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Inconsciente por BackAck

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Horas después Owen presenció una imagen que podría ser conmovedora para muchos, pero no para él. Jeremy se encontraba con el rostro sobre el pecho del alfa, su rostro reflejaba tristeza y esos débiles brazos se afianzaban a un cuerpo que no lo protegería.  Quizás fue muy hipócrita por parte del alfa preguntar qué había sucedido con el omega, claro que no sentía resentimiento alguno al hacerlo, al contrario, se sentía más aliviado ya que la ansiedad de Jeremy se había apaciguado considerablemente, pero eso no significaba que ese chico dejara de ser un estorbo y, para alegrar su situación, parte de él.


Owen suspiró con pesadez para luego tomar a Jeremy entre sus brazos y salir de aquella habitación, quería asegurarse de que su hermano no volviera a hacer una idiotez como la de ese día (a pesar de haber sido él quien se lo permitió) así que lo llevaría al tercer piso en donde se encontraba la habitación del alfa, quizás estaba pensando tenerlo en un lugar más seguro porque todo lo que sucediera con ese omega afectaba a la vida de Owen. En su trayecto por las escaleras el alfa no evitó ver la marca en el cuello de Jeremy y sintió pena por el chico, claro, tenía sentimientos. Quizás.


Incluso pensó que sería mejor que él se fuera de esa casa de una vez por todas, pero no podía dejar a "su" omega vagar libremente, al menos debía esperar a que la marca desapareciera de su cuerpo ¡Y claro que esperaba ese día con ansias! No soportaba tener sentimientos encontrados todo el tiempo, era como una ortiga en el culo.


—Marie, trae las pertenencias de Jeremy a mi habitación —mandó el alfa a la beta castaña quien siempre llevaba su medicina al chico y quien ahora tenía nombre. La chica solo inclinó la cabeza y fue hacia la ahora antigua habitación del rubio sintiendo cierta preocupación por lo que pudiera sucederle de ahora en más.


Mientras tanto el alfa llegaba a su propia habitación en donde las sábanas blancas manchadas con sangre de su hermano ya habían sido cambiadas por otras que inmaculadas se extendían sobre una cama king size. Owen observó al chico, su brazo izquierdo había adquirido una hinchazón horrenda que era acompañado de un tono entre morado y rojo, el cuerpo del omega fue dejado sobre las sábanas de Owen -luego él se aseguraría de que las cambiaran nuevamente- y su brazo colocado con delicadeza sobre una almohada, se escucharon un par de quejas venir de los labios de un dormido Jeremy y también unos intentos por mover el miembro herido, pero sin resultado alguno.


Owen salió de la habitación tomando su teléfono móvil y marcando un número de su lista de contactos de emergencia, esperó a que contestara mientras observaba a Marie venir con unas cestas que contenían ropa, hizo un par de señas a la chica y ella inclinó su cabeza nuevamente al pasar al lado del alfa que ahora parecía desesperado por el maldito tono de espera.


Marie ingresó a la habitación del hombre y observó al omega descansando sobre aquellas mullidas sábanas, se sintió algo reconfortada al notar que el chico se veía más tranquilo cerca de su alfa, entonces llegaba a ella una duda ¿Por qué el señor Johnson no defendió a su omega cuando lo necesitaba? A pesar de que ella era una beta no era un secreto que los alfas y omegas enlazados compartían más que una marca, entonces no encontraba respuesta concreta a la pregunta planteada.


Horas más tarde un médico se encontraba tratando nuevamente al brazo del omega, Jeremy había despertado encontrándose en una habitación desconocida pero que olía a su alfa, eso lo tranquilizó y supo entonces que estaría seguro en aquel lugar, le recetaron algunos analgésicos y antiinflamatorios, que ayudaron a menguar el dolor cuando hicieron efecto. El galeno no preguntaría nada a ese alfa sobre el estado del omega o sobre el yeso que se le había caído bajo una situación muy sospechosa.


—Solo deberá guardar reposo por unos días —le dijo el médico luego de tratar sus heridas, Owen asintió aún con el ceño fruncido, no podía creer que ese omega le diera tantos problemas como para tener que contratar a un médico a domicilio que seguramente le costaría dinero. Más del que gastó en el hospital la última vez.


Hizo que una de las mucamas despidiera al galeno y echó un último vistazo a la habitación en donde se encontraba el chico para luego ir hacia la segunda planta de la mansión y continuar con su trabajo, para su mala suerte se encontró con su detestable hermano y no, no era Enos, sino que era Ivan quien iba con una gran sonrisa de oreja a oreja mientras que llevaba una bolsa de papel entre las manos.


—Owen, ¿sabes dónde se encuentra Jeremy? —preguntó ya que lo fue a buscar a su habitación pero no lo encontró, creyó entonces que su hermano al fin había tenido un poco de pena y lo había quitado de esa claustrofóbica habitación.


—¿Qué quieres con él? —lo dijo sin dejar de caminar hacia su oficina y siendo seguido por un enérgico alfa de cabellos castaños.


—Es que acabo de llegar de un viaje y encontré por el camino una casa que vendía quesos de todos los tipos ¿sabías que hay un queso llamado casu marzu que se hace poniendo larvas de mosca en el queso de oveja? ¡Para variar comen el queso cuando las larvas siguen vivas! —el alfa se estremeció, Owen solo rodó los ojos—. Al menos su venta es ilegal, moriría si es que lo encontrara en algún lugar.


—¿Solo quieres contarle eso al omega? —el alfa de Owen se estaba fastidiando por la energía que emanaba su molesto hermano.


Nope, he traído unas muestras de queso que quisiera compartir con él —dijo levantando la bolsa de papel—. No parece muy cómodo en la casa, así que un poco de compañía no le haría mal.


Owen entró a su oficina y tras suyo su hermano, se sirvió una copa mientras que lo observaba cansado por su actitud, el mayor sabía que Ivan tenía trabajo que hacer porque básicamente ese alfa era su subordinado, claro, esto no hería el orgullo de alfa de Ivan pues él se sentía bastante bien con su trabajo, pero el menor solo le salía con una bolsa de quesos y un cuento sobre larvas de moscas.


—Ahora está descansando en mi habitación, no sería una buena idea que lo molestaras —dijo Owen, en realidad lo único que quería hacer era alejar a Ivan de su omega, sabía que ese idiota se encariñaría con él y eso podría hacer que el omega se sienta cómodo y la marca en su cuello no quiera desaparecer, lo que menos quería Owen es que sucediera eso.


Quizás por eso hacía de todo para evitar que ese omega se sintiera cómodo, aunque no era su intención que él también se sintiera incómodo con todos los sentimientos encontrados que tenía. Ivan observó a su hermano con detenimiento, sabía que ese alfa era una persona demasiado egoísta y que preferiría matar a diez gatitos antes de sentir alguna incomodidad, la pregunta del por qué ayudaba al omega fue respondida por esa comparación.


—¿Por qué el repentino cambio de actitud? —dijo Ivan con un tono sugerente e intentando contener una sonrisa, Owen dio un chasquido enfadado, estaba atrapado por su propio hermano—. ¿Quieres que la marca desaparezca y no puedes ignorarlo sin que tengas sentimientos que no quieres tener? —le dijo Ivan con una sonrisa ladina, parecía que todos los alfas de esa casa tenían la misma sonrisa que hacía hervir a omegas.


—Maldito idiota, tú cómo puedes decir esas cosas si ni siquiera has marcado a un omega, no sabes lo malditamente molesto que es sentir que debes proteger a un niño que solo se ha metido en tu vida para arruinarte —se frotó las sienes—, creo que fue un grave error haber hecho que Enos se acostara con el omega, ese omega idiota lo tom-


—¡¿Que Enos hizo qué?! —lo interrumpió con el ceño fruncido, no podía creer que su hermano menor haya hecho algo tan bajo como aquello, sabía que Enos no era el mejor tratando omegas, pero no pensó que sería alguien quien no respetara a la pareja de su propio hermano, Ivan sabía que Enos no se acercaría a algo que no le pertenecía, entonces algo más fue revelado para el alfa—. ¡Seguramente tú lo permitiste! —vaya que se sentía rebajado al ser hermano de ese par.


—Si lo permití o no, no es de tu incumbencia, tampoco te debería importar lo que suceda con ese chico porque es mi omega —su voz calmada revelaba que no se había arrepentido de lo que hizo—. Eso solo fue una molestia momentánea, el chico seguramente perderá la marca en una semana o más, entonces la ley ya no me obligará a resguardarlo y regresará de dónde vino.


Eso era cierto, mientras que un omega y un alfa estén enlazados a ley dictaminaba que debían vivir como un matrimonio legal, incluso alguna de las partes podría demandar a a otra si es que había una marca pero no había compromiso y las leyes resguardaban sobre todo a los omegas quienes naturalmente eran más débiles que los alfas. Entonces Owen se encontraba en una situación algo delicada, al menos tenía la suerte de saber que el lazo puede desaparecer si es que el omega no lo acepta.


—¿Sabes? —dijo Ivan mientras que soltaba un soplido y luego sonreía incómodo por milésima vez al ver a su hermano—. Jeremy podría ser un omega y quizás un estorbo en tu vida, pero él no deja de ser una persona y de tener sentimientos ¿No te quedaste pensando al menos un minuto de lo que pudo sufrir con Enos? —preguntó, claro que el alfa buscaba un poco de razón en la mente de su hermano, pero este solo lo observó con la mirada afilada y un rostro que fingía aburrimiento.


—No, ahora vete que tengo cosas que hacer —dijo cortante para luego volver a su escritorio. Ivan se retiró de la oficina mientras caminaba hacia la habitación de su hermano. Owen suspiró, claro que sabía todo lo que sufrió Jeremy, lo sentía una y otra vez en el pecho, como ese miedo causado por una explosión de adrenalina hacía a su estómago revolverse y a sus músculos temblar mientras que su corazón se aceleraba.


Claro que lo sentía, pero no lo diría.


 

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