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Apariencias por Momoka Yuuki

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Notas del capitulo:

¡Hola! :3

Luego de tardarme una pequeña eternidad, aquí nuevamente con una actualización ^w^

Espero que les guste *.* me divertí haciendo este capítulo, además de que tiene un pequeñísimo especial al final ♥

Sin más que agregar, les dejo leer!!!

Notas:

- Los personajes no me pertenecen, son de Masashi Kishimoto.

- Posibles faltas de ortografía y redacción.

 

Cap.13 Plan

Todo se había salido de control, nunca pensó que aquella “reunión” sería el inicio de todo.

Naruto se encontraba sentado frente al escritorio del director del orfanato, Sarutobi Hiruzen, un hombre de edad avanzada que se hacía cargo del recinto. Además de que también en aquella sala se encontraba Jiraiya y Orochimaru, pareja que escuchaba atenta cada una de las palabras dichas por el director.

— Entonces el señor Orochimaru solicito tus “servicios” para hacerte pasar por su hijo, pero era solamente para presentarte ante tu abuelo — Sarutobi se dirigió al menor, mismo que se limitó a asentir con la cabeza, fastidiado de tanta perorata por parte de los adultos.

— Sí, eso fue lo que paso dattebayo — soltó un pequeño bufido, cruzándose de brazos y rodando los ojos — y como ya le dijeron estas personas, fui hasta su casa y terminé huyendo luego de enterarme quienes eran.

— Y, ¿en qué habíamos quedado Naruto? — reprendió el anciano, logrando que el nombrado se encogiera en su lugar.

— Fue mi culpa, fui yo quien le insistió a ir conmigo — Orochimaru interrumpió, evitando meter en problemas al rubio.

— Bien — Hiruzen soltó un largo suspiro, cerrando ambos ojos y posando ambas manos sobre su escritorio, meditando al parecer todo el asunto — ¿ustedes quieren adoptar a Naruto? — abrió los ojos, observando fijamente al varón de larga cabellera blanca que se limitó solo a asentir — pero debido a la edad que ya presenta Naruto y que vive una vida medianamente independiente fuera de nuestras instalaciones, es menester tener el consentimiento del involucrado, ¿Qué dices Naruto? — con una pequeña sonrisa ahora se dirigió al doncel.

Con gesto nervioso y una mirada suplicante, Naruto logro sacarle una risa a Sarutobi dejando más que confundidos a los Sannin.

— Lo que trato de decir Naruto, es sí tú quieres ser adoptado por ellos — agregó, explicando de forma más simple lo anterior dicho.

— ¡¿Qué?! — gritó, dejando aturdidos a los mayores — no llevo ni veinticuatro horas de haberlos conocido y ¿ya me quieren adoptar?

Lo dicho por el menor dejo un tanto incomodo a la pareja, siendo en especial Jiraiya que demostraba cierta tristeza en su semblante, algo de lo que el rubio no se dio cuenta al estar sentado delante de los mayores.

— Eso quiere decir que es una negativa — afirmó Sarutobi, mirando alternadamente a los Sannin y a Naruto, quien levanto los hombros, satisfecho que fuera el adulto quien lo dijera y no él.

— Pero Naruto, somos familia, debemos estar juntos, necesitamos cuidarte, enseñarte varias cosas… — comenzó diciendo el varón, mirando casi suplicante a su nieto que mostraba una mirada seria — ¿por qué no quieres venir con nosotros?

Aquel pequeño cuarto quedó envuelto en un largo y tedioso silencio, esperando que alguno de los presentes dijera algo, siendo el menor quien se aventuró a soltar un suspiro y cambiar esa indiferencia por una mueca de incomodidad.

— Es que… — le era difícil encontrar las palabras correctas para evitar sentir mal a la persona que se hacía llamar su abuelo y más al ver esa clara expresión de angustia — no me han dado ni tiempo para conocerlos, para mí ustedes son unos desconocidos, al igual que la gente que en un principio quería adoptarme.

Aquello había sido un golpe bajo para Jiraiya, que en ese momento estaba mostrando una expresión de absoluta estupefacción, quedándose congelado en su sitio y siendo sacado de su letargo al escuchar la burlesca risa contenida de su marido.

— Te había dicho que le diéramos su espacio — comento como si nada Orochimaru, cruzándose de brazos y mirando al doncel mientras le dedicaba una sonrisa.

Hiruzen escuchaba y miraba atento las reacciones de las personas delante de él, esbozando apenas una pequeña y perceptible sonrisa para después intervenir.

— Siendo familiares directos del menor, además de que mi querida Kushina me encargo que en cuanto viniera usted o la señorita Tsunade por la adopción de Naruto, esta sería concedida casi de inmediato, pero como tardaron bastante tiempo y el muchacho ya es más consiente de las cosas, tendrán que apegarse al reglamento estipulado por el gobierno para la adopción de menores.

 La sonrisa en el rubio se amplió, guardando su emoción para no ser tan evidente con la pareja, no quería mostrarse tan insensible ya que a pesar de todo las veía como buenas personas. Levantó su mirada, dejándola fija en el director de la institución que le dedico una sonrisa afable y le guiñaba un ojo, dejándolo ciertamente emocionado.

— No se angustien — trato de sonar compresivo el anciano — esto puede ayudarlos para que empiecen a conocerse y así hacer más sobre llevadero la interacción de Naruto hacia ustedes.

— Pero… — Jiraiya no fue capaz de argumentar nada, no al ver la severa mirada que le dirigía su consorte.

— ¡Bueeenooo! — con una sonrisa de oreja a oreja y llevándose ambas manos detrás de la cabeza, Naruto se puso de pie, dirigiéndose a la salida — todavía tengo deberes que atender, así que, con su permiso, me retiro — hizo una ligera reverencia, saliendo lo más rápido que pudo de ahí.

+*+*+*+*+

Sentado sobre su cama, con los brazos cruzados y una actitud enfurruñada, Sasuke trataba de prestarle atención a lo poco que su hermano mayor le estaba diciendo, deseando solamente que este se marchara de su habitación. Desde que vio partir a Naruto con aquellos adultos le había invadido la curiosidad de saber quiénes eran, más al haber visto la preocupación que su cara mostro en ese momento, siendo notada más bien por todos los presentes. Deseo averiguar que ocurría, pero la presencia de su hermano fuera del colegio era sinónimo de que había ido a recogerlo.

— ¿Es todo? — aprovecho para preguntar, mientras Itachi guardaba silencio — sabes que no te estoy prestando atención ¿verdad?

El mayor soltó un largo suspiro sin apartar la vista del menor, afilando un poco más su mirada para amedrentarlo, algo que funciono al ver como se tensaba ligeramente.

— Nuestros padres no me dijeron nada — repitió de nueva cuenta Itachi — solo quería escuchar la versión de lo ocurrido contigo, ¿puedo saberlo?

Ahora si había prestado total y absoluta atención, sintiéndose un poco mal al haberle ignorado, pero honestamente aquel tema no quería tocarlo con él, sentía que su hermano no era el indicado a pesar de siempre apoyarlo.

— No fue nada grave, Itachi — una sonrisa prepotente se dibujó en su rostro — olvídalo, creo que es mejor que te apures, ¿no tenías reunión con los fenómenos? — se burló, viendo solamente como su hermano fruncía levemente el ceño y negaba con la cabeza.

— Cierto — su voz sonó algo cansada — es bueno saber que no fue nada grave — sin más que agregar, salió de la habitación.

Sasuke se dejó caer de espaldas sobre el colchón, sabía que su hermano no se había tragado aquello y que le había desviado el tema a propósito, aunque también le extraño que no le siguiera insistiendo. Sacando el celular de su bolsillo, se dispuso a mandarle un mensaje a sus amigos.

+*+*+*+*+

Entró corriendo a su pequeña residencia, tomando una ducha rápida y preparando en un bolso aparte los pocos materiales escolares que pudiera ocupar en aquella reunión. Buscó también en su pequeño armario la capa distintiva de aquel grupo, sus mejillas ardieron un poco por la emoción de sentir que pertenecía a un grupo de alta categoría. Aunque ciertamente no estaba nada lejos de la realidad.

Una vez comprobado todo, Naruto sonrió satisfecho consigo mismo, volteando a ver el reloj de pared y notando que faltaban menos de quince minutos para la reunión. Palpando los bolsillos de su pantalón color naranja, rectifico que todo estuviera en orden. Estaba a punto de dirigirse a la salida cuando escucho el timbre sonar, extrañado por su inesperada visita, se dirigió a la puerta.

— ¡Itachi! — expresó más que emocionado Uzumaki al verlo del otro lado de la puerta, tomando rápidamente sus pertenencias y saliendo a recibirlo — es raro verte por aquí, ¿paso algo grave?

— No Naruto, solo vine a recogerte para irnos juntos — con una pequeña sonrisa y una mirada enternecida por la cara estupefacta y emocionada que mostraba el doncel, Itachi se limitó a enredar sus dedos en uno de los blondos cabellos, viendo como después el menor se sonrojaba y mantenía un poco más de distancia.

— Muchas gracias, ‘ttebayo — por alguna extraña razón, el rubio se sintió ligeramente nervioso y avergonzado por el actuar del varón, pero aquello también le hizo inmensamente feliz, deseando abrazarlo, pero aguantándose las ganas al pensar que este se fuera a molestar — ¿nos vamos?

Un asentimiento de cabeza fue toda su respuesta, dando media vuelta para empezar a caminar hacia la estación de trenes, ya que en esta ocasión su reunión era en la ciudad, lugar en donde anteriormente había vivido. Uchiha volteo de reojo a ver al doncel, notando como este estaba alegre y a gusto con su presencia, notando también como la ropa que llevaba puesta se acentuaba perfectamente a su figura, haciéndolo ver más hermoso de lo que ya era.

Unos pantalones color naranja que se ajustaban perfectamente a sus piernas y resaltaban aquel redondo y bien formado trasero, además de una playera color blanco que le quedaba algo holgada pero no por ello le hacía ver mal, sus zapatos, unos converse negros, que le daban ese toque juvenil que aun poseía, pero lo que más le encantaba eran aquellos zafiros, aquellos ojos tan limpios, tan brillantes, tan pulcros; mismos que destellaban más gracias a esa sonrisa de dientes blancos y ese cabello rubio que enmarcaba ese redondeado, broceado y hermoso rostro. Naruto era para él, el ser más bello y puro que jamás pudo haber conocido.

Adelantándose a penas un poco, Itachi se posiciono delante del menor, agachándose a su altura y rodeándolo en un abrazo. Permitiéndose recargar su barbilla en la rubia cabeza, aspirando aquel perfume a cítricos y jabón que desprendía, pegándolo más a su cuerpo, para sentir la calidez que este emitía. A pesar de sentir como Naruto se había puesto rígido debido a su contacto, no hizo nada por apartarlo, al contrario, se quedó inmóvil. Sintiendo que ya era tiempo suficiente, no muy convencido se separó del cuerpo de aquel bello doncel.

— Pe, pero… ¿Por qué, tu…? — la cara de Naruto estaba completamente roja, sus ojos demostraban cierta sorpresa y vergüenza por lo recién acontecido y su boca no se quería coordinar con su mente, aquella que le exigía explicaciones del porque lo ocurrido.

Uchiha quedó fascinado, satisfecho por haber causado aquella reacción en el rubio, ya que ello solo significaba una cosa, no le era indiferente. Esbozando una pequeña sonrisa y mirando divertido a Uzumaki para tratar de justificar su anterior actuar, levanto el brazo en donde ya traía colgado el bolso del doncel, viendo ahora como este le miraba estupefacto.

— Sabía que, si te lo pedía de la forma tradicional, jamás me lo darías — dicho esto, Itachi siguió avanzando rumbo a la estación, mientras que Naruto se quedaba inmóvil, procesando todo.

— ¡Itachi! — gritó en cuanto noto que el moreno ya se había alejado, saliendo rápidamente de su estupor y trotando para alcanzarlo — pero esta me la pagarás dattebayo.

Itachi mientras tanto reía apenas perceptiblemente, sintiendo que aquel era uno de sus mejores días.

+*+*+*+*+

Se encontraban ya todos reunidos en las afueras de una de las mesas que se encontraba en el área de comida rápida de un conglomerado y reconocido centro comercial, esperando de forma impaciente a los últimos integrantes faltantes en llegar.

Kisame veía aburrido y divertido cada una de las acciones que hacían sus compañeros y amigos del grupo “Akatsuki”, mismos que aprovecharon para atiborrase la panza con los alimentos que eran ahí vendidos. A pesar del escándalo que los miembros y el concurrido lugar hacían, estaba cerrando los ojos, aprovechando para dormir un poco. Recargando su cabeza sobre sus brazos y volteando en dirección contraria, vio a la distancia como los últimos miembros restantes, llegaban con paso tranquilo. Una pequeña expresión de sorpresa adquirió su rostro, al reparar en aquel par, para después dibujar una larga sonrisa y levantarse a alcanzarlos, logrando así que el resto de universitarios guardara silencio, lanzando después abucheos por la tardanza.

— ¡Comadreja! — palmeándole la espalda un par de veces, ese fue el “afectivo” saludo que Kisame le dio a Itachi — es raro en ti llegar tarde ¿algo que tengas que contar? — en su voz se podía apreciar cierta burla y picardía. Uchiha se limitó a rodar los ojos y caminar hacia las mesas en donde se encontraban todos — ¡Hola pequeño! — amplió su sonrisa, mostrando sus afilados dientes.

Naruto devolvió el gesto, sintiéndose un poco intimidado interiormente, más en reparar en aquellos afilados dientes que mostraba el mayor despreocupadamente. No es que sintiera repulsión o miedo, simplemente le recordaban un poco a su compañero de clase, Suigetsu. Sintió como era abrazado a la altura de los hombros, siendo guiado hacia el grupo.

— ¡Pero si es Naru! — exclamo emocionado Obito, levantándose de su lugar e ir a abrazarlo — Tobi pensó que no vendrías.

Deidara sea acercó, dándole un coscorrón a su pareja y dedicándole una apenada sonrisa al menor, revolviéndole los cabellos y permitiendo que el resto de sus compañeros le diera la bienvenida al más joven integrante.

— Hay que irnos ya a la biblioteca — la grave voz de Yahiko obligo a que todos guardarán silencio y se limitarán a asentir con la cabeza, mientras recogían sus pertenencias y colocaban la basura en su lugar — Itachi — le llamó, esperando que este volteara en su dirección para proseguir — ¿por qué tardaron?, llevamos casi veinte minutos esperándolos.

En cuanto Uzumaki escucho como el “líder” cuestionaba al moreno, no dudo en intervenir, no quería que hicieran solo responsable al moreno — también fue mi culpa, dattebayo — se colocó a un lado de Uchiha, recibiendo una mirada perspicaz del chico con percings — este, lo que quiero decir es que yo lo entretuve y por ello llegamos tarde — se puso nervioso, moviendo su pie en círculos tratando de disiparlos.

— Que no vuelva a suceder — fueron las únicas tres palabras que dedico, antes de darse media vuelta y reunirse de nueva cuenta con su novia, dedicándole una grande y resplandeciente sonrisa como el sol, mostrándose también algo abochornado.

— Es raro — comentó Naruto al aire, siendo escuchado por Itachi — se muestra bien malote primero y después todo sonrisas — soltó una risa divertida — ¡es sorprendente!

Uchiha rio, no tan escandalosamente como él lo haría, al contrario, se mostraba recatado y pareciera en sí que no lo estaba haciendo, pero aquella grave voz que, salía rasposa y con un toque de sensualidad y las suaves vibraciones en su cuerpo, fueron razones suficientes para dejarle embelesado. Las mejillas de Naruto se colorearon de una linda y adorable tonalidad rosada, agachando la mirada para no dejar ver aquella faceta de su persona, una apenada y avergonzada, y más a causa de un apuesto varón. Se pateó mentalmente al pensar que Itachi era apuesto, bien lo es, pero es el hermano mayor del varón que le gusta, por ello siente algo parecido a cosquillas en el estómago cada vez que ejerce algún tipo de contacto ¿no?

Meneando su cabeza de un lado a otro y más al sentir como de nueva cuenta sus rebeldes cabellos rubios eran despeinados por Itachi, salió de sus extraños pensamientos, dándole ahora un manotazo al mayor y caminado para reunirse con Sasori, que a caminaba lentamente a un lado de su novio.

Tan lindo”, fue lo que Itachi pensó, levantando apenas perceptiblemente las comisuras de sus labios, formando casi al instante una línea recta en cuanto sintió como su querido amigo pasaba un brazo sobre sus hombros y dejaba caer la mayor parte de su peso sobre este.

— En serio que me sorprendiste — comenzó jocoso Kisame, caminando lentamente junto al azabache sin deshacer el contacto — y no me refiero a tu extraña impuntualidad — rio, al recibir solo un monosílabo como respuesta — de todas las bellezas que rondan en la universidad, nunca pensé, ni si quiera me paso por la cabeza que la persona que hubo atraído tu atención seria el lindo y tierno del pequeño — volvió a carcajear, dejando entrever la sorpresa que le genero enterarse de ello y que su amigo no lo negara — vaya, parece que tienes una debilidad ante los rubios donceles — deshizo el contacto y mostro una sonrisa socarrona y satisfecha.

— Puede ser — levanto ambos hombros Itachi, sin darle mayor relevancia, al fin de cuentas confiaba demasiado en Hoshigaki, siendo que era el único que podía leerlo casi en su totalidad — pero eso no es posible.

Otra tosca y gruesa risa emergió de la garganta del más alto, sin creerse nada lo vuelto a decir por su amigo — es la segunda vez que dices eso — se mofaba y más al ver una imperceptible mueca que hacia — ¿acaso hay alguien más galán y niño bueno que tú? Si es así preséntamelo — le guiño un ojo, obteniendo una fría mirada — ¿entonces?

— Tiene a alguien — soltó, sin mostrar absolutamente nada, salvo seriedad.

— ¡Pero no te es indiferente!, ¿notaste como es contigo con quien se muestra un poco más avergonzado que con el resto? Y la forma en que te mira.

— Es normal — dijo, aunque era consciente de las palabras que su amigo le estaba diciendo, sabía que podía interferir y tratar de conquistar al pequeño doncel, pero no, no debía — así actúan la mayoría de las personas cuando se acercan a mí, además… — aguardo un momento, considerando si era correcto decírselo a su acompañante — es el enamorado de mi hermano.

Bien, aquello lo dejo en shock y un sentimiento estilo Déjà vu, algo similar a cuando su estimado amigo se interesó amorosamente en la parea de su primo, recordando todas aquellas ocasiones y la indiferencia del rubio hacia Itachi. Y era exactamente aquello que le decía que todo iba a ser diferente, ya que lo último que mostraba Naruto hacia el azabache, era indiferencia.

Volviendo a esbozar aquella sonrisa divertida en su rostro, Kisame Hoshigaki apresuro el paso para alcanzar a sus compañeros, mismos que ya iban varios pasos adelante al estar perdido en sus cavilaciones.

+*+*+*+*+

“¿Por qué no nos habías dicho que tu hermano tenía un novio tan lindo, bastardo?”

Aquel mensaje que recién le había llegado de parte de una de una de sus mejores amigas de la ciudad, Tayuya, le había dejado más que confundido, arqueando una ceja al tratar de encontrarle sentido a lo recién recibido.

Mientras meditaba, sintió su móvil vibrar, recibiendo mensajes similares al anterior, siendo en esta ocasión de sus otros amigos, aquellos amigos que eran mejor conocidos como los cinco del sonido, sus mejores amigos de la ciudad y los únicos que lo trataron como su igual y como lo que era, un varón.

— ¿Pero qué diablos? — Sasuke seguía sin comprender porque sus amigos mandaban y exigían explicaciones, como si lo que hiciera Itachi fuera de su incumbencia, él mayor siempre era punto y aparte, queriendo creer que su interés era que lo veían después de largo tiempo en la ciudad.

“¿Cómo es él o ella?”

Mandó al chat de grupo, mientras rodaba los ojos, era más fácil de esa manera y no individualmente a como lo estaba haciendo el resto. No le importaba como fuera la pareja de su hermano, pero le daba curiosidad, ya que no había escuchado nada de sus labios, aunque tampoco era algo que el mayor anduviera divulgando por toda la casa.

Más tardo en volver a concentrarse en sus deberes escolares que en lo que llegó la descripción de la persona con la que supusieron era la pareja de su hermano. El lápiz que traía en su mano derecha fue partido a la mitad y los dientes rechinaron por la fuerza que estaba ejerciendo al apretar la mandíbula de aquella forma. Trato de calmarse, había muchos rubios en la ciudad, al igual que con ojos azules y que estos fueran donceles ¿no? No podían estar hablando de él ¿cierto?

Mandándoles solo puntos suspensivos como respuesta, indicando que no le importaba nada lo que hiciera o dejara de hacer su hermano, decidió mejor volver a centrar su atención en sus deberes. Extrañaba charlar con sus amigos y hacer alguna que otra maldad por la ciudad, pero ahora tenía una que otra primordialidad, por ejemplo; esa tarea de ciencias que le estaba haciendo batallar un poco, como para revisar la conversación que se suscitaba en el grupo “El Sonido”.

El insistente sonido de alerta de mensajes ya lo estaba fastidiando, tomando de nueva cuenta su móvil para silenciarlo y aprovechar y ver qué era lo que tan entretenidos tenía a sus camaradas. Aburrido y apenas leyendo las conversaciones, deslizaba su dedo en la pantalla, hasta llegar a una foto que se encontraba adjunto casi enseguida de su respuesta.

Sasuke ya no tenía ni una duda, apretó el teléfono con todas sus fuerzas, hasta que oyó como este crujía levemente por la fuerza aplicada, lanzándolo mejor hacia su cama. Volvió a tomar asiento en la silla de su escritorio, alborotándose sus cabellos negros y jalándolos un tanto desesperado. Aquella foto no mentía, ese era su Naruto a lado de Itachi.

Aire caliente salía de sus fosas nasales, estaba furioso, los celos lo estaban cegando. Trató de calmarse, en cuanto llegara su hermano exigiría explicaciones, y si este no se las daba, obligaría al doncel a dárselas. Formando una siniestra sonrisa, intento volver a sus deberes.

+*+*+*+*+

— Siento mucha pena por mi Sasu — con una palma sobre su mejilla y expresión preocupada le dijo a su marido — lo peor es que es demasiado orgulloso y va a tardar en admitirlo — soltando un largo suspiro, Mikoto tomo un sorbe de té.

— Tan terco — gruño Fugaku, cruzándose de brazos y negando con la cabeza — lastimosamente así somos todos en la familia — sonrió, al escuchar la suave risa de su mujer.

— Pero mi Naru no merece que le diga esas cosas, es tan dulce — la mirada de la dama se suavizo, mostrándose dulce — como me encantaría que formará parte de la familia.

— Eso es algo que no está a nuestro alcance, mujer — bufo, su mujer era una persona demasiado soñadora y optimista.

— Es verdad, pero eso no significa que todo este perdido — le guiño un ojo, sonriendo traviesa mientras se levantaba para irse a sentar ahora sobre el regazo de su esposo.

— Me gustaría conocerlo, se ve que quedaste fascinada con el muchacho — Fugaku apreso con fuerza las caderas de su esposa, acercándola más a su cuerpo y aspirado el aroma a rosas que desprendía.

— Siempre quise una niña o doncel en la familia — hizo un puchero, disfrutando los pequeños besos que le repartía su marido en el cuello.

— ¿Quieres que lo intentemos de nuevo? — con tono seductor y cerca del oído de la fémina, sugirió.

Negando suavemente con la cabeza y parando todo movimiento que su amado estaba ejerciendo sobre su cuerpo le miro seriamente — no cariño, lo que ahora quiero son unos adorables nietos.

Fugaku rio, aquello se lo esperaba en sí, pero no perdía nada con preguntar — dile a Sasuke que invite a su “amigo”, me encantaría conocerlo.

— Sí, a mí también me gustaría verlo de nuevo — una amplia sonrisa formó sus labios — tú también vas a quedar fascinado en cuanto lo veas — y de un pequeño salto se apartó del regazo de su marido, meneando juguetonamente las caderas hasta perderse dentro de su casa.

Llevándose una mano hacia sus brunos cabellos, los peino hacia atrás, riendo levemente para bajar la excitación que le provoco su amada, además de que no le reprocharía nada, no al saber que esa era una clara invitación para cuando los niños se fueran a dormir. Alzando su mirada y observado el lento movimiento de las nubes, Fugaku se permitió en no pensar nada en al menos un momento.

+*+*+*+*+

Aquella habitación pintada de un ligero color salmón, misma que siempre desprendía un olor a flores del jardín, era el típico punto de reunión de ambas amigas, amigas que estaban maquinando su nuevo plan para conquistar al amor de su vida.

— No has pensado en cambiar el color de tus paredes, Sakura — con cierto aburrimiento, Ino hizo aquella observación al cuarto de su amiga — esta bonito y todo, pero ¿no crees que es demasiado rosa?

— Así me gusta — con voz calmada y restándole importancia, fue todo lo que Sakura atino a decir — de todos modos ¿me ibas a decir algo interesante?

La sonrisa de la rubia se amplió, hasta mostrase medianamente maliciosa. Asintiendo con la cabeza y acomodándose mejor en el alfombrado de la habitación, no despego su mirada de la persona frente a ella — creo que Naruto y Sasuke están por formalizar su relación — con tono confidente dijo eso, esperando alguna reacción de su amiga, obteniendo solamente una ceja alzada.

—  Eso es evidente —chasqueó la lengua, frunciendo el ceño y mostrándose ahora irritada. Le fregaba la manera en que el doncel acaparaba la atención de todos aquellos en los que ella se fijaba — ¿eso era lo “importante”? — ironizó, viendo como la contraria negaba con la cabeza sin deshacer el gesto de su rostro.

— No, pero era esencial que lo supieras — guardo un momento de silencio, antes de proseguir — vamos a ayudarles a formalizar su relación.

— ¡¿Qué?! — ahora sí, Sakura se alteró — ¡¿cómo pretendes que ayude al molesto de Uzumaki a estar al lado de mi Sasuke?, ya tiene suficiente con obtener toda su atención!

— Esa sola es la primera fase del plan — contesto tranquila, ignorando el ceño fruncido que le dedicaba Haruno — y si esto funciona, la mayor beneficiada serás tú — su sonrisa se mostró dulce y satisfecha, dejando tranquila a la chica de cabellos color rosa.

— ¿Me dirás en qué consiste? — con voz inocente y con palpable curiosidad se atrevió a preguntar, viendo como su amiga negaba y volvía a formar esa sonrisa burlona.

— Paciencia amiga, si resulta esta primera fase ya después te cuento el resto — le guiño un ojo cómplice.

— Bien — Sakura se cruzó de brazos, haciendo un puchero al no estar tan conforme con las condiciones dadas por su amiga — y, ¿Cómo vamos hacerle para juntarlos?

— Fácil, dejando de esparcir rumores por el momento.

Ahora sí, Sakura Haruno sonrío. No le agradaba la idea de dejar hacer quedar mal al rubio doncel en el colegio, pero si ello le iba al menos ayudar a hundirlo, estaba más que dispuesta a seguir el plan que su rubia amiga tenía maquinado. Además, dijo por el momento.

— Estoy contigo, Ino — gateando hacia su amiga la apreso entre sus brazos, siendo correspondida de la misma manera.

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Extra 13.5 Helado

— Creo que vamos a llegar tarde con los demás ‘ttebayo — dijo con cierta preocupación en su voz, misma que salía entrecortada por la carrera que se habían hecho de la entrada de la estación hacia los andenes — ¿Crees que se molesten? — preguntó al varón que se encontraba como si nada, a pesar de también haber corrido.

Itachi se limitó a levantar los hombros, sin importarle realmente la hora en que llegaran a la ciudad para reunirse con sus compañeros, sabía que parte de ello era por haberse “entretenido” al abrazar al pequeño doncel que justo en ese momento formaba un puchero con los labios al no haberle respondido, pero no se arrepentía, aun sabiendo que Pain le iba a reñir por su retraso.

— El próximo tren pasa dentro de media hora — dijo como si nada el pelinegro, caminando de nueva cuenta hacia la salida, deteniéndose al no escuchar al doncel.

— Pero yo quiero ir — su voz se mostraba apagada, siendo silenciosa y manteniéndose inmóvil en su lugar — no importa que llegue tarde.

— Vamos a ir — reafirmo Itachi, no le gustaba ver a Naruto así, triste — podemos tomar la otra línea, pero caminaríamos un poco más para llegar a la plaza.

— ¿Y sería lo mismo? — preguntó el blondo, un tanto nervioso por la fija mirada del varón — lo, lo que quiero decir es que si vamos a tardar más en llegar o es lo mismo a que si esperamos nuestra línea.

— Llegaríamos con aproximadamente 15 minutos de retraso — calculo, notando como los ojitos del menor brillaban emocionados y ansiosos.

Tomando otro de los tranvías llegaron a la ciudad, punto que se encontraba a unas cuantas cuadras de su punto de reunión, decidiendo caminar al no disponer de dinero suficiente para permitirse costear un taxi. Además, al fin de cuentas, Uchiha ya había contemplado aquel tiempo de caminata.

Naruto miraba maravillado el paisaje urbano, muy pocas veces viajaba a la ciudad, siendo siempre en compañía de Iruka, cuando este iba a abastecerse de los recursos necesarios, yendo y viniendo sin tener la oportunidad de contemplar su alrededor. Una grande y resplandeciente sonrisa dejo entrever, al ver unos pasos más adelante un colorido puesto de helados, mismo local que mostraba un gran cono de helado con muchas bolas de colores. Itachi sonrió al percatarse de ello.

— ¿Quieres uno? — con una voz neutral, pregunto al doncel, mismo que con unos ojitos brillantes de la emoción asentía efusivamente con la cabeza.

Con paso firme, el azabache se adentró al local, notando que había algo de gente esperando por esa fría golosina, siendo en su mayoría jóvenes. Itachi miró a su alrededor, percatándose de cinco personas que no eran mucho de su agrado, decidiendo ignorarlas y fijando mejor su atención al bello rubio que se encontraba a su lado.

— ¿Tienes un sabor en mente? — mostrando una pequeña pero cálida sonrisa preguntó, mientras que con ternura volvía a revolver los rubios cabellos.

No le importo que Itachi le despeinara de nueva cuenta, estaba más que concentrado admirando aquellas pastas de colores que a simple vista se veían tan apetitosas, mirando a su alrededor para buscar el sabor más “popular”, torciendo adorablemente sus labios al notar que toda la gente ahí presente pedía de todos los sabores en general.

— Uno de fresa con chocolate ‘ttebayo — dijo, no muy convencido con su elección, pero sintiéndose presionado al estar llegando a la caja.

El mayor asintió, llegando a la caja y pidiendo sus respectivos postres. Naruto se sentó en una de las sillas altas, esperando a que Itachi llegará con su cono, abriendo desmesuradamente sus ojos al reparar en la gran copa que el varón cargaba entre manos.

— Para ti — dejo el recipiente sobre la mesa, sonriendo al ver tan adorable expresión en el rubio — tiene bolas de todos los sabores — agregó, un poco incómodo por la maravillada mirada que le era dirigida.

— ¡Muchas gracias Itachi! — bajando del banco, Naruto rodeo la cintura del varón, apretándolo todo lo que sus brazos y fuerzas le permitían. Deshaciendo casi inmediatamente el contacto para tomar asiento nuevamente y sentarse a degustar su copa de helado — ¿Quieres? — ofreció, al ver que Uchiha solo tenía un pequeño vasito con una bola color amarillo pálido.

— No, con esto es suficiente — sonrió, estirando su mano hacia el rostro del doncel y limpiando con el pulgar una de las mejillas que había sido salpicada, llevándose aquel dedo después a la boca — dulce.

Era la segunda vez en el día que el moreno lograba que los colores se le subieran al rostro. Con una venganza en mente, Naruto prefirió concentrarse en su frío postre, olvidando momentáneamente que ambos iban retrasados para llegar con los miembros de Akatsuki y que probablemente se ganarían una reprimenda.

Itachi miraba embelesado al menor, sin percatarse que aquellos jóvenes que había reconocido en cuanto entraron al establecimiento le estaban sacando fotos.

Contrario a lo que espero, Naruto terminó rápidamente su postre, poniéndose de pie en un salto y dirigiéndole una amplia sonrisa le invito a que siguieran con su camino. Itachi asintió y caminando a un lado de él, volvieron a retomar su curso hacia la plaza, ya que estaban a nada de llegar.

 

 

 

Notas finales:

¡Muchas gracias por haber llegado hasta aquí! ♥

Espero que les haya gustado, esta vez fue el turno de Itachi de aparecer y hacer sus acercamientos con Naru mosho >w<

¿Qué pasará por la mente de Sasuke?

¿Cuál es plan de Ino?

¿Por qué Sakura está tan tranquila?

¿Qué pasó con los Sannin?

XD Esto y más lo veremos en el siguiente capítulo!!!

Muchas gracias a aquellas lindas personitas que dejaron un bello review, me hacen tan feliz :'3 y me animan a seguir escribiendo, así como también a todos aquellos que la siguen, gracias!!

Sin más que añadir, nos vemos en la próxima actualización

Bye!!

°w°/


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