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Amores Que Pasan El Tiempo por Hibari Ai

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Nota:
Pensamientos o palabras en italiano
Narración
Cambio de escena 

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—  Horas antes en Italia

  

Estaba sentado en medio de su oficina junto a más personas investigando a una Famiglia que hacía estragos dondequiera que fuese y eso de alguna forma u otra le estaba causando problemas a los Vongola, de repente pensó en su familia y un suspiro se escapó de sus labios. Extrañaba a su familia.

 

Mi amada esposa Nana, ella, tan amable, tan hermosa, tan dedicada, un pan de Dios, ¿Cómo pudo enamorarse de un sujeto como yo, casarse, y hasta formar una familia conmigo? No lo sabía pero estaba agradecido con todos los dioses por ese milagro en forma de pan (Dígase Nana) que le habían dado.

 

¡Ah! Y qué decir de mis adorables y hermosos hijos, por un lado tengo a mi hermoso verano (Dígase Natsu) tan vivaz, tan energético, tan extrovertido… Tan Natsu, y por el otro lado tengo a mi hermoso atún, tan adorable, tan risueño, tan torpe (En el buen sentido claro), tan inocente, tan ingenuo, tan… Nana. Eran tan distintos el uno del otro, pero era bueno ya que se complementan entre sí.

 

—HHAHAHAHAHAHAAHH—. No pude evitar contener la risa en ese momento, no me importaba que las demás personas en la oficina me miraran de forma extraña, pensar en mis hijos es muy divertido y a la vez nostálgico…

 

—Iemitsu-san, el Nono desea verlo en la mansión Vongola en este mismo instante, dice que es urgente—. Dijo Orégano ignorando el raro comportamiento de su jefe, tantos años junto a él la han hecho inmune a sus estupideces.

 

—Entendido—. Aquellas palabras lo desconcertaron un poco, el Nono no suele llamarlo muy a menudo a menos que sea importante. Mientras pensaba en esas palabras salía de su oficina y de los Cuarteles Generales de la CEDEF (Consulenza Esterna Della Famiglia, "ConsultoresExternosdela Familia").

 

En el camino hacia la mansión Vongola no pudo evitar sentirse inquieto (la poca intuición Vongola que tenía le hacía sentirse así). Para distraerse un poco centró su atención en las hermosas calles de Sicilia, siempre le había gustado esa ciudad, muy pintoresca; ¡cómo le gustaría traer a su familia hasta acá! Estarían más cerca y bajo la protección de Vongola, fuera de peligro. Pero era un sueño casi imposible.

 

Al estar tan sumido en sus pensamientos no se percató que ya había llegado a la mansión Vongola, lo que trajo sus sentimientos de inquietud de vuelta, pero él era el “León Joven de Vongola” no se amedrentaba con nada.

 

Entrando a la mansión lo recibió un mayordomo de la mansión el cual le dijo: —Bienvenido, Iemitsu-sama. El Nono le está esperando en su oficina.

 

—Gracias, Sebastian—respondió—. Iré en este mismo instante.

 

Mientras caminaba hacia la oficina de su Boss sus sentimientos o lo que sea que haya estado sintiendo aumentaron pero no podía retirarse, porque el Nono se percató que estaba ahí.

 

—Entra, Iemitsu—ordenó—. ¿Por qué has tardado tanto para hacerlo?

 

—Lo siento, Nono, al parecer… estaba perdido en mis pensamientos—dijo avergonzado—. ¿Para qué quería verme?

 

—A ver, Iemitsu—comenzó—. Sabes que la Famiglia es muy importante para mí, ¿cierto?—dijo esperando ver el asentimiento de Iemitsu para continuar—. Pero también la familia lo es, por eso estuve pensando en que hace 5 años que no tomas un descanso para ir a Japón a ver a tu familia…

 

—Pensé que sería muy irrespetuoso de mi parte pedirle esto, ya que sé que la Famiglia es muy importante para usted, por eso no quise mencionarlo.

 

 — ¡Oh Iemitsu! ¿Cómo pudiste haber pensado eso?— se indignó el Nono por semejante inseguridad en sus palabras— Creí que tenías la suficiente confianza en mí para contarme tus dudas por todos los años que hemos pasado juntos.

 

—Disculpe mi desconfianza en usted, no quería imponerle la situación con mi familia—dice apenado.

 

—Está bien, Iemitsu, por esa misma razón te mandé a llamar—explicó el Boss poniéndose serio ante la situación—. Quería informarte que tienes permiso para ver a tu familia por un período de 7 días—. Expuso el Nono esperando la reacción de Iemitsu.

 

Iemitsu necesitaba su tiempo para analizar estas palabras tan repentinas del Nono. No podía creer lo que dijo, estaba en trance. ¡Podía ir a ver a su familia! ¡Podía ir a ver a su familia! ¡PODÍA IR A VER A SU FAMILIA!

 

No podía contener la emoción que sentía en estos momentos que casi abrazaba al Nono, cuando recordó que no debía, era anti-ético.

 

— ¡Molte Grazie, Nono! ¿¡Cuándo parte mi vuelo!?— preguntó incapaz de contener su emoción. Quería ver cuanto antes a su familia.

 

—Parte dentro de 3 horas, Iemitsu—contestó algo divertido por su emoción—. Será mejor que te pongas a hacer las maletas.

 

—¡¡Ahora mismo, Nono!!— Parecía un niño de 5 años al cual le acaban de dar un dulce—. De nuevo, ¡¡muchas gracias!!—gritó saliendo por la puerta.

 

Y riendo el Nono contestó: —De nada, Iemitsu—respondió para luego volver su vista al tedioso enemigo de todos y cada uno de los Capos de las Famiglias Mafiosas… El papeleo.

 

—  Volviendo con Iemitsu

  

En este preciso momento la casa del Sawada mayor era un completo desastre, no es que le importara mucho al dueño, pues este estaba haciendo sus maletas para ir a ver a su familia.

 

No podía esperar, ya quería ver a su amada esposa, a su lindo verano y a su adorable atún para darles una sorpresa con su inesperada llegada. ¡No podía esperar! Ya hasta podía ver sus reacciones cuando llegara; su amada esposa le prepararía un banquete y lo llenaría de mimos, además de que también podía pasar tiempo de calidad con sus hijos.

 

Ya hasta los podía escuchar gritando “Pappaaaaa” con sus hermosas sonrisas y bracitos alrededor de su cuello. Con sólo pensar eso se le ponía una sonrisa boba en su cara.

 

Pero nada fue como lo imaginó…

 

Ni en sus más remotos pensamientos nunca, pero nunca se imaginó la escena que acababa de pasar frente a sus ojos. ¿En verdad su hijo menor le acababa de gritar eso a su hermano?

 

— ¿Qué demonios está pasando aquí?— fue lo único que salió de su boca al ver a una sorprendida y angustiada Nana tratando de consolar a un Tsuna en estado de shock por lo que acababa de pasar.

 

 


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