"La mejor fiesta del año" era la que se hacía a final de cada año en casa de Kuroo y Kenma la esperaba con ansias.
Llegó a casa de su amigo mucho antes de que todo comenzara. Venía bien arreglado, se veía guapísimo, como nunca antes, y esperaba que él creyera lo mismo. Pronto la fiesta comenzó y los invitados empezaban a llegar, pero él aún no llegaba. La pista de baile en breve se llenó de personas, pero él no aún no estaba ahí.
Un largó suspiro abandonó los labios del muchacho tras beber un poco de jugo de su vaso, mientras sus ojos dorados lo buscaban a él, de pronto lo vio charlando junto a su mejor amigo, de inmediato los latidos del corazón del muchacho se acrecentaron y sus mejillas se ruborizaron cual hermosa rosa.
Los ojos de aquel chico buscaron a los de Kenma, encontrándolos de inmediato ¿Como no iba a encontrar ese par de hermosos ojos dorados? Si, eran los únicos para él. Este se acercó al setter de Nekoma para saludarle. "Que bueno verte, te ves bien" dijo dedicándole una pequeña sonrisa, Kenma sonrió tímidamente diciendo "Lo mismo digo, Akaashi". Luego ambos se tomaron de la mano y siguieron conversando.
Siempre era lo mismo, desde hacía unos meses, cada vez que se encontraban se tomaban de las manos y mantenían una conversación o si no, no se decían nada y disfrutaban del silencio; uno que no era para nada incomodo. En resumen, simplemente disfrutaban de la compañía del otro y algo más que ambos sabía más que bien, pero que aún no se lo decían al otro.
Pero, algo nuevo ocurriría esta vez. Kenma rompería con la monotonía de sus encuentros y harían algo más que solo tomarse de las manos. En medio de la fiesta tomó delicadamente su mano y lo llevó afuera con la excusa de que tenía algo de calor y necesitaba de un poco de aire fresco.
Caminaron hasta una pequeño parque a la vuelta de la casa de Kuroo y se sentaron en los columpios, sosteniéndose de las manos. Una suave brisa movió los cabellos de ambos, se miraron a los ojos y Akaashi supo de inmediato lo que vendría.
—"Me gustas Akaashi"—dijeron los labios de Kenma mientras observaba al más alto con un suave rubor sobre sus mejillas.
—"Ya lo se. También me gustas"— replicó sonriendole levemente—"No por nada hemos llegado hasta esto"—Dice alzando el agarre de sus manos. El sonrojo del semi-rubio aumentó
—"Ya lo sabía, solo quería confirmarlo"—Akaashi le sonríe suavemente viéndole a los ojos, Kenma nervioso aparta la vista.
—"Vamos a avanzar en esto ¿Verdad? —Murmura el más bajo haciendo círculos con su pie en la arena—"Ya no quiero solo tomarte de la mano"
—"Si tu me lo permites, desde ahora ya no solo te tomaré de la mano"—Le alza por el mentón viéndole a los ojos, el ex pelinegro asintió suavemente para luego abrazarse a Akaashi siendo correspondido—"Entonces, hagamoslo oficial"—Se aparta un poco para ver el rostro de Kenma—"¿Quieres ser mi novio?"
Un solo corto beso y un abrazó bastó para responder la respuesta del pelinegro. Nada más se dijeron y volvieron a la fiesta tomados de la mano. Después de aquella noche, todas las veces que se encontraban hacían algo más que tomarse de la mano.