Se miró al espejo por milésima vez ese dia, llevaba un buen rato analizando cada parte de si y aun no se sentía satisfecho, por más que observara la imagen que le devolvía el espejo no podía encontrar respuesta a su gran interrogante: ¿Qué había de malo en él?
Miró su piel pálida, era un tono agradable y no le cabía la menor duda, ciertamente era más blanca que la de otros chicos pero no tanto como la de cierta persona odiada por él cuyo color de piel era tan blanco que lucía enfermizo.
Sus ojos: obscuros cual carbón y su cabello ni se diga, era tan o más obscuro que sus ojos además de que era muy sedoso y elegante.
Finalmente sus facciones masculinas aunque un poco delicadas por su condición de doncel, leves rasgos más finos en su nariz, ojos y boca junto a su escultural cuerpo, que lo hacían muy deseable a los ojos de los varones.
La imagen que le regresaba su espejo era de lo más sensual, él era de lo más sensual y siempre había estado convencido de que todo el mundo se daría cuenta de eso, pero parecía que se equivocaba.
Nuevamente una persona había osado decirle (aunque indirectamente) que no era tan sensual como el mismo pensaba, y si, nuevamente porque eso ya había pasado antes pero había aprendido a vivir con ello encapsulando esa situación y escondiéndola en lo más profundo de su mente, pero ahora que habían vuelto a desvalorar su belleza esos recuerdos habían comenzado a calar en él.
¡Por favor!, ¡Él era Sasuke Uchiha!, ¡El doncel de aspecto más pecaminoso de toda Konoha!, ¡Tenia a casi toda la población masculina a sus pies!, ¡Eso no debería afectarle!
Pero la verdad era que si le afectaba, más de lo que él estuviera dispuesto a admitir, aun a sí mismo.
Bufó recodando porque estaba así.
Mundo retrospectivo (esta mañana): On
Sasuke caminaba por las calles de Konoha despues de haber entregado el reporte de la misión, estaba cansado y muy frustrado, lo primero debido a la dificultad de la misión, no que hubiera sido la gran cosa pero habían tenido varios inconvenientes que lo complicaron todo, lo segundo no estaba seguro de porque era, simplemente durante la misión comenzó a sentirse inexplicablemente furioso, lo cual había sido uno de los inconvenientes que lo habían llevado a su actual cansancio.
Pateaba una lata que encontró por el camino para distraerse un poco, hasta que sintió miradas de lujuria que eran dirigidas hacia su persona, levantó la vista observando a varios varones que lo miraban con deseo, sonrió prepotentemente, sabia de sobra la atracción que ejercía sobre los hombres, incluso muchas chicas llegaron a mirarle de esa forma cuando la aldea no estaba muy segura si era doncel o no, le encantaba recibir esas miradas, pero siempre que eso pasaba un dolor en su pecho no lo dejaba tranquilo.
Paró al escuchar voces conocidas dentro de un local, dándose cuenta de que era Ichiraku Ramen se hacía una idea de quién podía estar allí, se acercó para comprobar sus sospechas.
Dentro del local estaban sus compañeros de generación, ocho de ellos lo acompañaron en la academia y los otros tres graduados un año antes se les unieron posteriormente, incluyéndose en el grupo ellos habían sido conocidos durante sus primeros años shinobis como “los doce de Konoha” debido a que eran los gennin que tomaban más misiones y solamente acompañados entre ellos, tal vez fueran de distintos equipos pero congeniaban bastante bien entre sí.
Se acercó un poco más pero siguiendo oculto, no quería que le vieran todavía.
—Demo... ¿Cómo estuvo su misión chicos?—preguntó una voz con dulzura.
Sasuke la reconoció al instante, indudablemente esa pregunta había sido formulada por Hinata Hyuga, el Uchiha sonrió de medio lado, la peli azul le había parecido un enigma prácticamente desde que la conoció en su primer año de academia.
En ese tiempo todos (incluso el mismo) pensaban que era un varón así que a menudo se veía en aprietos por su molesto club de fans, aun pensando que esa era su condición las chicas nunca le habían gustado (pensaba que formaría su familia con un doncel) y tener tantas admiradoras lo sacaba de quicio, pero la tímida heredera del clan Hyuga (que no podía dirigirle la palabra a nadie sin que su rostro se volviera más rojo que un tomate) nunca se había acercado con esas intenciones, las primeras veces que hablaron ella lo trató con extrema cortesía y un poco de temor (era un Uchiha despues de todo), pero lo que más le había impresionado a Sasuke de eso era que la chica no parecía tener ningún interés en el... y eso le encantaba.
Al principio no había pasado nada, pero con el tiempo se fue haciendo amigo de Hinata pese a las réplicas de su padre al verlo “socializar con el enemigo”, la chica era agradable aunque un poco difícil de tratar por su extrema inseguridad (la que poco a poco él fue desapareciendo), consiguió a su más grande confidente en medio de los seres que más odiaba en su existencia: las mujeres.
Aunque obviamente su madre nunca fue considerada dentro de ese grupo.
Dejo sus pensamientos dándose cuenta que se había perdido un buen trozo de conversación, aunque seguramente no era nada importante—Pero sigue siendo molesto—dijo una voz femenina un poco más gruesa que la anterior.
—Claro que no frente de marquesina.
—¿A QUIÉN LLAMAS FRENTE DE MARQUESINA?
—Yo no veo ninguna otra.
—CERDA
—FRENTONA
—CERDA
—FRENTONA
—CERDA
—FRENTONA
—YA CALLENSE USTEDES DOS O SENTIRAN LA FURIA DE TODAS MIS ARMAS
—Ha-Hai—dijeron nerviosas.
Sasuke suspiró resignado, esas peleoneras eran parte de sus ex admiradoras, Ino Yamanaka y Sakura Haruno, la única diferencia entre ellas (o al menos la que a él le importaba) radicaba en que la primera dejó de perseguirlo junto con resto de sus fans al enterarse que era doncel y que por lógica, se quedaría con un varón, mientras que la segunda, aunque un poco alejada, seguía suspirando por el esperando que fuera un doncel rebelde y se quedará con ella.
La verdad era que Sakura le daba un poco de lastima, era su compañera de equipo y tras convivir con ella había aprendido a preciarla (siempre que no estuviera acosándolo), pero la pelirosa debía entender que él no iba a corresponder sus sentimientos, su resistencia a aceptar que solo serían amigos iba a lastimarla mucho un dia de estos.
Desviando sus pensamientos de las peleoneras a la chica que intervino reconoció a Tenten, una castaña rebelde que a su parecer era más chico que chica, no solo por su vestimenta sino también por su actitud (aunque ella odiaba que le dijeran eso), no era un gran amigo de la castaña pero se podía decir que le agradaba, despues de todo Tenten nunca lo acosó ni acosará, eso le quedaba más que claro.
—Bueno... yo ya tengo que irme chicos—se escuchó la dulce voz de la Hyuga.
—Te acompañamos Hina—se escuchó una voz enérgica.
Sasuke se hizo a un lado para que los que salían no lo notaran, su amiga Hinata regresaba a su casa acompañada de los que eran sus compañeros de equipo.
Uno era Shino Aburame, el heredero del clan de los insectos, nunca pero nunca le había visto bien la cara y seguramente tampoco lo haría en un futuro pues parecía que con el tiempo se la tapaba más, no era que le importara claro.
El otro era Kiba Inuzuka, miembro del clan de los perros (o canes, como ustedes prefieran), era doncel igualo que él y novio así como prometido de Shino.
Esos dos no le agradaban del todo (no le agradaba mucha gente) pero si cuidaban de su querida amiga cuando él no podía por él estaba bien.
—Nosotras también nos vamos—escuchó a Sakura.
—Sí, hoy es dia de entrenamiento femenino—dijo Tenten.
—Bueno Tenten—habló Ino—tú no eres precisamente femenina.
— ¡TE MATO INO!, ¡TE MATO!
La rubia salió corriendo siendo seguida por una castaña con deseos homicidas y una pelirosa preocupada.
—Neh, esas chicas no cambian—dijo una divertida voz risueña que hizo a Sasuke sonreír.
Indudablemente era la voz de Naruto, un rubio hiperactivo y atolondrado que se autoproclamaba su mejor amigo desde tiempos inmemorables (no admitiría que eso le agradaba), Naruto era heredero del clan Uzumaki ya que su madre es Kushina Uzumaki (de quien saco el carácter)”El Demonio Sanguinario” además de ser hijo del Yondaime hokage Minato Namikaze (de quien sacó la apariencia) eso sin contar que como el mismo Naruto es un doncel, ese rubio es tratado por todos como un principito.
— ¡SU LLAMA DE LA JUVENTUD ES MUY FUERTE!
Otra voz conocida, Rock Lee, un chico hiperactivo totalmente obsesionado con el ejercicio y un corte de cabello así como traje ridículo.
—Cállate Lee—dijo una voz irritada que lo hizo fruncir el ceño—deja eso de la llama de la juventud.
Reconocería esa voz donde fuera, Neji Hyuga el genio de su clan aunque perteneciente a la familia secundaria, el varón y persona a quien más odiaba en todo el mundo ¿La razón? Realmente ya no la recordaba, solo sabía que odiaba al castaño con toda su alma y que eso no iba a cambiar nunca.
—Ñam, ñam, déjalo vivir Neji ñam, ñam.
Ese no era otro que Chouji Akimichi, el futuro líder del clan de los glotones (como el solía llamarlo), a veces pensaba que ese chico era un barril sin fondo.
—Que problemáticos son ustedes—dijo con pereza.
Indudablemente ese debía ser Shikamaru Nara, no había persona en todo el mundo con más pereza de él, futuramente seria el líder de su clan y según Naruto cuando él se convirtiera en hokage el Nara seria su consejero, no veía como eso podía terminar bien.
—No seas aburrido Shikamaru, mejor cuéntanos si ya te encontraste una novia para que te baje lo amargado—dijo el rubio pícaramente.
—Mendokusei, ya lo hablamos Naruto, no me gustan las mujeres, son chillonas y problemáticas.
—A ti todo te parece problemático... entonces un doncel
—Tampoco me gustan los donceles, son muy delicaditos.
— ¡Hey! Yo soy doncel y no soy para nada delicado.
—Esa ni tú te la crees.
— ¡Pero Shika!—aunque no podía verlo apostaba a que el rubio estaba haciendo un puchero—entonces un varón.
—Ya te dije que no Naruto, no me gustan las mujeres, no me gustan los donceles y mucho menos los varones, no tengo interés en ninguna forma de vida, ¿podrías dejar esa obsesión tuya por encontrarme pareja? Sé que tienes complejo de casamentero pero ya basta.
—Es que de nuestra generación eres el único aparte de Sasuke-teme que no tiene pareja o está enamorado, pero él tiene amantes de turno, tu ni eso—una punzada de incomodidad se instaló en su pecho al escuchar que su amigo decía aquello.
—Simplemente no hay nadie que me interese, no insistas más.
— ¿Ni siquiera una persona que te llame la atención?, ¿una persona que pienses que es guapa?
—Al menos no de esta aldea.
— ¿Me estas decidiendo feo?
—Tómalo como quieras.
— ¡Que malo eres!—exclamó—ya dime, onegai.
—Mendokusei... está bien, nombra a una persona y te diré las razones para no fijarme en ella ¿está bien?
—Hai—dijo con alegría—haber... Sakura-chan.
—Admito que es bonita, pero a mis ojos no deja de verse como una niña, si saliera con ella me sentiría como asaltacunas aunque tengamos la misma edad.
—Ino.
—Eso es casi incesto Naruto, me crie junto a Ino no puedo pensar en ella de esa forma.
—Hinata.
—Es muy tímida, ha cambiado mucho y ahora más segura de sí misma pero con los chicos sigue siendo igual.
Rendido con las chicas el rubio decidió comenzar con los chicos—Kiba.
—Tienes novio.
—Pero si no lo tuviera.
—Demasiado hiperactivo para mi gusto—dijo rápidamente—contigo es igual antes de que preguntes.
—Tamaru.
— ¿El doncel de ojos verdes?
—Sí.
—Muy irresponsable.
—Sasuke-teme.
A Sasuke le dio gracia que el rubio lo nombrara, seguramente el Nara diría algo como que estaba fuera de su alcance, si, seguro diría eso.
—No me parece tan atractivo como todos los varones insisten en decir.
¿Qué?, ¿No le parecía atractivo?, ¿El?, ¿Sasuke Uchiha?, ¿No le parecía atractivo?
— ¿Piensas que el teme es feo-ttebayo?
—No, solo digo que me parece una persona común y corriente, yo no veo que tenga algo tan extraordinario como para besar el suelo por cual camina como muchos de los varones de la aldea lo hacen, es solo un chico más.
Sasuke apretó los puños furioso por lo que acababa de oír: ¿común y corriente?, ¿No tiene nada extraordinario?, ¿un chico más?
El Uchiha subió al tejado más cercano y comenzó a saltar con rumbo a su hogar, no podía creer lo que acababa de escuchar.
Mundo retrospectivo: Off
Y fue así como llegamos a este momento, las palabras del Nara abrieron una vieja herida que él creía curada ¡Y LE ESTABA DOLIENDO HORRORES!, ¡EL NARA PAGARÍA POR HABER HERIDO SU ORGULLO DE ESA FORMA!
Le demostraría lo extraordinario que era Sasuke Uchiha, conseguiría tener a ese Nara a sus pies.
Y no le importaba que tuviera que hacer para conseguirlo.