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Cuestión de tiempo por bananasplit

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Notas del capitulo:

Hola gente bonita n.n

Aquí, un nuevo capítulo de esta historia, espero les gusté y disculpen las faltas ortográficas..........

-Sólo es cuestión de tiempo. Solo cuestión de tiempo.Cuestion. Tiempo. ¿Cuándo vas a despertar Bucky?
Sentado en una silla que utilizaban las vivitas para descansar, con su mano entrelazada al la del castaño mayor y su rostro escondido en el colchón donde yacía este. Se repetía una y otra vez cual mantra esas mismas palabras, desesperado por que el otro abriera sus ojos.
Pero por más que pasaban los días, este no lo hacia.
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Una semana había pasado desde la operación y desde entonces Tony no se había despegado de el hospital; de no haber sido por Rebecca, que lo amenazo con prohibirle la entrada a visitar a James si no comía, se bañaba y dormía, estaría tal cual llego el viernes por la noche al hospital, sucio, sin comer ni dormir.

A regañadientes cumplía con las cláusulas impuestas por la castaña, aunque claro, comía poco, dormía menos y se bañaba en el hospital, ya que el cuarto de Bucky contaba con un pequeño retrete y una regadera pequeña, así también como un sofá que usaba para dormir y la silla en la que se encontraba.

No se despegaba del cuarto a no ser que necesitara una nueva muda de ropa o dinero en efectivo, sólo por que la máquina expendedora no aceptaba tarjetas de crédito, por que sí, sólo comía moras y ciruelas de las que podía ofrecerle esta. O de ves en cuando que Rebecca lograba persuadirlo para que bajará a la cafetería que estaba dentro del hospital para comer algo que no fuera 'esa basura' como lo llamaba ella.

Ella no estaba tan afectada como el menor, estaba preocupada si, pero logró asimilar bien la información que el doctor le proporcionó, sabía que este tenía razón y que un día cuando ella llegará a visitarlo por la mañana como venía haciendo desde el domingo, lo encontraría sentado sobre esa cama en la que ahora estaba tendido y pelearía con ella para que le hiciera el desayuno, por que según James ella es a la que le quedan los platillos más parecidos a como los hacia su difunta madre cuando eran pequeños. Y entonces todo sería como antes.

Pero Tony no pensaba igual, él cada día estaba peor, con las ojeras atravesando sus pómulos, con sus ojos más apagados y más serio de lo acostumbrado.

Ya no hacia comentarios sarcásticos ni se enfrascaba en peleas tontas con Clint, por más que este intentaba tentarlo para que le dirigiera un insulto como prueba de que su amigo aún seguía ahí. Tony sólo alzaba los hombros indiferente, perdido en sí mismo.

Al final del día, cuando todos se retiran y el castaño se queda sólo con el mayor, suele contar las nuevas ideas que tiene en mente, inventos que le vienen y sólo están en sus pensamientos, pero promete que en cuando abra sus ojos él va a refundirse en su laboratorio y entonces será Bucky el que tenga que ir a visitarlo, por que va hacer cientos de prototipos de sus ideas y se las presentara a Howard para juntos perfeccionarlos.
También le platica el como suele desarmar sus autos clásicos para después volver a armarlos con sus propias manos, porque le gusta saber como es que cada pieza encaja en su lugar.

Así hasta que termina quedándose dormido.

Había bajado de peso y lo sabía, gracias a que Pepper no paraba de repetirse lo cada que esta iba al hospital, y que había envejecido diez años en sólo una semana, eso lo dijo Rebecca, 'eres como un muerto en vida Tony, en donde esta mi amigo, ese que por nada flaquea. Se que esto te tiene muy mal por lo que pasó antes, pero créeme, esta vez no será igual, él va a despertar' había dicho Rodhey y Tony no hizo más que ignorarle, por que lo sabía, quería deshacerse de la idea que inundaba su cabeza, esa que le aterrorizaba y le repetía una y otra vez que la historia se repetiría y que terminaría perdiendo a Bucky como hace años perdió a su madre.

No quería creer lo que su cabeza gritaba, por eso es que estaba ahí, por que quería ser el primero en ver a James abrir los ojos y darse cuenta que era tal como decían los doctores.
No como lo que pasó la última vez con su propia madre.

Todos los doctores aseguraban que ella estaría bien, que en un par de meses ella estaría de vuelta al mundo, que el accidente por el que paso no era grave y que despertaría. Pero no fue así, Anthony no volvió a ver los ojos de su madre abrirse, en cambio le declararon muerte cerebral seis meses después.

Tanto miedo se albergaba en su interior, y es que lo quería tanto que la sola idea de perderlo lo aterraba, lo traumatizaba y de pronto pasaba a ser ese niño de diez años, justo en ese mismo hospital en alguna habitación de entré todas, cuando le dijo su padre que su mama había muerto, aun recordaba todo lo que hizo, como corrió por todo el lugar buscando la habitación de su madre queriendo llegar a ella y que le dijeran que todo era una cruel broma, que ella se encontraba bien y que podían irse a casa.
Pero no fue una broma, para cuando encontró la habitación, María ya no se encontraba ahí.

.-Solo espero que sea pronto cuando te dignes a despertar Bucarõ.-
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Sábado por la mañana

-¡QUÉ TONY HIZO QUE?-

- Howard lo siento, no pude detenerlo, al principio creí que no había llegado a dormir por alguna de las fiestas a las que asiste constante mente, pero después me preocupe y comencé a preguntarle y el jueves en la noche cuando volvió me contó lo que paso con Bucky. Fui a la cocina por té y unos panecillos para él, pero cuando volví ya no estaba. Fui al hospital pero no pude convencerlo, así que te llame a ti para que vinieras.

-Por que no me dijiste que era tan grave, ¡me hubiera regresado ayer!.

- ¡Te lo dije! ¡Pero colgaste antes de que siquiera terminara la oración!

- ¡Porque demonios no volviste a llamar!

- ¡Lo hice pero apagaste el maldito celular!

- ¡Porqué no le marcaste a mi secretaria personal! ¡Ella me hubiera pasado la llamada!

- ¡Claro que lo habría echo, si no fuera por que le pediste que no te pasara ninguna llamada!

- ¡No lo hubiera echo si no supiera que exageras demasiado las cosas!

- ¡Esto es exagerar! ¡Joder Howard! ¡Tu hijo se tiró a la depresión por un amor de preparatoria, perdió varios kilos, no come bien y mucho menos duerme! ¡Se está repitiendo otra vez lo que paso con su madre! ¿¡Dime, querías que esperara hasta que volviera a intentar suicidarse para poder decirte que tu hijo te necesita?!

- ¡Claro que no Jarvis!, joder no quiero pensar en eso - respiro ondeo antes de continuar - es sólo que... ahh~ ¡no se! No sé que hacer Jarvis, ¿lo arrastro hacia acá, lo meto en su cuarto, lo obligo a comer, dormir y si se porta bien lo dejo ir por un rato a que lo visite? O, ¿debería encerrarlo en el sótano hasta que se olvide de ese chiquillo? - su voz sonaba apagada hasta tal punto de convertirse en susurros - Jarvis ¿dime qué hago?- término apenas con lágrimas en sus ojos y un nudo en su garganta.

Lo siguiente que paso es que el rubio lo tomo entre sus brazos apretando el pequeño cuerpo en que se había convertido el castaño; hundió su nariz en el cabello del menor tomando una bocanada de aire ahí donde estaba, impregnando se de el hermoso olor que desprendía este.
Cuando se sintió más calmado comenzó a hablar sin moverse una pulgada de como estaba.

-Creo que esa es la mejor opción Howard, él esta muerto en vida, no quiero verlo así, mucho menos por alguien que apenas lo mira, esta devastado y no quiero que termine como hace seis años, por favor has algo con nuestro pequeño-

- Voy a tomarte la palabra Jarvis,- dijo al momento que se retiraba de el pecho del mayor pero sin despegarse demasiado- voy por nuestro pequeño.- término diciendo con una pequeña sonrisa surcando el lado izquierdo de sus labios-.

La puerta se cerró y entonces se escucho el crujir de un motor.
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Jarvis.

El alto, rubio y apuesto mayordomo Jarvis.

Desde hace ya poco más de una década que él sirve como mayordomo para la familia Stark, haciendo la de niñera cuando Howard y María no estaban en casa por sus trabajos, o de psicólogo cuando la anterior mencionada murió, y no, no sólo lo decía por el pequeño Tony, si no por Howard, ya que este, reacciono al igual que su hijo cuando María faltó en casa.

Acada uno de los empleados de la mansión les dolió en el fondo lo que paso con esta y sobre todo las consecuencias que estaba trayendo. Industrias Stark no era lo mismo desde que Howard dejo temporalmente a cargo como director de la empresa a Jarvis y no por que este no se desempeñara bien al mando de tan grande cargo, el hombre sabía como hacer su trabajo -y también como hacer su tiempo rendir para que le alcanzará de encargarse de la mansión y la empresa a la vez- pero faltaba ese algo que Howard poseía y hacia que sus empleados se esforzarán al máximo dando lo mejor de si para tener a industrias Stark más que en la cima. Y eso, era algo que Jarvis no podía cubrir.

El castaño por otra parte, había decidido que era buena idea estar en su estudio, aislado de todo y todos incluyendo a su hijo, con el alcohol de compañero y los cigarrillos en mano.

Hasta el día que su pequeño intento tirarse desde el balcón de su habitación.

Howard ese día había decidido tomar un poco de aire sin salir de su estudio, así que corrió las cortinas que tapaban la ventana y cuando tomó la perilla para abrirla miro a su pequeño, frente a él separados por un jardín de no más de trescientos metros de largo, sentado en la barandilla del balcón de su habitación con los pies cayendo hacia el abismo que se formaba al estar a más de ocho metros despegado del piso, -el firme y seguro piso-.
- Una muerte segura, dolorosa pero segura.- Pensó Howard en ese momento, sin reaccionar aún, sacando un puro de uno de los bolsillos de su saco y un encendedor de otro.

- La peor forma de morir, -dijo mientras iba posicionado el cigarrillo entre sus labios- si tienes suerte el dolor no durará mucho, al caer de frente como estas, tu nariz y tus costillas se quebraran, estas perforarán tus pulmones, y tu tabique saldrá disparado a tu cerebro causando te una muerte casi al instante.- Término la línea en sus pensamientos al haber dado la primer calada al tubo de químicos entre sus dedos. Se cruzó de brazos, soltó el humo y entonces hablo nuevamente- Tony, Tony, Tony. ¿Piensas suicidarte?- pregunto al vacío- ¿de verdad?... ¿Tony piensa.... Sui...cidarse?-


Sus ojos se abrieron como platos al darse cuenta por fin de la magnitud de sus palabras, al principio creyó que sólo era una ilusión a causa de tanto alcohol pero después cuando el castaño al otro lado del jardín levanto su rostro hacia el cielo Howard supo que no era su mente, que eso era real y estaba a nada de perder lo único que le quedaba en la vida, estaba apunto de perder a Tony.
Para cuando el puro cayo al suelo, el mayor ya había salido de su estudio y se encontraba corriendo por los pasillos de la casa de huéspedes.

Sobra decir que después de eso volvió al mando de la empresa y se hizo cargo de sus deberes en casa como padre que era y él junto con Jarvis comenzaron ambos a darle todo el cariño que Tony merecía.

Así fue como Jarvis se volvió tan cercano a Howard, gracias a todo el tiempo que compartieron juntos en compañía de Tony, creando un lazo bastante fuerte entre ellos.

Al principio solo fue amistad, pura y sana amistad.

Pero todo eso cambio hacia dos años, cuando para festejar Navidad decidieron ir a Europa.

Cuando los tres estaban instalados en el hotel una espectacular y grandiosa idea pasó por la mente del rubio; dado a que las habitaciones eran continuas entro primero a la de Tony -que por elección de ambos adultos le toco la de en medio quedando entre Howard y Jarvis- tocando un par de veces hasta que del otro lado se escucho el permiso de abrir. Entro, camino hasta el menor y le dio un beso en la frente como venía haciendo desde años atrás, después le deseo buenas noches y salió.
Al cerrar la puerta se dirigió hacia la otra habitación, estuvo a punto de tocar cuando una sonrisa socarrona se afloró en su rostro y sin miramientos tiró de la perilla abriendo así la puerta.
Oh no.
Error.
Jarvis entonces entendió el porque el echo de primero tocar para pedir permiso.
El grandioso Howard Stark estaba totalmente desnudo ante sus ojos dándole una vista de perfil que jamás sé imagino tener, con una toalla entre sus manos secando su cabello sin darse cuenta aún de su presencia.

Su cuerpo no respondía, su mano aún estaba sujeta al picaporte, se encontraba sudando y con los ojos como platos, en un claro estado de shock.
Cuando el castaño se dio cuenta de su presencia no quedo en mejor estado que él.

Aún no sabe como sucedió, ni quien fue el primero en dar ése paso, pero de lo que si está seguro es que a la mañana siguiente despertó en medio de sábanas y con una satisfacción inigualable recorriendo su cuerpo, eso sin contar el dolor en el culo que tenía Howard al despertar.

 

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- Entonces, dices que lo dejarás salir de la mansión a menos que cumpla con las cláusulas.-

-Eso dije Jarvis, así que no se te ocurra abrirle la puerta sin mi permiso. Si me llego a enterar que lo haces, me encargare de hacerte sufrir. ¿Me escuchaste rubio? - término el menor en un tono autoritario.

-. Si, te escuche perfectamente .-


Con los labios apretados y el ceño fruncido fue que el menor se dio vuelta para comenzar a caminar por el pasillo lejos del mayor.

.- ¡Quiero que encordé!.- grito el mismo sin darse la vuelta mientras levantaba ambos brazos hacia el cielo.

.- ¡Que tanto!.- contesto Jarvis en respuesta con una pequeña sonrisa aflorando se en su rostro.

.-¡Mucho!- miro sobre su hombro aún sin dejar de fruncir su ceño.- ¡Lo quiero como un cerdo! ¡Así de gordo! -


El rubio sólo atino a negar levemente con la cabeza sonriendo con todos los dientes.
Cumpliría con la petición del castaño ya que, él igualmente lo quería engordar.


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Iba Caminando por la acera de la calle, en dirección a su cafetería favorita en busca de sus amadas donas glaseadas con chispas de colores.
Todo iba perfecto, había subido unos cuantos quilos en esas últimas tres semanas gracias a las 4 hamburguesas de queso que Jarvis- extrañamente - le daba de desayunar todos los días, gracias a su padre sabía que Bucky estaba perfectamente bien y que su recuperación iba bastante bien. Así que comenzó a asistir a clases de chino como pasatiempo ese verano.
Gracias a su padre fue que pudo darse cuenta de el daño que sin querer estaba causando, haciendo que la gente que él quería terminaran preocupándose más por él que por el mismo Bucky, oh~ y Howard había sido muy- no enserio, MUY- inteligente al usar ese `Por favor, hazlo por mi' al final de su monólogo.
Una noche fue que le vasto para darse cuenta que se estaba destruyendo a sí mismo y fue él mismo quien le dijo a Howard que sólo lo mantuviera informado sobre el estado de Bucky.

Y ahora, estando a dos pequeñas cuadras lejos de el hospital se dijo así mismo lo que venía repitiendo se desde que su padre lo llevo de vuelta a la mansión, el rostro de preocupación que tenía Jarvis al verlo bajar de el auto de su padre paso por su rostro instalando se ahí, haciendo que automáticamente sus piernas se movieran en la dirección que tanto conocía, ya con su caja de donas bajo el brazo y el `él está bien' inundando su mente, convenciendo al corazón que le gritaba que volviera, que necesitaba ver su rostro una vez más sólo para estar completamente seguro de que lo estaba.
Pero entonces se vio a sí mismo prometiéndole a su padre que no lo haría, que el no se acercaría al hospital.

Y un Stark nunca rompe una promesa.

 

Tres calles más.
Sólo tres calles.

Era lo que faltaba para llegar a casa, a su refugio, pero entonces pasó lo que él creía lejano.

Ahí. En la acera de enfrente. Justo dando vuelta en la esquina con dirección a él.

 


Se encontraba el gran James Buchanan Barnes.

 

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Notas finales:

Muchas gracias por leer.

Nos vemos en el siguiente capítulo

Gracias n.n


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