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Inconsciente por BackAck

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Sus ojos se sentían pesados al intentar abrirlos, el dolor en el brazo ya había menguado en su mayor parte y las heridas de su cuerpo habían dejado de arder considerablemente. Jeremy abrió sus ojos para encontrarse con un techo blanco y con una lámpara minimalista que iluminaba la estancia con una escasa luz blanca. La noche había caído y la oscuridad se notaba a través de los ventanales de aquella habitación, Jeremy notó un cuerpo recorrer la habitación que se sentía cálida y reconfortante, quizás porque esas sábanas eran suaves y cómodas o quizás porque las mismas tenían un aroma relajante que le hacía sentir protegido.
 
Y ahora se sentía aún más protegido mientras que esa persona recorría la habitación y dejaba una toalla recién usada en una cesta que se encontraba en una esquina. Jeremy seguía los pasos del alfa de manera atenta, en silencio se reacomodó sobre las sábanas y terminó sentado, observando a Owen con esos grandes y azules ojos.
 
-No es hora de estar despierto -sentenció Owen mientras se metía entre las sábanas, Jeremy suspiró, realmente no tenía sueño pues había estado dormido toda la tarde y aunque su cuerpo se sentía más relajado al estar al lado del alfa, el dolor en su zona íntima aún no había bajado del todo y el hambre empezaba a golepar el cuerpo del chico. 
 
Jeremy no sabía si decir o no al alfa que estaba realmente hambriento, tenía miedo de él y de que reaccionara al igual que su hermano en medio de algún ataque de ira que podría ser desencadenado por una simple queja por parte del menor. Iba a volver a la cama justo como lo dijo, ignorando a la vez a su vejiga que nada discreta empezaba a punzarle.
 
El omega iba a intentar hasta lo imposible para poder conciliar sueño nuevamente y no molestar al alfa, aunque su cuerpo ya estaba agotado de descansar. Cerró los ojos simulando estar dormido y esperó a que el sueño llegara. El alfa se mantenía en un silencio sepulcral mientras leía un libro bajo la luz amarilla de una lámpara, Jeremy abrió un par de veces los ojos solo para observar la silueta de su alfa y caer en la cuenta de que ese hombre era malditamente apuesto ¡¿Por qué demonios debía ser un desgraciado?! El rubio sabía que ese alfa lo despreciaba y aunque había pensado que su vida se arreglaría al llegar ahí y que quizás el alfa no era muy tolerante, no creyó que Owen lo trataría tan indiferente. 
 
Lo que más triste ponía a Jeremy era que Owen sabía lo que le había sucedido y no lo había ayudado. Claro, él era un chico muy perspicaz y el hecho de ser omega lo ayudaba aún más, al estar enlazado con un alfa ambos sabían lo que el otro sentía y cómo se sentía y no era desconocido para él que Owen había al menos sentido una pizca del miedo de Jeremy. Y él sentía a cada rato una impotencia horrible aun cuando no tenía pesares que lo molestaran.
 
Se hundió un pequeño rato más en sus pensamientos hasta que la puerta de la habitación fue tocada con nudillos ligeros, Jeremy escuchó los pasos del alfa dirigirse hacia ella y abrirla para luego agradecer en susurros a una persona extraña. El omega se sorprendió porque Owen había dicho un "gracias" cuando pensaba que esa palabra no existía para él, se sintió aún más incómodo ¿realmente cómo era ese hombre? Se hizo el dormido como estaba y escuchó que algunos utensilios eran dejados en la pequeña mesa a un lado de la habitación, unos pasos alertaron al omega, esos pasos iban hacia él y eso no pasó desapercibido por el chico quien relajó su expresión e hizo el mejor rostro de dormido que pudo.
 
-Sé que no estás dormido -dijo la voz de Owen, Jeremy se sintió decepcionado por su pésima actuación-. Levántate, necesitas alimentarte.
 
Frente a esta orden el omega no dudó mucho, claro que lo necesitaba, su estómago, el cual siempre fue del tamaño de una nuez por la falta de alimentos en su vida, en los últimos tiempos se había acostumbrando con felicidad a las deliciosas y abundantes tres comidas al día y estar más de un día sin probar bocado alguno solo hacía que este le doliera horriblemente.
 
Sobre la mesa se observaban unos platos con variedades de comidas que hicieron al chico salivar, el aroma inundó sus fosas nasales y, en contra de los dolores musculares que sentía en sus piernas e ingle, se acercó con rapidez a la mesa mientras que el alfa solo lo obsevaba por detrás, a veces se frotaba el ceño para estirar las arrugas que su cara de gato estreñido le había dejado luego de años y otras veces solo relajaba su rostro de una manera que parecía estar hasta contento.
 
Se acercó junto al omega en la pequeña mesa, también necesitaba cenar antes de descansar, se sentó en una de las dos sillas y el chico imitó a su alfa. Owen se acomodó y observó a Jeremy mientras que este obsevaba la comida y se debatía si debía o no tocarla, el alfa se permitió una sonrisa de lado mientras que dirigía su vista hacia el techo blanco nacarado.
 
-Jeremy -no esperó que el alfa le hablara en ese momento, así que dio un pequeño respingo del susto, giró la vista hacia él, se miraba por primera vez relajado mientras que tenía el cuerpo totalmente recostado por esa silla.
 
-¿Sí? -dijo con la voz temblorosa y apartó la mirada, no tenía la capacidad para volver su vista hacia ese cuerpo que se extendía sobre la silla.
 
-Eres un omega, ¿verdad? -Owen lo observó, sabía que Jeremy era omega y era más que obvio, solo deseaba recordar al chico lo que era.
 
-Sí, lo sé -dijo, intentaba dirigirse con la mejor formalidad posible hacia ese hombre. 
 
-Y sabes que eres mi omega ¿verdad? -Jeremy solo asintió mientras que Owen se permitía una sonrisa completa, intimidarlo se sentía satisfactorio-. Entonces supongo que sabes qué hacen los omegas.
 
Y en el momento en el que lo dijo Jeremy recordó lo que sucedió con Enos "Te enseñaré para qué sirven los omegas", eso era casi lo mismo que lo que dijo Owen, ¿entonces él también quería hacerle esas atrocidades? De manera instantánea se levantó de la silla y se alejó del alfa, no permitiría que lo toquen, lucharía contra él si fuera necesario, no deseaba ser el juguete de ese alfa a pesar de que sea su omega. 
 
Conocía su naturaleza y con ello destino, no quería aceptarlo y lucharía para evitar a toda costa terminar siendo el juguete de alguien, justo como lo fue la noche anterior... ¿O acaso después de eso ya había perdido lo que lo calificaba como "persona"? ¿Debía aceptar ser un juguete?
 
-No te haré daño -dijo el alfa, Jeremy frunció aún más el ceño nada relajado, se veía realmente adorable a los ojos de Owen-. Solo quiero que nos sirvas la cena.
 
El chico no sabía si sentirse relajado o sentirse aún más tenso mientras que se acercaba a la mesa con parsimonía bajo la mirada atenta del alfa. Owen recorrió cada uno de los detalles del cuerpo del omega, esos hombros pequeños que se movían ligeros con sus brazos delgados, le molestaba ver el maldito yeso que cubría ese pecho y parte esas caderas no tan anchas, quería ver sus piernas que eran ocultadas bajo un pantalón de pijama demasiado holgado y vio de esos pequeños pies que se asomaban al final, con las uñas perfectas y cortadas ¿De dónde realmente había salido ese pequeño querubín? Con sus cabellos rubios y esos ojos azules que se abrían como platos cuando él le dirigía la mirada, con esos labios rojos como una manzana prohibida y esas mejillas pálidas que dejaban a veces vestigios de sonrojos inconscientes, ¿de dónde había salido?
 
Owen se atrapó a él mismo fantaseando con el cuerpo del chico, tomó la conclusión de que el omega era bastante atractivo y se preguntaba si tenía familia en alguna parte, realmente no conocía a Jeremy. Solo dejó sus pensamientos cuando vio que el chico dejó frente suyo un plato con verduras al vapor y carne, este se sirvió una porción un poco más pequeña y se sentó en la silla nuevamente, Owen reaccionó ¿qué demonios estaba haciendo? ¿pretendía jugar a la casita con él?
 
Miró el plato, no dijo una sola palabra ni mencionó sobre sus pensamientos, solo se dedicó a alimentarse mientras que periódicamente observaba cómo Jeremy se llevaba trozos de comida a esa pequeña y pecaminosa boca.
 
Definitivamente el estrés lo estaba volviendo loco.
 

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