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Algo mejor que los dulces por MikitsuLee

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Notas del fanfic:

Este OS esta principalmente en WP.

Notas del capitulo:

Este OS pertenece a la convocatoria del grupo de fb, MuraAka Fans

"Febrero 3

Vengo de una buena familia, estoy acostumbrado a triunfar, realmente nunca he pensado que necesite de algo material, pero si hay algo que jamàs podrè recuperar. Hace una semana el profesor de Lengua antigua nos propuso escribir un diario como parte de nuestras actividades, contarà al final de la evaluaciòn. No creo necesitarlo, es obvio que mis notas seran perfectas, pero hubo algo que llamo mi atenciòn: "Pueden hablar de lo que les pasa, lo que les molesta, les gusta, si tienen problemas y no quieren decirlos por diferentes motivos". Fue entonces cuando recordè algo, lo que màs me ha marcado en toda mi vida. Sì, eso fue el perderte, mamà, por eso he decidido escribir como si te contara cosas a ti.

¡Mañana te contarè algo si me parece realmente interesante!

Akashi Seijuro"

Esas fueron las primeras lineas, para ser el primer dia parecia bastar, mañana escribiria algo màs que necesitara contar, todo se resumia a los deberes escolares, entrenamientos y sus clases particulares, quizàs si no fuera por su equipo en Teiko, su vida serìa tan aburrida que adoptaria una expresiòn tan perezosa como la de Murasakibara, pero daba gracias por tener algo que le hiciera feliz, aùn en esos dìas, aùn cuando habìa perdido a la persona que le habìa llevado al mundo.

Al dìa siguiente, un par de chicas llegaron a su salòn, una màs alta que la otra, y una màs tonta que la otra.

-Ya que se acerca el 14 de febrero el club de decoraciòn ha tenido la idea de abrir un buzòn de cartas -comenzò una, la màs pequeña con el cabello rosa claro, lucìa tonta, pensò Akashi

-Pueden declararse, ¡aprovechen! Estaremos todos los dìas recogièndo las cartas hasta el dìa 11, el 12 repartiremos las cartas. Deben de poner el nombre, año y clase de la persona a la que le quieren mandar la carta, puede ser ànonimo -terminò la otra chica, la alta de cabello oscuro, sonreìa mucho, como si ser un buzòn le pareciera de verdad divertido.

Akashi no parecìa verdaderamente interesado en ello, no habìa chica alguna que le llamara la atenciòn para un gesto de esos, ademàs, le gustaba ser completamente directo, todo eso parecìa un juego de niños, sin embargo, a la hora del almuerzo descubrio que dos de sus amigos de verdad estaban tomando en serio todo ello.

-¡Recibirè muchas cartas! -habìa dicho el rubio, tan escandaloso como siempre

-No deberìas adelantarte a las cosas -intervino Midorima, comièndo tranquilamente su almuerzo

-En vez de esperar, deberìas mandar alguna carta -secundò Aomine, el pequeño peliazul a su lado le miro

-¿Piensas escribirle a alguièn, Aomine-kun?

-¿Hmm? -el moreno miro a Kuroko y luego suspiro- No lo sè, no hay ninguna chica con las caracteristicas que me gustan. Es dificil encontrar a una chica con unos pechos descentes

Un aura negra rondò a todos, creyendo casi inverosimiles las palabras del moreno.

-No deberìas fijarte solo en el fisico, Aomine-kun -reprendiò Kuroko

El primero en notar su enfado, fue Akashi, despues todos lo notaron, todos menos Aomine.

-Da igual -dijo el màs alto- Asi alguièn me diera una carta, no cambiarìa nada por dulces

-¡¿QUÈ!? -Kise no era el ùnico sorprendido.

-¿Nada te importa màs que los dulces, Atsushi?

"Febrero 4

Hoy anunciaron un buzòn de cartas por el dìa de los enamorados. Me pareciò algo tonto, es mejor ser siempre directo, ¿no es asì, mamà? Y ahora tambièn me puse a pensar, ¿còmo se dio la relaciòn entre tù y papà? ¿Fue algo romantico o un matrimonio arreglado? Sè que se amaron aùn hasta el ultimo de tus dìas aunque papà no me lo demuestre jamàs, pero tengo la seguridad de ello. Hoy en el almuerzo mis compañeros de equipo comentaron lo del buzòn, no creì que estuvieran interesados, pero Ryota parecìa querer recibir muchas cartas y Daiki escribirle a chicas con grandes atributos, eso hizo enojar a Tetsuya, no comprendo còmo es que Daiki aùn no se percata de lo que siente la pequeña sombra. Aunque eso me hizo enojar un poco, lo que paso despues me hizo enfurecer, no sè porquè, igualmente no lo demostre, aunque Shintaro no dejaba de observarme despuès.

Atsushi dijo que lo màs importante para èl eran los dulces, èl siempre esta comièndo cosas con azùcar, lo sè perfectamente al igual que todos, pero no contuve una pregunta y cuestionè si era lo màs importante para èl, sin embargo contesto desinteresadamente confirmando su respuesta. ¿Por què me hace enojar tanto que èl no demuestre interes aun si alguièn se le declara? Nada parece importarle.

¿Por què me siento molesto, mamà?

Espero encontrar respuestas.

Akashi Seijuro"

La tarde siguiente el gimnasio principal estuvo ocupado por solo cuatro miembros de la generaciòn de los milagros, Midorima, Kise, Kuroko y Akashi, tuvieron un enfrentamiento dos contra dos, el rubio y el peliazul hicieron equipo contra los otros dos, estuvo un poco disparejo por los triples del peliverde, pero fue divertido al final, habìa dicho Kuroko con esas sonrisas tan suyas, esas en las cuales demostraba que amaba el basquetbol como ninguna otra cosa, pero el pelirojo solo pudo pensar en Murasakibara al llegar esos pensamientos, querìa que el pelilila tambièn pensara que otras cosas eran importantes, que demostrara que el basquebol tambièn era importante para èl... o que al menos los compañeros con los que jugaba eran importantes para èl. Era un deseo que Akashi sentia reprimido, pero tampoco entendìa porque lo anhelaba.

-¿Sabes algo de Daiki, Tetsuya? -cuestionò el pelirojo ya en los vestidores

El peliazul negò mientras el rostro se le ensombrecìa un poco, Akashi entendiò al igual que los otros dos. Aomine comenzaba a faltar a los entrenamientos y parecìa que Murasakibara tambièn querìa hacerlo. Al salir, todos fueron por paletas de hielo, incluido Akashi, en la tienda que frecuentaban estaba el pelilila con una caja de paletas y una màs de lo que parecìa ser un pastel, los cuatro se vieron sorprendidos al encontrarlo, Akashi no puedo evitar sentirse algo molesto.

-Atsushi, hoy no fuiste a entrenar -fue lo primero que dijo el pelirojo

-¿Hmm? Lo siento, Aka-chin, se me hizo algo tarde.

-¿Se te presento algo, Murasakibaracchi? -cuestiono Kise

-Puede ser asì.

-¿Què sucediò exactamente? -cuestionò Midorima

-Una chica me detuvo -dijo de manera indiferente, pero el pelirojo abriò un poco los ojos de la sorpresa

-¿Una... chica? -cuestionò, Kuroko notò rara la forma en que hablaba

-Sì una chica -suspiro- Era bastante linda, dijo algo sobre que asistìa a nuestros entrenamientos todos los dìas, creo que ayuda a Sa-chin con las toallas y demàs cosas del gimnasio.

-¿Por eso no fuiste al entrenamiento? -la expresiòn del pelirojo lucìa dolida, ahora todos lo notaban, hasta el pelilila que solo lo observo casi indiferente

-Me trajo hasta aquì, me compro dulces y me regalo este pastel, dijo que lo habìa hecho para mì. Despuès se me declaro.

Eso habia demasiado para el pelirojo, sintiò algo extraño en el pecho, una punzada, una punzada dolorosa, penso que llorarìa, era la misma sensaciòn de cuando se entero de que su madre habia empeorado en el hospital, pero, ¿por què?

-¿Ahora tienes novia? -cuestiono Kise tan boquiabierto como el resto.

-No. Realmente no me importa

Esas palabras parecieron calmar a Akashi, pero el dolor permaneciò.

"Febrero 5

Daiki y Atsushi faltaron al mismo tiempo al entrenamiento de hoy, pero me preocupe aùn màs porque Atsushi no hubiera ido, cuando acompañè al resto por helados, nos lo encontramos con dulces y un pastel casero. Mamà, ¿por què me molesta tanto que alguièn se sienta atraido por èl? Aùn no puedo entender esa sensaciòn que percibi al escucharle decir que alguièn se le habia confesado, sentì celos. ¡Pero por què sentì celos! No es normal, ¿verdad? ¿Què sucede conmigo?. Aùn si Daiki falta a los entrenamientos, no quiero que Atsushi lo haga, es la unica oportunidad que tengo de pasar tiempo con èl, me ha gustado su compañia desde que fuimos nombrados en el equipo principal de Teiko, resulta extramente abrumnador de repente no estar cerca suyo.

Mamà, ayudamè a encontrar respuestas.

Akashi Seijuro."

En el almuerzo siguiente todo parecìa ser normal hasta que llegaron un par de chicas a la mesa de la Generaciòn de los Milagros. Ambas eran altas y bonitas, una castaña y la otra peliroja, la peliroja parecìa sonrojada al estar frente a todos ellos, pero miraba especialmente al pelilila que en ese momento robaba un poco de la comida de Kise sin que se diera cuenta. Akashi notò que llevaba algo en las manos, una carta.

-Murasakibara-kun -llamò, bajando un poco la mirada pero llamando la atenciòn no solo de quièn queria, si no la de todos- ¿Puedo entregarte algo?

-¿Hmm? ¿Me daràs màs dulces?

Akashi no pudo evitar fruncìr el entrecejo, Kuroko notò su reacciòn molesta inmediatamente, incluso Aomine se ahorro su gesto aburrido de repente.

-Lo siento mucho, hoy no traje para ti -dijo apenada y màs roja-

-Està bien. ¿Què me quieres entregar?

La chica no contestò, extendio la carta frente a èl, este la tomò algo vacilante, y luego la observo, parecìa no poder sostenerle la cara de la verguenza.

-¡Muchas gracias por tu gentileza!

Habìa dicho demasiado fuerte para llamar la atenciòn ahora de alrededor. Despues sse fue casi corriendo mientras todos la observaban y el pelilila contemplaba el papel decorado en sus manos.

-¡Murasakibaracchi! ¡No sabìa que eras tan popular! -Kise lucìa màs entusiasmado incluso de quien habìa recibido la carta.

-Asì que, si tienes pretendientes -siguio Aomine- Ella no està nada mal...

-Luce como una tonta -dijo de repente el pelirojo, haciendo que todos enfocaran la vista en èl, hasta el propio centro del equipo.

-¿Tonta? Por Murasakibaracchi, se ve que le gusta muchisimo.

-Callatè, Kise -murmurò Midorima

-Deberìas ir por ella -intervino Aomine

-Tambièn aguarda, Aomine-kun -reprendiò Kuroko

-Sì, quizàs deberìa ir por ella...

"Febrero 6

¡Hoy si que no lo soportè màs! Explotè en el almuerzo y le dije algo feo a Atsushi, sin embargo su respuesta terminò por derrumbarme màs, fue cuando me di cuenta de què tambièn estaba molesto. "Asì que ella es mejor que los dulces", le dije. "Nada es mejor que los dulces", contestò. "No me molesta nada siempre y cuando vayas a los entrenamientos", seguì. "Solo faltè un dìa, Aka-chin...". "Es tan fàcil manipularte, Atsushi, deja de ser tan ingenuo con esa chica", dije de repente sin entender yo mismo mis palabras, se prolongo un silencio enterno mientras los otros cuatro nos observaban sin poder dar credito a mis palabras, entendi que me veìa ridiculo, estùpido. "No creo ser ingenuo, Aka-chin. Yo no he prometido nada. Ella resulta una verdadera molestìa, deja de decirme esas cosas tambièn tù, no hagas que quiera aplastarte". Entonces entendì que le fastidiaba de igual manera, y me dolio de nuevo, aunque esa tarde fue al entrenamiento su compañìa no sabìa a la de antes, ahora parecìa tratarme con màs indiferencia.

Siento que lo estoy perdièndo. . . Mamà, ¿por què siento eso?

Akashi Seijuro"

El fin de semana, Akashi estuvo ocupado con cosas escolares, con sus clases particulares de mùsica, pero al finalizar estàs monto a caballo una buena parte de la tarde porque sentia la cabeza con miles de nudos por primera vez en su vida, se preguntaba muchas cosas, se planteaba varias cosas, pero todo estaba ligado al pelilila centro del equipo de basquetbol.

Pasaron un par de dìas màs hasta que Murasakibara y Akashi volvieran a tratarse como antes, durante esos dìas el pelirojo de verdad creyo que todo habia regresado a la normalidad entre ellos, hasta que vio a aquella chica en las gradas mientras entrenaban, tenia la vista clavada en el centro, tenia una sonrisa de tonta mientras lo observaba y eso hacia solo enfurecer màs al pelirojo.

-Atsushi, ¿podrìas decirle que se vaya?

-¿Hmm? Està bien, Aka-chin.

Murasakibara fue hasta donde la chica para pedirle que se fuera, inclusive la acompaño hasta la puerta, y se fue, el ambiente recobrò su armonìa, pero cuando el entrenamiento huibiese acabado, regresò, sonriente.

-Murasakibara-kun, vayamos juntos por pastel

-¿Pastel? -repitiò mirando de lleno a la chica.

-Atsushi, ¿no iràs con nosotros? -cuestiòno Akashi, con los otros tras de sì con la misma expresiòn, esperando a que se decidiera.

-Mañana irè con ustedes.

Habìa dicho y se fue con la chica que se esforzaba por caminar con èl del brazo. Akashi los miro desaparecer juntos sintièndo como si algo se fuera con el màs alto...

"Febrero 10"

Mamà, es obvio lo que pasa, ¿no? Parece que Atsushi se ha enamorado de esa chica tonta de la cual no sè siquiera su nombre, pero logro enamorar a Atsushi... mi gigante... Mamà, hoy mientras te escribo, no puedo evitar llorar, pero ya no lo harè, mañana ya no lo harè, hoy me siento triste a pesar de haber pasado un buen dìa, solo no lo fue al final. No habìa llorado desde que me dejaste. No me habìa puesto tan triste desde ese dìa. Solo puedo pedirte consejos a ti porque papà no esta en casa, y aunque lo estuviera, dudo que me aconsejara en algo como esto. Mamà, ¿me habrè enamorado yo tambièn? ¿Por què siento que perdì? ¡No! Yo no puedo perder, nunca he perdido, no puedo ahora. Mamà, no me rendirè, estoy enamorado de Atsushi, de un chico de mi edad, y no me importa si es algo que los demàs vean mal, estoy enamorado de èl y me ganarè su corazòn.

Deseamè suerte.

Akashi Seijuro."

Al dìa siguiente, cuando Midorima vio a Akashi en el corredor, notò algo diferente en èl, era obvio que habìa algo diferente en èl, lucìa màs decidido que nunca, un aura diferente le rodeaba, y en su interior algo se removio. Quizàs ver a Murasakibara con la chica habìa hecho que Akashi aceptara sus sentimientos... que su Akashi al fin aceptara lo que sentìa por el pelilila... que su Akashi ya no fuera màs su Akashi, si no de Murasakibara.

-Buenos dìas, Shintaro. -saludò con una sonrisa-

-Buenos dìas.

-Hoy vi mucha gente en el pasillo principal, ¿sabes què pasa?

-Es el ultimo dìa para mandar cartas, quizàs sea eso.

Al escucharlo, una idea paso por la cabeza de Akashi. Lo harìa, definitivamente le mandarìa una carta a Murasakibara, jamàs se rendirìa.

-Muchas gracias, Shintaro. Nos vemos en el entrenamiento.

Midorima asintio y lo vio partir. Ese dìa Akashi se habìa vuelto màs lejano para èl. Ese dìa habìa perdido por primera vez....

Mientras entrenaban, todos notaron que el capitàn lucìa feliz, muy feliz, Murasakibara se preguntaba què habìa pasado, ¿habìa algo que le habìa hecho feliz y no estuviera relacionado a èl? Por un momento quizo aplastarse a sì mismo, en los ùltimos dìas no habìa hecho otra cosa que dañar a Akashi de alguna u otra manera sin que se lo propusiera como tal. Quizàs merecìa la incertidumbre de no saber què alegraba tanto a Akashi ese dìa. Lo merecìa....

"Febrero 11

Los ultimos dìas Akashi ha estado visiblemente extraño para su personalidad habitual, hoy lo estuvo tambièn, la diferencia fue que hoy no estaba triste, no tenìa cara de haber ido a un funeral. Hoy el raro fue Murasakibara, que se veìa intrigado por la sonrisa del capitàn. Hoy Kise fue directo y me pregunto porquè prestaba tanta atenciòn a esos dos y sin pronunciar una palabra supo que me sentìa atraido por Akashi, me tuvo lastima y eso me hizo enfadar. Sè que he perdido ante Murasakibara, pero no soy ningùn moribundo para que me tengan lastima de esa manera. Hoy me duele el pecho, pero soy conciente de que no es el fin del mundo. Hoy me despedirè de este sentimiento hacia Akashi porque es lo mejor para todos y màs para mì. Hoy te digo adios, Akashi Seijuro, mi primer amor.

Midorima Shintaro"

El dìa en que repartieron las cartas, Kise recibiò muchas de varias admiradoras, todas decìan que estaban enamoradas de èl, Aomine habìa visto a un par de chicas que le gustaban y les escribio una carta a cada una, pero solo habia hecho mencion de sus pechos asì que cuando lo tuvieron enfrente le llamaron pervertido y le marcaron la cara con un par de bofetadas, aùn asì recibiò una carta vièndose sorprendido por el remitente, Midorima no recibio ninguna carta al igual que Akashi, Kuroko recibiò una aunque no de quien esperaba,  Murasakibara recibiò tres.

Cuando llegò la hora de entrenar, Kise no paraba de hacer Alarde por los costales que habìa recibido de declaraciones, parecìa satisfecho con los resultados. Extrañamente, Aomine habìa ido ese dia a entrenar, pero lucìa diferente, no veìa directamente a Kuroko, caso contrario a Akashi y Murasakibara, pues el pelirojo buscaba algùn gesto, algùn indicio en los gestos del alto para poderlos descrifrar, pero con èl todo fue igual que antes.

"Febrero 12

Hoy me sentì como un cobarde. Aka-chin me escribiò, no fue como una de las cartas de la niña tonta que me da dulces como si fuese un niño pequeño con tal de que este a lado suyo. Esta carta fue diferente, solo Aka-chin puede escribir de esa manera, es inconfundible, y me encantò. No sabìa que Aka-chin podìa ser tan dulce, tan dulce que hoy quice probarlo despues de entrenar, pero me contuve.Quizàs haya encontrado algo mejor que los dulces, al fin, no pensè que de verdad existiera, la molestìa de Aka-chin desde ese dìa pensè que era algo sin importancia, tan solo pensè, pero en los siguientes dìas me di cuenta de que no era asì, que lo que èl decìa era muy enserio y que se sentìa muy molesto. Me siento culpable tambièn, porque me daba cuenta de còmo se sentìa cada que la niña tonta estaba cerca, tampoco sè porquè le hacìa caso a ella, ¿para comprobar?.

"Siempre he sido completamente seguro de todo en mi vida, por ello, estoy completamente seguro de lo que siento por ti y tambièn estoy seguro de que una niña tonta no me ganarà. No estoy compitièndo, solo sè que jamàs podrìas hacerle caso, que no es tan importante, no como los dulces. Si no lo soy, harè todo lo que este en mis manos para representar lo mismo que estos, porque si no soy importante para ti las cosas no podràn tener sentido. Ganarè tu corazòn porque me gustas.

 Akashi Seijuro."

Aka-chin estaba hablando enserio, lo notè en el entrenamiento, no despegaba la vista de mi, pero me sentì cohibido, no sabìa como comportarme frente a èl, aùn màs por la carta de Mido-chin que tambièn recibì, fue como si me regañara al principio, pero me alentara al final, asì que me confundiò.

"Me resulta complicado entender que una persona como Akashi enfoque la atenciòn en un desastre como tù, sin embargo no juzgarè eso, porque siempre he respetado a Akashi sin importar sus desiciones, siempre han sido las correctas. Por ello espero que dicha atenciòn sea bien correspondida, y que su desiciòn le haga feliz. Hazlo feliz.

Midorima Shintaro"

Mido-chin tambièn ha estado molesto conmigo, Kuro-chin igual. Mine-chin y Se-chin parecen mantanerse al margèn de la situaciòn. Hoy no vi a Sa-chin, tampoco a la niña tonta, ni si quiera me he molestado en leer su carta. Pensè que este diario terminaria sièndop una perdida de tiempo, pero me esta ayudando justo ahora. Me siento confundido y mucho, pero quizàs sea la respuesta al porquè siempre he obedecido solo a Akashi, aunque en la ultima semana me haya comportado tan mal  con èl.

Murasakibara Atsushi."

Al dìa siguiente, por la noche, Murasakibara recibiò un texto de su capitan, le pedia que se vieran al dìa siguiente en el centro. No especificaba nada mas, el pelilila mientras se mantenia acostado en su cama no considero nada màs, habìa tomado la desiciòn de ir por dos razones: la primera era su tremenda intriga, querìa saber què màs era lo que el capitàn tenìa planeado, la segunda eras sus deseos igual de enormes de verlo, porque sì, lo extrañaba y releìa la carta que un dìa antes le habìa sido entregada una y otra vez, mientras imaginaba al pelirojo dicièndole todo eso con un lindo sonrojo... Akashi debìa de verse realmente lindo sonrojado.

"Febrero 13

No he podido dormir, mi dosis de azùcar ha sido baja el dìa de hoy. He estado leyendo desde la noche anterior solo la carta de Aka-chin, me gusta leerla e imaginar que èl me dice todo eso. ¿Estarè enfermo? Mi hermana me trajo un pastel de chocolate con fresas porque no estarà el fin de semana en casa y dijo algo sobre que lucìa diferente, entonces mis otros tres hermanos me llevaron las tres cosas que màs me gusta comer: estofado de crema, dolsot bibimbap y pasta de tinta de calamar. No entendìa porque me llenaban de comida, despuès mi hermana dijo que despues de la escuela me habìa encerrado y no habìa salido para nada. Ni si quiera me habia dado cuenta de ello. Creo que Aka-chin ha estado en mi cabeza màs tiempo que otras veces. Mi Aka-chin... ¡ya quiero verlo mañana!

Murasakibara Atsushi."

A las tres de la tarde del dìa siguiente, Murasakibara esperaba a su Akashi junto a la estatua de Hachiko comièndo papas fritas con una bolsa de dulces en la zurda, estaba impaciente aunque la gente a su alrededor que le miraba abrumados por su estatura no se percataba de ello, tenìa gesto desinteresado, como siempre. Casi al instante llego el pelirojo con una bolsa de regalo color rojo en la mano y al mirarlo le sonrio.

-Has venido

-Aka-chin me pidiò que lo hiciera. Solo obedezco a Aka-chin.

-Me da gusto que vineras -Akashi sonriò y el màs alto por un momento le quedo solo observando con una fritura en la mano que demoro en llevarse a la boca. Nunca se habìa percatado de lo linda que era la sonrisa del capitàn, no tanto como en esa ocasiòn.

-¿Por què querìas verme, Aka-chin?

-Querìa darte algo, por este dìa.

-¿Hmm?

Akashi le extendiò la bolsa que llevaba en la mano, el màs alto la tomò tratando de adivinar què era lo que estaba dentro. Al abrir la bolsa encontrò un enorme chocolate en forma de corazòn, era chocolate casero, estaba dentro de otra caja fresca para que no pudiera derretirse. Murasakibara abriò un poco los ojos al verse sorprendido, y despuès de un rato sonriò sin percatarse de un ligero sonrojo que aparecia en su rostro, sonrojo del cual Akashi no perdiò detalle y al notar lo mucho que le gustaba verlo feliz y sonrojado debido a un obsequio suyo tambièn se ruborizo, de manera mucho màs notable.

-¿Aka-chin hizo esto para mi?

El susodicho se ruborizo aùn màs al escucharlo mirandolo fijamente, desvio la mirada asintièndo un par de veces y lo que sintiò despuès fueron los largos y fuertes brazos de Murasakibara rodeandole la cintura, su quijada recargada en su hombro. Abriò los ojos de la pura sorpresa, pero despuès pudo corresponder el abrazo con el rostro en su pecho.

-El mejor regalo que podrìa haber recibido, solo puede ser de Aka-chin -murmurò a su oido y Akashi sonriò, aferrandosè màs al cuerpo del alto

 -No quiero tenerte lejos, Atsushi -murmurò el pelirojo de repente sintièndo los ojos hùmedos.

-Nunca me alejarè de mi Aka-chin, quiero estar siempre cerca de Aka-chin porque Aka-chin me hace muy muy feliz.

-¿Màs que los dulces?

Akashi intentò que eso sonarà como una broma, pero parecìa que lo decìa como si su màs grande temor fuera el ser desplazado por caramelos. Murasakibara lo miro un segundo y despuès le sonriò, estrechando nuevamente al pelirojo contra su pecho.

-No necesito nada màs si Aka-chin me quiere tanto como yo a èl. Aka-chin es lo màs importante para mi...

"Febrero 14

Estuve llorando parte del dìa aun cuando lleguè a casa, ¡mamà! Estoy muy feliz, Atsushi me quiere, de verdad me quiere, no quiere a la niña tonta que le daba dulces y le acosaba, èl de verdad me quiere como yo a èl, hoy me lo dijo muchas veces cuando salimos, comimos sushi cerca de Shibuya y despuès me comprò algo a mì, rosas. Atsushi me regalo un ramo de rosas, ambos estabamos sonrojados cuando me las dio y no pude evitar llorar. Eran làgrimas de felicidad, mamà. Despuès me abrazò y me dijo otra vez que me querìa, mamà, no sabes lo muy feliz que me hace escuchar de sus labios que me quiere y que no quiere alejarse de mì. Mamà, hoy ha sido realmente un buen dìa, las rosas que Atsushi me dio estàn en mi habitaciòn junto a tu retraro en mi escritorio. Mamà, Atsushi me harà muy feliz y yo tambièn lo harè muy feliz.

Mañana serà un dìa igual de bueno.

Akashi Seijuro."

En el entrenamiento del dìa siguiente Aomine no se presentò, pero algo singular pasò, Kuroko tampoco se habìa presentado.

-Ah, parece que al fin esos dos arreglaron tambièn sus cosas -dijo Kise con el balòn en el regazo, suspirando mientras se limpiaba el sudor con la playera.

-Aùn asì no deberìan de ser tan irresponsables -agregò Midorima.

-Midorimacchi, ¿tù realmente no tuviste una cita ayer?

El peliverde turbo su expresiòn un momento al escucharlo, despuès negò.

-Como si tuviera tiempo para esas cosas.

-¿Hmm? ¿De verdad? Es solo, creì haberte visto ayer, en un puesto de flores. ¿Habìas ido a comprar flores para alguièn?

-¡Yah! ¡¿Què estarìa hacièndo yo comprando flores?! ¡¿Para quièn, en primer lugar?!

Kise fruncio ligeramente el entrecejo al escuchar esa respuesta. "Asì que habìas ido a ver como habìa ido la cita de Akashicchi y Murasakibaracchi, ¿eh?", pensò, sonrièndo despuès al verlo exaltado de esa manera con un sonrojo que fingìa no notar.

-Midorimacchi, ¿sabìas que tienes un lindo sonrojo?

El peliverde se quedò en blanco al escuchar a Kise y este riò al ver lo que una simple pregunta habìa causado. Midorimacchi realmente se veìa lindo avergonzado.

"Febrero 15

Ha pasado un año desde que hice sonrojar a Midorimacchi en el gimnasio de la secundaria Teiko. Desde entonces, permanecimos juntos pero ya no era lo mismo que antes, solo nos veìamos en los juegos. se supone que ya no deberìa estar escribièndo un diario, pero lo sigo hacièndo porque se convirtiò en algo habitual. La ùltima ves que vi a Kurokocchin lucìa realmente triste y molesto, ayer que me enterè que nuestro partido de practica serìa contra Seirin no pude evitar entusiasmarme, serìa la primera vez que verìa a Kurokocchin desde la secundaria, serìa al primer miembro de la molesta Generaciòn de los Milagros a quièn enfrentarìa. Tambièn el primero de todos ellos que me venciò, èl me hizo saborear la derrota, todo debe deberse a su nueva luz, un sujeto pelirojo que brinca de forma extraordinaria. Kagami Taiga. Verlos juntos me hizo recordar los dìas en que Aominecchi y Kurokocchi nunca estaban el uno sin el otro, pero esos dìas acabaron, Aominecchi le destrozò el corazòn a Kurokocchi y èl ahora se ve feliz a lado de Kagamicchi.

Eso tambièn me hizo pensar en otros dos: Akashicchi y Murasakibaracchi. Tambièn fueron a diferentes escuelas, Akashicchi dijo que ahora todos seriamos rivales, ¿què pasarà cuando ellos se enfrenten? ¿Su relaciòn seguirà sièndo igual de buena? Murasakibaracchi se volviò màs triste cuando Akashicchi cambiò, comenzò a estar màs solo, alejandosè poco a poco de todos nosotros, èl realmente sonreìa cuando estaba a lado de nuestro capitàn.

Solo quiero que ellos de verdad permanezcan juntos porque el uno parecìa ser el complemento del otro. Aominecchi y Kurokocchi no pudieron permanecer juntos, pero Kurokocchi ahora realmente se ve feliz. Quisiera que Aominecchi sufriera por ello, pero lo veo imposible.

Ha pasado un año desde que hice sonrojar a Midorimacchi en el ginmasio de la secundaria Teiko, hoy lo vi y fue realmente cruel conmigo al saberme perdedor. Pensè que la emociòn al verlo serìa como cuando le robè un beso, pero no fue asì. Midorimacchi llegò con otro chico, Takao, y este ùltimo le es incondicional. Me sentì perdedor doble vez en un dìa.

Creo que el capitàn y el centro de Teiko es la ùnica pareja de la Generaciòn de los Milagros que deberìa de permanecer intacta. Ellos aùn se aman,

Kise Ryota."

Al dìa siguiente despuès de clases, Kise caminò solo por los alrededores pensando seriamente en su derrota contra el Seirin, en las palabras de Midorima y en lo feliz que lucìa Kuroko aùn con una venda en la cabeza. Tambièn querìa ser feliz, encontrar algo que le devolviera la felicidad de jugar basquetbol lejos de sus compañeros de Teiko.

En su paseo llegò a una cancha callejera, pero dislumbro ahì a dos figuras sorprendiendosè al reconocerlos. El alto llevaba una gorra negra, playera blanca y un short igualmente negro, el màs bajo llamaba la atenciòn con su cabellera pelirroja, playera amarilla, short rojo y el balòn en manos. Eran ellos.

-Aka-chin, deja de usar tus "ojos" -escuchò que se quejaba el màs alto.

-Atsushi, si no lo hago no podràs derrotarme

-Deja de decir esas cosas, Aka-chin, no hagas que quiera aplastarte.

Kise pensò que quizàs iban a pelear despues de eso, pero para su sorpresa, Akashi riò un poco y Murasakibara entonces lo rodeo por la cintura con sus enormes brazos haciendo que el màs bajo dejara soltar el balòn.

-Aka-chin, no me gusta estar lejos de ti.

-A mi tampoco, Murasakibara. Por eso en mis pensamientos siempre estamos juntos.

Kise mirò la sonrisa del centro de Teiko, ahora de Yosen, y no pudo evitar sentirse feliz tambièn.

"Febrero 16

Aunque aùn me siento triste por haber perdido contra Seirin, mientras hoy caminaba encontrè algo que me hizo vedaderamente feliz. ¡Akashicchi y Murasakibaracchi aùn se ven! Parecia que hoy decidieron practicar por su cuenta, los encontrè en una de las canchas callejeras de los alrededores, Akashicchi a lado del gigante luce tan feliz, tanto como antes de cambiar, y el gigante sonriè sinceramente.

No tuve ninguna cita para el dìa de los enamorados de este año, pero Kasamatsu-sempai hoy me regalo chocolate casero, tenìa un aspecto espantoso, pero sabìa realmente delicioso.

En esta semana perdì contra Seirin, ver a Midorimacchi no me hizo sentir bien, pero hoy que encontrè al capitan y al centro de Teiko sumando al obsequio de sempai siento como si hubiese tenido una semana memorable.

¿Què habràn hecho esos dos despuès de practicar? Muero de curiosidad.

Kise Ryota".

Despues de practicar ese mismo dìa, Akashi invitò al gigante a su casa para comer. Como era de esperarse, Murasakibara se salto la comida para ir directamente al postre que era pastel de durazno, el pelilila amaba el pastel de durazno que preparaban en casa de Akashi y este lo sabìa, por eso habìa pedido que lo prepararan para èl. Murasakibara no quizo dejar a su Aka-chin ese dìa, se quedò a dormir.

Enmedio de la noche los brazos de Murasakibara se volvieron inquietos y buscaron la cintura de Akashi mientras este se dejaba hacer con el rostro sonrojado siendo ocultado por la oscuridad. Recordaba la primera vez que se habìa encontrado en una situaciòn tan intima con el màs alto, y las mariposas se le arremolinaron en en estomàgo cuando Murasakibara le miro a los ojos y comenzò a besarlo lentamente, de forma suave, de forma dulce, de forma provocativa, de esa forma en que solo èl besaba, en la que solo èl hacìa enloquecer al capitàn del Rakuzan.

-Atsushi... -jadeo el pelirojo aferrandosè a su espalda

-Aka-chin, te amo... -contestò el otro besando su cuello.

"Febrero 17

Madre, no ha pasado un solo dìa en que no te hable de Atsushi, en que si lo extraño, en que peleamos, en que nos reconciliamos, en que me hace feliz, en que lo amo. Ese sentimiento no se ha desvanecido ni un solo dìa desde que comencè a escribir este diario contandote cosas a ti, al contrario, se ha intensificado tanto que me cuesta poder contener el sentimiento. Hoy le he dicho a mi padre mi situaciòn, pensè que èl se enfadarìa tanto conmigo que me mandarìa al extranjero, pero no fue asì, dijo que me estaba tardando demasiado en hablar sobre eso.

Madre, estoy a mitad de la universidad y estoy a punto de casarme. Darìa todo lo que fuera porque me acompañaras en este dìa, pero igual pensarè en ti.

Soy feliz a lado de Atsushi. Lo amo.

Akashi Seijuro."

 

Notas finales:

Espero que les haya gustado!


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