Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Bloodless por Silence Tsepesh de Lenfet

[Reviews - 29]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Hola, aquí un nuevo capitulo, espero les guste.

El vampiro sabe que algo no está bien, sus movimientos son nerviosos. No debe tener más que unos cuantos siglos.  Lástima que se haya dado cuenta tarde.  Ni siquiera alcanza a verme, le giro el cuello hasta que todo truena. Eso no lo va matar obviamente, pero le dejara inmovilizado para poder clavarle la estaca.  Todo de una manera tan limpia, que es hasta aburrido. Clavo la estaca y dejo caer el cuerpo.


— Aburrido— con el pie termino por empujar la madera,   no pasan ni dos segundos cuando se convierte en cenizas.


— ¿Acabaste?— Sanya me observa de la entrada de la calle. Camino a él, limpiando mis manos entre ellas, como si me hubiera llenado de ceniza.


— claro. Con este van cuatro. ¿Serán las cosas más fáciles así? ¿Cuántos has encontrado hoy?— pregunto, impaciente. 


— tres…— se ve incomodo, bien, quizá para los demás no. He vivido demasiado para saber estas cosas solo con una mirada— estas llamando la atención, en los clanes una desaparición como esta no pasa desapercibida.


— Siempre llamo la atención—  le digo, sonriendo. Esto posiblemente ponga alerta a todo el clan, y se pregunten qué demonios está pasando.  Por eso es importante no dejar ningún rastro. No es tan fácil como lo hago parecer, solo es que para mí, todo es fácil— ¿Y Anya?


— Donde siempre— eso es cerca de la casa de Niko.  Si, es importante que no vaya nadie haya. Ya una vez fueron ahí, y aun no es momento de que vuelvan por allá— ¿de verdad vas a convertir a ese chico?


— Por supuesto, nunca rompo una promesa— ah, debe estar siendo realmente difícil todo esto para ti ¿no Sanya? Rompiendo todas las reglas con las que has vivido por siglos— ¿Qué clase de persona seria si rompo mis promesas?


— estas yendo demasiado lejos.


— quizás, pero no tiene caso retroceder en este punto ¿no crees? Sería ridículo— ya no  puedo regresar ni aunque quisiera— ¿Sabes? Estaba pensando que quizá querrías algo a cambio por todo esto.


—…— le sonrió— no has cambiado mucho.


— ah, hay cosas que nunca se olvidan. ¿Y bien?


— No, gracias.  


— Umm que aburrido— como si aun lo necesitara, me estiro como si hubiera estado sentado mucho tiempo.  


— Dime que vas hacer cuando comiencen a buscarte—   oh, sí.               No le he contado mis planes recientes a nadie— ¿Por qué exactamente dejaste a ese chico en la casa del humano?


— Para hacer más creíble todo. Cuando le diga que regrese, y él diga que anduvo por ahí ¿Qué crees que va pasar?


— No le van a creer— responde sin dudar. No, no van hacerlo después de que he matado a algunos de los suyos— y…— él me observa, comprendiendo— ¿crees que va hacerlo?


— por supuesto. Una semana encerrado ahí, él no va poner un pie fuera de la casa— y necesitara sangre.  En algún punto va perder el control, y tarde o temprano va acabar mordiendo a alguien. Y bueno, espero que ese alguien sea un chico medio gótico.


— no puedes saber si lo hará.


— no, no puedo, pero de todos modos… es mucho tiempo lo que se quedara sin salir y después de todo lo que estamos haciendo…


— van a buscar al humano. Soren…


— Shh, Shh. Las cosas no van a salirse de control. Irán, y quizá le hagan un aburrido juicio donde le querrán matar, pero ese momento no va llegar.


— es muy arriesgado.


— quizá, pero ah, di mi palabra que ese humano estaría vivo, al menos hasta que lo convierta, quizá lo haga ahí mismo, en ese momento.


— Soren, no puedes jugar con los demás de esa manera.


— arg, puedo y lo hago. Todos estarán ahí ¿no? tu mismo sabes cómo son esas cosas. Serán menos, y si luego entras tú, o Anya a “Salvar”— que palabra tan ridícula— a Niko, entonces… yo tendré la vía libre.


— que lo haga la chica.


— Bien, Anya será— aunque no creo que Niko se tome muy bien todo esto— el caso es que quizá a penas vean lo que paso, la mayoría va irse.


—si matas al líder… no muchos querrán pelear. Pensaran que tú serás el nuevo líder.


— ¡Qué horror! Ni pensarlo— finjo que me da escalofríos. Eso hace sonreír a Sanya— Los que quieran pelear tendrán el mismo fin…. Oh, espera…. Se me ocurrió otra idea.


— ¿ah?


— ¿Y que si en lugar de matarles les convenzo para que ayuden?— Sanya arquea una ceja— mira, son débiles, no conocen mucho. Y la lealtad puede comprarse con otra cosa más que con ridículas reglas.


— Entonces, o se unen a ti o los matas.


— Si. Más de uno debe tener quejas sobre el grupo ¿no? además, ellos no saben que no me quedare— Sanya se encoje de hombros. He estado cambiando de escondite, ahora nos quedamos en un abandonado edificio en el centro. Nadie nos ve cuando entramos.


— podría funcionar.


— claro que va funcionar. ¿Te olvidas de quién soy?


— Leif, Soren… quien sabe cuántos más—  sonrió, encarándolo, dejando nuestros rostros juntos.


— ¿Quién te gusta más?— le ronroneo, restregando mi cuerpo contra el suyo.  Escucho una maldición que me hace reír. Despacio recorro con la lengua el cuello de Sanya, esperando. Y como no pasa nada… le muerdo.   Casi de inmediato termino con la espalda al muro.  No me molesta ser tratado con rudeza. Le beso, aun con el sabor de la sangre, lo que hace que la lujuria solo aumente. La ropa es desagarrada, tanto la mía como la de él.


— Siempre tienes que salirte con la tuya ¿no?— le sonrió, enredando mis piernas en su cadera.


— Siempre— una de las cosas que más me gusta de ser vampiro, es el sexo. Ah, en serio… ¿Quién diría que poder recuperarse tan rápido podía ser útil de esta manera? Con los cuerpos pegados de esta forma, solo quiero perderme en un buen sexo. Mi espalda pega en el muro, hay dolor, pero me gusta un poco de dolor.  Casi grito cuando Sanya entra en mí, rápido, duro. Nada de caricias suaves, nada de palabras lindas. Solo sexo.  


— ¿Qué harás si viene alguien?— Me dice, no sé en qué piensa, dioses ¿Cómo puede pensar en algo más?


— ¿Quién va venir? Deja que los niños hagan lo que quieran—  le muerdo la oreja, obtengo un gruñido y un empujón más fuerte. Ah, si… debería buscar esta clase de compañía más seguido.


_____________________________________________________________________________


 


Niko sigue dormido cuando abro los ojos. No me fui de la habitación, y no me sorprendió despertar con un montón de ropa y sabanas encima.  La televisión está encendida, por lo que supongo que Niko despertó en algún momento del día.


— arg, por favor Niko— murmuro quitando un motón de pesados cobertores, a pesar de que no me escucha.  Su cara está más pálida de lo normal, y sus ojeras son más marcadas.  Umm, esto es malo… aun no sé si estoy molesto o feliz. Sería feliz  si Niko no hubiera hecho semejante tontería con la navaja. Verlo ahora me hace sentir culpable, porque es mi culpa  que ahora este así. Ah, claro también sería feliz si entendiera que fue lo que paso exactamente ayer con el beso.   Esta vez Niko no se va salvar de hablar, aunque tenga que encerrarnos en la habitación.  Pero antes, salgo de la habitación y bajo las escaleras en silencio— disculpe…


— ¿Si?— la empleada casi grita. Rayos, discreción, discreción.


— emm… Niko no ha estado comiendo. ¿Puedo tomar algunas cosas de la cocina?— no se cocinar, y no lo voy a intentar, solo voy a tomar cosas que ya estén preparadas.


— claro ¿quiere que caliente la cena también?


— Eso sería estupendo—  tomo una lata de jugo del refrigerador, y un paquete de galletas de chocolate. También tomo una manzana. Me espero uno minutos antes de que la chica me dé un plato hondo con algo que parece sopa. Pongo todo en una bandeja y regreso a la habitación. Cierro la puerta, y como no tengo nada que hacer me pongo a recoger las cobijas que están en el suelo. Niko murmura algo en ruso— ¿Qué?


— haces mucho ruido.


— oh, lo siento… no, espera, ¿estás despierto?


— No, idiota, sigo dormido— Niko se sienta, frotándose los ojos con fuerza. Sus ojos se quedan fijos en las heridas de su brazo— te dije que no te quedaras.


— Sí, bueno, no había otra habitación con televisión— por eso me quedo en esta, pero ahora no fue por eso— como sea, ten, come algo.


— No tengo hambre— me dirige una mirada desafiante. Pero dos podemos jugar a eso ahora.


— Comételo— le digo, poniendo la bandeja en sus piernas. Nos seguimos mirando, una guerra de miradas, que en otra época jamás habría tenido. Niko baja la mirada a la bandeja.


— solo porque es Borsch—  ¿Qué es qué? ni idea de que sea el Borsch, pero Niko se lleva la cuchara a la boca. La sopa, oh, eso es Borsch.   Sonrió, aliviado al verle comer algo— ¿vas a quedarte ahí parado?


— veré que comas todo.


— Idiota— Niko abre la lata y bebe.  Es un mentiroso, claro que si tenía hambre. Ahora ¿Cómo inicio el tema? Quería esperar a que comiera algo por miedo a que me arrojara la comida sin haber comido antes.


— ¿Cómo estás?


— bien.


— Niko, sobre lo de ayer…— el paquete de galletas hace mucho ruido cuando las abre. Niko me mira con diversión. Lo hizo a propósito, el ruido, lo hizo a propósito— ¿quieres escucharme?


— no, realmente no quiero escucharte. Si pudiera me largaría, pero adivino, no me vas a dejar salir— ¿Cómo lo sabe? Ah, sí... Estoy de pie en medio del camino a la salida. Es fácil sujetarle si intenta irse.


— no puedes  hacer esfuerzos, Niko.


— ¿y de quien es la culpa?


— ¡Obviamente tuya! ¿Cómo se te ocurrió semejante estupidez?— le señalo el brazo. Su ceño se frunce. Se acomoda mejor en la cama.


— porque eres realmente patético. No hubieras aceptado ninguna mierda que dijera. Y no iba a dejar que me mordieras el cuello otra vez, es demasiado marica.


— que no lo digas así. Pude haberte matado, ¿Qué si no me hubiera detenido?— le digo, cruzándome de brazos. Sé que Niko no me tiene miedo, ni a mí ni a Soren, ni a nadie creo.  


— pues solo hubiera muerto y ya. ¿Qué diferencia habría?— tengo que cerrar los ojos y suspirar. ¡Cómo me saca de quicio! No le voy a responder eso, para eso ya tengo una solución.


— ¿Por qué me besaste?— Niko se congela, literal. Sus ojos se quedan fijos en la bandeja.


— yo no te bese.


— si lo hiciste.


— no lo hice.


— Lo hiciste— la manzana va a parar a mi cabeza— tienes que comer frutas. Niko, te juro que no he pensado nada, quiero entender qué demonios está pasando.


— No está pasando nada— espeta. También quise hablar ahora porque Niko está cansado, no puede golpearme o irse por ahí. Incluso si está confundido es una ventaja.


— mira, ese beso…— Niko me fulmina con la mirada, pero yo continúo— fue genial. Es decir… no había esperado que tu…— Niko se lleva una mano a la cara, en un gesto claramente frustrado.


— arg, esto es insoportable. ¿Quieres cerrar la puta boca? Es demasiado marica—  con un movimiento rápido se levanta de la cama. Le veo perder el equilibrio unos segundos, pero se mantiene en pie, y camina a la puerta. Suspiro.


— Niko…—  le sujeto del brazo, pero se zafa de un tirón.  Ruedo los ojos cuando le sujeto otra vez, con más fuerza— deberías sentarte.


— Ja, ¿quién lo dice?— uh, odio tener que hacer esto con Niko. Con un poco de fuerza, le regreso a la cama, donde le obligo a sentarse. Claro, no fue cosa sencilla. Niko me pateo, y me golpeo en las costillas también— ¡Suéltame!


— Niko, en serio quiero que hablemos— me dirige una larga mirada, en serio gracias a los cielos que las miradas no matan. Él solo se cruza de brazos, y cierra los ojos— ¿estás ignorándome? ¿Niko?— Nada— ah, en serio estas siendo muy infantil— sus labios se ponen blancos. De seguro está pensando en un montón de insultos— bien, si no quieres hablar entonces no hablemos— le digo. No se mueve—  voy a besarte.


— ni se te ocurra.


—entonces no me ignores.


— hare lo que quiera y ya— suspiro otra vez. Le veo frotar el brazo donde le mordí.


— ¿Te duele?— pregunto, olvidándome del asunto principal aquí.


— arde, no es nada.


— en serio lo que hiciste fue insensato y peligroso.


— Me gustan las cosas insensatas y peligrosas—  dice, mas en un gruñido. Eso claro que lo puedo creer, le he visto hacer tantas cosas insensatas y peligrosas… oh…


— ¿Es por eso que me besaste?— pregunto, incrédulo. Lo que hizo… las drogas… se supone que soy peligroso también ¿no? y él…


— yo no te bese.


— por favor, Niko. Eso es un beso aquí y en cualquier parte del mundo, hasta un tonto lo sabe— a ver si con eso deja de repetir que no fue un beso. Eso fue un beso, y punto. Niko me dirige una mirada con los ojos entrecerrados.   


— Bien— se levanta otra vez, y me encara, su mano se aferra violentamente al cuello de mi camisa, creo que va a golpearme y cierro los ojos— Quizá  te bese, ¿Y? Eso no significa nada, así que deja de darle vueltas—  me suelta, y antes de pensarlo, escucho la puerta cerrarse.


— Oye…— gruño. Corro por el pasillo y llego justo antes de que cierre la puerta, la sujeto para que no se cierre, y forcejeo un rato con Niko y la puerta— No puedes decirme eso ahora, sabes, no puedes solo decir que no significo nada.


— sí, puedo. Con un carajo, Drew, suelta…


— Es obvio que fue algo— escucho un suspiro exasperado— No tienes que avergonzarte por besar a un chico— error, la puerta cede y me encuentro a Niko. Es obvio que no está avergonzado.    


— yo no beso chicos.


— ¿y yo que soy? ¿Un marciano?— lo digo con tal seriedad, que a Niko le cuesta no sonreír. Ah, en serio…


— ¿Por qué es tan jodidamente importante para ti?


— porque me gustas, tonto— quiero decirle que jodidamente no es una palabra, pero mejor en otra ocasión— ¿Cómo quieres que no sepa que paso? Quiero saber que está pasando entre nosotros.    


— Nada, ¿Qué tiene que…?— me inclino a besarle, quiero que deje de mentir. Ahora sí, Niko me golpea. Le veo limpiarse la boca— idiota.


— Niko…—  le miro mal, él también— Tengo ganas de besarte.


— tengo ganas de ahorcarte. 


— Niko, en serio, me gustas, pero a veces haces que me den ganas de golpearte— Niko ahora si sonríe.


— creo que eso ya lo hemos hablado— entro a la habitación, porque escucho a alguien caminando abajo. ¿Cuándo dejo de importarme que se enteraran? Me daba un miedo atroz que se dieran cuenta de que me gustaban los chicos, ahora eso me parece una tontería. Hay cosas peores que estar enamorado de un chico.


— ¿te desagrada? ¿Qué te bese?


— Si.


— Niko, que te bese un chico no te hace gay.


— ¿Y qué mierda me hace entonces?— está usando todo el sarcasmo que puede.


— ser gay no es un problema.


— ¿Quién carajos dijo que lo fuera?— cierro los ojos y me paso las manos por el cabello para no sentirme tan exasperado— eres un idiota.


— Yo no te gusto ¿Cierto?


— no.


— pero nadie te gusta.


— No— me muerdo para no hablar de más. Es complicado hablar de romance con Niko, ¿Romance? Creo que entiendo el problema de Niko con todo esto.


— Oye, no espero que todo sea color rosa— Niko arquea una ceja, se ha ido a sentar en la cama—  No te estoy pidiendo nada.


— ¿ah, no? Yo creo que me estas pidiendo demasiado.


— estas tomando esto como una broma— le digo, acusándolo. Él no me mira. Entiendo lo que dijo Victorie, Niko no es alguien que te vaya a golpear por cualquier cosa, aunque parezca que sí. Y lo que yo hago no le está molestando, más bien yo soy el que está molesto y con ganas de soltarle todo a Niko— Ya te dije que voy a quedarme contigo.


— Estúpida Ann.


— y en vista de que no me has golpeado tanto como esperaba, lo voy a seguir intentando.


— No es cómodo golpear a un marica.


— ¡Niko!


— ¿Qué? ¿Has intentado hacerlo? joder, no es algo que me guste hacer, a menos que seas tú—  dice, reclinándose.


— ¿Y eso que significa?


— arg, ¿Por qué todo tiene que tener un significado? Solo me gusta golpearte— me siento en la cama, observándole. Todavía esta pálido, pero tiene más fuerza, quizá demasiada azúcar con el jugo— te has vuelto menos marica.


— Eso es bueno— le digo, sin dejar de mirarlo.


— ¿Quién sabe? Antes eres un marica llorón, ahora eres un completo desvergonzado— viniendo de Niko, eso no suena tan mal— y no es un alago, imbécil.


— Contigo ya no sé.


— eres un maldito masoquista.  


— y tu un completo sádico—  Niko comienza a reír, ¡Eso no ayuda a desmentirlo!


—  Drew, Drew… en serio… ¿Qué mierda tienes en la cabeza? No te entiendo— ya somos dos, porque yo tampoco entiendo a Niko.


— ¿Puedo entonces intentarlo contigo?— debería decirle otra vez que no me iré, que seré la única persona que no se ira de su lado, porque simplemente no puedo estar sin Niko. Él solo se queda mirando al techo.


— Haz lo que quieras—  bueno, pudo ser peor.


— ¿puedo abrazarte?


— vete a la mierda.


— ¡Oye! Dejaste que Anya te abrazara.


— Ella es una chica— resoplo. Es injusto. Me quedo enfurruñado, mirando a Niko acostado. ¿Qué hare de ahora en adelante? Todo está en mi ¿no? siento que esto es un truco, algo en lo que no debería meterme, pero dios, se ha abierto una puerta que pensé siempre estaría cerrada.  Suspiro.


Bueno, al menos todavía tengo tiempo para pensar en esto. Niko no está enamorado de mí, eso lo sé bien.  Quiero besarle otra vez. Si por esto me termino convirtiendo en un masoquista, como dice él, lo hare sin dudar.  Pienso en el beso de anoche, en su sangre, ¿no haría eso por cualquiera? No, Niko no haría eso por cualquiera. No después de que le mordí antes. ¿Por qué tiene que ser tan complicado?


Al menos ahora sé que Niko si le tiene miedo a algo. Niko le teme a los sentimientos de los demás, le teme a mis sentimientos a tal punto que negara cualquier cosa que tenga que ver con ellos.

Notas finales:

Muchas gracias por leer, espero les haya gustado. Nos leemos la proxima semana.


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).