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Bloodless por Silence Tsepesh de Lenfet

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Notas del capitulo:

 

 

Bien, hoy les dejo por aca un capitulo un tanto intenso, recuerden que esta por terminar esta historia, y las cosas se iran rapido.

Gracias por leer <3

Escucho como se detiene el horno de microondas y una leve maldición de Niko. Intento distraerme viendo otra vez las cajas de las películas que Niko me dejo para que eligiera.  No quiero ver realmente una película, no cuando estoy cada vez más sediento.

 

— ¿ya elegiste?

 

— No quiero ver ninguna de estas— todas son de terror. No me gustan mucho. Niko suspira y me pone el tazón de palomitas en las manos para tomar la primera película de la pila que hice.

 

—  como digas. No he visto ninguna de todos modos— se aleja del sofá para ponerla y luego regresa. La sala esta oscura, y solo la luz de la cocina da algo de iluminación y eso porque las empleadas siguen aquí.

 

— uh… Niko…

 

— Cállate— los créditos comienzan. Suspiro, rindiéndome. El inicio es muy tranquilo, casi aburrido. Bueno, hay cosas mejores que hacer. Me reclino en el brazo de Niko, tomándole la mano. No será un cine ni una cita romántica. El calor de Niko es agradable. Me estiro para besarle, pero la mano de Niko me detiene— que molesto—  sisea, se desliza para quedar en el suelo.

 

— hey…

 

— Shh, estoy viendo la película—  ah, bien. No pasa mucho cuando siento que se reclina en mi pierna. Sonrió, ¡Es tan…! Estoy tan feliz. Aunque no sea consciente de lo que hace, entonces al menos es consciente de mi.   No creo que sea muy normal ver una película de terror con una sonrisa como la mía.

 

— ¿Por qué ella está sola?

 

— le mintió a su familia para quedarse y ver al tipo.

 

— ¿ese el novio?

 

— Drew, ¿no estás viendo la puta película?—mejor ya no pregunto. Alguien toca la puerta, y alguien está ahí, alguien vivo y por eso, lo ignoro.  Unos pasos regresan a la cocina, y otros se detienen ahí.  ¿Quién…? Oh, es la  nueva hermana de Niko. Uh, que no me oiga decir eso jamás.  Ella luce incomoda.

 

— umm… ¿Nikolai?— Niko pone pause a la película— traigo esto— parece un saco elegante— me ofrecí para traerlo, porque tu padre aun está trabajando—  Niko se levanta y lo toma, sigue a la cocina donde le escucho hablar  con alguien.

 

Él no le dice nada a Rebecca, regresa a sentarse donde estaba. La miro, ella parece perdida.

 

— ¿quieres quedarte? Estamos viendo películas— le digo, sonriendo. Niko no dice nada, lo cual pienso es bueno. Puedo ver que la cara de ella se pone un poco roja.

 

— ¿Puedo?

 

— Claro—  muevo la rodilla, dándole un golpecito a Niko.  

 

— Me da igual— aun así se espera a que ella se venga a sentar para seguir la película.  Espera ¿Qué hice?  Ya no puedo tomar la mano de Niko, ni acariciarle el cabello.   Demonios. Por fin le pongo atención a la película… y es horrible.  Demasiada sangre, muy falsa por cierto. No tengo miedo, pero sí que me hace pegar algunos brincos. A mi lado, Rebecca suelta uno que otro grito. Niko ni siquiera se mueve.

 

— Esa sangre es muy falsa— me quejo,  no tiene el color correcto.

 

— Claro, como sabes tanto de sangre—  la burla demasiado notoria en su voz.   Cuando comienzan a pasar las escenas sangrientas por las sobrenaturales, desvió la mirada, y me topo con la de Rebecca, está haciendo lo mismo.   

 

— Es un poco… tarde—  dice.

 

— Si quieres puedes quedarte— la película termina, y Niko se levanta— hay muchas habitaciones, solo llamare a mi viejo.

 

— Bien— Niko se aleja, llevando el teléfono.  Ella suelta un suspiro, y luego me ve, sus ojos evitan mi mirada, incomoda.

 

— ¿quieres palomitas?

 

— Voy a vomitar— murmura— me dijeron que pasara tiempo con él, pero esto es…—  suspira otra vez.

 

— En algún momento se cansara y pondrá otra cosa, descuida— no es la primera vez que vemos películas, aunque no lo hacíamos de noche.

 

— lo conoces bien ¿eh?

 

— si… ah, por cierto, se que te dijo eso sobre mí, lamento si fue un poco cruel contigo— su respiración se detiene.

 

— está bien… bueno, al menos no dejo que yo… que siguiera… como sea, no creo que este mal. Eres libre de hacer lo que quieras.

 

— gracias.

 

— ¿Cómo sabes que fue un poco cruel?

 

— ah, Niko es así casi siempre— me encojo de hombros. Ya no sé si es porque quiere o se le olvido que puede ser de otro modo. 

 

— Oye, que tienes que llamar a tu madre— Niko regresa, sentándose en el suelo un poco lejos de mí. Cuando  ella regresa, las películas continúan un buen rato, como predije Niko se canso pronto de esas películas y siguieron las de aventuras y misterios.

 

— ¿Qué haces?

 

— Shh— le sigo acariciando el cabello. Rebecca se ha dormido, hace rato que su respiración es lenta, sus latidos pausados.

 

— en serio…— se levanta, estirándose. Tiene un buen rato sin moverse, yo dejo de pensar al verle de pie— iré por mas palomitas— comienza a ir, le jalo de la mano libre y le atraigo a mí para besarle. Alcanzo a detener con la otra mano el tazón que iba directo a mi cabeza.

 

— ¿podrías dejar de golpearme cada que quiero besarte?

 

— Odio que me tomes desprevenido— su voz es un gruñido bajo.  Le beso otra vez, y él me empuja contra el sofá, pero no dejamos de besarnos. Besarse con Niko no es como un beso normal, es más una pelea por ver quien tiene y mantiene el control.  Su lengua roza uno de mis colmillos, me estremezco, apretándolo más contra mí.

 

— No hagas eso—  Niko me dedica una de sus sonrisas macabras. Esta sentado encima de mí, demasiado cerca para que me deje pensar con claridad.

 

— Estás sediento— no es una pregunta, me pregunto cómo lo sabe— ha pasado tiempo, y no creo que me mordieras como deberías.

 

— Anya dijo que pronto podría salir— Rebecca se mueve, dando un suspiro.  Ambos la miramos hasta que deja de moverse. Niko se levanta.

 

— deberías llevarla a una habitación.

 

— ¿Yo?

 

— ¿Qué no eres más fuerte que yo?— se está burlando— además, tú la invitaste— me dice, largándose a la cocina, y luego le escucho subir las escaleras con Mishka. Suspiro, mirando a Rebecca.  No es pesada, pero no tengo idea de cómo moverla.  En las películas es fácil…  tengo que hacer todo lo posible por no tocarle indebidamente hasta que llego a la primer habitación que encuentro y la dejo en la cama.

 

— Eso fue una venganza ¿verdad?— le digo a Niko cuando entro a su habitación.

 

— Por supuesto ¿para qué negarlo?—  Niko me sonríe. Yo también le sonrió.

 

— Niko, en serio… te amo— las palabras escapan de mi boca sin que las piense.  El rostro de Niko se vuelve inexpresivo. No, no... ¡Quiero morirme de verdad!  No sé cuánto tiempo pasa, bien pudieron ser unos segundos, o minutos.

 

— Es tu problema—  murmura.  Me siento en el otro lado de la cama.  ¿No fue tan malo que le dijera, verdad?  ¡Lo dije sin pensar!

 

— ¿tú que sientes…? Mejor olvídalo— no quiero saberlo, no aun, no cuando he estado casi imponiéndole mis sentimientos. Me siento incómodo con su silencio.

 

— Sigues siendo cobarde ¿eh?—  la verdad, sí— sabes que nadie me dice que hacer, hago lo que quiera y ya.   

 

— ¿Aunque sean cosas gay?— el pie de Niko se clava en mis costillas, sacándome el aire— lo siento, solo era una pregunta tonta.

 

—  Jamás te volveré a besar en tu miserable vida, estúpido intento de vampiro— sus palabras me hacen reír— no es broma.

 

—  Eso es algo muy rudo,  Niko, más cuando yo solo quiero besarte— sé que eso le va molestar. No me equivoco.

 

— tú…—  detengo su mano, como en la sala y le beso. No me besa, me muerde. Le sostengo las manos cuando hago que caigamos a la cama. Pronto nos seguimos besando. No quiero lastimar a Niko, y tenerle de esta forma…  ni siquiera sé que estoy haciendo.  Meto mis manos en su camisa, le siento temblar, y recuerdo que mis manos están frías. No sé cómo,  termino quitándole la camisa.  Su piel es clara, cálida, me gusta la calidez que tiene su cuerpo.

 

— Niko— suspiro, besándole el hombro. Cuando mi mano da con su pantalón, sus manos me sujetan de la cabeza y su frente se estrella con la mía.

 

— que te detengas  carajo.

 

— Maldición ¿otra vez?—  va a terminar teniendo una contusión si sigue haciendo eso.

 

— Lo mismo te digo, idiota— esta agitado, puedo oír su corazón acelerado— tienes un asco de control propio.

 

— ¿ah?

 

— Que llevaba un buen rato diciéndote que te pararas— me gruñe— pero que mierda, te dejo besarme una vez y ya crees que puedes hacer lo que quieras. No escuchas.

 

— Uh… lo siento—  veo una mancha rojiza en su hombro. ¿Yo hice eso?

 

— casi me muerdes. Y no tengo interés en ir más lejos, carajo Drew dame un puto respiro ¿quieres? Yo no andaba besando maricas como tú.

 

— ah…— tiene razón, claro. No había pensado que… bueno… para Niko no es normal estar besándome. Tengo que relajarme más con esto— pero no lo digas de esa manera.

 

— ¿y cómo quieres que te lo diga? ¿Cantando?

 

— me lo tomare con calma. Es solo que… es raro, no puedo pensar mucho cuando comenzamos a besarnos.

 

— eso no es novedad, aunque no te beses con alguien no piensas mucho— si seguimos adelante… ¿podría herir a Niko? no recuerdo haberle besado con tanta fuerza como para hacerle una marca, ni que estuve a punto de morderle. ¿Y qué pasa si lo lastimo con mi fuerza cuando…? 

 

Aún tenemos tiempo. De hecho, tiempo es lo que nos sobra ahora.

 

— ¿Puedo dormir aquí?— pregunto, Niko se está poniendo otra vez la camisa. Que no note la marca, porque se seguro me colgara.

 

—  ah, en serio eres un completo… haz lo que quieras— se acuesta, dándome la espalda.  Le atraigo hacia mí.

 

— intentare no sujetarte muy fuerte.  

 

— Siempre puedo abrir la ventana— puedo ver su sonrisa.  Apoyo mi mentón en su cabeza, oliendo el shampoo que usa, mezclado con su propio olor. Mi mano comienza a jugar con un mechón de su cabello.

 

— ¿Por qué dejas que haga esto?— le pregunto.

 

— ¿Otra vez con eso?— su voz suena adormilada— eres muy insistente. Aun no sé porque te dejo hacer todo esto. En serio…— bosteza— pensé en golpearte más, pero no funciona. Nada funciona contigo.

 

— te quiero.

 

— Tu problema— repite.

 

— Eres mi problema—  nuestras voces son apenas un susurro, estamos tan cerca que no hay necesidad de hablar más alto.

 

— quise golpearte— pero si me golpeo— además, dos chicos… no es común, no es lo que esperan los demás. Yo nunca hago lo que esperan los demás— tiene razón— odio que seas amable conmigo.

 

— supéralo.

 

— y me gustan las cosas peligrosas.  Aunque tú no des miedo, sé que eres un peligro. Podrías matarme. Siempre me han atraído las cosas que pueden matarme—  pienso en las peleas, en las drogas…

 

— ¿y soy un vampiro?

 

— un vampiro marica, cobarde e idiota— Niko se queda callado, yo no digo más tampoco.  Niko tiembla un poco. Estiro la mano y jalo la sabana para cubrirnos. No me cabe duda de que quiere morir. ¿Cómo puedo dejar que siga siendo humano con tal deseo en mente? Ya soy afortunado de que no se atreva a dañarse directamente.  Siento que todo comienza a pesarme, no tarda en amanecer.

 

Cuando Niko sea vampiro…

 

Cuando despierto, Niko no está, pero no me sorprende.  Le escucho  en el piso de abajo, hablando con su padre.  Es curioso, debería sentirme mal por hacerle lo mismo que a mí, por alejarle de su padre y su nueva familia, pero no me siento mal.

 

— Buenos días— le digo, cuando entra. Hace unos segundos le había escuchado venir.  El me sonríe, dándome una mirada divertida.

 

— y yo que pensaba que no tenias sentido del humor.

 

— tú sentido del humor incluye acuchillarme, y no es precisamente divertido—  le digo. Niko rueda los ojos.

 

— solo lo hice una vez, no es para tanto. Luces mal— me siento un poco mal, pero aun soporto la sed— estaba pensando en Ann, no se ha aparecido por aquí, ¿crees que salió algo mal?— no, no se equivoquen, Niko suena esperanzado, no preocupado.

 

— Creo que nos hubiéramos enterado— le comento, tomándole la mano. — ¿y Rebecca?

 

— Se fue por la mañana— observo a Niko, pensando en la chica. ¿Niko se comportaría igual si estuviera saliendo con una chica?  Por la forma en que me besa, es difícil imaginarle— Drew…—  le atraigo, sin dejar de mirarle. Ambos escuchamos un ruido, la mano de Niko escapa de la mía.

 

— ¡Hola!— Anya aparece otra vez colgada de cabeza, y se deja caer en un giro, cayendo elegantemente de pie. Niko suelta un resoplido, y se deja caer en el sofá puff— ¿están bien?

 

— no estás muerta.

 

— yo también me alegro de verte Niko— sonríe, peinando con la mano sus cabellos. La miro interrogante,  ella me sonríe— me envía Soren. 

 

— ¿Y?— Pregunto cuando ella no continúa. Miro de reojo a Niko, se ha puesto a leer.

 

— vengo por ti, es hora de que regreses— ¿ya?  No puedo evitar mirar directamente a Niko, él no me ve.

 

— esto…

 

— tenemos que irnos ya, deberías pasar a beber algo antes de dirigirte a los túneles. Hay vampiros por algunos puntos, así que te guiare por donde puedas ir seguro—  entonces… ya no hay vuelta atrás ¿verdad? Esto es el último pasó del plan de Soren.  Ya no quiero irme, he estado muy feliz aquí, no me importaría ocultarme por siempre en la habitación de Niko.  ¿Y si las cosas salen mal? Soren me va a meter en problemas,  incuso… ¿Qué pasa si muero? Mi muerte no me daba miedo, hasta ahora.

 

— Bien— no miro a Anya, sigo mirando a Niko, pero él sigue sin voltear. Por favor, voltea, voltea.

 

— Vamos— Anya me toca el brazo— Nos vemos pronto, Niko— dice, Niko hace un ademán de adiós con la mano. Anya salta por la ventana— Drew, anda. 

 

— Niko…

 

— Nos vemos, Drew— dice. Reprimo mi deseo de ir y besarle.

 

— Hasta luego—  saltar por la ventana me produce mucho esfuerzo mental, porque todo lo que quiero es regresar. Sigo a Anya por las calles. ¿No puedo ni siquiera tener una despedida con Niko?

 

— solo porque no te ame como quieres no significa que no te ame.

 

— ¿Qué?

 

— Nada—  Anya sonríe. Esa sonrisa…

 

— ¿¡Nos escuchaste!?— ella solo sonríe mas. Es muy… perturbador.  Ni siquiera he sentido su presencia por aquí, ni un solo ruido por la calle.

 

— ¿de qué te sorprendes? Mi deber era asegurarme de que tu no salieras, y que Niko estuviera a salvo. Me hubiera gustado ver como intento molerte a golpes.

 

— eh…

 

— lo tiene todo contralado ¿no?

 

— ¿Qué se supone que voy hacer ahora?—  no le pasa desapercibido que cambie de tema quizá muy notoriamente.  

 

— volverás y dices que estabas en casa de tus padres. Juraras que nadie sabe, y que ellos no estuvieron. Tus padres no estaban, me tome la libertad de responder su mensaje.

 

— ¿Qué?... sabes, mejor olvídalo— ni siquiera sabía que mis padres no estaban.

 

— ¿y cómo porque me quede entonces? Es una escusa muy tonta. 

 

—Soren dice que no es raro que se desaparezcan vampiros algunos días, di que extrañabas el mundo actual, tu vida anterior.

 

— Bien— no estoy convencido de que funcione.  Anya me hace cambiarme la ropa en mi departamento, y luego me dice  por donde debo ir. Camino despacio a solas. ¿Qué se supone que debería hacer ahora? No le pregunte que más debo hacer, o que va a pasar.

 

— ¿Drew? Oh, santo cielo—  murmura Isolde apareciendo de pronto atrás de mí— ¡¿Dónde estuviste?!

 

— en…

 

— No importa, ven— me jala del brazo, recorriendo muy rápido las calles que me faltaban para llegar a los túneles. Me hace entrar igual de rápido— pensamos que habías muerto.

 

— ¿eh? ¿Por qué?— tengo un mal presentimiento.

 

— Tu presencia es realmente débil por ser un recién converso y…— se queda callada mientras pasamos por los túneles— han estado matando miembros del clan.

 

— ¿Qué?— mi voz suena horrorizada en los túneles. Entonces, eso estuvo haciendo Soren.

 

— las cosas están realmente tensas,  estamos vigilando. ¿Dónde estabas?

 

— En casa— la respuesta sale automática. No puedo creer que… me da un escalofrió pensar en que mientras estuve de lo lindo con Niko, aquí las cosas se pusieron realmente feas— me siento raro aquí, sin la tecnología.

 

— ah, Drew…—  se calla, su cara gira a uno de los túneles. Me hace caminar, casi correr hasta mi habitación— ¿no viste nada raro?

 

— no.

 

— ¿Seguro?—  muevo la cabeza. La puerta se abre, y veo a Donovan ahí. Isolde se queda callada. Algo no está bien, no sé cómo lo sé, pero algo no anda bien, Soren no me dijo nada de matar vampiros antes de… no debí confiar en Soren, maldición.

 

— Acompáñame—  estoy a punto de mirar a Isolde, pidiéndole algún consejo, pero es obvio. Me levanto, Donovan espera hasta que salgo. Actúa normal, finge que no sabes nada. ¡Pero realmente no sé nada!— ¿Dónde estuviste?

 

— En casa… mis padres no están, y esto es difícil…—  ¿Qué mas iba a decir? No puedo pensar, maldición.

 

— Creí haberte dicho que no podías hacer esas cosas— ¿lo dijo? ¿En serio lo dijo? No me acuerdo, esto esta saliéndose de control ¿o solo son mis imaginaciones?

 

— Lo siento— murmuro— no volverá a pasar.

 

— no, no pasara de nuevo. Drew, ¿Cómo crees que se mantiene el orden en un clan tan grande?— ¿es un truco o algo? Niego con la cabeza, no encuentro mi voz. Seguimos caminando, no reconozco esta parte de los túneles. Alguien camina atrás de nosotros, puedo sentirle.  Donovan se desvía a un lado y señala una puerta. La habitación esta vacía, no hay nada— castigos, Drew.

 

— ¿ah? ¡Espera!— la puerta se cierra. Alcanzo a verle un poco antes de quedarme a oscuras. Me arrojo contra la puerta— No entiendes, esto no… ¡esto no es necesario!— golpeo la puerta.

 

— ¿Pensaste que era tan fácil engañarnos, Drew?

 

— ¡No se dé que estás hablando!— no pueden saberlo, no pueden ¡Todo esta arruinado si lo saben!

 

— tienes ese olor… sabias que estaba prohibido contarle a los humanos. Incluso viste lo que paso…— un suspiro— pensé que serias más listo— ¿de qué está hablando? Apenas me lo pregunto, lo recuerdo, sus palabras conectan en mi mente.

 

— Niko…— dejo de golpear la puerta, horrorizado— ¡No lo sabe! ¡No lo sabe!—  la puerta es realmente pesada, ya tiene abolladuras y no las hice yo.  Castigo… esta es…— ¡No le he dicho a nadie!— vuelvo a gritar, pero no tengo respuesta. ¡Esto no es parte del plan!

 

— vigila.

 

— ¡Espera!— no creo poder hacer algo con la puerta, y aunque lo haga, afuera hay alguien, yo nunca he peleado… me dejo caer de rodillas, sujetándome la cabeza con desesperación.

 

¿Qué demonios paso? Niko… no.

 

— él no lo sabe— mi voy ya es un susurro.  Debo… debo hacer algo, luchar, gritar, ¡Algo!   Esto no puede estar pasando, Soren… Soren me juro que Niko estaría bien, que no le pasara nada. Abrazo mis rodillas.  Anya esta cuidándole ¿no? Niko va estar bien, TIENE que estar bien aun si yo no vuelvo a salir. Podría pedirle a Isolde que le lleve una nota o algo, que le diga a Soren lo que paso y que haga otro plan.

 

Eso no me calma.  ¿Cómo saben de Niko? No pudieron espiarnos. ¿Solo es una deducción? Si es así, esto esta más podrido de lo que pensé.

 

Si le llegan a hacer algo a Niko… seré yo quien los destruya. 

Notas finales:

Muchas gracias por sus comentarios, nos leemos la siguiente semana.


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