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Apariencias por Momoka Yuuki

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Notas del capitulo:

¡Hola! °w°/

Lamento haber abandonado mucho tiempo >w< pero eso de bloquearte cuando vas a la mitad del capítulo no es nada bonito...

Pero bueno, cambiando de tema. Espero que les guste el capítulo, esta algo sencillo, pero es el inicio de todo. En serio, espero que le guste :)

Sin más que añadir, le dejo leer!

Notas:

-Posibles faltas de ortografía y de redacción.

-Los personajes no me pertenecen, son de Masashi Kishimoto.

Cap.09 Calma

— ¡Pero que cosita más linda! — la cuchara estaba a nada de entrar a su boca, cuando sintió como era fuertemente abrazado y una dulce fragancia a flores y cítricos se colaba por su nariz— no pensé que mis hijos tuvieran a un lindo doncel como amigo.

Mikoto había salido de compras aquel día en compañía de sus amigas, era de las pocas veces en las que se permitía tomar la tarjeta de crédito de su amado esposo e irse a divertir. Ambas manos las traía ocupadas por una gran variedad de bolsas de colores, mismas en donde traía cada una de sus compras. En el instante en el que cruzo la puerta, el olor a comida inundo sus fosas nasales, sonriendo por aquel lindo gesto de sus hijos al preparar la comida en su ausencia. Dejó las bolsas en el recibidor, al parecer sus retoños estaba en el comedor ya que no habían ido a recibirla como era costumbre. Con una gran sonrisa ingreso a aquella sección de la casa, quedando maravillada por la cantidad de platillos que había sobre la mesa y más al ver un lindo muchachito de rubia cabellera que veía la comida con infinita emoción. Aquel gesto se le hizo tan adorable que no pudo reprimir su impulso de ir a estrujar entre sus brazos a aquella personita tan tierna.

— ¡Mamá! Déjalo que lo asfixias — Sasuke se levantó de su lugar, jalando suavemente del brazo a su progenitora que justo en ese momento restregaba su mejilla con la del rubio— pereces una niña pequeña— regaño el menor.

— Que malo eres Sasuke— la fémina se separó del pequeño doncel, viendo con el ceño levemente fruncido, las manos posadas en sus caderas y con un puchero al menor de sus hijos— sabes sobre mi debilidad ante las cosas lindas y tiernas.

Naruto al escuchar cómo se referían a él, no pudo evitar sonrojarse y bajar la mirada hacia su regazo un tanto avergonzado por la manera en la aquella dulce mujer se refería a él al tan solo conocerlo hace apenas nada. Levantó inmediatamente la vista, él no era grosero ni mal educado a pesar de no haber tenido padres que le dijeran que hacer, además de que tampoco era alguien tímido y cohibido que esperaría a que la mujer de larga y sedosa cabellera negra se presentara primero. Noto como Sasuke y la que suponía por obvias razones era la madre de ambos hermanos, estaban en un duelo de miradas, se acercó con cautela para presentarse.

— Hola señora, mi nombre es Naruto, Uzumaki Naruto— en cuanto habló, Mikoto volteo en dirección al joven, viéndolo con una cálida mirada— es gusto poder conocerla— hizo una pequeña reverencia.

— ¡Pero que monada! — volvió a expresar eufórica la dama, abrazando de nueva cuenta al blondo y ganándose nuevamente una mala mirada de su hijo— soy Uchiha Mikoto, un gusto y no me digas señora— todo lo dijo sin deshacer el contacto con el menor— ¿no sabía que mi Sasu tuviera un novio tan lindo?

Naruto al escuchar cómo se había referido la azabache en torno a la relación que pensaba que tenía con Sasuke, no pudo evitar que sus mejillas se tiñeran de un rojo violento, agradecía que está le estuviera casi apretujando entre su pecho para que no haya visto tan obvia y vergonzosa reacción. Aunque aquel gesto de vergüenza y emoción se vinieron abajo en un santiamén, cuando escucho de parte del moreno como negaba lo dicho.

— Mamá, Naruto es solo un amigo, por favor deja de sacar conclusiones precipitadamente— el tono de voz que había empleado había sido seco e irónico, mientras rodaba los ojos y volvía a tomar asiento correctamente — y déjalo ya que lo estás asfixiando.

Mikoto de manera suave deshizo el contacto que tenía con el rubio, regalándole una tierna sonrisa y alborotándole los rubios cabellos, notando como el menor mantenía la cabeza gacha y caminaba nuevamente hacia su silla, queriendo creer que estaba avergonzado por lo recién acontecido. Por otro lado, Itachi mantenía los puños fuertemente cerrados bajo la mesa, mirando a su hermano con el ceño ligeramente fruncido. La dama se dio cuenta de ello, por lo que decidió romper el tenso ambiente que poco a poco se estaba formando.

— ¿Quién fue quien preparo estos exquisitos alimentos? —expresó la morena feliz, tomando con un tenedor un pedazo de carne de cerdo del plato del mayor de sus hijos— además de que esto esta delicioso— cerró sus ojos disfrutando del sabor.

— “Fui yo”— dijeron ambos azabaches al mismo tiempo, retándose con la mirada por unos segundos para después posarla sobre su progenitora.

— ¡Enserio! —dijo más que emocionada— hace tiempo que ambos no cocinaban juntos— junto ambas manos, tomando asiento en una de las sillas libres—esto tendré que decírselo a su padre, estará más que satisfecho el saber que sus hijos se llevan tan bien como antaño— volvió a levantarse para irse a lavar las manos.

— ¿Qué opinas de la comida, Naruto? — pregunto Itachi, ya que el menor se había mantenido en silencio desde que volvió a retomar asiento— ¿acaso no te gusto lo que preparo mi tonto hermanito? —sonrió de lado, ganándose un bufido de Sasuke.

— No, todo está muy rico, ttebayo — levanto ambos pulgares, dirigiéndose al mayor y mostrando una sonrisa— ambos son unos asombrosos cocineros— soltó una risita— con esfuerzos preparo mis amados ramen instantáneos — rio un poco más al caer en cuenta de que el solo se estaba agraviando.

— Pero si no has probado nada más que la sopa de tomate que preparo Sasuke, ¿cómo puedes decir que mi sazón es buena? — volvió a preguntar, buscando con aquello que el doncel olvidara lo recién dicho por su hermano menor y volviera a prestar atención en toda la comida que estaba sobre la mesa. Al parecer algo que consiguió fácilmente, al percatarse de como los azules ojos del rubio volvían a adquirir ese bello brillo y miraba la mesa con total admiración.

— ¿Cómo quieres que te diga que tú comida sabe feo, dattebayo?, si todo se ve tan delicioso a simple vista, además de que huele exquisito— tomó un trozo del filete de pescado que había preparado el mayor, llevándoselo a la boca y quedando maravillado con el sabor— vez te lo dije.

— Es bueno saberlo— dijo apenas audiblemente, siendo solamente escuchado por su hermano, que simplemente se limitó a hacer un gesto de disgusto, tratando de volver a retomar su tarea de empezar a servirse sus alimentos.

La única mujer de la familia Uchiha volvió a hacer acto de presencia en el comedor, alabando en cada ocasión los platillos preparados por sus retoños, siendo de igual manera acompañada por el rubio que expresaba su alegría cada vez que probaba los alimentos que le eran ofrecidos. Ambos hermanos terminaron con el ego hasta los cielos al saber que al rubio (y a su madre también) había quedado satisfecho y contento con su comida.

Terminando de comer, ambos varones iban a empezar a recoger la mesa, quedando sorprendidos de que el rubio haya sido más rápido para empezar a escombrarla, notando como poco después su amada progenitora se ponía de pie y con una sonrisa y una agradable charla se ponía a lavar los utensilios junto al doncel.

— Parece que mamá quedo fascinada con Naruto— dijo Itachi, mirando como ambos personajes sonreían y reían.

— Cierto— respondió Sasuke— Naruto tiene algo que te atrapa de inmediato— sonrió al recordar cuando lo conoció por primera vez— aunque se me hace un poco extraño del porque mamá no ha preguntado nada en torno a la amistad que llevo con Naruto.

Itachi levanto los hombros, restándole importancia a lo que dijo su insulso hermano, ignorándolo y deleitándose con las sonrisas que esbozaba el pequeño Uzumaki por cada barbaridad que soltaba su amada progenitora. Era más que obvio, al menos para él, que su madre se había dado cuenta de cómo le afectaron las palabras negativas que soltó Sasuke al referirse de manera casi “despectiva” a la relación que tenía con Naruto. A lo mejor lo hizo de manera inconsciente debido a renitencia que tiene hacia la mayoría de los donceles, pero desafortunadamente para él, Naruto no lo sabe.

— Todo estuvo delicioso dattebayo— el rubio se puso frente de la mesa, quedando delante de los hermanos que de inmediato fijaron su atención a él— muchas gracias— e hizo una ligera reverencia.

— No tienes que agradecer nada Naru— dijo el mayor de los pelinegros— lo hicimos porque quisimos, además nosotros somos quien debemos darte las gracias por lavar todos aquellos utensilios— señalo el área en donde se encontraba toda una pila de trastes recién lavados y secos, listos para guardar.

— Es cierto dobe, además te había invitado a comer no hacer la limpieza de la cocina— Sasuke se cruzó de brazos y le regalo una prepotente sonrisa.

— Yo no vine a limpiar tu cocina, teme— hizo un puchero el blondo, mirando fijamente a su amigo— solo quise ayudar a Mikoto-san un poco— volteo su rostro hacia la derecha, escuchando la suave risa de la fémina.

— Ya Naru, ignora al grosero de mi hijo— expresó feliz la dama— ¿Quieres venir a la sala y ver conmigo fotografías cuando Sasuke era un lindo y tierno bebé?

— ¡Claro dattebayo! — dijo emocionado, tomando del brazo a la mujer y abandonando el comedor.

Itachi rio por lo bajo al ver como su hermano se ponía rojo de la vergüenza y tal vez con un poquito de coraje hacia su progenitora, viendo como el menor también abandonaba aquella sección de la casa, no quedándole de otra que seguirlo, quería presenciar que espectáculo ahora montaría su hermanito y lo dejaría más en ridículo.

 

— Espera aquí un momento Naru, voy por los álbumes familiares— el doncel asintió, mientras se sentaba en el cómodo sofá para dos personas y miraba todo alrededor, pero antes de siquiera empezar a relajarse o empezar a pensar en cualquier cosa sintió como su celular vibraba en el bolsillo de su pantalón, sacándolo y viendo un mensaje por parte de Shikamaru.

Al momento de leer lo escuetamente escrito por parte de su amigo, Naruto solo atino a negar suavemente con la cabeza, mientras una grande sonrisa adornaba su rostro. Nara acostumbraba a mandar la palabra “trabajo” y el nombre de la persona que solicitaba sus servicios juntas, dándole a entender que en menos de treinta minutos caminaría hacia su casa y le detallaría todo al respecto de aquel nuevo cliente. Se moría de las ganas de querer ver el álbum que la señora Mikoto estaba a nada de mostrarle, y lo hubiera hecho si hubiese sido otra cosa la que tuviera pendiente, pero cuando se trataba de trabajo, no podía simplemente posponerlo.

— ¿Quién era? —cuestionó Sasuke, estando delante del menor que no dejaba de ver el aparato celular. Naruto en cuanto escucho aquella pregunta, levanto la mirada.

— ¡Sasuke! —llamó la atención la fémina que llevaba entre sus brazos un par de álbumes demasiado voluminosos— ¿ahora que le estás haciendo a Naru? —su voz había sonado con un toque reprendedor.

— Pero si yo no le estoy haciendo nada, mamá—  volteo en dirección de la dama— y ¿qué quieres decir con “ahora”?

La mujer levantó una ceja y dejando los pesados álbumes sobre el sofá, le señalo. Naruto solo ahogo una risita al ver la expresión contrariada de su amigo, que de inmediato descruzo los brazos y relajo su postura, además de que su ceño, que anteriormente había tenido fruncido, se relajó también.

— Lo siento, Mikoto-san — el rubio hizo una ligera reverencia, levantándose del sofá y quedando frente a ella— pero me ha surgido un imprevisto y tengo que irme.

— Pero…— la matriarca de los Uchiha compuso una expresión tan triste que Naruto no sabía cómo evitarla.

— En serio me hubiera gustado quedarme a ver las fotos dattebayo, pero esto es importante, prometo visitarla otro día— sonrío el menor, notando como la mujer asentía y volvía a sonreír.

— Realmente eres una monada, cariño— Mikoto abrazo cariñosamente a Naruto, mismo que se sorprendió por el contacto y un poco temeroso lo correspondió, dejándose envolver por el calor corporal de la mujer. <<Así es como se debe sentir el calor de una madre>> pensó, sonriendo internamente y afianzando su agarre.

— ¿Quién era, dobe? — volvió a cuestionar Sasuke, viendo como su pregunta obligaba a su progenitora y a Naruto a separarse.

— ¡Sasuke! —volvió a reprender Mikoto— esas son cosas que no nos incumben.

El menor chasqueó la lengua irritado, y más al tener a su madre cerca y no poder obligar al rubio a que le dijera con quien se estaba contactando. Metió ambas manos en los bolsillos de su pantalón, juagando con los accesorios y monedas de ahí dentro tratando de disipar el mal humor que estaba empezando a surgir. Verlo tan sonriente y emocionado por un simple mensaje, le dejaba con un mal sabor de boca.

— No es nada de qué preocuparse Sasuke— sonrió el blondo, dirigiéndose al varón— ya mañana nos vemos en la escuela y probablemente te cuente— amplio su sonrisa, acercándose lo suficiente a su amigo— y gracias por invitarme a comer, todo estuvo delicioso— y de un rápido movimiento, le dio un sonoro y corto beso en la mejilla, alejándose al instante.

Mikoto soltó una risita al ver la roja y avergonzada cara que había compuesto su pequeño y como al parecer inconscientemente se llevaba la palma de su mano hacia su mejilla izquierda, lugar en donde Naruto le había besado. Al notar que el menor de sus hijos se iba quedar anonado por un rato, con una seña le indico a su otro hijo que acompañara al menor a la puerta.

— Te espero pronto por aquí, Naru— sonrió la fémina, alborotándole los cabellos y dándole un pequeño beso en la frente, sonriendo al ver sus mejillas levemente coloreadas.

— Gracias nuevamente, dattebayo— volvió a decir el rubio, una vez que se encontraba en la entrada frente al mayor de los azabaches.

— Te había dicho que no tenías por qué agradecer nada— le dedico una pequeña sonrisa— fue un placer el haberte tenido en esta casa— su voz sonó tan serena y sincera que el rubio no pudo evitar avergonzarse un poco y soltar una risita nerviosa.

— No es para tanto, ttebayo— levanto ligeramente los hombros— ustedes son lo que hicieron la mayor parte, yo solo me dedique a comer— se rasco la mejilla, mirando disimuladamente hacia los lados de la calle— aunque creo que es mejor que me vaya yendo, no quiero llegar tarde. Nos vemos Itachi— hizo una ligera reverencia como despedida.

— ¿A mí no me toca beso? — preguntó con tono lastimero, queriendo reír al ver como los colores se le subían al rostro al doncel y se quedaba estático en su lugar. Soltó una pequeña risita— es broma.

Naruto mostro una sonrisa nerviosa, asintiendo ante lo dicho. Dándose la media vuelta y levantando su mano se despidió del hermano mayor de su mejor amigo.

+*+*+*+

— ¿Dónde estabas? —pregunto el varón, con su característico tono de voz soñoliento y mirando cansinamente a un rubio que llegaba a su apartamento corriendo— llevo diez minutos esperándote.

— Lo siento Shikamaru— habló el blondo, respirando agitadamente y tratando de regular su respiración, mientras que al mismo tiempo buscaba las llaves de la puerta— es que el teme me invito a comer a su casa— dijo en tanto ambos entraban a la pequeña residencia.

— Es bueno saberlo— sonrió un poco el joven de cabellos castaños— y al parecer te divertiste— añadió sin más.

Naruto asintió, dejando sus pocas pertenencias en el lugar correspondiente y dirigiéndose a la cocina para tomar algo de agua y de paso ofrecerle a su invitado, ambos tomaron asiento cada uno a cada lado de la mesa, mirándose fijamente.

— No me agrada— soltó de repente Shikamaru, confundiendo al de cabellos rubios que solo atino a levantar su ceja derecha— el “cliente” que quiere contratar tus servicios no me genera nada de confianza, además de que todavía no me lo puedo quitar de encima.

A Uzumaki le daba cierta gracia ver a su amigo un tanto estresado y resoplando fastidiado, ya que no era común verlo alterado o mostrando algún tipo de interés en cualquier actividad, solo aquella expresión cansina y aburrida. Un pequeño suspiro salió de sus labios, una parte de sí se había alterado en cuanto escucho como el castaño expresaba su desagrado, pensando por un efímero instante que se refería a Sasuke.

— ¿Qué pasa con él? — cuestionó inocente, fijándose en su celular para releer el nombre de aquella persona— con, ¿Orochimaru?

— Hable con él en persona, estableciendo los términos del contrato y todo aquello— levantó los hombros, aquello era esencial y el rubio lo sabía— y estuvo de acuerdo con cada clausula marcada, no hubo quejas, ni reproches, nada en absoluto.

— Eso está bien, no’ ttebayo— dijo no muy convencido el doncel— aunque si es un poco extraño, ya que al menos hay una pequeña observación al respecto.

 — Ese no es realmente el problema— Nara se rasco la nuca, pensando que esta vez iba ser problemático negarle el servicio a aquel señor— el único inconveniente es que el señor Orochimaru no se ha negado a las condiciones que le he propuesto, por más absurdas e ilógicas que puedan parecer, al contrario, se ve más que satisfecho, trate de poner una cantidad más alta para que desistiera en ello, pero de igual manera acepto. Solo le comenté que eras tú el que tenía la última palabra.

— Eso si es raro, dattebayo— el menor adquirió una pose pensativa, rascándose la mejilla, al parecer procesando las palabras recién dichas por el varón— ¿y qué es lo que supuestamente necesita? — preguntó, su curiosidad podía más.

— Quiere que te hagas pasar por su hijo— soltó sin más, soltando un largo suspiro y dejándose caer un poco sobre la silla.

— ¡¿eh?! — la confusión y la extrañes era muy evidentes en su rostro, golpeándose suavemente las mejillas para salir de su estupor— ¿traes una fotografía?

El varón asintió, sacando del bolsillo de su pantalón una fotografía doblada y dejándola sobre la mesa. Naruto en un instante la tomó, desdoblándola y mirando a detalle la imagen. La foto dejaba ver a un hombre de piel exageradamente color blanco y de tez delgada, tenía un largo cabello color negro brillante que caía a cada costado de su rostro, en la fotografía mostraba una pequeña y discreta sonrisa, pero lo que más inquietaba de aquella imagen, eran los expresivos y a la vez fríos ojos color dorados de la persona, que asemejaban a unos de serpiente.

— Es algo inquietante— confesó Naruto, luego de mirar la fotografía por varios minutos consecutivos y colocándola nuevamente sobre la mesa— y… quiero creer que también es un doncel, ¿o me equivoco?

— No lo sé— Shikamaru se estiro, volviéndose acomodar en la silla— cuando le pregunte, no más bien, cuando lleno la primera hoja omitió aquel dato.

— Deja lo pienso dattebayo— con cierta inseguridad dijo aquello— además, solo quiere que sea su hijo— sonrió, llevándose ambos brazos detrás de la cabeza y tratando de reír para restarle seriedad al asunto.

+*+*+*+

— ¿Qué te dijo? —la ansiosa voz de un hombre se dejó escuchar en aquella sala de estar— aceptaste todo, ¿cierto?

— Sí— fue todo lo que dijo, con suma tranquilidad mientras tomaba asiento en uno de los sillones de recubierta negra— solo falta que él acepte— el varón que estaba sentado frente a él levanto una ceja sin comprender lo dicho— todo lo trate al parecer con su “representante”

— ¿Y por qué no estás seguro que aceptara? —la ansiosa voz paso a ser una más seria y grave.

Orochimaru levantó los hombros, acomodándose correctamente en el sofá y esbozando una traviesa sonrisa, se cruzó de piernas y miro fijamente al hombre frente a él— solo tenme algo de confianza, sé que aceptara.

El varón cruzándose de brazos y cerrando los ojos de manera pensativa, se limitó a asentir, confiaría en cada uno de los movimientos que hiciera su pareja—hasta que por fin te encuentro, Naruto— susurró, dejándose caer en el respaldo del sillón.

+*+*+*+

Shikamaru no tenía mucho que se había marchado de su apartamento. Hablaron relativamente poco, siendo esencialmente lo que aquel extraño hombre tramaba al querer contratarlo. En parte le generaba desconfianza, pero tenía un buen presentimiento de ello por lo que termino aceptando. No era tan ignorante para no darse cuenta como el varón le recriminaba solamente con la mirada, y le advertía que lo pensara de nueva cuenta antes de tomar decisiones precipitadas. Naruto resopló fastidiado, sabía que Nara solo se preocupaba por su bienestar, aunque en ocasiones sentía que exageraba.

— Y yo que quería platicarle como estuvo mi día– soltó un corto suspiro, ya que sabía que en su pequeña residencia nadie lo escucharía salvo las paredes. Estaba a punto de irse a quitar el uniforme escolar cuando escuchó como tocaban la puerta con golpes toscos.

Frunciendo levemente el ceño por la forma tan brusca en que tocaban la puerta y yendo directamente a la misma, Uzumaki se sorprendió al escuchar las voces que se encontraban del otro lado, al parecer discutiendo por algo. Sin más y sin preguntar quién era, abrió la puerta para ver a las dos personas que después de tanto tiempo iban a “visitarlo”.

— ¡Chicas! —expreso entre emocionado y confundido, era raro verlas juntas y al parecer discutiendo frente a su casa— ¿qué milagro?

— ¡Naruto! —la rubia fue directamente a abrazar al que fue su amigo de antaño, apretujándolo hasta sentirte completamente satisfecha con el tacto, mientras que Sakura miraba a la distancia y con el ceño levemente fruncido.

— ¿Podemos pasar? —hablo Sakura, demandante y mirando seriamente al rubio, Ino la fulmino con la mirada, recibiendo solamente un gesto de su parte.

Naruto se liberó del agarre de Ino, mirando de manera desconfiada a Sakura. Con un leve asentimiento de cabeza y haciéndose a un lado las dejo pasar a su pequeña residencia, en donde ambas jóvenes se quedaron de pie, esperando a que el casero estuviera con ellas.

— Naruto, en serio perdóname, yo le dije que mejor mañana, pero ella no me hizo caso y se aferró a venir aquí…— Yamanaka empezó a disculparse en cuanto el rubio estuvo nuevamente con ellas, intentando hacer una reverencia a modo de disculpa, pero no pudo continuar al sentir un codazo por parte de Haruno.

— Tiene razón, no podía esperar hasta mañana— Sakura se miraba las uñas como si lo fuera lo más interesante del mundo, tomando asiento en una de las sillas del comedor sin permiso— no cuando se trata de Sasuke.

Uzumaki no entendía a qué se refería, endureciendo su mirada y esperando a que la joven de cabellos rosas continuara, solo vio como Ino negaba suavemente con la cabeza y le sonreía resignada.

— Vengo a hacer un trato contigo— Sakura levanto su mirada, mostrándose segura ante el doncel que le miraba seriamente— y si aceptas, prometo ya no fastidiarte más la vida.

— Pero tú nunca me has fastidiado la vida— dijo confundido el blondo, ganándose una mirada de odio por parte de Haruno, y escuchando al fondo una risilla de Ino— pero a ver dime, ¿Qué quieres tratar conmigo?

Con una seña, Naruto le indicó a la rubia que tomará asiento en la otra silla, quedándose de pie delante de una Sakura que se veía molesta, sin entender realmente el porqué de su actitud.

— Es algo simple Naruto— soltó un corto suspiro, pasándose un mechón de cabello detrás de la oreja— quiero que dejes, no más bien que te alejes y termines tu amistad con Sasuke-kun.

— ¡Sakura! —se alteró Ino— habíamos quedado que así no lo íbamos a tratar, sabes que no es correcto arruinar las amistades solo por un capricho.

— No es solo un capricho Ino, ya te lo había explicado— Haruno se tomó el puente de la nariz, tratando de relajarse — solo vemos por el bienestar de Sasuke.

— No sé qué traigan ahora contra Sasuke y que quieren tratar conmigo, así que habla de una vez, Sakura —Naruto empleó un tono de voz sereno, atrayendo la atención de las dos féminas y ganándose una mirada asesina por parte de la chica de ojos color jade.

— Mira, ya te lo dije ¿no? Deja en paz a Sasuke, y nosotras dejamos de esparcir aquellos rumores— una ceja bien delineada se curveo ligeramente al no ver reacción en el doncel— y tú poco a poco vuelves a ocupar tu “popularidad” mientras nosotras formamos una increíble amistad con el varón más lindo del colegio.

— Simple…— imitó el tono empalagoso de Sakura— no voy a terminar o alejar a Sasuke de mi lado, es mi mejor amigo— recalcó, mirando fijamente a la chica que fue su amiga.

— Tienes que hacerlo Naruto, el no merece estar con alguien como tú— le señalo, utilizando un tono despectivo de voz y viéndole con algo parecido al asco— el merece estar con alguien mejor, con alguien de su categoría, no con un huérfano que no sabe hacer nada, salvo ocasionar problemas a la gente.

— ¡Basta, Sakura! —Yamanaka levantó la voz, mostrándose furiosa ante lo dicho por su amiga— no tienes ni debes decir aquellas cosas— apretó sus puños para tratar de canalizar la ira— no sé qué pasa contigo, pero esta vez yo no quiero ser parte de esto, así que es momento de terminar y retirarnos— sujeto fuertemente de la muñeca a la nombrada.

Ambos rubios esperaban una actitud alterada o histérica por parte de Haruno, extrañándoles que la joven se quedará de pie y bajara su mirada hacia el suelo. Naruto estaba a nada de acercarse a la chica de cabellos rosas, cuando Ino con una sola negación de cabeza se lo impedía, indicándole que guardara silencio y esperar a que ella hablara nuevamente.

—  Lo siento— dijo bajito Sakura, extrañando a los otros dos presentes— perdóname Naruto, por todo— volvió a levantar su mirada, fijándola en el doncel— soy una pésima amiga, ¿verdad? — mostró una triste sonrisa— pero considera mi oferta.

Dando media vuelta y aprovechando el agarre que tenía Ino sobre su muñeca la arrastro hacia la salida del apartamento, azoando la puerta en cuanto las dos se habían marchado.

El joven Uzumaki soltó un largo y cansado suspiro, despeinándose los rubios cabellos en el proceso, aquel día había estado lleno de diversas emociones. Aunque la que más le afecto fue el comentario hiriente que le dio Sakura, pero sabía de su “ligero” trastorno de bipolaridad por el cual lo dejo pasar, además había recibido una disculpa de su parte, algo que por lo general no hacía ni cuando eran amigos.

Se dirigió a su recámara, ahora si cambiaría la ropa escolar a una más informal. No tenía nada que pensar, Sakura e Ino podían seguir con sus rumores y mal intencionados comentarios, Sasuke lo había aceptado como amigo con aquellos chismes, ¿qué podía afectar su amistad si eran ellas quien los seguían esparciendo? El recuerdo de aquel tierno beso llegó a su mente, sonrojándose por ello, sintiendo como sus labios cosquilleaban y sus mejillas se ponían un poco calientes, lastimosamente aquella efímera euforia se vino abajo en cuanto recordó como el azabache se había referido a su amistad, sintió que le estaba diciendo que estaba con él por obligación.

Meneó su cabeza de un lado a otro, no quería pensar mal de Uchiha, porque a pesar de todo, hasta ese momento todas las acciones a con él las ha visto sinceras y fuera de segundas intenciones. Rio en cuanto recordó la vergonzosa reacción que tuvo el moreno en cuanto se despidió con un beso en la mejilla, eso no lo superaría pronto y lo haría el blanco de sus burlas.

Se dejó caer de espaldas sobre el colchón, mirando fijamente el techo casi de color blanco, formando una pequeña sonrisa, ese ciclo escolar lo empezó con el pie derecho (dejando de lado los chismes de sus compañeras), tenía ahora un gran amigo en el instituto, varios conocidos y porque no decir también amigos universitarios gracias a su trabajo y que gracias a este último podría decir que dependía de sí mismo.

De un salto y en interiores, se dirigió rumbo al baño, tomaría una ducha antes de empezar a hacer sus deberes escolares. Cantando desafinadamente, tomo su ducha.

Esto era la calma, antes de la tormenta.

Notas finales:

Muchas gracias por haber llegado hasta aquí ! :3

Espero que les haya gustado el capítulo :D

Sakura va a ser un personaje clave para este fic (y no, no va a ser la típica mujer despechada o acosadora) :P

Ya deben saber quien es quien solicita "los servicios" de Naruto tan desesperadamente, sip, soy tan obvia c:

De nuevo les agradezco por tomarse su tiempo en leer esta loca historia y que además sea de su agrado, también un doble agradecimiento a todos aquellos que me dejan un bello review ♥ me inspiran y motivan a seguir escribiendo ^v^ gracias y ya los conteste todos °3°

Voy a concentrarme en escribir el último capítulo de mi fic "Love Secret" por lo tanto creo que voy a demorar en escribir el próximo de esta historia, a lo mejor demoro lo mismo que esta última ocasión, sorry ú.ù pero ya después me dedicare de lleno en este. Mientras tanto paciencia ;)

Creo que esta vez si me lucí escribiendo...

Gracias de nueva cuenta y también por su comprensión :)

Nos vemos luego y muchos saludos y abrazos!

Bye!


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