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Inconsciente por BackAck

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Las blancas sábanas contrastaban con esa oscura mata de cabello que se desvivía sobre una almohada igual de inmaculada, su piel no tan tostada se perdía entre las colchas mientras que el chico a su lado se sentía pequeño estando en esa gran cama junto a ese gran alfa. Cuando Jeremy abrió los ojos no esperó jamás encontrarse con aquella imagen, era la primera vez que veía a ese alfa con una expresión relajada y la guardia baja, quizás solo parece relajado cuando duerme, pensó. Y tenía razón, aquel alfa trataba a sus horas de sueño como lo más sacro de su rutina pues solo podía darse el gusto de dormir lo justo y necesario, quizás por ello Jeremy nunca llegaba a estar despierto para saber cuándo dormía o cuándo despertaba Owen. Pero en ese momento y luego de varios días de vivir en cautiverio en aquella habitación, ya estaba tan cansado de descansar que solo se dedicaba a divagar en sus pensamientos.


No había vuelto a ver a Ivan ni a Enos en todo ese tiempo, no era como si quisiera ver a Enos, pero no podía decir lo mismo sobre Ivan, quería ir nuevamente a ese invernaderor03; en donde estaban aquellas hermosas flores, quería sentir el viento en su rostro y aspirar el aire húmedo y dulce que deja el pasto recién regado.


Ni siquiera podía distraerse al estar en aquella habitación y Owen realmente no era una compañía muy buena, ese alfa era como una roca, a veces mostraba una mueca parecida a una sonrisa y el resto de las veces su seño se mantenía fruncido como sufriera de úlceras gástricas y, a pesar de esto, Jeremy intentaba ser lo más servicial que podía con el alfa, se lo debía después de que él decidiera que lo cuidaría el tiempo que la marca quedara en su cuello.


Se llevó la mano al cuello y sintió el relieve de la cicatriz en su piel, un viejo amigo le había comentado que las marcas podrían desaparecer si es que el omega no acepta al alfa que lo marcó, pero es un proceso algo lento y doloroso para el cuerpo del omega ya que debía refrenar los cambios que su cuerpo experimentaba al obtener una marca. Pero, ya había pasado más de un mes en ese lugar y la maldita marca no desaparecía, además, su cuerpo no se sentía diferente y no tenía dolor alguno luego de que gran parte de sus heridas sanaran.


Suspiró y devolvió la vista al alfa quien aún se encontraba dormido, seguramente la marca desaparezca en una o dos semanas más, más tarde que nunca lo haría y Jeremy volvería a su antigua vida, no tendría todos los lujos, pero al menos estaría lejos de gente tan extraña como esa familia, podría regresar al refugio y reencontrarse con sus amigos. Empezó a pensar en lo que perdería cuando se largue de ese lugar y observó a detalle el rostro de Owen, debía admitirlo, le atraía bastante aquellas facciones firmes y ligeramente redondeadas, quizás... si solo pudiera ver sus ojos...


—¿Ya terminaste de hostigarme? —una gruesa voz salió de esos labios que creía dormidos, Jeremy se alarmó por un momento y sintió vergüenza al encontrarse en esa situación tan incómoda, pero cuando el alfa abrió los ojos cansados y no demostró tener alguna mueca molesta el omega se sintió relajado ante que lo encontraran in fraganti.


Sin mediar palabra Owen salió de las sábanas para iniciar su día, no deseaba que aquel chico se sintiera tan cómodo como para que tenga el descaro de observarlo dormir. Se molestó por ello pero no dijo una sola palabra porque quería mantener el contacto cero con ese niño, realmente deseaba que esa maldita marca desapareciera, pero eso no parecía suceder. ¡Jeremy ni siquiera tenía los síntomas del rechazo! Incluso... había que admitirlo, el chico se veía muy cómodo allí, junto a su alfa... en su territorio.


De repente sintió que estaba haciendo mal las cosas, si tanto deseaba que ese omega rechazara la marca, ¿entonces por qué Owen tenía la necesidad de cuidarlo si no le interesaba en lo más mínimo? Gruñó por lo bajo y, abotonando las mangas de su camisa, se acercó a la cama donde aún yacía el delgado cuerpo ajeno.


—Levántate, es repugnante vivir así —dijo el alfa de manera despectiva—. Toma un baño y haz algo de tu vida.


Y sin decir nada más Owen salió por la puerta principal, el chico observó sus propias manos y las notó descoloridas, delgadas y algo feas, no conocía la comidad hasta que conoció a ese hombre, menos la pereza. Bostezó e hizo lo que su alfa le ordenó, tomó un baño, ordenó la habitaciónr03; y se dedicó, con algo de cautela, a recorrer los pasillos cercanos a la habitación del alfa, hace solo unos días Jeremy empezó a sentirse del todo bien como para abandonar la habitación, al principio el miedo que le tenía a Owen y a Enos quien rondaba en esos pasillos era lo que lo mantenía encerrado, pero luego notó que Owen era un hombre bastante desinteresado por él y que no lo calentaba ni el sol a excepción de cuando se trataba de utilizar a Jeremy como su ama de llaves personal y que Enos parecía haber perdido ese interés que tenía por el omega aún después de su -no tan agradable- primer encuentro, antes Enos merodeaba cerca de la habitación de Owen solo para ver al omega o quizás aprovecharse de él nuevamente, pero con el tiempo estas vigilias se detuvieron para pasar a poseer una actitud casi tan parecida a la del alfa, ignorándolo olímpicamente.


Claro, esto no lo molestaba en lo absoluto.


Y ese día que decidió salir y recorrer los pasillos se encontró con quien menos esperaba y a una persona a quien casi ni recordaba. Ivan caminaba con los ojos cerrados tarareando una canción desconocida para el chico, bajo uno de sus brazos se podía observar un mediano frasco de vidrio que resguardaba unas galletas.


—¡Oh, Jeremy! Tanto tiempo —dijo Ivan extendiendo su sonrisa—. A pesar de vivir en la misma casa casi no nos encontramos, bastante extraño... siempre quiero ir a visitarte hacia la habitación de Owen, pero realmente me es imposible ir allí, el aroma de ese bastardo es apestoso y realmente me dan arcadas —decía mientras fingía una cara de asco. Jeremy se sorprendió un poco, primero por verlo y segundo por el dato del aroma. Claro, tampoco pasó por alto el hecho de que a ese chico le fascinara hablar.


—¿Aroma? —estaba confundido, él no diferenciaba demasiado el aroma de su alfa y no le parecía molesto en lo absoluto. Por un momento se sintió un idiota.


—Los alfas protegen a su pareja con su aroma ¿lo sabías? —Jeremy negó en silencio, algo avergonzado.


—En realidad no sé muchas cosas —apartó la mirada, ¿qué era esa sensación de inferioridad? Ah, claro, era la misma sensación que tenía cuando las personas lo observabar03;n con asco.


—¡Woah! No te preocupes, te lo explicaré, cuando un alfa marca a un omega es algo muy delicado, hay algunos alfas que aún poseen instintos neandertales como Owen —rió ligeramente—, desarrollan modos de defensa para evitar que su pareja o sus crías estén en peligro ante otros alfas —Jeremy lo entendía, solo no entendía por qué se lo explicaba como si fueran animales—. Uno de ellos es el aroma, y el aroma de un omega marcado es insoportable para un alfa que no sea su pareja. Y quizás Owen al sentirse amenazado por Enos o por mí impregnó su puto aroma por todo el pasillo, quizás él no lo nota, pero realmente parece que hay algo muerto por este lugar.


Jeremy frunció el ceño, así que Owen lo protegía, al menos lo hace inconscientemente, pensó. Ivan le regaló unas galletas y, mientras que el omega comía una con lentitud como un roedor, Ivan lo sujetó de la muñeca algo emocionado. Jeremy ya sabía que ese alfa tenía demasiada energía.


—Por cierto, lo había olvidado, debes conocer a mis padres —empezó a arrastrarlo por los pasillos, Jeremy se sintió algo incómodo al alejarse tanto de la habitación ¿eso estaba bien? ¿Owen se enfadaría? Bueno, en realidad no creía que eso último suceda, pero realmente se sentiría feliz de que Owen se enfade con él, al menos así tenía la noción de que provocaba sentimientos en él—. Mis padres acaban de llegar de unas vacaciones, fueron a un tour por Europa y se sorprendieron bastante cuando se enteraron de que Owen al fin tenía pareja —se llevó una galleta a la boca mientras caminaba—. Mi madre me había dicho que quería hablar con el omega de mi hermano, pero lo olvidé hasta hace un momento.


Bueno, o Ivan era muy enérgico o Jeremy tenía una especie de pereza clínica. Ivan se detuvo frente a unas puertas y las abrió, dentro un pequeño y acogedor salón se observaba y sobre los sillones se encontraba una mujer que difícilmente parecía tener su edad con una silueta bonita y un largo y oscuro cabello que contrastaba con una piel algo bronceada, en el sillón contrario se encontraba alguien quizás desconocido para los ojos de Jeremy, quizás alguna vez vio esos cabellos naranjas, y esas pecas que graciosas se distribuían sobre sus pómulos, pero no recordaba dónde había visto ese rostro tan infantil y tan extraño, sus ojos parecían dos cuencas vacías y sus labios no expresaban emoción alguna, su delicado cuerpo y su aroma delataban su naturaleza omega y hacían a Jeremy dudar sobre si ese chico se encontraba bien. Después de todo, era un omega como él y él lo comprendía, comprendía lo que era estar en ese lugar entre tantos alfas, pero...


¿Quién demonios era ese chico?


 
Notas finales:

Una disculpa por estar menos activa que nunca, espero que hayan disfrutado el capítulo ^^


No sé por qué, pero disfruté mucho escribiéndolo.


En lo personal, Ivan me molesta un poco por lo parlanchín que es, pero no puedo hacer nada, está inspirado en mí misma :v


Nos leemos 💙


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