"Este es un sueño que durara hasta la muerte..."
-¡Alcemos todos las copas! pues hoy mi hijo cumple 16 años de edad- Decía un hombre de traje con algunas canas visibles, tal vez de unos 40 y algo años de edad. Los presentes alzaban el fino cristal, otros simplemente aplaudían. Alargados, estirados y tan amargos como ellos podrían ser.
-! No lo soporto ni un poco!- Exclamo con voz baja, respectivamente el joven a quien iba dirigido tanto alboroto. Deshizo un poco el nudo de su lustre lazo.
Baekhyun, hijo prodigio de una acaudalada familia. Ojos color avellana y cabello castaño, cuya piel blanca hacia rechinar aún más. Adornada con un toque carmesí en sus mejillas. Era él de una figura estilizada, como un príncipe de barroco se presentaba.
"Aquello se convertiría en el punto de obsesión de muchos caballeros"
- ¿Qué dices Baekhyun? ¿Acaso presenta una molestia para ti que tu padre haya hecho esta fiesta en honor al más precioso de sus ángeles?- Pregunto un rubio de unos ojos azules, quien llevaba un negro noche. Sus ojos eran dos gotas de mar capturados en aquella cavidad ocular, era de altura media y de porte galante... El bello rostro de la maldad.
-No Junmyeon, no es eso- Murmuro, mientras paseaba sus vista por aquellos que la rodeaban- Puedo asegurar que la mitad de ellas ni me conocen o yo a ellas, y la otra mitad, solo están aquí para aparentar ser mi amigos, cuando por dentro me detestan. No soporto vivir en este mundo de mentira...
"Mi eterno lirio lloraba, sin saber que aquel mundo hubiera sido mejor que este"
-Pero hay personas que si estamos porque le queremos. No llore mi bello señorito- Junmyeon limpio delicadamente con sus dedos las lágrimas del rostro ajeno, deslizando su mano con sutileza hasta la suya, depositando un pequeño beso en el dorso de ésta. No le quedo más que suspirar, todo en su mundo era perfecto, incluido él.
Todos los invitados se concentraban en su propio mundo, cada uno distinto al otro. En uno se hablaba del dinero y en otros, posiblemente se mencionaban propiedades. Con un pequeño estropicio, la puerta principal enchapada en plata se abrió. Todas las miradas fueron robadas por aquella figura que traspasaba el gran arco central.
Un hombre de baja estatura, quien era el chaperón oficial, anuncio:
-! Damas y caballeros! De Europa- Inglaterra, el Duque Dominick.
Aun siendo sostenido por la mano del otro, Baekhyun se permitió mirar al recién llegado duque. Un hombre de traje negro y de ojos azabaches. Aquello llegaba a los 1.87, se permitió calcular. Caminaba con la misma elegancia de un felino, una negra pantera. Su muñeca izquierda era rodeada por un fino reloj suizo y en el dedo anular de su mano derecha, llevaba un anillo de oro puro, con una enorme incrustación de un zafiro azul.
"Los ojos de la maldad eran iguales aquella piedra preciosa"
Las mujeres del lugar solo veían boquiabiertas al buen mozo que pasaba en frente de ellas. El galante caballero extendió su mano, la cual fue besada por una de las doncellas.
-Bienvenido mi duque- Dijo la misma joven, mirando de forma seductora al presente, inclinándose hasta que su escote fuese ligeramente visible. Baekhyun rodo los ojos, tan típico de Lady Lee, pensó para sí mismo. Dando una leve reverencia, el hombre se dirigió a su objetivo.
-Feliz cumpleaños. Mi señorito- Dijo el recién llegado, besando la mano de Baekhyun, ganándose la mirada casi suicida de un rubio por ahí presente.
-Gracias Duque- Respondió cortésmente. Estaba sorprendido, pero debía guardar la compostura. El hombre solo asintió, para luego chasquear los dedos.
-! Traigan el regalo!- Ordeno sin dejar de mirar fijamente a Baekhyun, el pequeño hijo de ByunOh delicioso infierno...Y las puertas centrales volvieron abrir, dejando entrar a un grupo de hombres con trajes negros quienes cargaban un gran y al parecer, pesado envoltorio. A simple vista no se podía apreciar su contenido, pero fue lo suficientemente grande como para dejar a todos los presentes curiosos, incluido al más bajo.
"El regalo maldito..."
La muy cacareada celebración del año seguía su curso. De aquel bello duque no quedaba rastro, ya no estaba presente.
Baekhyun de cierta forma se sentía algo ahogado con tanta charlatanería, así decidió salir del lugar tan sofocante.
-¿A dónde vas?- Pregunto con cierta autoridad Junmyeon, el cual había detenido el paso del castaño tomándolo por su muñeca.-Necesito tomar aire- Respondió Baekhyun.
-¿Puedo acompañarte? Junmyeon le miraba con aquellos ojos azules que tanto le encantaban, pudo ver un poco de esperanza en ellos. ¡No! Grito en su mente.
-Lo siento pero... prefiero ir solo- Diciendo esto, Baekhyun continuo caminando. No quería que Junmyeon lo acompañara, pues de cierta forma, él también hacia parte de ese grupo de personas que lo sofocaban.
"Pronto él podría ser tu salvador. Nunca debes menospreciar a las personas... ¿No lo crees?"
La joven de cabellos cafés, decidió ir a los jardines exteriores. Desde muy pequeño le encantaba visitar tales jardines. Estaba perdido en su propio mundo, hasta que sintió un leve estruendo. Era extraño que en los jardines se provocara un ruido. Decidido se puso en pie a ver de quién o qué, podía provenir tal importuno.
-Maldito silenciador. –Escupió con molestia en los jardines exteriores del lujoso recinto.
-¿Quien anda ahí?-Pregunto una joven dueño de unos bellos ojos cafés. El alto maldito por segunda vez en la noche, mientras rodeaba los ojos. Perfecto Park, nuevamente la cagaste -¿Duque? –Y ahí estaba esa voz chillona de nuevo.
-Señorito Baekhyun- Respondió algo calmado el Duque Dominick, ocultando ágilmente el arma en su traje.
-¿Que hace aquí? ¿Acaso se encuentra usted perdido?- Pregunto nuevamente de forma ingenua Baekhyun. Oh pequeño, si supieras.
-! Oh! Me atrapaste- Decía con una media sonrisa el alto- La verdad es que este tipo de fiestas no son completamente de mi agrado- Tal revelación sorprendió a la peli café, pues el duque mostraba un aire tan sofisticado, que nunca imagino que tuvieran ese gusto compartido.
-Lo comprendo, para mí tampoco- Le respondió Baekhyun con una pequeña sonrisa. Todo en él parece ser muy pequeño, menuda mierda Park, menuda mierda...
-Pero esta fiesta es un poco diferente- Comento el Duque Dominick acercándose un poco al más bajo. -¿Diferente?- Pregunto evidentemente nervioso el otro.
-Sí, porque gracias a ella, te conocí a ti. Créeme, no en todas las fiestas tienes el gusto de conocer a un lindo pastelito como tú. Esas son cosas que te abren el apetito fácilmente- Contesto descaradamente el duque, mientras acariciaba con su mano la mejilla de Baekhyun. Ahora es el momento donde finge sonrojarse. Pensó con sarcasmo el duque, joder, no puede ser, aquí viene. Dos pequeñas manchas rosadas aparecieron en el rostro ajeno.
Baekhyun se había perdido en la penetrante mirada del alto, muchos hombres habían intentado cortejarlo, pero ninguno de la forma tan descarada como el Duque Dominick ¿quién se creía que era? Aunque extrañamente, aquello...le agrado.
Pero todo fue interrumpido por una enorme explosión que provenía de la sala central. Las personas corrían y gritaban desesperadas, algunas enraban en pánico. Del bello recinto no quedaba rastro, solo se veían objetos volando de un lado a otro.
-¿Que fue eso?- Baekyun cuestionaba con pánico mientras intentaba enfocar su mirada- Mi padre y madre deben de estar allí adentro!-Intento mover sus delgadas piernas o lo que su cuerpo le permitía. Se encontraba desesperado ¿Y si su padre estaba ahí? ¿Y si no volvía a verles? Y si... No, no podría soportarlo.
-¿Qué crees que intentas hacer?- Pregunto el alto mientras tomaba de la cintura al peli café.
-! Mis padres están allí dentro! –Respondió con bastante obviedad intentando zafarse de los fuertes brazos del duque- ¡Suelteme! – ¿Quién se creía este hombre qué era? Pero haciendo caso omiso, lo llevaba cargado en sus hombros hasta el estacionamiento.
-Súbete- Dijo el alto con voz fría y cortante, mientras era depositado en el piso, sin delicadeza alguna.
-¿Cómo que me suba? !Mis padres están allí!- Grito nuevamente. Para entonces, no le importaba verse como un histérico o perder el decoro, sus padres estaban allí adentros y debía volver por ellos.
- Que te subas- Ordeno apuntándolo con un arma. El joven abrió sus ojos como símbolo de sorpresa. El duque había resultado ser... esperen ¿Quién era? No lo sabía, lo único que entendía era que aquel alto joven la apuntaba con un arma, sin temblarle la mano un poco...Sin emoción alguna.
Aquellos ojos divertidos, pasaron a ser siniestros y lúgubres. No le quedo de otra que subir. Y antes de que cerraran la puerta, Baekhyun vio como un carro se llevaba a su padre amordazado. Estaba algo golpeado y sus ojos reflejaban el mismo miedo. Su padre, quien siempre había sido un hombre serio y recto. A pesar de ser cariñoso con su familia, nunca mostraba sus emociones con otros, pero un aparente secuestro puede cambiarlo todo. Su padre con su tranquilidad lo calmaba, pero verlo perdido en desesperación, no mostraba nada bueno.
-!Papá!- Grito Baekhyun antes de que el auto bajara la puerta, ahogando su desesperado grito. Respiraba de forma agitada y su cabeza le daba vueltas. Era el fin, lo sabía.
-¿Que le van hacer?- Preguntaba entre lágrimas el peli café. Pero el otro no contestaba, solo mantenía su mirada fija en el camino.
-Lo mataran ¿Verdad? Conteste lo que le digo- Baekhyun en un momento de desesperación, jalo del traje al otro.
-No me toques- Sentencio fríamente el alto sin dejar de mirar la carretera. ¿Cómo podría ser tan frío?
- Y para ti soy Park- El joven no sabía qué hacer, intentaba callar sus sollozos, pero simplemente no podía, solo pensar en que sus padres podrían estar muertos la llenaba más de angustia y desesperación.
-Ya para de llorar princesita- Dijo el tal Park.
-...- Baekhyun pronuncio palabra alguna, solo seguía inmerso en sus propios pensamientos. De pronto observo como los objetos encontrados ene l camino cambiaban. Estaba en un lugar distinto, ya no había mansiones ni condominios de clase alta, solo un barrio oscuro. Todas las casas se encontraban en mal estado y no había nadie. Ni una persona a la cual gritar para poder escapar. El auto se detenía lentamente. Park lo miro.
- Fin del camino- Formo una sonrisa sarcástica en su rostro- Bájate- Le ordeno mientras bajaba del auto aun con ese andar elegante.
Baekhyun no bajaba, tenía miedo- Lo había visto en miles de películas, sabía lo que vendría. Lo quería matar y dejar su cuerpo tirado en aquel sucio lugar, para después chantajear a sus padres !Oh sus padres! Los rostros de ellos golpearon la mente del joven. Sus lágrimas se incrementaron. Park abrió la puerta lateral.
-¿Tan estúpido eres que debo repetirte todo dos veces?- Park hablaba tranquilo, pero con una mirada que aniquilante. Al no tener respuesta suya, lo jalo fuertemente del brazo.
-Sal rápido- Torpemente salió del auto quedando arrodillado frente al alto. Logro amortiguar la caída apoyándose en la palma de sus manos. Le ardían y estaban llenas de tierra. Su traje para entonces estaba hecho un desastre también.
-Hasta aquí llegamos- Park le apunto con el arma. El peli café solo miraba con miedo. Era su fin, él...lo mataría
-Por favor, no me mate- Baekhyun suplicaba aun de rodillas, cuando sintió un frio metal en su frente, lo que le hizo tensar más su cuerpo. Cerró fuertemente los ojos, los cuales no habían parado de sollozar.
Park bajo hasta la altura del joven, para luego depositar un beso en el lugar donde antes lo apuntaba.
-Levántate- Le dijo el alto, casi en un tono ¿dulce? Baekhyun subió su mirada lentamente. Sus ojos se volvieron a conectar. El corazón de la peli café latía con fuerza. Sentía que sus ojos se podrían perder fácilmente en los del otro. Un agujero que te ínsita a irte en un mundo enchapado en sangre y amargura.
Sin advertirlo, Park lo tomo por el cabello arrastrándolo fuertemente hasta lo que parecía ser la entrada de una casa. El alto toco fuertemente aquel trozo de madera.-!Ábreme!- Gritaba.
Un hombre con dos tonalidades de cabello, abrió lentamente la puerta. Su mirada era igual a la del alto. Fría y sin emociones...
-Sehun bastardo ¿Porque no habrías?- Park entro con el joven aun por los cabellos, para luego tirarlo con fuerza al piso.
-! Ah!- Baekhyun emitió un sonido de dolor. Dolía, dolía y mucho.
-¿Nuevas presas Park?- Pregunto el peli teñido, mirando de forma divertida al joven adolorido- Y menudo trajecito el que lleva, eh
-Es peli café. Park ¿Puedo pasarle mi navaja por su rostro? Presiento que el rojo iría muy bien con su piel- Sehun se arrodillo para encarar a Baekhyun. Era sorprendente como alguien podía decir palabras tan espantosas, con una enorme sonrisa en su rostro. Sehun delineo con su dedo el perfil del bajo, observando atentamente la trastornada mirada del pequeño.
-Me encanta- Susurro con admiración. Baekhyun se acurrucaba en la pared, temblaba del miedo y sus ojos estaban hinchados de tanto llorar.
-Déjalo en paz- Park aparto bruscamente a Sehun, para luego levantar por el brazo al otro- Él es el hijo del hombre que mataríamos hoy.
-¿Qué?- Baekhyun intento cuestionar, pero la mano del alto sobre su boca, se lo impedía.-Cállate- Le dedico una mirada letal- Me encantas, pero solo cuando no abres esa boquita-Hizo un poco más fuerte su agarre- Sehun prepara una de las habitaciones, hoy quiero darme un festín.
Él temblaba; aparentemente no solo habían matado a sus padres, sino que intentaban violarlo ¿Qué más daño quería hacerle ese hombre?
-¿Crees que soy tu puto sirviente?- Contesto agriamente Sehun- Aquí no te puedes quedar Park- El mencionado se sentó en un banquillo con las piernas abiertas, dejando a un lado a Baekhyun.
-!Ah! Vale, Tu dime dónde quieres el disparo ¿En la cabeza o en tus pelotas?- Park apuntaba desde su asiento.
-No lo harías- Respondió firmemente Sehun- Pueden quedarse aquí hasta mañana.- Suspiro finalmente-
-Está bien- Park le lanzo las llaves de su auto- Quémalo, que no quede rastro de nada- Diciendo esto, el alto agarro del brazo a Baekhyun y lo metió en una pequeña habitación.
-Duerme bien pastelito-Park le lanzo un beso antes de cerrar la puerta. Y pensar que hoy era su cumpleaños.