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Las mentiras más crueles son dichas en silencio por I am the devil

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Notas del capitulo:

¡Yay~! Estoy muy feliz de que el primer capítulo haya recibido buenas críticas a pesar del final :v

Son reviews son hermosos e inspiradores para mí <3

¡Bueno, continuando...!

-Akaashi… Akaashi Keiji… Y con su permiso…

El chico no soltaba mi hombro, no podía quitármelo de encima, así que le pedí ayuda Konoha con unas señas.

-¡Oye, no queremos pelea! ¡Nosotros realmente nos necesitamos ir! ¡Así que déjalo!

El chico por fin soltó mi hombro. Iba caer al suelo sino fuera porque Konoha me sostuvo.

-Oye, Akaashi, ¿estás bien? ¿Quieres que vayamos a la enfermería?

- Sí, por favor, ayúdame a llegar.

Ambos agarramos nuestras mochilas y salimos del gimnasio. Tardamos una eternidad en llegar a la enfermería.

-¡Perfecto! ¡No está la enfermera cuando la necesitamos!

- Por favor… llévame… a la… cama. – Dije entre suspiros.

Konoha me recostó en la cama y le pedí que me trajera mi mochila y un vaso con agua. Inmediatamente cuando Konoha me entregó la mochila, empecé a buscar lo más rápido que pude hasta que por fin encontré lo que buscaba: unos supresores de emergencia. Velozmente metí dos pastillas a mi boca y di un gran trago de agua.

-Akaashi, ¿qué está sucediendo? ¿Para qué son esas pastillas? …¿Y por qué hueles tan jodidamente bien en este momento? – Konoha estaba sonrojado y se tapaba la nariz con la palma de su mano.

Lentamente se me estaba bajando la excitación, ya podía hablar como normalidad.

- Konoha-San, sabes que existen más géneros aparte de masculino y femenino, ¿verdad?... Pues yo formo parte del pequeño grupo de Omegas…

- ¿Más géneros?... ¿Omegas?... ¿De qué mierda estás hablando, Akaashi?

Le di a Konoha una rápida y general explicación acerca de los Alfas y Omegas.

Konoha se quedó callado después de que terminé de hablar.

- …¿Qué nunca pensabas decírmelo, Akaashi? Se supone que somos mejores amigos.

- … Te lo iba a decir, pero después. Realmente no quería que lo supieras de esta forma. Lo siento.

- Ah… - Konoha suspiró – No me dejas otra opción más que perdonarte. – Él sonrió y yo le sonreí de vuelta - Entonces, ¿eres un Omega que de la nada entró en celo?

- Sí…, no sé por qué pasó eso, es la primera vez que me sucede.

- Las pastillas que acabas de tomar… ¿Para qué son?

- Ah, son supresores de emergencia. Siempre las estoy cargando, pero es la primera vez que las uso. Se supone que son para casos como este… Konoha-San, necesito que me hagas un favor.

- Lo que sea.

- Mañana, y tal vez pasado mañana, faltaré a la escuela; necesito que me pases todos los apuntes y me digas qué tareas dejan.

- ¿Qué vas a hacer?

- Voy a ir con un médico de confianza.

- Me vas a abandonar… - Konoha fingió ponerse triste – Tendré que practicar voleibol con otro colocador que no eres tú.

- Lo siento.

Ambos nos reímos juntos, y más tarde, cuando me sentía mejor, nos fuimos cada quien a sus respectivas casas. Cuando llegué, mi madre me preguntó el por qué había llegado tarde y yo le expliqué lo que sucedió y le dije que mañana faltaría a la escuela para ir con el doctor.

A la mañana siguiente, ya estaba listo para ir a visitar al doctor. Me había visto de una forma que para mí era bastante cómoda; unos pantalones negros, una camisa azul y una chaqueta negra.

Cuando llegué a la clínica, la recepcionista me atendió.

-¡Que sorpresa verte aquí, Akaashi! Cuánto tiempo sin vernos.

- Sí, es agradable volver a verte, Yachi-San.

- Bien, ¿qué necesitas?

- Una cita de urgencia con el Dr. Sugawara.

- Vamos a ver… Él va a estar libre dentro de dos horas, ¿quieres esperar?

- Sí, gracias. Voy a sentarme por allá.

- Claro, adelante, adelante.

Tras haber esperado dos horas, el Dr. Sugawara salió y me saludó muy amigablemente.

-¡Oh, pero si el cliente sorpresa de hoy es Akaashi! ¡Pasa, pasa! – Sugawara me hacía señas con las manos para que pasara a su consultorio.

- Gracias. – Entré al gran consultorio y detrás de mí el Dr. Sugawara cerró la puerta.

- Hace tiempo que no venías, ¿qué te trae por aquí?

- Tuve un celo. – Tomé asiento en el sofá del cuarto.

- Eso es normal, Akaashi, después de todo eres un Omega.

- Pero fue… diferente. Además de que este celo no duró más de una hora, era la primera vez que me sentía tan… excitado.

- Mmm… - Sugawara se puso la mano en el mentón - Antes de que sucediera eso, ¿no notaste un extraño, pero muy agradable aroma?

- Ah, sí… ¿Qué tiene que ver con esto?

- ¿Y no viste o conociste a una persona fuerte?

- … ¿Cómo sabe eso?

- ¡Oh, Akaashi! ¡Acabas de encontrar a tu pareja!

- ¡¿Mi qué..?! – Me levanté muy rápidamente del sofá por la sorpresa.

- ¡Tu pareja! Ya sabes, la unión de un… – Interrumpí a Sugawara.

- Sé qué es una pareja, pero, eso… no lo puedo creer. – Dejé caer mi cuerpo nuevamente al sofá y puse mi mano en mi frente – No podré practicar voleibol si me voy a poner así todo el tiempo que él esté cerca…

- Está bien, está bien, eso sólo sucede la primera vez, tal vez e incluso él se fue al baño a encargarse de su “paquete” también. – Me guiñó el ojo.

- No diga cosas tan vergonzosas, por favor.

- Deberías de estar feliz, Akaashi, muchos Alfas y Omegas encuentran a su pareja cuando ya son muy grandes. Sólo tienes que tomarte tus pastillas y todo estará bien. – Sugawara me sonrió

- ¿En serio estaré bien, Sugawara-San?

- Sí, sólo quédate pendiente de cuándo toca tu celo y tómate las pastillas en las fechas indicadas. Además, ya te dije que no me digas “Sugawara-San”, sólo dime “Suga”.

- De acuerdo… Suga…

- Ya que todo está aclarado, te daré una receta médica para que puedas sacar un justificante.

- Gracias, estoy muy agradecido. Bueno, con su permiso.

- Sí, vuelve pronto, me gusta tenerte como paciente – Suga me abrió la puerta – Nos vemos pronto.

Después de despedirme de Suga-San y Yachi-San, abandoné la clínica y fui a un parque que se encontraba cerca de mi casa. Ese parque es mi favorito, es realmente hermoso verlo en todas las diferentes épocas de año, además no va mucha gente así que me es muy cómodo estar ahí. Me senté en mi banca favorita, que se encontraba en la parte que todavía menos personas pasan. Por alguna extraña razón, esa banca siempre está disponible para mí, aunque tenga una de las mejores vistas.

Cuando hay tanta tranquilidad puedo pensar y leer con calma. O eso es lo que esperaba que pasara sino fuera porque un aroma ya muy conocido para mí se hacía cada vez más fuerte. Entonces giré mi cabeza y vi al idiota de quien resulta es mi pareja y a otro chico de cabello negro, que desprendía un aroma muy agradable también, caminando cerca de ahí, ambos con el uniforme de sus respectivas escuelas todavía; de seguro los muy imbéciles se saltaron las clases.

Me paré y empecé a caminar en la dirección opuesta a la de ellos, y entonces se volvió a repetir la escena de ayer.

-Akaashe Keiji.

El mismo idiota de ayer que me agarraba del mismo hombro que la vez pasada me estaba hablando hoy.

- Es Akaashi, y si me disculpas ya me iba.

- Oh, vamos, quédate un rato con nosotros. – Ahora el otro chico que no conozco me está agarrando del otro hombro – Mmm… Hueles realmente bien, ¿te lo han dicho? – Me lo dijo demasiado cerca de mi oído, haciendo que me estremeciera.

- No, y realmente no me importa.

- Hey, Akaashi ¿No me recuerdas? – El cabello de este chico se hizo para abajo ¿Pero qué mierda?

- Claro que te recuerdo, ayer no me dejabas salir del gimnasio. Fue realmente fastidioso.

- Sí, ese mismo soy. - ¡Aunque sea niega que lo recuerdas! - ¿Recuerdas mi nombre? - Su cabello volvió a ponerse puntiagudo

- No, lo siento, no soy muy bueno para recordar nombres y caras.

- ¡Akaashi! – Se tiró al piso y empezó a golpearlo mientras lloraba. Qué infantil.

- Discúlpalo, es un idiota que se entristece o emociona muy fácilmente.

- ¡¿Idio…?! – Levantó su cabeza al escuchar el comentario de su amigo.

- Yo soy Kuroo Tetsurou y él es mi Bro, Bokuto Koutaro.

- ¡Sí, el mismísimo Bokuto Koutaro en persona! – Se levantó y puso las manos en su cintura increíblemente rápido ¡¿No se supone que estabas deprimido hace un segundo?!

- Eh… Siento ser tan grosero, pero, ¿me puedo retirar? – “No soy muy bueno soportando idiotas como ustedes” quería decirles, pero tengo que mantenerme pacífico.

- Venga, no seas tan serio, vamos a platicar.

- Soy la persona menos indicada para tener una plática divertida.

- ¡Vamos a jugar voleibol! – Bokuto sacó una pelota de voleibol de su mochila - ¡Después de todo, a los tres nos gusta jugar voleibol! ¡¿Verdad, Kuroo?!

- ¿Usted juega voleibol, Kuroo-San?

- Sí, aunque no lo parezca, ambos somos vice capitanes de nuestros respectivos equipos.

- ¿En qué escuela está usted?

- Nekoma.

- ¡Oigan! ¡No me excluyan de la conversación! – Bokuto hizo un puchero.

- Bueno, Akaashi, ¿qué dices? ¿Vienes o no?

- …¿No se supone que deberían estar en la escuela?

- Lo mismo va para ti, ¿qué haces aquí? – El chico de cabello negro se acercó mucho a mi cara, haciéndome sentir incómodo.

- Tenía cosas que hacer, algo que no le importa.

- ¿Algo relacionado con el hecho de que hayas entrado en celo?

- Usted qué sabe, no es de su incumbencia.

- Venga, yo soy un Alfa como él, pero la diferencia es que yo tengo un excelente olfato y me doy cuenta cuando un Omega está, estuvo o estará en su celo, y déjame decirte que todavía tienes un poco de tu peculiar aroma de celo sobre ti.

Iba a decirle un montón de cosas en su estúpida cara sino fuera porque alguien nos interrumpió.

- ¿Por qué están susurrando? No escucho nada de lo que están hablando.

- Nada importante, Bro. Akaashi se siente cansado, dejémosle en paz.

- Pero yo quería jugar voleibol… - El chico se deprimió, dejando caer la pelota.

- Lo siento, Bokuto-San, será después.

- Por cierto, Akaashi, dame tu número.

Kuroo me sonrió malévolamente sabiendo que eso me molestaría. No quería dárselo, pero sería muy grosero de mi parte no hacerlo, así que, con todo el odio de mi ser, le di mi número, claro también se lo di a Bokuto.

-Te hablo después, Akaashi, hay muchas cosas de las que quiero hablar contigo.

- No faltes mañana a la escuela, Akaashi ¡Mañana hay práctica! ¡Ahora sí llegaré temprano!

- Usted no llegue tarde a la práctica, Bokuto-San. Fue un placer conocerlos. – Mentiroso – Espero que pueda volver a verte, Kuroo-San. – Espero jamás tener que tu horrible rostro otra vez – Si me disculpan, me retiro.

Notas finales:

¡Capítulo dos, terminado!

Se me hará costumbre subir el capítulo dos un día después del capítulo uno y actualizar una semana después cada vez... :v

Si se habrán dado cuenta, me encanta la idea de Suga como doctor :v

Un Kuroo como Alfa... Grrr <3

¡Gracias por haber leído! 

Espero leer más reviews hermosos :3 TwT

 


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