todo el rostro, para luego intentar observar su vientre. Y como si le hubiera leído el pensamiento, el más pequeño subió un poco el suéter, mostrando un pequeño bulto que no parecía más que un comí demasiado, y que con unas letras plasmadas sobre su piel hicieron que el corazón de Atsushi diera un vuelco.

«Feliz Navidad, papá».

—Sei-chin… —habló con los sentimientos formándole un nudo en la garganta. El nombrado asintió emocionado.

—Vamos a tener un bebé —murmuró, pasado unos minutos donde las lágrimas en los ojos de Atsushi comenzaban a salir de la felicidad.

—Voy a ser papá. Sei-chin, ¡voy a ser papá! —lo abrazó con fuerza y extendió la palma de una de sus manos, colocándola sobre el vientre de Seijuuro con suavidad, y lo besó—. Es el mejor regalo de Navidad que he tenido nunca.

—Te amo tanto, Atsushi.

Seijuuro sonrió. Sonrió de nuevo como no lo había hecho desde hace días. Sus mejillas rojas y húmedas por sus lágrimas se iluminaban por el reflejo de las luces navideñas y sus ojos destellaban de la misma forma. Pero su mirada era muy clara, lo decía todo e incluso más claro que aquella tarjeta navideña.

Notas finales:

Obra registrada en Safe Creative.
1910182262648.


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).