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Bonny like bunny. por Naeh

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Notas del fanfic:

Oneshot~

Notas del capitulo:

Esto nació porque estaba viendo a idiotas jugar a las vencidas y luego pensé "mmh, y si...." y PAF nació este Namgi <3

Fue una tarde bastante ruidosa cuando el grupo de universitarios al lado suyo gritaban extasiados mientras intentaban organizarse entre ellos para las próximas pruebas en las alianzas de la institución, prontamente el aniversario tocaría sus talones, o más bien, tiraría de ellos porque los profesores eran unos malditos desquiciados y ya todos estaban amenazados si es que no llegaban a ganar. 

Namjoon suspiró derrotado con lápiz en mano y la paciencia suficiente para escuchar atentamente como Jimin les gritaba a todos para ordenarse bien, mientras le dictaba las pruebas correspondientes y los alumnos confirmados en ellas. Era agotador, porque él nunca fue bueno para los deportes, ni las pruebas sorpresas, y aunque su cerebro era lo suficientemente confiable para participar en las preguntas sobre historia y cosas así, ya había un grupo de chicos de ultimo año que se habían adueñado de ello al ser su ultima vez. En esos momentos, Namjoon era un simple secretario sin la intención de levantar la cabeza hasta que todos los puestos en sus listas fueran ocupados para retirarse y decirle a la maestra que "oh, lo siento, no pude participar". Si, funcionaría.

Lo que no se esperó fue casi saltar de su asiento cuando uno de los morenos se había abalanzado a su brazo, tirándolo hacia un extremo con todo el peso de su cuerpo, Namjoon soltó un alarido antes lanzar el cuerpo del chico al lado contrario de un solo movimiento, gritándole a Kim Taehyung que eso era peligroso y pudo haberle roto el brazo.

Pero por las miradas de sus compañeros comprendió que todo había sido un truco, y que Jimin sonreía totalmente satisfecho mientras los comentarios alentadores salían disparados de las bocas parlanchinas de los demás. 

Si, el juego de las vencidas seguía disponible, y a él lo habían tomado demasiado desprevenido para hacerse el idiota.

Su nombre ya había sido enlistado como el número uno, seguido por tres chicos más de otros cursos. 

Ah, hasta sus maestros ya lo habían felicitado por su inesperada participación aparentemente voluntaria. Iba a matar a Park Jimin y Kim Taehyung cuando todo eso acabara, pero por el momento, ese par se había trasformado en sus entrenadores personales. Tenía una semana completa hasta el aniversario.

Trascurridos un par de días el brazo de Namjoon dolía porque "¿como puede tener tan poca resistencia?" de parte de Jimin, y había terminado saltándose su ultima clase del día para salir a pasear en su autoimpuesto día de descanso. 

Se había ido a caminar directamente al centro comercial, compró un helado, una hamburguesa, paseó por algunas tiendas comprando una que otra camiseta hasta que se paseó por las afueras de un lujoso gimnasio con paredes de cristal. Namjoon observaba como todos esos chicos - y algunas damas - se mataban en esas máquinas intentando alcanzar o mantener su figura ideal, sonrió, esa hamburguesa se estaba burlando de ellos al igual que él dentro de su estómago.

Volteó el rostro rápido para continuar con su recorrido de regreso cuando algo lo descolocó lo suficiente para volver a voltear la vista encontrándose a lo lejos, casi en los últimos metros dentro de ese cristalizado gimnasio, una figura delgada lo suficientemente pálida para brillar en la oscuridad de las máquinas. La imagen lo obligó a sonreír, porque frente a ese bajito chico había otro mucho más alto y con visiblemente fuertes brazos que sostenía una de las pesas más pequeñas del lugar, el blanquecino tenia ambas manos extendidas como esperando que el chico le entregase el pesado instrumento, y cuando éste lo hizo lanzándole la pesa a las manos el menor cayó al suelo de rodillas impulsado por el anormalmente pesado objeto. Namjoon soltó un pequeño grito sobresaltando a algunas personas que paseaban a su alrededor, e incluso a algunos clientes.

Vio como el chico mayor se inclinó rápido para levantar el delicado cuerpo del otro, y a pesar de que Namjoon realmente no podía ver perfectamente el molesto rostro, no cabían dudas de que era realmente una belleza. Era tan lindo y adorable con ese apenas visible puchero en sus labios, que él realmente se hubiera quedado allí solamente para observarlo fallar deliberadamente al intentar entrenar, claro, hasta que su presencia ya se estaba volviendo molesta para los clientes del lugar, e incluso algunas chicas dentro le pidieron que por favor si no iba a ingresar se retirarse. Namjoon bufo frustrado por última vez antes de dedicarle la ultima mirada al lindo conejito que había encontrado y se retiró sin mirar atrás. 

Un lindo, suave y blanco conejito de orejitas caídas y cabello rosa, un híbrido en su mente, si, Namjoon tenia algunos fetiches.

Iba a mentir descaradamente si decía que los días habían pasado rápidos, porque los maestros no les daban tregua para repasar toda la materia que pudieran antes de que la semana de aniversario llegara, sumados los días de ensayo, las reuniones para ordenar todo lo que faltara y sus entrenamientos personales junto a Taetae y Jiminnie, el domingo era el único día de descanso físico que poseía y prefirió estudiar para el examen que vendría justo después de que todo el ajetreo pasara. Aunque si era sincero, el blanquecino chico de piernas seductoras se mantenía en su cabeza cuando las matemáticas seguían intentando sacarlo a patadas de allí. 

Ah, era un simple crush que había visto con demasiada suerte y ahora le estaba pasando la cuenta.

Namjoon suspiró antes de cerrar los ojos y dejar que el tiempo pasase.

- Bien, prepárese. 

Taehyung masajeaba sus hombros intensamente mientras Jimin se encontraba al frente suyo en cuclillas, hablándole como si fuese a pelear con un león o mínimo, una bestia que si llegaba a derrotarle los enterraría vivos a todos porque su maestra los despedazaría.
Los ojos del menor frente suyo estaban en llamas, bramando palabras de fuerza que supuestamente iban a ayudarlo, pero no, Namjoon no podía evitar ver a un lindo cachorrito con el rabo entre las piernas, y el chico detrás de él quien se encaramaba en su espalda diciendo "¡si!" a todo lo que su compañero decía era perfectamente un hiperactivo zorrito. 

Se le vino a la mente la película del zorro y el sabueso cuando los gritos del publico universitario comenzaron a hacerse presentes y él ya estaba levantándose de su asiento con las amenazas vivas en su oído de la dueña de sus pesadillas en los exámenes y las miradas suplicantes de sus compañeros. 

Namjoon subió al escenario junto a su equipo, era la segunda alianza en presentarse, faltaban dos más.

El joven analizó chico por chico asegurándose mentalmente a quien acabaría primero. Uno era bastante alto, más que él, pero sus brazos eran delgados. Otro tenía una estatura normal y brazos bien formados, pero estaba temblando como una gallina y eso sólo hizo a Nam sonreír. 

Los nuevos concursantes aparecían, uno de ellos estaba completamente aburrido, estaba seguro que ni siquiera se esforzaría, otro era bastante alto y... tenia brazos bien formados. Namjoon reconoció el perfil del chico cuando este volteó el rostro por su intensa mirada y sonrió como si nada. Si ése era el chico del gimnasio, entonces...

- ¿Están listos los concursantes? - Se escucharon gritos provenientes de las cuatro alianzas, incluyendo el asentimiento de los jóvenes sobre el escenario - Pues entonces ¡que inicie el juego de las vencidas!

El cuerpo de Namjoon fue tirado sutilmente para atrás al quedarse hipnotizado por el pálido chico de cabellos rosas que aparentemente ni siquiera se había dado cuenta del acosador a unos metros frente suyo. Namjoon no podía creer que esa belleza - porque ahora estaba cien por ciento confirmado, ese conejito era una belleza bastante sexy - estuviese en la misma posición que él,  esperando su turno para las vencidas.  

A pesar de escuchar como algunos ganaban, otros reclamaban, a sus maestros gritarle en la cara a un miembro de su equipo que era demasiado débil por haber fracasado miserablemente, Namjoon se preguntaba como diablos no había visto esa belleza en todo su tiempo en la universidad. Era bastante amplia, le echaría la culpa a ello. 

Dejó de observarlo cuando fue su turno, frente a él otro chico lo suficientemente confiado lo tomó de la mano y esperaron el "3, 2, 1, ¡ya!" que daría con dos minutos de tardanza la victoria a Nam. 

- ¡Eso es lo que quería ver ! ¡rómpeles el brazo!

Si, Jimin era un amor.

La batalla entre 16 jóvenes seguía por minutos, los alumnos gritaban y vitoreaban por sus favoritos, el amigo del conejito, Jungkook, era uno de ellos, incluyéndose, claro está. El chico de cabello rosa había ganado una de sus partidas justo cuando él ganaba otra, ni siquiera lo había visto, pero se veía tan lindo con esa bandana blanca en la cabeza y la playera del mismo color con las mangas bien arremangadas, mostrando sus suaves y pálidos brazos. Namjoon quería tocarlos y comprobar si realmente serían tan apetitosos como la crema.

Si, debía dejar de pensar en ello cuando el chico frente suyo había bajado más de lo que acostumbraba su brazo. A Namjoon se le erizaron los vellos cuando estuvo a punto de perder por pensar en estupideces, especialmente porque su maestra estaba justo frente a él. 

- ¡Te dije que le rompieras el brazo idiota!

Gracias a Jimin y su grito bastante irrespetuoso Namjoon se molestó lo suficiente para casi cometer un delito con la pobre extremidad del otro. Pidió disculpas.

- ¡Namjoonie Hyung usted sabe que lo quiero!

Pronto sólo quedaron cuatro concursantes, él, Jungkook, un chico de otra alianza, y su mayor sorpresa, el conejito. Jungkook le dio un codazo a su compañero cuando notó como observaba irritado a Namjoon, y es que el joven desde un comienzo se había fijado en la penetrante mirada del otro, al principio lo había ignorado porque todos los desgraciados habían hecho lo mismo por su "adorable" apariencia. 

Adorable sus pelotas, pero aprovecharía su confusión para distraerlos y ganar. 

Estudiaba música junto a su compañero, Jungkook, y tal como todos los demás que habían ingresado a ese tonto juego, estaban amenazados por uno de sus maestros más estrictos, específicamente el que personalmente lo odiaba. Su suerte era bella.

El presentador de los juegos se puso en medio de ellos, y dictó las últimas parejas antes de la final. Jungkook iría contra Namjoon, y el otro chico contra el conejito. 

Los cuatro se pusieron en posiciones, alegando dolor de manos y cualquier cosa que les diera un poco más de tiempo de descanso porque, ah, realmente era cansador para ser unos simples estudiantes universitarios no profesionales. 

Namjoon observó por última vez a su crush, se veía tan lindo frunciendo el ceño a causa de las miradas burlescas de su contrincante, y estuvo a punto de soltar un comentario para defenderle cuando Jungkook apretó su mano diciendo "sin distraerse, que mi compañero sí muerde". Wow, Namjoon quería una mordida.

- ¿Están listos? - los cuatro asintieron - bien, ¡3, 2, 1, comiencen!

Todos gritaban, porque eran batallas rápidas pero de las cuales se tenían que observar muy bien para que nadie hiciera trampa, Namjoon francamente tembló de los nervios porque los brazos de Jungkook no eran ninguna maldita broma, le estaba constando demasiado pasar desde el empate, donde ninguno de los dos podía mover al otro más de dos centímetros antes de perderles por completo. Jungkook comenzó a gritar para soltar energías y parecía que estaba funcionando porque el brazo de Namjoon cedía y por su cabeza sólo podía pasar el golpe de su maestra furiosa y decepcionada, incluyendo los alaridos de Jimin y Taehyung por haberlo entrenado y ni siquiera haber llegado al segundo lugar. 

Bueno, por lo menos tenía asegurado el tercero porque sólo un par de segundos atrás escuchó como la mesa de al lado era golpeada con fuerza y el presentador le daba la victoria a uno de ellos, Namjoon sintió en las manos de Jungkook una pequeña distracción cuando lo vio morar hacia el lado y aprovechó su oportunidad utilizando el mismo truquito del aparentemente menor. 

Jungkook fue derrotado, Taehyung tocaba una vuvucela tan fuerte como los gritos de sus compañeros celebrando su victoria. Namjoon alzó su puño totalmente satisfecho porque no pensó salir vivo de ello, y luego miró hacia el lado. 

El conejito también hacía lo mismo, y ahora se estaban observando mutuamente.

Como diablos había hecho eso si en el gimnasio se había caído de cara al no poder sostener pesas de dos kilogramos cada una. 

- No seas como los otros idiotas que piensan que hyung es débil, estoy seguro que va a patearte el trasero.

Jungkook dio dos golpecitos en su hombro antes de bajar del escenario derrotado, recibiendo golpes amistosos de sus compañeros. Ahora se encontraba frente al blanquecino en el lugar, ya sólo quedaba una mesa. Namjoon utilizó su tiempo específicamente en delinear detalladamente el delicado cuerpo contrario. Rayos, si lo hubiera conocido en otro lugar, una fiesta, una clase aunque sea, no habría dudado en acercarse. Lo malo es que ni siquiera sabía si le iban los tíos o no, así que puntos menos. 

Namjoon supo que era la hora de terminar con todo ello cuando el presentador lo hizo sentarse, y el conejito lo imitó. Era visualmente divertido, porque el blanquecino era demasiado pequeño al lado del moreno, y a pesar de haber llegado hasta ese lugar, los estudiantes claramente mostraban preferencia por Namjoon. Eso lo puso nervioso.

- ¡O ganas o te reprobaré el examen! - Esto sí era una amenaza segura.-

- ¡¡3, 2, 1, que gane el mejor!!

Y, dios mio, Namjoon no podía creer toda la maldita fuerza del chico de tes pálida cuando movía su brazo con una facilidad alucinante. No sabía si estaba pasando en realidad, pero una gota de sudor estaba bajando por todo su rostro impactado cuando el joven frente a él tenía muy poca tensión en el propio, moviendo su brazo lento pero sin interrupciones. Eso era un jodido mal sueño.

Estaba a diez centímetros de caer, Namjoon respiraba erráticamente porque su fuerza se estaba yendo al carajo, el conejito lo miraba a los ojos, sin expresión alguna, y cuando Namjoon le devolvió la mirada intentando entender que mierda estaba pasando el chico sonrió. A Namjoon no le importó perder, tampoco le importó escuchar como su maestra le gritaba improperios y luego se retractaba por los "modales" que debía tener una educadora, tampoco le importaban mucho las lágrimas de frustración de Jimin al casi crear una "maquina de vencidas", ni los chillidos de Taehyung golpeando el piso con sus puños al casi saborear la victoria, y no tener que hacer más trabajos en venganza de parte de la maestra. Incluso, pareciese que lo que menos le importaba eran todos los gritos de los demás, sean buenos o malos para él, porque esa sonrisa, esa linda sonrisa con encías rosas que le había dado el chico había sido básicamente la perfección pura, y se la había dedicado solamente a él, a pesar de tal vez - que era lo más probable - haberla hecho a propósito para ganar, pero allí estaba, real, perfecta, única. Toda suya.

Namjoon fue bajado del escenario donde recibió golpes, palmaditas, y la bendición de los demás mientras el conejito los insultaba a todos con ambos dedos del medio perfectamente extendidos, ese lindo gesto estaba dedicado a todo aquel que se había burlado de su apariencia, si él quería tener el bendito pelo rosa, cosa suya, si él quería delinear sus ojos, cosa suya. Y su maestro, quien anteriormente lo odiaba, ahora le sonreía alzando uno de sus pulgares. 

- ¿¡Cómo pudiste perder contra esa cosita!? ¡¡La señora Lee va a matarnos, maldición!

Y aunque Jimin le gritaba y Taehyung estaba detrás de él asintiendo en todo momento, Namjoon seguía con la mirada al esbelto cuerpo bajar del escenario, ser felicitado por todos, hablar un par de minutos con Jungkook y minutos después, alejarse en solitario.

Escuchó unos últimos reclamos de parte de los menores luego de abandonarlos para correr detrás del chico, el maldito era rápido para solamente caminar. 

Y ahora, después de ese estúpido acto de valentía que le había dado, no sabía que hacer.

Estaba caminando detrás del chico, no sabía su nombre, su edad, ni siquiera sus gustos. Namjoon mordía sus labios extrañamente nerviosos porque a pesar de ser tan alto y visiblemente confiado, no sabía como iniciar conversaciones con personas ajenas a él, no sabía hablar siquiera con alguien que no sean sus amigos. Estuvo a punto de voltear y regresar con los demás luego de suspirar derrotado cuando el blanquecino frenó de golpe, provocando que el más alto chocara contra su espalda al estar distraído. Se le paró el corazón.

Namjoon dejó escapar todo el aire cuando el más bajo volteó y lo observó de arriba hacia abajo igual de serio que cuando estaban arriba del escenario. Se le había secado la boca. 

- Tu eres "Namjoon", ¿cierto? - El mencionado asintió algo aturdido - Jungkook te mencionó hace un rato, dijo que ése era tu nombre porque lo escuchó, y que no parabas de mirarme.

Sería mentira decir que las mejillas de Namjoon no se habían encendido como los malditos demonios, ni tampoco que luego de hacer eso, cuando el chico frente a él había vuelto a sonreír, éstas se habían calentado aún más. 

- "Min Yoongi", - extendió su mano - es un placer para ti, me gusta el café y el helado, pero los dos juntos son la hostia. 

Bien, eso no era algo que Yoongi hiciera comúnmente, pero desde que había visto al menor le había llamado profundamente la atención esa extraña atracción que parecía tenerle, en especial cuando Jungkook lo había visto observarles en el gimnasio. 

- Hágase el tonto hyung.

- ¿Qué?

- Hay un tipo de la universidad afuera que le está corriendo la baba por usted en estos momentos, y escuché que iba a competir contra nosotros en las vencidas. - Yoongi hizo un puchero - Si se hace el débil, lo va a subestimar. 

- ¿Como tu novio Seokjin cuando casi le rompí el brazo? - Si, Yoongi lo había dicho a propósito - 

- ¡No sea así de malo hyung! ahora tome, "ataje".

Yoongi se había hecho el idiota, y había visto de reojo como el gigante de tres metros - para él - se le caía la cara de adoración hacía su persona. Si, su ego subió en segundos. En especial porque el atractivo que tenía le había matado.

Y Namjoon supo, luego de la nueva sonrisa prolongada de su crush ahora llamado Min Yoongi, tomando la mano estirada en forma de saludo, acariciándola suavemente para perder la vergüenza y que el otro supiera que realmente iba en serio, que definitivamente haber perdido contra él no había sido algo tan malo, y perder un poco de dinero en dos cafés helados podría ablandar un poquito más el corazón coqueto de su conejito. Porque ahora tenía derecho de decirle "su", ¿verdad?

Notas finales:

Yoongi es fuerte porque yolo xD


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