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Talking to the Moon por Mare

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Notas del fanfic:

Mi primer fanfic de BTS.

Espero les guste.

Notas del capitulo:

Esta historia nació luego de escuchar la canción de Kream “Talking to the Moon” por lo que les recomendaría que la escucharan y tal vez así puedan prever de que trate la historia.

 

Prólogo.

 

 

If ever there comes a day

When your hear my voice in your dreams…

 

 

Namjoon se colocó lo primero que encontró en su armario, se miró en el espejo arreglando su cabello ahora rubio y comprobando que no iba tan desgarbado o muy bien vestido se dio ánimos así mismo. Esa noche saldría con su mejor amigo y actual ex novio, Kim Seok Jin. Tal vez estaba siendo algo arriesgado porque solo hace unas semanas habían terminado la relación en acuerdo mutuo, no era que aún le doliera el hecho de que Jin dejara de ser su lindo novio, o bueno, tal vez un poco, habían estado juntos como pareja por cuatro años y tres meses para que hace unas semanas se terminara todo y decidieran dejarlo atrás y continuar solo como los mejores amigos que primero fueron. Era frustrante.

 

Sacudió la cabeza ya harto de pensar en lo que ya debería empezar a superar. El timbre empezó a hacer eco en toda la casa y sin más se guardó la billetera y las llaves en la chaqueta. Abrió la puerta y se encontró con la cabellera castaña (Casi pelirroja) de Jin, su buzo de cuello alto y aquel abrigo rosado que se lo había comprado en una de las tantas salidas al centro comercial en sus tiempos de ocio le provoco nostalgia al recordar el por qué se volvió a teñir el cabello.

 

— ¿Listo? — le dijo con una sonrisa legre en sus belfos. Suspiro extrañando los viejos hábitos como los besos de bienvenida —Siempre estoy listo, princesa— contesto revolviéndole los rojizos cabellos juguetonamente, Jin frunció los labios en desaprobación y luego le reclamo diciéndole que le había arruinado su perfecto peinado, Namjoon se guardó su comentario de “Tu eres perfecto sin importar que” no quería que la bonita atmosfera que habían construido se fuera por el caño solo por sus estúpidos sentimientos aun sin sepultar.  

 

Caminaron por las calles un tanto transitadas en armonía, a pesar de que era Jin quien mayormente hablaba y él solo asentía o contestaba  monosílabos con una pequeña sonrisa en los labios. En pocos minutos llegaron a su destino, una taberna ambientada en lo rustico. Entraron tranquilamente y se sentaron en la barra aun en medio de la plática sobre lo aburrido que había sido el discurso de final de semestre.

 

Pidieron primero unas cuantas cervezas, brindaron y siguieron con la charlando. Se rieron por los desastres que había hecho Namjoon tras intentar hacer su maqueta solo, eso de que rompía todo lo que toca era prácticamente literal y el compañero del proyecto del rubio lo tuvo que aprender de la peor manera. Namjoon se avergonzó y trato de disimular su sonrojo mientras se tomaba la cuarta cerveza y mientras lo hacía Jin se reía como foca epiléptica, algunos pares de ojos se posaron en ellos más a ninguno de los dos les importo, estaban pasándola muy bien los dos juntos así que los demás no importaban.

 

—Creo que ya hemos tomado suficiente — susurro Jin luego de beber su segundo vaso de vodka, el menor asintió al sentirse ya un poco mareado, se peinó sus cabellos rubios y miro la hora, era tarde también y aunque estar con Jin lo estaba animando el hecho de que llevara más alcohol a su sistemas podría ser peligroso, no quería que en un arranque de borrachera le pida a Jin volver a ser su novio o decir cualquier estupidez, no podía arriesgarse.

 

Miro al pelirrojo a los ojos, pagaron sus tragos y salieron igual de tranquilos como entraron, ambos iban al lado del otro, Namjoon con las manos en sus bolsillos y Jin envuelto en su abrigo. La atmosfera seguía siendo cómoda a pesar de que el rubio seguía sintiendo ese estúpido picor en su pecho desde que Jin toco su puerta. Las calles esta vez iban un poco más vacías, más nunca faltaban aquellos que salían a fiestas o los que buscaban solo un lugar en el cual divertirse. Y entre esas personas había un hombre barbudo vestido de una manera casual junto con un sombrero, se le acercaba a los jóvenes y si ellos querían les leía la suerte o el futuro o algo así escucho Namjoon.

 

Cuando estaban pasando  por la mitad de la cera y pronto pasar por el semáforo para seguir unas cuadras más hasta su apartamento aquel hombre se cruzó en el camino y miro al rubio con un brillo en los ojos indescriptibles, Jin dejo de caminar al igual que él y antes de inventar cualquier excusa para evitar aquel encuentro aquel hombre barbudo hablo — ¿Quisieras que te lea el futuro, joven? — dijo con una sonrisa.

 

Namjoon iba negar ¿Por qué habría de hacerlo? No estaba de mucho humor como para escuchar a personas y sus supuestas lecturas de lo que se avecina y mucho menos pagar por ello —Claro— sin  embargo y en contra de todo pronóstico fue Jin quien contesto por él. El rubio miro a su acompañante sorprendido y con una ceja claramente marcada demostró su desconcierto.

 

Seok Jin rodo los ojos y saco una de sus manos de sus bolsillos y se la paso al del sombrero —Anda, ¿Que podrías perder? — ¿Mi dinero tal vez? Pensó viéndolo aun con los ojos entre cerrados y su ceja expresiva. El barbudo sonrió ampliamente ante la afirmativa y con sus manos grandes y ásperas sujeto la mano morena del más alto, examino las líneas pasando sus dedos por estar y al hallar lo que buscaba sonrió triunfante como si hubiera encontrado algo impresionante —Oh vaya, mira lo que tenemos aquí — susurro para sí mismo. Namjoon iba a preguntar que qué le parecía gracioso, pero de nuevo fue Jin quien lo interrumpió.

 

— ¿Qué es lo que ve, ajusshi? — Dijo interesado el medio pelirrojo — ¿Ves estas líneas de aquí? — Dijo señalando el costado de la mano, tanto como Namjoon y Jin asintieron, uno más emocionado que el otro —Son cachorros — respondió. El rubio se quedó quieto un minuto y evito bufar ante lo dicho, en serio que habían perdido tiempo solo para esa “Definición de su futuro” — ¿Y cuantos van a ser? — Fue Jin. Namjoon iba a cerrar la mano para evitar más tonterías, pero antes de hacerlo, el del sombrero da un apretón en el centro de la mano y le dirige una mirada cálida, una que lo hace temblar, era como si viera a través de él.

 

—Con su llegada, no, incluso antes. Serás muy feliz. Más de lo que imaginas, Namjoon— susurro su nombre a tal grado que solo él lo escuchara, un escalofrió recorrió su cuerpo y la bruma lo empezó a consumir, se quedó mirando al hombre con curiosidad y miedo al tiempo, este por su parte soltó su mano y aun sonriente decidió marcharse —Qué descansen, jóvenes—  fue su despedida y así como había llegado se alejó, desapareciendo por el camino contrario entre los demás cuerpos de los peatones y las luces de los locales de una ciudad ahora nocturna.

 

— ¿Crees que en la cabaña de tu abuelo haya una perrita? — la pregunta de su acompañante lo distrajo de su sorpresa y lo volteo a mirar sin comprender hasta que recordó la palabra cachorros y su mente hizo click.  —Puede ser, tal vez por eso el abuelo quiere que vaya— dijo recordando su plática pasada donde le contaba a Jin que su abuelo le había pedido el favor de que en estas vacaciones fuera a cuidar la cabaña que queda en los bosques de la ciudad.

 

Siguieron conversando en lo que queda del camino hasta su apartamento. Namjoon froto sus manos dentro de sus bolsillos recordando que por lo menos no gasto dinero por cosas tan random. Al llegar al frente de su edificio el más alto decide llamar un taxi para que Jin llegue seguro a su casa aunque este se renegó al principio, termino aceptado porque Namjoon es algo terco y porque Jin odia caminar de más.

 

—Te voy a extrañar— dijo de la nada Jin a su lado mientras esperaban el taxi. El corazón de Namjoon de agito y aunque quería hacerse creer que aquello era porque ambos eran los mejores amigos que siempre han sido inseparables, muy en el fondo de su pecho se hacía ilusiones de que el peli rojo quería volver a su noviazgo tanto como él. Antes de que de su boca salieran palabras que luego se arrepentiría el claxon del taxi se escuchó mostrándolo parqueado frente a ellos.

 

Se tragó sus avariciosos sentimientos y con una sonrisa un poco forzada encamino a Jin hasta la puerta del taxi. Antes de que el mayor subiera a este Namjoon lo detuvo de manera suave —Cuídate y suerte con la florería de tu madre — hablo mostrando sus hoyuelos de manera sincera. Seok Jin le sonrió de vuelta  con sus ojos a medio cerrar, como todas sus sonrisa brillantes —Como si la necesitara — dijo sarcástico — Cuídate tú, trata de no romper nada — se burló —Y también regresa  completo el siguiente semestre. Recuerda que ya es el último— El rubio respondió con una risa avergonzada y la felicidad lo inundo al saber lo mucho que Jin se seguía preocupando por él.

 

Eres su mejor amigo, sería estúpido que no se preocupara por ti.

 

Y ahí estaba la voz de su sub consiente haciéndolo caer en la realidad de nuevo. —No te preocupes, puede que sea un desastre pero sobreviviré— dijo tratando de ignorar el nudo de su estómago —Yo veré— Jin le sonrió como despedida y le dedico una mirada significativa. Y sin más el taxi arranco y él se quedó ahí parado sacudiendo su mano en el aire.

 

Cuando el frio hizo mella en sus huesos decidió que ya era hora de entrar a su apartamento. Saludo al portero amablemente y espero a que el ascensor llegara. Estando ya dentro de su hogar camino lentamente hasta su cama, se quitó la chaqueta y la tiro en algún lugar del piso, iba a hacer lo mismo con el resto de su ropa, sin embargo noto que detrás de las cortinas que hondeaban por las corrientes de aire se asomaba su fiel amiga y confidente.

 

En el cielo oscuro se dejaba ver una luna aun sin ser redonda del todo, más eso no la detenía para brillar e iluminar con su polvo plateado el resto de las estrellas quienes la acompañaban protectoras de su belleza astral. Namjoon se acercó al balcón, entro en el pequeño espacio y apoyo sus brazos en el barandal, la miro con cariño recordando la tantas veces que se la pasaba horas conversando con ella, contándole sus penas, sus dichas o simplemente contándole todo lo que se guardaba y necesitaba decir.

 

La miro con tristeza y con un suspiro decidió contarle todo lo que le causa nostalgia en esos momentos, tardando así unas cuantas horas.

 

Y con el corazón en la mano como cada vez que habla con ella se preguntó en voz baja si habría alguien que lo escuchara al otro lado. Se froto su rostro y luego de darle una última mirada, al menos por esa noche, se fue a dormir, el día siguiente tendría que arreglar las maletas para salir de la ciudad e ir a aquella cabaña ubicada en el bosque.

 

Tal vez estando lejos de Jin y de todo lo que le recordaba a él pudiera olvidarse de sus sentimientos e iniciar de nuevo.  Tal vez haber aceptado ir a la cabaña haya sido lo mejor.

 

Notas finales:

Espero les haya gustado.

Este es solo el prólogo, el siguiente es ya el primer capítulo y consigo comenzara la verdadera historia (Y también aparecerá Suga)

Ojala hayan escuchado la canción que allá en notas del capítulo les deje el link ya que fue con ella que me inspire en escribir esta historia, sin más, gracias por leer y espero leernos en la siguiente actualización.

 

(Me disculpan si hay algún error de cualquier clase)


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