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HILO ROJO por Cafetonight

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La carpeta en sus manos cayó sobre el suelo mientras un puño colapsaba sobre su pómulo derecho, escucho a Kyungil mascullar algo mientras se tambaleaba hacia tras por el impacto. El alfa levanto la vista llevándose una mano hacia la zona dañada, ardía.


“¡¡BASTARDO!!, ME ENGAÑASTE”, bramo frente a todos, golpeando su pecho.


Por un momento Seunghyun no supo que decir y el barullo de voces curiosas se intensifico mientras observaban con atención lo que sucedía. El alfa intento razonar pero nada tenía sentido, Jiyong estaba furioso, tratando de contenerse para no golpearlo otra vez.


“Sera mejor que todos regresen a sus actividades.” Advirtió Kyungil y el grupo de empleados se dispersó de prisa hacia sus lugares.


“La conferencia solo fue una excusa para verte con él”. Afirmo.


“No entiendo de que hablas Jiyong, tendrás que tener un buen argumento para lo que acabas de hacer.”


“Realmente eres un canalla, creí en tu honestidad, creí que eras un buen alfa.”


Seunghyun no esperaba esta actitud arrogante y palabras groseras de Jiyong.


“Si no tienes nada que decir será mejor que te vayas y reflexiones sobre tu conducta”, le informo en tono serio.


Seunghyun estaba conteniendo su molestia, si fuera otro tipo de alfa habría golpeado a Jiyong sin importarle quien fuera, pero aún mantenía algo de cordura y educación.


“¡Todavía no he terminado Choi Seunghyun!”, vocifero mientras el alfa lo esquivaba.


“Por favor tranquilícense este no el lugar para discutir.” Kyungil intervino, tratando de calmar la situación.


“¡Jiyong, no colmes mi paciencia!”, alzo la voz.


“O si no que, ¿vas a golpearme?, solo eso me faltaba”, se burló.


“Ven conmigo, ¡¡ahora!!”, ordeno y Jiyong se paralizo cuando este lo tomo del brazo y lo arrastro hacia su oficina, azotando la puerta con dureza.


“¡Suelta-me!, dije que me sueltes”, protesto intentando zafarse del control de Seunghyun.


“Ahora mismo vas a explicarme que fue toda esa mierda que hiciste afuera”, escupió furioso.


El omega seguía resistiéndose a su agarre, intentando liberarse en vano. Seunghyun nunca había utilizado esta clase de presión en Jiyong y lo odiaba. Impartir daño a lo que amaba no era algo que le agradara.


“Me duele”, sollozo y Seunghyun lo soltó, sintiéndose culpable.


Jiyong retrocedió unos centímetros, con los ojos llorosos. “No tenías que engañarme, solo decir que ya no te gustaba.” Lloriqueo.


“¿Engañarte?, pregunto incrédulo, “¡De donde sacaste eso!, explícamelo porque no entiendo.”


Ambos se miraron por un momento y Jiyong se limpió las lágrimas, abriendo su bolso y exponiendo el contenido sobre el piso. El alfa se acercó lentamente para observar, arrodillándose en su lugar y tomando con sus manos las revistas. No fue necesario leer el contenido, bastaba con la falacia de títulos que exponían su honra.


Los ojos de Seunghyun se humedecieron de dolor, “Me conoces mejor que esto. Yo jamás te engañaría.”


“Porque debería creerte.”


Una risita sin gracia se deslizo de sus labios “No creo lo que estoy escuchando. Tu no hablas en serio.”


“Entonces niegas que estabas con él.”


“No fui el único esa noche, todos fuimos invitados a cenar, ¡¡no hubo nada diferente!!”.


El silencio del omega era ensordecedor y la duda en sus ojos se sentía como cuchillos afilados dentro del corazón de Seunghyun.


“Pones en duda mi fidelidad por mentiras baratas cuando sabes que estoy atado a ti.”


“No estás seguro de tus sentimientos, por eso no me marcaste.” Lo acuso.


Seunghyun no daba crédito a lo que estaba escuchando, “Estas diciendo que… pusiste en duda mi palabra y mi fidelidad hacia ti por una marca.”


Las palabras salieron duras y convincentes, haciendo que el omega no fuera capaz de mirarlo a los ojos. A duras penas pudo murmurar algo con el rostro bañado en lágrimas, “es importante para mi…”


“Debería entonces haberlo hecho el día que te conocí, debería a ver actuado por instinto y marcarte contra tu voluntad, ¡¡era eso lo que querías!!”,  bravo dolido.


Jiyong sollozo una vez más, abrazándose así mismo.


“Estoy tan decepcionado, que poco… me conoces”, no hacía falta mirar, su voz amarga lo decía todo.


*****


Un chillido ahogado se hizo eco desde adentro, alertando a Kyungil de que algo estaba pasando. Su amigo no era una persona violenta pero era parte de la naturaleza de los alfas.


“No hagas una estupidez Seunghyun”, pensó el beta, mientras se apresuraba abrir la puerta. En ese mismo instante, Jiyong atravesó la entrada con prisa, Seunghyun lo seguía detrás, exigiendo que se detuviera.


“Jiyong, Jiyong detente.” Hablo acelerando el paso. Jiyong por el contrario se movió con rapidez, esquivando a las personas que se cruzaban en su camino. Se sentía tan avergonzando mientras las palabras de Soonho y Seunghyun se mezclaban una y otra vez en su cabeza. “Se terminó, se acabó, perdiste, no tienes nada”, se dijo así mismo.


Jiyong entro en el ascensor y presiono los botones haciendo que la puerta se cerrara frente a Seunghyun.


“¡Jiyong!”, exclamo, con el rostro apoyado sobre la superficie fría, se había ido.


Kyungil se apresuró para reunirse con su amigo y confortarlo, “Seunghyun…”, susurro.


El alfa no se veía nada bien, así que Kyungil lo traslado a la oficina para darle algo de privacidad, ya bastante había tenido con el espectáculo de afuera.


“Voy a pedir que cancelan la reunión.”


Seunghyun negó con la cabeza, colocando el vaso de agua sobre mesa.


“Mira el estado en el que estas.”


“Esta reunión es importante, no podemos cancelarla.”


“Seunghyun.”


“Estoy bien, no te preocupes”. Le dijo, dirigiéndose al cuarto de baño para limpiar su rostro. “Iré en seguida, así que encárgate de que todo esté listo.”


Kyungil no protesto, quizá en el fondo era mejor que el alfa se distrajera, “Está bien.”


Seunghyun pensó que era un milagro que su cerebro mantuviera la información después de lo que había pasado. Se sintió aliviado una vez que termino y volvió a su asiento, dándole pase a Kyungil. El habría aceptado la propuesta del beta pero era imposible dejar la reunión mensual; como la cabeza del buffet tenía responsabilidades y un ejemplo quedar, por otro lado decir que Jiyong no estaba en sus pensamientos era mentir. Solo bastaba un segundo de distracción para que el omega apareciera en ellos.


Incluso el clima había cambiado por completo en unas horas, el día soleado se había convertido de repente en un cielo gris y la lluvia caía fuerte, desconcertando a todo aquel que caminaba afuera.


El sonido de su celular lo hizo volver en sí, acomodándose en su asiento y disculpándose por la distracción. El destinatario era Soonho y Seunghyun no estaba seguro de contestar.


“¿Quién es?, pregunto Kyungil con curiosidad, Seunghyun no respondió nada, apagándolo.


*****


Soonho fue paciente y espero esa mañana, Jiyong estaba tardando más tiempo de lo usual y eso comenzó a preocuparle. El único lugar donde podía haber ido seria junto a Seunghyun pero este parecía no tener interés en contestarle, incrementando el presentimiento de que algo había salido mal.


 “¿Dónde estás?, vuelve a casa por favor.”


“Dime donde estas e iré enseguida por ti.”


“Por favor Jiyong, vuelve, estoy preocupado.”


“No estoy molesto contigo, solo vuelve a casa.”


Soonho intentó comunicarse con Jiyong en vano, los mensajes no parecían ser suficientes y la angustia se instaló en su corazón.


“Maldición.” Se quejó entre dientes.


El clima no estaba de su lado, así que necesitaba pensar rápido en un plan para encontrar a Jiyong. El problema era donde, Seúl era una ciudad grande y sería imposible localizarlo con la fuerte lluvia que azotaba afuera.


Unas pocas personas se asomaban bajos sus paraguas corriendo con prisa para abordar el transporte público o protegerse dentro de algún lugar. Soonho se estremeció cuando el viento soplo fuerte e imagino a Jiyong solo y desamparado bajo la lluvia. Más que su responsabilidad, el omega era su amigo y como tal lo había cuidado.


El sol comenzó a desaparecer por el horizonte mientras caminaba sobre los charcos que dejaba la lluvia sobre el suelo, no había rastro de Jiyong.


Soonho espero en la recepción, necesitaba hablar con Seunghyun y aclarar lo que había pasado.


“Seunghyun.” Hablo fuerte, haciendo que el alfa girara instintivamente al reconocer su voz.


“¿Qué haces aquí?”, contesto con el rostro pálido.


“¿Qué hiciste con Jiyong?, ¿qué fue lo que le dijiste?”, le acuso, tomándolo del saco.


“Eso es algo que a ti no te incumbe.”


“¡¡Jiyong está desapareció, nadie lo ha visto!!”, grito.


“De que estás hablando.” Respondió.


“Tienes que encontrarlo, ¡por favor!”, suplico


Escuchar sus palabras solo angustiaron más al corazón de Seunghyun que ya estaba herido. Como una alarma sus pensamientos comenzaron a divagar sobre las situaciones de peligro donde Jiyong podría estar expuesto o herido en medio de la lluvia, sin nadie que lo auxiliara.


“Tenemos que llamar a la policía.”


“¡No!, si la policía mete sus narices en esto será la situación perfecta para que los tabloides hablen de Jiyong.”


“¡Me importa una mierda la prensa!, no voy a dejar a Jiyong así.”


“No es tan fácil, en un segundo podrían destruir su carrera, solo porque es un omega.”


Seunghyun se llevó la mano la cabeza con malestar, precisamente la vileza de la prensa era la que había comenzado todo este problema, con infamias y mentiras sin fundamento.


El alfa gruño con impotencia, golpeando la pared.


“Es preciso mantener la calma para pensar con claridad”, interrumpió Kyungil.


Soonho estuvo de acuerdo. “Tal vez si Seunghyun lo llama… él le diga dónde está.”


Seunghyun no estaba seguro de la idea, después de todo Jiyong había huido a causa de la discusión.


“No es hora de lamentarse.” Dijo Soonho.


El celular de Seunghyun volvió a la vida y oro internamente para que Jiyong contestara. El sonido estridente del móvil resonó por el lugar, dejando a los tres hombres desconcertados. El alfa camino hasta adentrarse a su oficina, solo para verificar que el aparato estaba tirado en el suelo.


“Por el amor de Dios, el olvido su celular”, se lamentó.


“Debió caerse en algún momento cuando discutía contigo.”


El alfa medito en que momento podría haber ocurrido semejante cosa y recordó que el omega había tirado las revistas al suelo desde su bolso.


“Voy a encontrarlo.” Contesto, dirigiéndose al ascensor. Kyungil y Soonho se miraron, siguiéndolo detrás.


“Espera, nosotros también iremos”, animo Kyungil.


“Él puede estar en cualquier lugar.”


“Aquí o en cualquier lugar, lo encontraremos.” El beta siempre era positivo incluso en los días malos.


Seunghyun abrazo a su amigo, “Gracias.”


Los tres hombres acordaron que en el caso de encontrar a Jiyong lo llevarían a un lugar seguro e informarían al resto. Luego se separaron.


*****


Con el clima en su contra se adentró por las calles, buscando en cada rincón, preguntando a cada persona que divisaba. Era una tortura, nadie lo había visto, nadie sabía de él. Seunghyun comenzó a temer los peor, la taza de violencia sexual era alta y aunque era consideraba un crimen esta no había disminuido.  “Por favor Jiyong donde estas”, rogo con miedo.


Los truenos ahora se mesclaban con la fuerte lluvia que resonaba en el cielo, asustando a los pocos transeúntes que caminaban para protegerse.


Se detuvo un momento apoyando su rostro sobre el auto, sus peores miedos comenzaban hacer mella en él, haciendo que la lluvia se mezclara con las gotas saladas de sus ojos.


“Qué clase de castigo es este”, se lamentó Seunghyun y el sonido de su teléfono lo hizo volver en sí.


“Soonho…”


“Ve a tu casa.”


“¿Qué?”


“Solo ve a tu casa, te lo explicar...” Grito y corto.


Seunghyun miro a su teléfono confundido y basto unos segundos para que Soonho se volviera a comunicar con él.


“Lo siento la señal está fallando, ¿estas dirigiéndote a tu casa?”


“Si pero… no entiendo para que, ¿acaso encontraste a Jiyong?”, pregunto esperanzado.


“No pero… Jiyong podría estar ahí.”


“¿Cómo?, eso es imposible, nunca lleve a Jiyong a mi…”


“Jiyong conoce la dirección de tu casa, yo lo lleve personalmente.”


Seunghyun se quedó en silencio procesando sus palabras.


“Me pidió no decirte nada, dijo que esperaría hasta que lo invitaras personalmente.”


La zona donde vivía el alfa era un lugar exclusivo, tanto como el condominio de departamentos de Jiyong. Así que era difícil entrar  a menos que fueras residente o algún conocido.


Seunghyun no sabía si estaba molesto o adulado de saber esta información, lo único que importaba era encontrar a Jiyong, así que corto la llamada y  se dirigió a su casa. En otras condiciones jamás manejaría a acceso de velocidad pero necesitaba asegurarse  de que el omega estaba ahí.


Las luces de los faros parecían alumbrar algo a lo lejos, cuanto más se aproximaba, más clara era la silueta, podría reconocer el olor en cualquier lugar, incluso en medio de la lluvia. “Jiyong…”, pronuncio.


Sentado sobre la vereda y con la cabeza sobre sus piernas se encontraba Jiyong, completamente empapado por la lluvia.


“Jiyong.” Grito, caminando con prisa hacia él.


El omega algo aturdido levanto la vista, “Seung… eres tú.”


Seunghyun lo abrazo con energía. “En que estabas pensando, casi me matas del asusto.” Lo reprendió.


Jiyong solo temblaba entre sus brazos, llorando, “perdo… perdóname”, imploro.


“La tormenta está empeorando tenemos que entrar.”


Jiyong era incapaz de mirarlo a los ojos.


“¿Puedes caminar?”, pregunto gentilmente, el omega asintió con la cabeza, apoyándose en Seunghyun. El temblor en su cuerpo solo indicaba lo baja que se encontraba su temperatura.


Seunghyun aún estaba molesto pero ya tendrían tiempo de aclarar las cosas. Lo que importaba era que Jiyong estaba con él y a salvo.


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