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Vivir y existir son dos cosas distintas. por Amaidesu

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Notas del capitulo:

Ciertamente les debo una disculpa, pero primero pueden leer el capítulo. Nos leemos abajo.

-        ¿Y bien? ¿Qué harás? Huirás de nuevo como el niño cobarde que eres y ¿Sabes cómo lo sé? Porque es lo que siempre haces, todo el tiempo, todos los días, lo único que sabes hacer es huir y llorar. Es lo que hiciste con ese niño, te guste o no, ese niño tonto tuvo más valor del que has demostrado jamás y tienes la cara de mirarte mejor que él. Solo me haces reír.

 

El pelinegro solo estaba de pie al otro lado del pasillo, aunque no quisiera aceptarlo, sabía que el contrario tenía razón. El rubio, aunque tonto, era más valiente que él y, una pequeña parte de él se sentía feliz por eso, pero el resto solo le envidiaba por ser más que él mismo.

El ojiverde seguía frente a él con esa mirada venenosa y burlona, retándole en silencio a abrir esas puertas… porqué siempre esas puertas; vientos, agua, arena; especialmente esas eran las que más evitaba. ¿Por qué quería que abriera las puertas? ¿Solo para verlo caer a sus miedos? ¿Qué ganaba el ojiverde? No ganaba nada, aunque siempre se burlara de él nunca pareció ser ese su objetivo. Entonces, en el caso hipotético de que “Fobos” quisiera algo que no fuera hacerlo sufrir, qué sería.

 

-        ¿Por qué me haces esto? Que quieres lograr haciéndome entrar a esos recuerdos.

-        No lo sé… quizá solo me guste verte sufrir mientras lloras como un bebé, quién sabe. – Tanto orbes oscuros como verdes se medían en silencio. Para Sasuke tenía que haber algo más, sentía que algo no cuadraba con la imagen en general, pero también intuía que, por más que le preguntara, el ojiverde no le diría la verdad.

¿Y si, en realidad, no quisiera solo burlarse de él?, ¿Si todo ese cinismo y burla no eran para lastimarlo como lo dejaba entender? ¿Por qué, aunque viera una sonrisa en su rostro, sus ojos parecieran gritar? ¿Por qué, de todas las veces que pudo hacerlo, lo incitaba a cruzar esas puertas en ese preciso momento? Algo había cambiado, estaba seguro que esa era la causa porque, cada vez que algo nuevo pasaba en sus sueños, era porque algo en su realidad había cambiado. También podría despertar para acabar con ese sueño y pensarlo mejor; pensar en más opciones lo estaba ayudando a calmarse. Quizá solo debería despertar, después de todo, solo era un sueño más.

 

-        Tal y como dije, solo un niño cobarde. Quién más sino pensaría en despertar solo para no verse a sí mismo tal cual es.

 

Una estridente carcajada se oyó en ese lugar y un charco de sangre se filtraba bajo la puerta. Si antes creyó ver una extrañeza en los ojos vedes, ahora no había nada. Solo le veía reír de una manera exagerada y el charco bajo la puerta no hacía sino aumentar y es cuando cayó en cuenta de que había dejado de oír la otra voz.

 

-        Fi, ¿estás bien? Contesta.

-        Fi, contesta. – imitó el ojiverde con burla. Seguía carcajeándose y no había señales del ojiazul. – Bueno, fue bueno mientras duró. Esto se acabó, Sasuke.

-        A qué te refieres. – preguntó confundido el azabache.

-        Ya deberías saberlo. Se supone que somos parte de ti. Has pensado tanto y, sin querer, diste con la respuesta a todo. Pero no saldrás de aquí. Escucha, hay una razón para todo, y aunque los sueños parezcan la cosa más irracional del mundo, pueden tener un origen lógico.

-        Lo sé, pero no te entiendo. Esto se acaba cuando despierte.

-        Si… pero ya no. ¿Por qué estamos hablando tanto? Nunca pudiste quedarte por tanto tiempo aquí por una razón, me diste esa caja por una razón. Todo lo que ocurría aquí tenía una razón de ser, pero se acabó el tiempo y no soy inmortal. Yo también me canso y esto es más de lo que puedes cargar.

-        No te entiendo.

-        Lo sabemos, tan bien como el por qué todo esto caerá.

-        … - Su sueño estaba yendo demasiado lejos, al punto de creer que era una realidad alterna y que estaba sucediendo de verdad porque, por más que intentaba, no podía despertar. – Dime qué está pasando. Quiero despertar.

-        Ya te lo dije, no podrás.

-        ¿Por qué hay sangre bajo la puerta?

-        Deberías suponerlo, somos productos de tu mente rota.

-        ¿Por qué no responde?

-        Por la misma razón por la que los muertos no hablan. No pueden.

-        Qué está pasando, cada vez que algo cambió aquí dentro fue porque algo cambió afuera. Qué pasó afuera y por qué no puedo ni recordarlo.

-        Basta, Sasuke. Todo terminó. Nunca saldremos de aquí.

-        ¡Pero quiero saber por qué! Solo dices que se acabó el tiempo y que todo se está desmoronando, pero todo aquí sigue igual. ¡No está pasando nada! ¡Dime por qué no puedo despertar ahora!

-        Por la misma razón por la que te puedo decir esto. ¿Cómo crees que alguien tan sensible a su alrededor podría vivir tranquilo en la sociedad de mierda en la que estás? Simple, no se puede. Ya lo viste, tú mismo te arrancaste aquello que permitía ese dolor. Ya deberías saber cómo terminan las personas así, no llegan tan lejos en la vida, suelen morir jóvenes, pero tú eras demasiado joven. Te atascaste, te hiciste indiferente a todo y, al final, no le encontraste sentido a la vida como tal. ¿Recuerdas por qué te arrancaste el corazón?

-        Porque no quería sentir más.

-        No… lo hiciste porque querías dejar de ver en los corazones de los demás.

-        Es lo mismo.

-        No, y lo sabes.

-        Pero qué tiene que ver eso con que no pueda despertar.

-        Que llegaste a tu límite. Quieras o no, aún te hacen daño, pero al hacerte indiferente, no aprendiste a manejar tus sentimientos. Todo lo acumulaste en ti, lo pintaste de otro color y lo ignoraste también, pero los sentimientos no son como las personas. Ignorarlos no los hacen desaparecer. Todo eso que tenías dentro, explotó. Imagina, qué podría pasar si llegarás a explotar.

-        Eso es mentira. No ha pasado nada.

-        No lo recuerdas.

-        Es un sueño, no puedo recordar las cosas cómo sucedieron.

-        Pero no puedes recordar lo que pasó antes de que llegaras aquí. Ni una idea, una noción mínima, nada. Estás totalmente en blanco. Has llegado a tu límite, Sasuke, pero eso no es malo. Ahora puedes descansar.

-        … Qué pasará con los demás…

-        Tus padres seguirán adelante, los conoces bien. Nuestro padre lo superará porque tiene que cuidar de sus hijos y nuestra madre hará lo mismo.

-        Itachi…

-        Seguirá adelante. Deidara lo acompaña, se nota que se quieren realmente.

-        Obito-

-        Obito no es cercano a ti, es más que seguro que seguirá adelante.

-        Sasori.

-        Sabrá que lo intentó, pero era más de lo que él podía hacer. Te ayudó a menguar lo que sentías. Será mejor para él.

-        Será mejor para él… Él estaba bien hasta que me nos involucramos. Solo le he traído problemas.

 

Ambos se quedaron en silencio por unos momentos pensando en lo que ocurria, pero después de ver pensativo por un rato a Sasuke, el ojiverde retomó la conversación.

 

-        ¿Y no preguntarás por Naruto?

-        ¿Por qué lo haría? Él está mejor sin mí. Soy un retraso, él es una buena persona y encontrará a alguien que sí lo valga, no como yo. Le he hecho demasiado daño, no lo merezco, no merezco nada…

 

Ambos se quedaron en silencio, a lo lejos se oía el eco de paredes cayendo, agua corriendo y un vendaval que amenazaba con levantar sus escombros.

 

-        No falta mucho para que llegue aquí.

-        ¿Qué pasará ahora? Si todo se está cayendo es porque mi mente está colapsando.

-        No lo sé. Sé lo mismo que tú, no sé qué nos pasará después.

 

Sasuke miraba fijamente los ojos contrarios, pensaba en lo que ocurría a su alrededor como negándose a creerlo. ¿Qué todo acababa ahí? Era difícil de aceptar, pero no sentía que fuera mentira, todo lo contrario, sentía un viento helado subiendo por sus extremidades. Finalmente, después de un rato y con resignación, aceptó lo que fuera a suceder.

 

-        Si este es el final, entonces que sea. Sé que mi familia me olvidará y no los culpo, soy yo de lo que hablamos. Me habría encantado ser normal, no ser yo. Si fuera así, nada de esto pasaría.

-        Ciertamente, pero tú nos creaste.

-        Como personajes de mi imaginación.

-        Somos más que eso. Dime cuántas personas habrían abarcado tus problemas como lo has hecho tú.

-        Basta, aunque es halagador que me trates de animar.

 

Mientras hablaban, los sonidos se aproximaban, se oían cada vez más cerca y solo se miraban esperando el final. En un momento dejaron de hablar y solo se observaban, el azabache sentía que hablar con algo creado por él mismo no tenía sentido, que poco a poco caía a la locura. Quizá esa fuera la razón por la cual no despertaría, quizá, en el mundo real, se estuviera volviendo loco. La sola idea le causó mucha gracia y empezó a reír fuertemente, pero no era una risa nada más, mientras más reía, lloraba. El ojiverde solo apartó la mirada mientras sus ropas de manchaban de un rojo espeso.

 

-        Al final, soy una mierda. Todo terminó. – Sasuke seguía riendo de esa manera tan estrepitosa casi sin respirar cuando, abruptamente dejo de reír y miró atentamente a Fobos – Lo siento… por no ser algo mejor.

 

 

°~~~~~~~

 

Había despertado abruptamente, se sentía inquieto, más de lo que había estado esos días. Después de ese día no había vuelto a saber de Sasuke, cuando le preguntó a Itachi, este le dijo que estaba con Sasori. Pensó en eso como una negativa, que el azabache nunca le daría una oportunidad porque no lo veía como lo hacía él. Sabía que Sasuke tenía problemas, intuía que no estaba bien y, por más que quisiera ayudarlo, si el azabache no se lo permitía, no podía hacer nada. Miraba hacia atrás y se preguntaba cómo había terminado tan prendado de alguien que solo lo alejaba, pero de inmediato se contestaba con los recuerdos que guardaba celosamente de él. Sabía que, aunque el azabache se presentara como alguien inaccesible e indiferente, era todo lo contrario. Esas pequeñas cosas que hacía le decían que era como un niño aparentando ser un adulto. Quería protegerlo, pero se desesperaba al ver que este no le permitía hacerlo.

En todo el tiempo que pasó sin verlo, no dejó de pensar en él, le preocupaba así que siempre le preguntaba a Itachi por Sasuke, y siempre le respondía que estaba en casa de Sasori, qué no contestaba y que no quería hablar con nadie.

 

Ese día en especial se sentía demasiado inquieto, como si algo malo fuera a suceder. Sabía que solo era su imaginación ya que la fuente de sus preocupaciones se encontraba con el pelirrojo, que, aunque no le cayera bien, sabía que no trataría de lastimar al moreno.

 

Estaba demasiado inquieto por lo que decidió salir a caminar un rato. Llevaba buen rato caminando, ya estaba cansado y pensaba volver cuando se dio cuenta de dónde estaba. Era el parque donde vio a Sasuke caer de manera casi suicida. Esa vez se encontraron gracias a un gatito. Sabía que Sasuke estaba en casa de Sasori, pero algo dentro de su interior le rogaba entrar ahí, quería que la casualidad estuviera de su parte para poder verlo nuevamente así que se adentró, buscó la zona boscosa donde se vieron en aquella ocasión cuando, a lo lejos, distinguió esa figura que no podía borrar de sus pensamientos. Lo siguió sigilosamente, agradeciendo al azar poder verlo ahí, en el lugar indicado y estar en el momento correcto. Lo siguió, internándose en el bosque. El pelinegro parecía más turbado de lo habitual, tanto que no notó su presencia.

 

Lo vio trepar al mismo árbol de la otra ocasión y temió porque se volviera a lanzar desde esa altura, pero se tranquilizó al ver que solo se sentó en la rama. Se acercó un poco más para oír sus palabras ya que desde donde estaba, solo escuchaba murmullos.

 

A veces una revelación se puede presentar de una manera muy sutil, pero ese no era el caso. Vio la transformación de ese rostro hasta llegar a los rugidos que le destrozaban el alma, verlo así le dolió la vida, nunca imaginó que todo eso pasara por la mente del azabache, se sintió un miserable por no haberlo buscado antes y haberse conformado con lo que creyó una respuesta. Y mientras pensaba en lo estúpido que había sido, vio caer lentamente al moreno.

 

Rápidamente se aproximó a donde había caído para revisar que no se hubiera hecho mucho daño. Le llamaba por su nombre, pero no respondía, tenía la mirada completamente ausente. No había heridas visibles por lo que no pensó que fuera necesario llevarlo a un hospital y cuando lo levantó apoyando el brazo del contrario sobre sus hombros, no emitió sonido alguno. Salieron caminando del lugar y pensaba a donde debería llevarlo. Llevarlo con Itachi parecía lo mejor, pero si lo hacía sentía que no tendría la oportunidad de hablar con el moreno en bastante tiempo y ya había perdido el tiempo suficiente por su estupidez, también podía llevarlo con Sasori ya que fue a él a quien Sasuke recurrió, pero era lo mismo, no quería separarse de Sasuke y mucho menos en ese estado. Decidió que lo mejor era que lo llevara a su casa, así cuando el pelinegro estuviera mejor podría hablar con él.

 

En todo el camino se mantuvo en silencio, pensó que quizá Sasuke necesitaba pensar y calmarse un poco ya que no le contestó ni una sola vez. Cuando llegaron a su casa lo acomodó en su cama para que descansara un poco; incluso cuando lo dejó ahí, arropado, seguía con la mirada perdida. Acercó su mano lentamente para rozar su mejilla, estaba fría, lo abrigó un poco más y salió de su habitación. Si él se sentía fatal no imaginaba cómo estaría el moreno, todo lo que escuchó lo dejó anonadado, lo que Sasuke se guardaba era más grande de lo que alguna vez pudo imaginarse.

 

Tomó una ducha caliente para despejarse un poco, no podía dejar de revivir lo que pasó en el bosque, no sabía cómo tocar ese tema cuando hablara con el moreno, pero imaginaba que Sasuke no querría hablar sobre lo que había pasado y lo más probable era que desviara el tema, eso si no se iba antes.

 

Salió de la ducha y entró a su habitación para coger algo de ropa en lo que empezó a sonar un celular que no era el suyo. Sasuke seguía dormido y no daba señales de querer despertar por lo que contestó. Vaya sorpresa que se llevó al escuchar la voz de Sasori preguntándole dónde estaba, al parecer, el moreno había salido sin decirle nada a nadie.     

 

-        Sasuke, responde.

-        Sasuke no puede responder. No te preocupes, está dormido.

-        ¿Qué no me preocupe? Me estás diciendo que está dormido a esta hora del día y que está contigo. Ahh… dime dónde están, voy a recogerlo.

-        Lo siento, pero no te lo diré. Necesito hablar con él.

-        Naruto, sé que no eres una mala persona, pero no es normal que alguien este durmiendo a estas horas, me hace pensar que le has hecho algo así que, para evitar malos entendidos, dime dónde están ahora mismo. No hagas que llame a la policía.

-        Sasori, no le hice nada. Lo encontré en el bosque de un parque, trepó un árbol, pero cayó así que lo traje a casa, no tiene heridas visibles y no veo alguna herida externa ni nada similar.

-        Sí claro, y es muy normal que una persona se duerma después de caer desde un árbol. ¿No se te ocurre que puede tener alguna contusión cerebral? ¡¡Despiértalo ahora mismo y llévalo a un hospital, idiota!!

-        ¡No es por eso! Yo lo vi, tú no sabes nada.

-        Llévalo a un hospital.

-        No está dormido por eso, yo lo vi, Sasori. Él… Es como si le hubiera una crisis nerviosa, solo gritaba y por eso se cayó. Te aseguro que, si se ha dormido, es por todo lo que está cargando encima. Así que, por favor, déjame hablar con él primero, después lo puedes recoger.

-        No pienso dejar a Sasuke contigo a solas, solo le has hecho daño. Eres un niño idiota así que dime dónde están ahora. Si lo dejo solo contigo, es muy posible que termine aun peor.

-        ¿Puedes confiar en mí? Sé que le he hecho daño y por eso es que quiero hablar con él, quiero arreglar lo que hice.

-        Y estar con la conciencia tranquila ¿no?

-        ¿Qué tengo que hacer para que confíes es mí? Te juro que no lo lastimaré.

-        ¿Y cómo puedes estar tan seguro? Ya lo has hecho antes y sin intención.

-        Esta vez será diferente.

-        ¿A sí? ¿Y por qué eh?

-        Porque lo quiero.

-        … Tienes hasta el mediodía para que Sasuke me conteste. Si para ese momento no contesta, llamaré a la policía.

-        De acuerdo.

 

Cortó la llamada algo angustiado, no tenía manera de saber en qué momento despertaría el Uchiha, solo le quedaba esperar a tener esa suerte. Devolvió su vista hacia el cuerpo contrario, su respiración era muy pausada y aunque estuviera durmiendo, para más intranquilo que otra cosa. Quizá tuviera una pesadilla, no le sorprendería así que se le acerco lo suficiente para tenerlo a su alcance. Verlo tan angustiado hasta cuando duerme le hacía doler el corazón, no quería verlo sufrir así que, con la idea de aminorar aquello que perturbaba su sueño, acercó su mano hacia su mejilla, aún estaba fría pero no le importó. Lo que sea que pasara por la mente del moreno, quería que desapareciera.

 

Movía lentamente sus dedos trazando una línea imaginaria en su rostro. Esa situación le recordó a la primera vez que hizo eso, cuando estaban en cuarto del moreno y se le acerco de manera sigilosa con intención de poder sentir su calidez. Eran situaciones distintas sin punto de comparación, en aquella ocasión fue su curiosidad lo que lo movió, ahora solo quería disminuir el dolor de esa persona, lo que sea porque la angustia que veía en su rostro desapareciera.

 

Recordaba, mientras trataba de calmar al moreno, todas las ocasiones en las que pudo estar junto a él. Todas esas facetas que le mostro, aquellos detalles que le agitaban el palpitar, esas muecas que le causaban ternura. Lo quería más de lo que pensaba y le dolía ver su estado. Repetía una y otra vez todos los errores que cometió, se reprendía por no haber insistido mas, por haberlo dejado soplo. Todo lo que hizo y no hizo fue lo que lo llevó a ese momento, en eso unas traviesas lagrimas escaparon de su control, pero no las detuvo más, dejo que siguieran su camino, necesitaba sacarlo y mientras tanto, solo miraba con arrepentimiento al dueño de sus miedos.

 

-        Perdóname, Sasuke.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Notas finales:

Bueno, antes que nada les deseo una feliz navidad. Sinceramente había pasado tanto tiempo lejos de la escritura que hasta había olvidado este fic. Debo decir que actualmente me cuesta un poco más desarrollar a los personajes por todo el tiempo que ha pasado, pero no lo dejaré. 

Empecé este fic por una razón, pero algunos problemas hicieron que perdiera de vista mi objetivo y el tiempo que me tomó recuperar mi norte (por decirlo de una forma) también me ayudo a desarrollarme un poco más.

En fin, les informo que planeo actualizar con cierta frecuencia, de ser posible al menos un capítulo por semana. Esta pandemia me permitió apreciar un lado de la vida que no había contemplado anteriormente, además de que me permitió conocer a personas fuera de mi zona de confort con las que, por cierto, comenzamos un proyecto algo inprovisado la verdad xD.

En conclusión, quizá no sea de mi incumbencia, pero si en algún momento sienten que lo que hacen no tiene importancia o que no marcará una gran diferencia, piensen que no es su olbigación crear las cosas más grandes del mundo, al contrario, tomense un tiempo para recordar las experiecias que hayan pasado. La vida se puede acabar en cualqueir momento y entonces nadie sabe que viene después. Si sientes que quieres terminar con todo recuerda que nadie sabe que hay mas allá del "final" asi que, porque apresurarlo? Vivan tantas experiencias como puedan para que, cuando llegue el final, al menos nos vayamos satisfechos de recuerdos...

 

Quizá y ha sido un poco raro todo lo que acabo de escribir, pero espero quería hacerlo presente. 

Bueno, nos vemos en el próximo capítulo.

 

Bye bye.


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