Baek Hyun abrió los ojos desorientado, era la segunda vez en un mismo día que se despertaba en un sitio que no conocía, se llevó la mano a la cabeza y masajeó su sien con la esperanza de que el dolor que le estaba taladrando la cabeza desapareciera.
Gimió consternado cuando se dio cuenta de que estaba en una cama. ¿Qué había pasado? Rebuscó en su memoria pero solo recordaba ese alto y extraño hombre detrás de él, mordiéndole, luego la cocina y... Espera, ¿ese hombre le había mordido?
Se sentó en la cama como un resorte y todo su cuerpo se tensó, un sudor frío le empezó a decorar toda su piel. Se levantó de la cama y a paso rápido se dirigió al baño, cerró la puerta con seguro y se inspeccionó el cuello.
Y sí, esas marcas estaban ahí. Dos círculos perfectos en la base de su cuello. Ahogó un grito y todo su cuerpo comenzó a temblar.
Gritó histéricamente cuando la cortina de la ducha se movió y de allí salió el hombre que le había mordido, con una toalla envuelta en la cadera.
-Eres tú quien ha entrado al baño a espiarme y sin embargo eres tú quien grita.-murmuró Chan Yeol cogiendo una toalla del mueble para secarse el pelo.-No hay quien entienda a los humanos.
Baek Hyun le miró confuso mientras se acercaba a él. No estaba loco, los vampiros realmente existían.
Se acercó al vampiro hasta que lo tuvo bastante cerca y levanto una mano, Chan Yeol pareció entenderle y abrió la boca. Dejó que el pequeño humano curioseara con sus colmillos, lo que no esperaba es que cuando la yema del dedo del menor le tocara su pene se llenara de sangre. Siseó de placer y con cuidado acercó su boca al cuello del menor.
-¿Dolerá?
Chan Yeol detuvo todos su cuerpo y retrocedió un par de pasos.
-¿Qué sabes acerca de los vampiros?
-¿Beben sangre?
♥
Baek Hyun había escuchado atentamente todo lo que Chan Yeol había considerado importante o que necesitara saber acerca de los vampiros y sus costumbres.
-Entonces, caminar por el sol no te matará, ¿no?-preguntó curioso.
-No, y el ajo tampoco, aunque suele darme gases.-murmuró esto último.-Verás, Baek Hyun, existe una leyenda, que hasta hace poco yo creía falsa, acerca de que cada vampiro tiene a un humano perfecto para pasar su vida con él, amándole, cuidándole y bebiendo de él.
El humano le miró curioso.
-Hace muchos, muchos años, los vampiros vivíamos descontrolados. Matábamos por placer. Hasta que un día un vampiro encontró a su humano perfecto.-Chan Yeol se levantó del sofá en el que estaban sentados y le acercó al humano un vaso de agua.- Eso provocó mucho caos, y, durante siglos muchos aquelarres estuvieron enfrentados.
-Nadie se creía que existiera ese humano perfecto, ¿no?-preguntó Baek Hyun después de darle un trago al vaso de agua.
-Exacto. Pero existía.-se volvió a sentar a su lado.-Igual que existes tú. Tú eres mi humano perfecto.
-¿Yo?
-Si. El destino ha decidido que tú eres mi humano perfecto y que viviremos juntos hasta que nuestro hijo encuentre a su humano perfecto.
Baek Hyun miró el fondo del vaso que tenía entre las manos. ¿Tendrían un hijo? Le sorprendió a si mismo la facilidad con la que estaba aceptando las cosas pero la verdad era que realmente sabía que los vampiros existían desde pequeño. Eso pudo haberle facilitado las cosas.
-Tu familia pertenece desde hace siglos a la organización que se fundó hace siglos en este aquelarre para acabar con los asesinatos sin sentido.-empezó a explicarle.- Tu padre ha sido donador desde sus veintiún años.
-Por eso quería que dejara la universidad...-murmuró.
-¿Dejar la universidad? ¿Porqué?-preguntó Chan Yeol.
-Él me dijo que tendría que trabajar de por vida como mayordomo, al igual que él, pero me negué y me fui de casa.-masculló.
-Puedes seguir estudiando sin problema, de echo, prefiero a una pareja formada y trabajadora.-apuntó Chan Yeol.
Baek Hyun guardó silencio durante un par de minutos, intentando asimilar su nueva vida. Ahora viviría no sé cuantos años, al lado de un vampiro que tendría que beber de él, tendría un hijo y... ¿Habría mas cosas que debería saber?
-Cuando me muerdes... ¿Duele?-preguntó.
-Si no fueras mi humano perfecto sentirías una molestia, pero al ser mi humano perfecto mis colmillos no pueden dañarte. Están diseñados para dar placer al humano perfecto.-contestó Chan Yeol.
-Muérdeme, quiero sentirlo.
Chan Yeol sintió que sus pupilas se dilataban y sus colmillos se alargaban ante las palabras de su pareja. Con la rapidez de un torbellino se llevó a su pareja a cuestas a su habitación, le quitó la camiseta escuchando el jadeo de sorpresa y mordió la suave piel.
Baek Hyun chilló de placer cuando sintió su miembro llenarse de sangre y segundos después se corría en sus pantalones como un crío adolescente. Balbuceó algo que ni él mismo sabía que quería decir y acarició la cabeza de su vampiro.
-J-joder...-murmuró Baek Hyun.-¿Será siempre así?-murmuró mientras se acurrucaba en el pecho del mayor.
-Una vez que te tome ganarás más resistencia, pero sí, se sentirá bien siempre.-contestó Chan Yeol arrullándolo.
-¿Eso es algo como lo de los lobos? ¿Morder mientras tienen sexo?-preguntó.
-Más o menos, tengo que morderte y dejarte una cicatriz.-contestó hundiendo su nariz en el suave pelo de su pareja.
-¿Cicatriz?
-Sí, no hace falta que sea visible tranquilo, tampoco dolerá.
-Quiero la cicatriz.
♥
Min Seok se carcajeaba en la cocina después de escuchar la historia de Se Hun, a veces el crío era algo insoportable, pero también podía ser muy divertido. La diferencia de edad a veces era demasiada, se llevaban más de 200 años y se notaba, hasta hace poco Se Hun no era capaz de controlar su sed.
Min Seok y Se Hun callaron en el instante en el que Chan Yeol entraba en la cocina, tenía un aspecto increíble. El aspecto de un vampiro que acababa de encontrar a su humano predestinado.
-¿Y bien, señor los humanos perfectos no existen?-preguntó Min Seok socarronamente.
-Cállate.-gruñó.-Quiere que le marque ya.
Min Seok que atragantó con su propia saliva y Se Hun dejó caer el plato que tenía entre las manos por la sorpresa.
-¿Ya te ha aceptado?
-Si, resulta que ya sabía de la existencia de los vampiros, mencionó a los hombres lobo, pero no estoy completamente seguro de que sepa de su existencia también.- comentó mientras bebía una lata de cerveza.
-¿Le contaste todo?-preguntó Se Hun sentándose a su lado.
-Casi todo. Le conté lo que me pareció importante, el resto puede ir después.-contestó.
-¿Puedo preguntar por que no le has marcado aún?-preguntó Min Seok.
-Le he mordido dos veces en un par de horas, quiero que se recupere primero.-contestó.-A partir de ahora quiero que vaya a nuestro nutricionista, no quiero que desarrolle anemia o algo así.
Min Seok miró enternecido a su segunda mano, algo le decía que su valiente guerrero iba a ser muy blandito de ahora en adelante.
-Te tendrá comiendo de su mano, lo sabes, ¿no?-le preguntó Min Seok sonriendo.
-Ya lo hace.-murmuró mientras empezaba a preparar algo que dar de comer a su pareja, le había dejado en su habitación acostado con hambre.