Todoroki jamás entendía la forma en que su relación con Bakugou había cambiado en tan poco tiempo alternándose en una extraña forma grata de convivir juntos ¿Tal vez era que siempre estarían unidos por los sentimientos que compartían por Izuku? O ¿Sería la forma en que todo se había vuelto más tranquilo luego del secuestro de Katsuki y Shouto le había ayudado? Sea la razón que fuera, ya no era la misma relación que habían iniciado cuando entraron a Yueei. Shouto era consciente de los cambios de Katsuki. Uno de ellos era que el rubio no saltaba salvaje y amenazadoramente exigiendo pelear con él mientras lo asesinaba de mil maneras con aquella mirada tan intensa y llena de enojo que solía dedicarle. Tal vez aún seguía manteniendo ese ceño fruncido, pero era algo que era parte del rubio, o al menos Shouto trataba de no tomarlo personal desde que habían comenzado a compartir más después de todo Bakugou no era alguien que soliera tener buenas relaciones sociales, pero a diferencia de él, Todoroki sabía que el chico explosivo atraía a la gente a su alrededor. De una manera u otra, al igual que Izuku tenía un aura que no podía evitar que las personas en su entorno se mantuvieran junto a él, incluso con su actitud que parecía como si se hubiera tragado una bomba de ira. Otra cosa que Todoroki no podía negar que este seguía comportándose de una manera totalmente violenta y su boca no había cambiado para nada, era tan sucia y llena de obscenidades como lo había conocido, incluso Shouto había considerado regalarle alguna especie de diccionario pero seguramente terminaría envuelto en una pelea sin sentido, incluso si estas habían cesado en su gran mayoría, tanto que en ese momento caminaban uno al otro como si hubieran sido amigos desde años y no solo hace algunas semanas. Aquello se había vuelto una pequeña rutina que ninguno había proyectado. Aun así, había algo que llamaba la atención del chico de heterocromia y lo intranquilizaba notoriamente ese día, no es que solieran mantener conversaciones con Bakugou, es más, su relación se basaba en insultos y altanería de parte de ambos. El rubio siempre le decía que era un hijo de puta arrogante, pero Todoroki jamás intento serlo, más bien solo salía natural, tras su forma lógica de pensar. Pero Bakugou lo tenía intranquilo. No era usual ese silencio en él.
─Perdón que lo pregunte, pero ¿Está algo mal contigo, Bakugou? ─Se animó a preguntar incluso a sabiendas que tal vez el rubio le reprochara o lo ignorara rotundamente. Su voz fue monótona, neutra, seria, pero no por ello significaba que ciertamente estaba preocupado por el chico. No le molestaban los silencios que se tornaban entre ellos y la caminata hacia sus casas que compartían, nunca había sido incómodo, es más, muchas veces le había agradado tenerlos. Por ejemplo, Todoroki recordaba aquellas veces en que ambos se encontraban en la azotea en la hora de almuerzo, díganlo cosa del destino o propia costumbre de ambos al encontrarse en aquel lugar. El joven de cabellos bicolores solía sentarse a leer algún libro mientras dejaba que el aire calara agradablemente, entonces Bakugou se quedaba sentado, recostado y silencioso, sumido en la comodidad. No le había dicho jamás al chico nada, pero muchas veces había notado la mirada carmín fija en él. No le molestaba. No era incomodo en ninguna forma. Era como si Bakugou intentara descifrar alguna duda que recorría su cabeza, y él no le negaba el que llegara a la respuesta que necesitaba.
─Tch… preocúpate de tus asuntos, dos caras hijo de puta. ─soltó de mala gana sin detener su caminar, pero Todoroki sabía que algo andaba mal con él. No sabía porque, simplemente este había estado actuando extraño en torno a él─. No seas una perra curiosa y solo sigue moviendo el culo. Quiero llegar a casa antes que el sol se oculte. ─Masculló en un gruñido estruendoso.
─Has estado actuando extraño durante todo el día, ¿Será que finalmente te has animado a decirle a Izuku lo que sientes? ─Esta vez Bakugou se detuvo de golpe, Todoroki pudo notar como la tensión se mantenía en sus puños apretados y temblorosos ¿Qué era aquello, ira, dolor o confusión? ¿Cuál había sido la respuesta que había obtenido de Izuku? Todoroki no podía negar que cada actitud incomprensible de Bakugou llamaba su atención, y no era solo en ese momento, aquella curiosidad había aparecido hace algunas semanas y él no podía más que prestar atención a cada una, buscando alguna respuesta de lo que causaba cada una.
─¿A quién mierda le importa lo que haga con mi puta jodida vida amorosa? Deja de preguntar mierdas y cierra la puta boca dos caras o juro que voy a romperte el culo… ─soltó. Todoroki no se inmuto ante el insulto, no le importaba, ese era el Bakugou de siempre. Solo ignoro aquello para comenzar a caminar una vez más.
─Entonces, supondré que he acertado al dilema que tienes. ─Aclaro suavemente antes de pasar de largo al chico que controlaba las explosiones. Pero entonces sintió el tacto, tan cálido, una mano apretándose contra su piel alrededor de su muñeca, con ala suficiente fuerza para detenerlo. Se detuvo antes de voltear y posar toda su atención en su compañero─. Bakugou ¿Qué estás…? ─Las palabras que estaba a punto de decir quedaron atrapadas en su garganta para nunca salir, su mirada descansó en Katsuki. El rubio había desviado su mirada para no darle frente “Extraño” pensó para sí mismo Todoroki, puesto que el ajeno solía enfrentar todo, y sobre todo cuando se trataba de él. Las mejillas de Bakugou estaban tan rojas que podrían competir con su propio color de ojos tan intensos, y hermosos, como si le hubieran incrustado dos piezas de rubí en ellos, pero no era solo eso. Él realmente parecía afectado por algo. Algo que se le dificultaba gritar como hacía con todo. Si algo había aprendido del chico frente a él es que lo único que se le dificultaba decir, era cuando se trataba sobre expresar emociones o sentimientos que no fueran la frustración o el enojo mismo. Todoroki no pudo más que fruncir el ceño en cuanto a la situación, él jamás había sido bueno entendiendo a los demás o socializando con otros además de Izuku ¿cómo debía reaccionar a esta escena? Y aún más ¿por qué estaba pensando en que el chico que tenía frente a él, sujetando su muñeca y con esa expresión tan poco común en él, debía aceptar que se veía encantadoramente lindo. Pero no podía olvidar las muchas veces que este actuaba como un completo idiota con todo el mundo. Sus sentimientos eran contradictorios.
─Sólo cierra la puta boca por un rato, maldito empollón. ─Soltó en un bufido, pero al momento en que los ojos del rubio se posaron en los de Todoroki, sintió como su cuerpo se estremecía. Aquella mirada estaba cargada de algo llamado determinación y no estaba seguro de si era bueno o malo el que gustara de aquella avasalladora sensación.
Desde hace algún tiempo no podía dejar de pensar en lo que significaba Bakugou para él. Le agradaba su compañía, ciertamente, aunque este fuera demasiado ruidoso muchas veces. Le gustaba las peleas que compartían en los entrenamientos, no sabía cuándo había llegado al punto de dejar de molestarle que este lo retara, era un tiempo en que ambos podían compartir. Y sin negar que tal vez, también aprovechaba para sentir el aroma que provenía del rubio. Y le agradaba definitivamente la expresión que estaba poniendo en ese momento, esa expresión de vergüenza pura y la lucha incontable en debatirse si decir lo que deseaba o no decirlo.
─Escúchame… fui rechazado hace unas semanas por el estúpido Deku. ─admitió con cierta frustración, incluso notó un deje de enojo mientras veía como el ceño de Bakugou volvía a fruncirse.
Un ligero “Oh” escapo de los labios de Todoroki, miro atento al ajeno esperando que prosiguiera puesto que parecía que no quería solo decir su fracaso con el chico que había amado desde que era un niño.
─Él dijo… “Me gustas Kacchan…” y me miro con esa puta mirada que tanto odio, como sintiendo maldita compasión por mí ¿Quién mierda se cree ese nerd de mierda? ─habló el rubio, esta vez Todoroki no entendió nada. Su cara mostraba la perplejidad que sentía. Eso no había parecido en ningún momento un rechazo ¿Verdad? ¿Entonces por qué estaba diciendo lo contrario? El tono de las mejillas del rubio frente a él aún no se disipaba. El problema con ellos es que habían empezado ambos enamorados de la misma persona, ambos tenían sus razones con respecto a Izuki y seguramente en este momento Bakugou seguía pensando que los sentimientos que tuvo alguna vez por el chico de abundantes pecas en el rostro seguían tan fieles como antes, pero Todoroki había empezado a pensar diferente, había cambiado, sus sentimientos también habían pasado una metamorfosis en cuanto su extraña relación con el rubio explosivo había iniciado. Ya no miraba a Izuki, al menos no de la misma manera que alguna vez había hecho. Ya no sentía nada más que mera amistad por su compañero, por ese que lo había salvado de cierta forma. En cambio, su interés había despertado curiosa, necesitada, por la horrenda personalidad de Katsuki. Trago despacio un poco de saliva, nunca fue bueno consolando a otros, ni si quiera a él mismo, y había tomado aquella muestra de sinceridad como una necesidad de reconfortamiento necesitad por Bakugou. Al menos, si no podía siquiera decir sus propios sentimientos, tal vez no estaría mal dedicarle una muestra del pequeño cariño que había ido tomando para con él. Pensó las palabras que debía decir en aquel momento, pero en cuanto su boca se había abierto rápidamente fue obligada a ser cerrada e ignorar las cursilerías que había visto en películas que podría decir cuando un chico había sido rechazado por el amor de su vida.
─Al principio pensé que estaríamos saliendo después de que admitió que sentía la misma mierda que yo, pero entonces ese jodido Deku se atrevió a decirme “No puedo salir contigo, Kacchan… Tú, en realidad no estás enamorado de mí. ─Todoroki podía imaginar la escena, el rostro de tristeza de Izuku y esa sonrisa forzada tratando de darse a él mismo ánimos. Izuku siempre pensaba en los demás, era su fortaleza─. Tienes que confesarte a la persona correcta. Te he visto, Kacchan, solo tienes que darte cuenta quien es la persona que te gusta realmente” y sin más, Deku salió corriendo dejándome jodidamente confundido. ─Aquello había hecho un pequeño clic en el poseedor de la heterocromia “Entonces esa era la razón de que pareciera perdido en sus pensamientos…” pensó para si mismo esperando la continuación que estaba dando Katsuki─. ¿Puedes creerlo? Jodida mierda, pero él tenía razón… ─admitió con cierta molestia de reconocer que alguien aparte de él mismo tuviera razón y que él lo aceptara.
Todoroki suspiro algo confundido nuevamente.
─No estoy entendiendo mucho a lo que quieres llegar, Bakugou. ─Cuestiono mirándole con curiosidad.
─Joder, a lo que quiero llegar es que… no me gusta Deku. ─El rubio había mordido ligeramente su mejilla como si no quisiera volver a exponerse frente a quien había considerado su rival por mucho tiempo. Soltó su muñeca, y por algunos segundos Todoroki pudo sentir una escasa timidez escondida en el movimiento─. Tch… como sea, maldito dos caras, cabeza de leche de fresa, escúchame atento porque no pienso soltar esta estupidez otra vez, creo que me gustas… ─Soltó antes de voltearse y comenzar a caminar con las manos metidas en los bolsillos del pantalón. Todoroki abrió los ojos, sus mejillas prendidas por un carmín adornando su piel blanca. Hubiera esperado cualquier cosa menos aquello. Estaba tan sorprendido. Pero una extraña sensación recorría cada parte de su cuerpo y Quirk. Sabía que Bakugou no le pediría una respuesta, no directamente. Había sido bastante para él declararse, he incluso sintió como este vociferaba pequeños insultos a su persona “Puto shouto, si te ríes de mí juro que patearé tu culo de hielo”.
Todoroki observo la espalda del rubio erguida por su forma de caminar, sus ojos aún seguían ligeramente abiertos por la sorpresa que la confesión recibida había dejado en él. Una sonrisa de medio lado ocupo sus labios antes de encaminarse nuevamente y alcanzar a su compañero “También me gustas, torpe” pensó divertido por la forma extraña en que Bakugou tenía para confesarse. Al menos esperaba que la forma en que lo hacía no fuera la razón por la que Izuku lo rechazara.
─Entonces… ¿Estamos saliendo ahora?
─¿Ah? ─Todoroki noto las mejillas ardientes mientras su rostro se mostraba hostil gritando─. Cierra la boca, yo no he dicho que quiera salir contigo.
─Pero admites que te gusto.
─¿Quieres que explote tú cara? No repitas esa mierda, es vergonzoso. ─habló en tono alto antes de patearle en el muslo. Si este hubiera querido le hubiera tirado bastante lejos, pero era un movimiento sutil. Juguetón.
─Aunque lo digas, te veías completamente lindo cuando lo dijiste. ─No lo decía en forma de burla, su voz se mantenía seria y neutral, era como si estuviera analizando los rasgos de Katsuki. Le gustaba Bakugou. Su compañía se había vuelto necesaria en su vida diaria, y sus sentimientos hacía él realmente le hacían feliz.
─¿No piensas dejar de joder, dos caras?
─Ya te he dicho que tengo nombre, puedes usarlo ¿sabes? Hay que hablar de nuestra relación. ─explicó. Pudo escuchar al rubio soltar un bufido y maldiciones bajas antes de extender su mano al aire. Todoroki la observo por unos segundos consternado. Nuevamente algo que no había esperado de Bakugou.
─Como sea, eres un dolor en el culo Todoroki… Pero a quien le importa… Joder este tipo definitivamente siempre tiene que estar diciendo lo obvio ─Murmuró lo último. Todoroki correspondió el gesto del chico de ojos carmín y podría jurar que sintió un pequeño estremecimiento proveniente de Bakugou. Este no miro jamás en su dirección en el transcurso de la caminata hacia sus hogares, pero Todoroki se sentía feliz, aún más feliz que cuando pudo reconciliarse con su madre “Entonces ¿Así se siente ser correspondido por alguien que te gusta?” se cuestionó en silencio dejando que la brisa del atardecer y el silencio envolviera el ambiente.
Todoroki sabía que su relación había cambiado. Ambos seguían manteniendo fuertes sentimientos por Izuku, y siempre estarían atados a ellos, pero en una forma diferente. Si no hubieran sentido aquello por aquel chico, jamás habrían encontrado el agradable sentimiento de estar junto al otro. A Todoroki le gustaba Katsuki, de tantas maneras, su carácter de mierda, su preocupación escondida por sus compañeros, y aunque ninguno diera nombre a lo que comenzarían a crear desde esa tarde el sentimiento era mutuo. Aquel año escolar definitivamente sería interesante.