Las siguientes semanas fueron de arduo trabajo de investigación para el alfa y el beta. Algunas de las pistas recolectadas incriminaban directamente a Lee Soohyuk, el principal sospechoso del caso. Aun así, necesitaban más evidencia que corroborara su crimen, de esta forma, el fotógrafo seria llevado a juicio.
Soohyuk salió libre un día después de pagar su fianza, la suma exorbitante de dinero fue parte de las primeras planas de los diarios, así como su vínculo con la víctima. La policía, quien lo tenía como principal sospechoso del caso, tuvo que descartarlo al final, muchos testigos aseguraban haber estado con él, el día del asesinato. De esta forma se libró de la justicia.
“Sus denuncias por violencia doméstica fueron archivadas.”
“Atemorizo a sus víctimas para que desistieran de las demandas.”
“¿Quizás les pago?”
“No, no lo creo, este tipo utiliza la manipulación y el miedo para conseguir lo que quiere."
“Eso no es suficiente para comprobar que es el asesino. Necesitamos evidencia física que lo vincule en la escena del crimen.”
“Lo sé, pero este tipo es astuto y tiene dinero.”
“Sería interesante ver que dice sobre las acusaciones en su contra.”
“Él lo negara todo.”
“¿Qué debemos hacer?, entonces.”
Seunghyun cruzo sus manos sobre el escritorio, “No lo sé.”
“¿Crees que es hora de llamar a Jinwoo?”, consulto el beta.
“Es nuestro único testigo.”
Kyungil estuvo de acuerdo. Jinwoo era la única persona que conocía de cerca, a Soohyuk.
“Me encargare de llamarlo, espero que no se haya echado para atrás.”
“Eso espero.”
Seunghyun volvió a casa completamente agotado. El dolor de cabeza que lo acompañaba era insoportable. Así que tomo un baño rápido para despejarse.
Exactamente un mes y medio era el tiempo que había pasado, entre la investigación y la relación que mantenía con Jiyong. Era un tanto macabro pensar como ambas cosas se relacionaban indirectamente. El único, que aligeraba el trabajo del alfa era exactamente Jiyong. El omega rápidamente había calado dentro de su corazón, adueñándose completamente de él.
Seunghyun se acomodó en la cama, aun con el albornos puesto, estaba a punto de quedarse dormido, cuando su celular vibro.
“Es muy tarde, aun así quería decirte buenas noches.”
“Nunca es tarde si se trata de ti.”
“Lo siento… te desperté.”
“No, acabo de volver del trabajo.”
“¿Tuviste un día largo también?”
“Si, es curioso… estaba pensando en ti y mágicamente me escribiste.”
“Estamos conectados.”
“Lo estamos.”
Hubo un breve momento antes de retomar la conversación
-emoticon de carita pensando-
“¿Sucedió algo?”
“No, solo pensaba.”
“¿En qué?”
“En nuestra primera cita.”
“¿El acuario?”
“No, no esa. Soonho estaba viéndonos todo el tiempo. La del cine y la cena… me gustaría volver a ese lugar.”
“Iremos en nuestra próxima cita. Es una promesa.”
“Eres increíble, te amo, gracias.”
“Yo también te amo.”
“¿Podemos hablar por cámara?”
“Por supuesto pero… déjame ponerme algo de ropa.”
“¿Estas desnudo?”
“Tengo el albornoz, acabo de ducharme.”
“Me gusta el albornoz, quédate con él.”
“Está bien.”
Jiyong y Seunghyun se conectaron por cámara. Para sorpresa del alfa, el omega estaba tomando un baño de tina.
“¿Estas tratando de seducirme?”
“Hahahah, ¿no?”
“Lo parece.”
Deja que me ponga algo entonces.
Seunghyun vio como Jiyong coloco la cámara en una esquina
“Estas planeando que tenga un ataca al corazón.”
“Hahaha, la única forma en que atacaría seria con besos.”, le giño un ojo.
Jiyong y Seunghyun pasaron gran parte de la noche hablando hasta muy entrada la mañana. A penas tuvieron tiempo para dormir unas cuantas horas antes de levantarse y volver al trabajo.
“Bostezando, ¿eh?”
“Ahora no, Soonho.”
“Te dije que fueras directo a la cama pero no me hiciste caso.”
“¿Cuál es el problema?”, se quejó el omega.
“El problema es que no tomas en cuenta lo que digo y eso perjudica tu trabajo.”
“¡¡A la mierda el trabajo!!”
“¡Jiyong!”, fue una advertencia.
Jiyong cruzo los brazos sobre el pecho y miro por la ventana, “Estuve hablando con Seunghyun, no lo veo hace dos semanas por que estoy malditamente lleno de trabajo”.
“Lo siento, no lo sabía.”
“¡Pues ya lo sabes!”
El alfa guardo silencio y siguió conduciendo. Jiyong suspiro.
“Tenemos media hora para llegar a la locación, porque no duermes un poco.”
Jiyong lo miro con el ceño fruncido y asintió con la cabeza. “Está bien.”
El omega no se arrepentía de nada, cada segundo con Seunghyun era valioso para él.
Soonho tuvo que despertar a Jiyong una vez que llegaron a la locación. El omega estaba agotado pero era profesional cuando se trataba de su trabajo. Esta vez iba a colaborar junto a una amiga para la edición de aniversario de una conocida revista. Ambos fueron elegidos como imagen por su trayectoria exitosa dentro y fuera de la comunidad omega.
“Me da gusto volver verte Jiyong”, una joven alta y rubia, lo abrazo.
“El gusto es mío. Te vez tan hermosa como siempre”. La joven rubia lucia preciosa después de su primer embarazo.
“Lo mismo digo. Me atrevería a decir que estas más radiante que de costumbre.”
Ambos sonrieron, y comenzaron hablar. La omega, llamada Soojoo, había estado fuera de los reflectores para llevar un embarazo tranquilo. Esta sesión, la traería de vuelta a lo que más amaba, el modelaje.
“Es maravilloso Jiyong, estoy tan feliz por ti.”
“Gracias, yo… me siento como en una burbuja”, dijo tímidamente.
“El amor es así, nos deja flotante”, sonrió.
Jiyong era reservado con su vida privada pero se sentía en paz hablando con Soojoo. Tal vez porque ella comprendía el proceso emocional por el que estaba pasando, eso, sumado a su dulzura y honestidad, algo que admiraba.
Los omegas trabajarían en una sesión llamada Twins Black. Un concepto sexy y osado que llevo un mes de preparación. Fueron largas horas de tomas, cambios de vestuarios y maquillaje. Para el omega era divertido llevar el cabello largo y rubio, parecían gemelos de verdad. Incluso el editor de la revista había quedado tan satisfecho que se incluyeron tomas extras. Los plausos por parte del staff explotaron después de la última toma, agradeciendo a Jiyong y a Soojoo por su gran trabajo.
“¡Wow!, lo hiciste genial”, alabo Soonho con entusiasmo.
“Gracias”, sonrió con simpleza, mientras caminaba de regreso a su camerino. Soonho lo siguió detrás.
“Jiyong.”
“¿Si?”, respondió, quitándose parte del vestuario.
“Arregle tu agenda, tendrás una semana libre a partir de mañana.”
Durante una fracción de segundos el omega no se movió ni dijo nada.
“¿No vas a decirme nada?”
“H-hablas en serio.”
“Por supuesto”, dijo Soonho.
Jiyong se llevó las manos a la boca con sorpresa y una hermosa sonrisa ilumino su rostro. Estaba tan feliz que no dudo en abrazar al alfa.
“Muchas gracias.”
“No tienes que agradecer nada. Soy yo el que debe disculparse por no darse cuenta de cómo te sentías.”
“Eres el mejor manager y amigo del mundo, ¿lo sabes?”, la risa contagiosa del alfa se extendió hasta Jiyong,
“Sabes decir las palabras correctas cuando te conviene.”
“Solo digo la verdad.” Respondió Jiyong, dándole un beso en la mejilla.
xXx
La puerta parecía inmensamente grande en contraste a su delgada y pálida mano. A penas unos toques fueron necesarios para que se abriera, sin saber que más hacer se adentró en el lugar.
Recordaba sus rostros, pero no sus nombres. Por un momento sus piernas temblaron, evocando lo que le había traído hasta aquí.
“Gracias por venir”, dijo uno de ellos. Lo reconocía, era el beta. “Sé que no fue fácil tomar esta decisión, pero te lo agradecemos”, continuo.
El otro hombre al que recordaba también, se acercó lentamente hasta él. Inconscientemente retrocedió unos centímetros, golpeando su espalda contra la puerta.
“¿Te encuentras bien?”, el tono de preocupación fue lo que más le sorprendió al omega. Era como vivirlo por primera vez.
Jinwoo asintió con la cabeza, sin despegar sus ojos de él.
“Lamento haberte asustado, discúlpame.”
Y otra vez lo había sorprendido. Sintiéndose extrañamente confortado por la melodía de su voz.
“Te gustaría tomar asiento.”
Jinwoo miro al mueble y asintió con la cabeza. Seunghyun y Kyungil lo siguieron de cerca, sin invadir su espacio.
“Te agradecemos por estar aquí”, comenzó Seunghyun, “antes de continuar, debes saber que nadie va a obligarte a seguir adelante, ya que esa es decisión tuya. Si aceptas, nos aseguraremos de protegerte, Soohyuk no podrá hacer más daño, voy a asegurarme de eso.
“¿Que estás haciendo?, lo necesitamos como testigo”, susurro kyungil.
“No podemos obligarlo, es su decisión.” Hablo, lo suficientemente fuerte y claro para que Jinwoo lo escuche.
El beta miro a Jinwoo, y este último miraba a Seunghyun. La determinación en los ojos del omega, le hizo creer que su amigo lo había convencido.
Jinwoo por su parte parecía luchar internamente en lo que debía hacer. De su decisión dependía el destino de Soohyuk.
“Yo… voy a colaborar para ustedes”, respondió por fin.
Escuchar sus palabras fue como sacar un peso de encima para Seunghyun y Kyungil.
Kyungil se encargó de explicarle el procedimiento, Jinwoo escuchaba con atención. Seunghyun se encargaría del material, utilizarían una cámara para grabar su testimonio. Durante la audiencia serviría como prueba, junto a otras evidencias que ambos abogados habian recabado. En un principio se había pensando en interrogar a Jinwoo pero era demasiado pronto para hacerlo, necesitaban conocer su historia de principio a fin, ya que solo parte de ella fue contada la primera vez. Además, Jinwoo tenía información sobre el crimen por él se le acusaba a Soohyuk.
El omega respiro un par de veces. Contar su vida no era algo que precisamente le gustaba hacer, no había nada bueno. Sin embargo, algo dentro de él, pedía que Soohyuk pagara por todo el daño que había hecho.
“Empezaremos cuantos esté listo Jinwoo”, menciono Seunghyun, alentándolo.
“Estoy listo, puedes encender la cámara.”
El botón rojo se hizo visible ante sus ojos, la grabación estaba corriendo.
“Mi nombre es Kim Jinwoo…”, comenzó.
Jinwoo era el hermano ilegitimo de Soohyuk. Fruto de una de las tantas aventuras de su padre. La vida de Jinwoo cambio por completo cuando su padre lo llevo a vivir con él, tenía catorce años, fue duro separarse de su madre, ella era todo lo que conocía. Decir que le costó adaptarse al cambio era mentir, junto a su padre gano comodidad, protección y educación, algo que su madre jamás podría darle. Tres años después, su mundo de felicidad cambio por completo, con la muerte de su padre, todo se vino abajo. Solo quedaba su querido hermano mayor, Soohyuk, un hombre amable y considerado que siempre prestaba atención a lo que necesitara o eso creía. Jinwoo confiaba en su hermano y lo amaba, pero con el tiempo las cosas empeoraron entre ellos. Soohyuk ya no era el hermano amable y considerado, era un hombre frio y cruel que constantemente denigraba a Jinwoo por ser omega y un bastardo, sin derecho a nada de lo que se le había dado.
Jinwoo escapo para reencontrarse con su madre, ella ya no estaba, había desaparecido. Con la influencia de Soohyuk logro ser encontrado y llevado nuevamente hasta él. Jinwoo se resignó, tenía dieciséis años, el podría esperar hasta cumplir la mayoría de edad y recuperar su libertad, así como su herencia. Convivir con Soohyuk fue difícil, no solo por sus ofensas y reproches, sino por la doble vida que llevaba, vida que pocos conocían. Jinwoo se acostumbró a las parejas de turno de su hermano, a las fiestas, al sexo y al alcohol. Era detestable, pero no tenía opción, conocía el poder de Soohyuk pero jamás creyó que llegaría tan lejos, no con su hermano menor.
Jinwoo se detuvo un momento, con el rostro empapado en lágrimas, parecía como si lo siguiente que iba a contar seria aun peor de lo que ya había vivido. Seunghyun le ofreció un vaso de agua, que amablemente acepto. Se sentía irreal, tener atención y cuidado, “Seunghyun es especial”, pensó para sí mismo, sorprendiéndose de sus propias palabras.
Descubrir los gustos de su hermano solo fue el principio del infierno en el que iba a vivir. Fingir que no sabía nada era mejor, pero Soohyuk lo sabía todo, no había nada que pudiera esconder de él. Ese fue el principio de un hostigamiento continuo que finalmente termino en una violación sistemática. Sin salida y con el alma rota se sometió día tras día a complacer al monstruo de su hermano. Nadie le iba a creer, Soohyuk se encargó de presentar públicamente una buena imagen al lado de su pequeño hermano, la sociedad lo adoraba, era un ejemplo. “La gente es tan fácil de manipular”, le dijo un día en tono de burla, después de haberlo ultrajado una vez más.
Cansado de todo y como única esperanza, al omega se le ocurrió una idea, lo que más quería su hermano era el dinero, Jinwoo renunciaría a su herencia a cambio de su libertad, pero una vez más estaba equivocado, “El dinero sigue siendo mío, ¿Qué te hace pensar que es tuyo?”, se había rendido.
El tiempo pasó y Soohyuk dejo a Jinwoo de lado, volviendo a concentrarse en sus amantes ocasionales, así conoció a Karoma, la joven que había sido encontrada muerta y por la cual su hermano era sospechoso.
“¿Tienes un cigarrillo?”, pregunto Kyungil. Seunghyun le extendió la cajetilla de cigarros. “¿Cuantos haz fumado?”, volvió a preguntar el beta.
“Este es el tercero.”
“Deberías parar, entonces.”
Seunghyun tomo su cigarrillo entre los dedos, expulsando la nicotina en una bocanada de aire, “¿Cómo esta Jinwoo?”
“Mal, me pidió un momento a solas. Siento lastima por él.”
Seunghyun se limpió las lágrimas con el dorso de la mano.
“Sera mejor que vayas a casa, yo me encargar de Jinwoo.”
Seunghyun negó con la cabeza, “No. Estoy bien.”
“Sé cómo te sientes”, le dijo, apoyando una mano sobre su espalda.
“¡¡¡Es un niño!!!”, grito, “c-como pudo… ese bastardo, miserable.”, sus pies patearon con fuerza una de las masetas, destrozando la cerámica y esparciendo su contenido por el suelo.
“Seunghyun…tienes que tranquilizarte.”
“No, no me pidas eso”, dijo con los ojos inyectados de rabia.
“Ya hemos hablado de esto Seunghyun, no involucres tus emociones con el trabajo.”
“Hare que pague por todo el daño que ha hecho, de eso puedes estar seguro Kyungil.”
Seunghyun dio una última mirada a su amigo y regreso a la oficina.
Jinwoo seguía en la misma posición sobre el mueble, limpiando el rastro de lágrimas de su rostro.
“¿Puedo entrar?”, dijo Seunghyun desde la puerta.
Jinwoo se pudo de pie, tirando en el proceso el vaso con agua que llevaba en la mano. “Y-Y-yo… lo siento mucho, perdón, yo…”, sus manos temblaban, tratando de recoger los fragmentos rotos.
Seunghyun lo detuvo a tiempo, “No hay nada que disculpar, fue un accidente.”
“Soy muy torpe, no sirvo para nada.”
El corazón de Seunghyun se hundió al escuchar sus palabras. “Todo lo contrario, eres fuerte y valiente.”
Jinwoo negó con la cabeza.
“Créelo Jinwoo. Eres valioso, tan valioso como cada persona de este mundo.”
Jinwoo lo miro a los ojos. “Eres…muy amable.”
Seunghyun envolvió al omega en sus brazos espontáneamente, dejando que el más joven sea consolado por él. Tal y como habría prometido, se encargaría de hacer pagar a Soohyuk por todo el daño que había hecho.