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Poderosa Fragilidad por Sailor cosmos

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Notas del capitulo:

Gracias a:

Anonimo

Pink_chan

Por comentar :3

Razlichiya 

—¡¡HEY!! ¡¡Despierta!!

Dio un respingo levantándose de aquel intento de cama hecha con plantas y especie de algodón o pelusas enormes. Se sentó y restregó ambos ojos, muerto de cansancio, no había podido dormir demasiado al estar recostado de un dragón que había dicho que no volvería a su mundo y que lo quería como su alfa –lo que sea que fuera- o algo así… Había sido muy extraño.

—Y ahora quién se supone que eres tu—dijo en tono lastimero viendo al rubio que le esperaba cruzado de brazos, realmente no podía sacar ninguna conclusión del montón de dragones que había visto el día anterior, la gran mayoría los olvido queriendo pensar que era un simple sueño.

—Solo párate y ven conmigo—chasqueo la lengua dándole la espalda, Viktor logró vislumbrar el par de alas con extrañas cuchillas ¿serían parte de su cuerpo en verdad?— ¿Qué tanto estás esperando? —preguntó mirándole con el ceño fruncido y mostrando un poco sus colmillos.

—Y-ya voy—se levantó y llegó hasta el rubio que le miro de mala manera, vestía un poco particular, de hecho tenía muchísima más ropa de la que espero que usaran, lucía como una especie de soldado excesivamente bello. —Tu…

—Me llamo Yuri—se presentó sin más—Soy la mano derecha de Yuuri.

— ¿Cómo hacen para distinguirse entre sí se llaman igual? —una vena en la frente de Yuri se hincho de manera un poco descomunal, su ala se estiró quedando una cuchilla de sus garras en el cuello del peli plata, que se quedó quieto empezando a sudar.

—Yo soy Yu-ri, él es Yuu-ri, se alarga ¿Entendiste, analfabeta? —inquirió viéndolo sin demasiada emoción—Ahora, si haces más preguntas estúpidas te voy a cortar lo que yo considere innecesario en tu cuerpo. Camina.

—Cla-claro—balbuceó con parte de su cara azul por el miedo, Yuri bajo su ala y la recogió en su espalda, empezando a caminar— ¿A dón-dónde vamos exactamente?

—Yuuri quiere que estés en la arena una vez termine con sus deberes matutinos—informó avanzando un poco rápido para Viktor, que a duras penas le seguía el paso—Te mostrará nuestro hogar, te conseguirá ropa nueva… y que te bañes tal vez—arrugó la nariz y Viktor sintió un ligero tic en la ceja derecha, vamos que no olía mal… habían veces peores.

—Dijiste arena… ¿Qué hace ahí?

—Lo mismo que los ¿Gladiadores se llamaba? En su tiempo de existencia—explico tranquilamente.

—Es decir que se sienta a ver quién se mata entre sí… Pensé que eran un poco menos violentos entre ustedes, o que a Yuuri le gustara algo como eso—dijo algo sorprendido y Yuri soltó una fuerte risotada— ¿Qué?

—No seas estúpido. No es una batalla a muerte y Yuuri está haciendo de todo menos ver como alguien pelea. Mira, desde aquí se ve—Viktor alzó la vista y vio en la misma dirección que Yuri.

Desde donde estaba vio a Yuuri tumbando en el aire a un dragón en tonos azules y púrpuras. Le miraba impresionado, Yuuri estaba peleándose muy fuerte con ese dragón, aun cuando era así, Yuuri no tenía ni un rasguño mientras el otro parecía sumamente herido.

—No vamos llegar nunca si sigues con esa cara de tonto ahí parado, puedes ver mientras caminas—el empujón en forma de latigazo le hizo reanudar el paso aun viendo la escena—Te advierto que si llegas a hacer alguna imbecilidad estando aquí y sea motivo para que los demás comiencen a desconfiar de Yuuri… Te matare—advertía moviendo ligeramente la cola, Viktor trago duro mientras seguía caminando.

Finalmente llegaron a la “Arena”, que no era más que un una especie de pequeño coliseo hecho con una gran barrera de rocas, que parecían haber salido del suelo por si solas, mucha gente aplaudía a Yuuri que seguía en pie y con su apariencia elegante intacta, mientras el otro dragón estaba tirado en el suelo jadeando agotado, no con heridas graves pero algún que otro enorme rasguño muy superficial. Yuuri rugió fuertemente.

— ¿Porque… peleaban? —pregunto a Yuri que aplaudía también al logro del dragón de cristal.

—Yuuri siendo el líder de la manada debe ser el más fuerte, por eso si quieres tomar su lugar debes superarlo y cómo ves Chris no lo logro—explico de forma sencilla. Viktor noto como Yuuri se acercaba hasta ellos, pasando soberanamente del agotado competidor— ¿Terminaste?

—Por hoy—sonaba agotado, aun cuando no lo reflejara—Jean se acobardó o no sé qué ocurrió.

—Seguramente está más entretenido con mimitos de Isabella—supuso, Yuuri comenzó a encogerse y para completa sorpresa de Viktor estaba vestido… elegantemente vestido, aparte de lucir tan humano como sus cuernos, alas y cola le permitían— ¿Los acompaño?

—Si quieres hacerlo, no tengo porque decirte que no—afirmó con un leve encogimiento de hombros—Buenas días—saludo a Yuuri que solo se mantenía callado examinando su panorama.

—Buenos días… Felicidades por ganar…—se sentía muy incómodo y algo fuera de lugar en ese momento.

—Gracias. Ahora, vamos a desayunar, me estoy muriendo de hambre—comentó comenzando a caminar con Viktor a su lado y Yuri al otro— ¿Algo que quieras preguntarme? —lo notaba bastante ansioso, más de lo que espero que estuviera.

—Cómo es que tu… ustedes…—se corrigió notando a varios dragones con forma humana y ropa puesta que debía de estar rota si cambiaban a cada minuto—Están vestidos.

—No íbamos a andar desnudos por todos lados—bufo Yuri ofendido por los pensamientos tan absurdos que de seguro estaba teniendo el peli plata.

—Es parte de nuestro cuerpo, los Dragones de Luz se encargan de hacernos ropa mediante el reflejo y brillo de nuestras escamas, podemos cambiar a cualquier ropa que queramos de esta manera, somos como… ¿Camaleones? —entre tantos animales de un mundo y otro no estaba muy seguro de cual era cual.

— ¿Es decir que en este momento podrías tener puesto lo que quisiera?

—Solo lo que ya he usado—le corrigió, aún caminando su ropa negra cambio a ser una en tonos fríos con detalles dorados, le hacían lucir más como un príncipe que como un líder fuerte y firme, Viktor parpadeo realmente anonadado por el cambio—Aunque claro, es más fácil de día que de noche, la luz del sol es 100 veces mejor a la luz del fuego—aseguraba cambiando de nueva cuenta, Viktor le recordó bastante a un personajes de comics de piel azul

—Ya… es impresionante—admitió y llegaron a lo que a simple vista parecía una cueva enorme hecha de roca derretida o algo por el estilo, dentro lo que lucía como una especie de restaurante o comedor común, pues un montón de gente comía en largas mesas—Esto es…

—Aquí es donde se reparte la comida tres veces al día, si quieres algo más debes cazarlo por tu cuenta teniendo cuidado de la especie y acuerdos que tengamos—le informo Yuuri, casi parecía un guía turístico.

—Creo que paso…—rio nervioso, ahora fijándose que todo lo que había en las mesas estaba crudo—Y-ya no tengo hambre…

—No comes nada desde ayer, solo pediré que lo cocinen.

—Que caprichoso—se quejó Yuri.

Se sentaron en una de las mesas más grande, la cual casi de inmediato se llenó de gente que hablaba y hablaba, mientras Yuuri no decía ni una sola palabra, solo escuchando lo que decían en caso de haber alguna clase de problema grave más allá de los típicos dilemas que la mayoría siendo adolescentes hormonados estaban teniendo. Viktor miraba todo con cierta impresión, eran demasiadas personas, pero aun así todas hablaban entre sí como si se conocieran de toda la vida, incluso teniendo pequeñas peleas absurdas como la típica familia normal.

Un enorme plato con carne cruda picada, algunos huesos, sangre, ojos del animal que estaba ahí puesto ese plato gigante de metal le hizo tener una pequeña horcajada. Yuuri sin ninguna clase de reparo tomo un buen pedazo y le dio un enorme mordisco, una vez esto los demás comenzaron a comer, al parecer como costumbre de esperar a que el líder iniciara.

Es asqueroso…—pensó poniéndose más pálido por el asco, la sangre de la carne le caía por la comisura del labio a Yuuri, que tan solo lamió esa pequeña gota y miró al humano.

— ¿Seguro que no puedes comerlo así? —pregunto al notarlo más pálido de lo que era, Viktor negó con la cabeza—Leo, por favor cocina esto—pidió a un moreno de cuernos oscuros, el cual tomó un buen pedazo de carne y escupió fuego moderado hasta dejarlo cocinada—Listo.

—Gra-Gracias…—murmuró tomándolo y dejándolo casi al instante en la mesa por lo caliente

—No entiendo qué tienen ustedes de letales—comento una chica de cabello pelirrojo y manos con escamas azules—No puedes resistir el fuego, no comen carne cruda porque les da asco... Tus dientes se ven muchísimo más frágiles que los nuestros… es como ver a un bebé—dijo alzando una ceja pensativa y comiéndose lo que parecía un hígado como si nada.

—Además la mayor parte de su vida se la pasan frente a pantallas raras en lugar de hacer algo entre ustedes en un sitio abierto…—comentaba piel algo oscura y cabello castaño.

—De hecho es muy entretenida usarla para tomarse fotos, es lo único bueno que le he encontrado—admitió un muchacho de expresión alegre, grandes cuernos marrones que parecían ser de roca.

—Los celulares son más para comunicarnos… Al menos ese era el plan original—explico sin saber muy bien cómo seguir la conversación que era con él y a la vez no.

— ¿Por qué no ir a verse entonces? O mandar a alguien con el mensaje—preguntaba una chica de cabello negro y cuernos de apariencia metálica o algo por el estilo.

—Ella es Mila—empezó a presentar Yuri al notar a Viktor queriendo responder a uno en concreto, pero sin saber quién era, la de cabello pelirrojo le hizo una seña—Él es Pichit—señaló al que tenía un celular en las manos—Ellos son Sala y Michelle—señaló a los que verdaderamente se parecían entre sí.

—Oh... claro. No todo el tiempo podemos estar viajando de un lado a otro, hay muchas cosas que hacer como trabajar, ganar dinero, tener una mínima vida social, mantenerse sano…

—Y como se supone que esto ayuda a facilitar todo eso—preguntó Pichit curioso, lo único que había entendido de absolutamente todas las aplicaciones del celular era la cámara.

—Déjamelo un momento—Pichit se lo dio y Viktor guardó su número en el aparato, sacó el suyo, dándole al botón de llamar—Póntelo en el oído—especificó— ¿Me oyes verdad? —la cara de susto de Pichit le delató por completo—Así es más rápido que viajar de un lado a otro solo para saludar—explicó colgando la llamada.

—Ummm… Pero es absurdo ¿Cómo tienes contacto con la otra persona? —pregunto Mila confusa.

—Pues no se tiene, solo es  para hablar con gente que está lejos o en otra parte de un mismo lugar muy grande—explicó tomando ya el trozo de carne que había enfriado y dándole un mordisco, estaba en verdad muy bueno, no sabía de qué era, el sabor no parecía de vaca.

—Que invento tan más inútil—Sala sacó la lengua—Si no puedes ver a la persona ¿Cómo puedes saber que es ella?

—Ese es un problema que tenemos siempre pero…

—El contacto humano es algo que se ha ido perdiendo con el tiempo—comentó Yuuri limpiándose el mentón—No es algo que desconocemos, pregunten algo que al menos no sepamos realmente—aconsejo Yuuri con una sonrisa amable, realmente no había sido un regaño aun cuando parloteaban demasiado y muy fuerte.

— ¿es cierto que ustedes no tienen castas? —pregunto Otabek que había terminado de devorar lo que asemejaba la pierna de una vaca o caballo… el punto es que era algo gigante que se había devorado él solo.

—Qué quieres decir con “Castas” —dijo algo confuso.

—Ya sabes, alfa, beta, omega, casta menor y mayor—resumió Yuri que  lamía los restos de sangre de su propio rostro—Tu hueles a Alfa... muy levemente pero ahí está el olor.

—Eh… ¿Ok? Eso nosotros no lo tenemos, solo somos… Humanos—masticaba algo lento, estaba demasiado bueno, pero no pensaba hablar con la boca llena.

—Pero ¿Cómo puedes saber quién será tu pareja? Detectar un Omega—pregunto Mila haciendo un leve gesto con la mano y una ceja alzada.

—Para nosotros no existen los Omegas... sean lo que sean, solo somos hombre y mujer.

—Podrías confundir a un hombre Alfa con uno Omega ¿No es confuso? —pregunto Sala.

— ¿Qué tienen los Omegas? —pregunto ya algo mosqueado de la continua pregunta.

—Son la casta más inútil de todas—volteo a ver quién hablo, había un hombre de cabello negro y ojos azules, un poco parecido a Otabek en cuanto a corte de cabello, sonrisa egocéntrica y enormes cuernos negros de apariencia fuerte, las alas en su espalda lucían poderosas y le recordaba vagamente a algo…—No sirve más que para tentar a los Alfas cada 3 meses—tomo un pedazo de carne y le dio un fuerte mordisco—Un simple desperdicio.

—Lo mismo podría decir de los Alfas que no comprenden la importancia de cada casta, Jean—regaño Yuuri con tono fuerte, sonando demasiado intimidante. Viktor logró darse cuenta de que los que estaban sentados en la mesa encogían un poco sus alas, pegandolas a su espalda como si les afectará la manera de hablar del peli negro—Así como Los alfas, los Omegas tienen su valor, lo mismo con los betas.

—Bonito discurso Yuuri, pero tú y yo sabemos que digo la verdad. La casta más débil, más inútil y que solo ayuda a la hora de dar crías—pasó la mano por la nuca de Yuri, el rubio se crispo y estiró el ala para darle con la cuchilla de está, siendo detenida por las garras de Jean que le hacían daño—Y ahora parece que solo para traer comida de diferente origen—comento viendo a Viktor que frunció el ceño.

—No puedo creer que tengamos que pasar por algo como esto cada mañana—bufo levantándose—Suelta a Yuri, no te ha dado permiso de estarle tocando—que mostrara sus colmillos daba de por sí, un mal presentimiento.

—Va a ser mi Omega, no necesito su permiso—sonrió pedante, una mano con garras filosas sujeto su cuello.

—No será tu Omega jamás, aléjate de él—advertía Otabek, poniéndose cada vez más negro, quizás la ira hacía que fuera cambiando de forma muy lentamente. Jean soltó a Yuri que recogió su ala chasqueando la lengua, pues sangraba debido a las garras del alfa, le miró rencoroso y con claras intenciones de atacar, pero Yuuri dio unos cuantos pasos adelante.

—Largo del comedor, tienes prohibido comer aquí o lo que se traiga, deberás ir a buscar tu comida tú solo… Otabek—el nombrado soltó a Jean que seguía con esa sonrisa imborrable—Veo tu cara de nuevo hasta decir lo contrario y tendremos problemas.

— ¿Qué problemas Yuuri? El que lo estaría por hacer esta estupidez eres tu—no podían evitar estar incómodos, incluso Viktor, había una especie de fuerte presión en el ambiente que les mantenía quietos pero alerta—Traer a un humano y ponerlo aquí como especie de atracción. Debería hacernos un favor a todos y devorarlo, quizás sepa bien.

—Te atreves a tocarlo y quién terminara devorado será otro—advirtió con sus ojos brillantes en un fuerte y refulgente color rojo—Ahora lárgate—Jean se dio la vuelta y soltó una risita, saliendo del lugar—Terminen de comer y vuelvan a  sus actividades, no ha sido nada importante—explicó sobándose el entrecejo y comenzó a caminar fuera del lugar en dirección opuesta a Jean, Viktor se levanto apurado a seguirlo.

— ¿Qué es lo que pasa? —preguntó algo alarmado—No me digas que… enserio me trajiste aquí como un-

—No eres una atracción y tampoco comida, de serlo ya estuvieras muerto o en cambio, encerrado—explicó en tono más calmado—Jean es un poco particular, no le hagas mucho caso a lo que él te diga… Tampoco te quedes muy cerca, no creo que me haga demasiado caso en cuanto a lo que ordene.

—No lo hará, lo conocemos lo suficiente—dio un ligero respingo al ver a Yuri a su lado como si nada—Puedo ir a vigilarlo si quieres.

—Tu no, vas a tener el primer celo pronto y debes permanecer tan lejos de él como se pueda—Yuri chasqueó la lengua y se cruzó de brazos—Le diré a Otabek que lo haga… o Michelle, dependiendo quién esté libre antes—explicó.

—Pueden… explicarme al menos que es todo eso que están hablando… No entiendo nada—pidió, sintiéndose en verdad ajeno a todo lo que estaba pasando.

—Vigílalo a él.

— ¿¡EH!? —Yuri le miraba incrédulo.

—Tengo que ir a hablar con los Naga, sabes perfectamente que debo ir solo si no quiero romper nuestro acuerdo—el rubio se cruzó de brazos—Así que, en lo que vuelvo quédate con él. Volveré en un rato.

Dicho esto se fue caminando tranquilamente mientras su cuerpo se hacía escamoso, grande y fuerte, su forma draconiana en todo su esplendor, algunos de los que habían alrededor se despidieron de él mientras se alejaba y volvieron a lo que hacían al verlo desaparecer de su vista.

—Muévete, no estaremos aquí todo el día—empezó a caminar junto a Yuri que le guiaba de vuelta a la cueva seguramente, podía reconocer a medias el camino—Dejarme de niñero del humano, como si no pudiera hacer algo más importante—murmuraba para sí mismo un poco molesto—Tratándome como un niñato.

—Eres más joven que él… ¿No? —pregunto algo temeroso y manteniendo distancia prudencial.

—Por supuesto que lo soy. Aun con todo yo era quién barría el piso con su cara cuando éramos apenas unas lagartijas—bufo poniéndose más recto.

—Oh… se conocen desde niños… ¿Qué edad tienes? Te ves como un adolescente o un niño—una vena se hinchó en la frente de Yuri, evidentemente molesto por el comentario—N-no me digas si no quieres—se apresuró a decir moviendo las manos.

—Tch, miedoso—refunfuño—Tengo 169 años, no soy un niñato.

 ¿¡169 AÑOS!? —Chillo llamando la atención de todo el mundo de forma inmediata—ME LLEVAS MÁS DE UN SIGLO.

—Por supuesto ¿Qué pensaste tú? Nuestra especie tiene la fortuna de ser muy longeva. Mi abuelo alcanzó los 12 mil años y con mucha suerte alguien aquí lograra sobrepasar su récord—el orgullo al nombrarlo era sumamente notorio en sus palabras, no había cómo dudarlo.

—Pero si tú eres menor que Yuuri… ¿Qué edad tiene él? —pregunto ya asustado de lo que pudiera responderle el rubio que volteo a verlo.

—Ahora tiene… 239 años, este año cumple los 240—dijo un tanto pensativo.

— ¿¡CÓMO ES POSIBLE QUE TENGAN ESA EDAD!? —se llevó las manos a la cabeza, anda que no negaba que posiblemente podían vivir muchísimo, era el colmo que siendo tan increíblemente poderosos vivieran poco pero… Que lucieran jóvenes era lo que le tenía aún más turbado.

—El cómo funciona una especie y la otra es casi tan parecido como llevar la cuenta de la edad de tu perro—comenzó a explicar, sacando esto en el momento por verlo corriendo y jugando con algunos niños—Para ti es mucho pero para nosotros es poco, aquí no eres más que un bebé apenas.

—Eso lo sé, es obvio—balbuceo, para ellos debía ser un feto con solo 27 años.

—Pues bien, Yuuri apenas es un joven, en años humanos tendría…—comenzó a contar con los dedos—23 más o menos, yo 16, Otabek 19…

—Esto no me hace sentir mejor—se restregó la cara con las manos, no podía creer que enserio esto fuera real.

—Me causa gracia que creas que te respondo con esa intención—llegaron hasta la entrada de la cueva de Yuuri, deteniéndose y quedando frente al peli plata—Me interesa poco si estás cómodo, confundido, feliz, triste, enojado, lo que estés pensando para mi es irrelevante… Lo que yo quiero es que te largues de aquí lo más pronto posible.

—Pero Yuuri…

—Es soñador, blando… Un Omega que como yo quiere tener su compañero, ya está algo mayorcito para estar sin un pareja, no se lo recrimino porque puede estar así si quiere pero que traiga…—le señaló completo de manera despectiva—… Un humano para eso, me es completamente inaceptable.

—Yo no le pedí venir—resaltó frunciendo el entrecejo.

—Eso no me interesa en lo más mínimo. Por tu propio bien te sugiero convencerlo de que te devuelva a tu podrido mundo lleno de falsedad pero aquí—se acercó peligrosamente a Viktor —No vas a estar llenando a Yuuri de falsas ilusiones y con lo que llamamos “falsa humanidad”, él merece algo mucho mejor—afirmaba pasando de largo—Estaré caminando por aquí, si llegas a salir de esa cueva te voy a cazar como lo que desayunamos—advirtió.

Viktor le vio irse y alzar vuelo  hasta un punto que imposibilitaba su vista. Prefiriendo mantener sus extremidades y buena salud entró a la cueva, que rebosaba de luz natural, era muy esplendoroso. Decidiendo obviar la parte que ya conocía a medias del día anterior y decidiendo ir a lo que parecía una cabaña como las que abundaban en el resto del “pueblo”. Era pequeña por dentro, lo más resaltante era una cama enorme echa en base de pieles de a saber que animal.

Había una mesa con múltiples cosas encima, una especie de libro con hojas gastadas y sucias a simple vista, lo abrió con curiosidad pero honestamente no comprendió nada, era una especie de ruso mezclado con otro idioma, apenas una que otra palabra suelta y quizás ni siquiera significaran lo que él pensaba. La cubierta era simple, de cuero negro y los agujeros junto al hilo que mantenía todo unido, el título que de nuevo estaba en esa lengua extraña ¿Tenían su propio idioma?

Había otro montón de hojas más, tiradas por todos lados y a juzgar por los símbolos apenas repetidos, que suponía eran fechas, debía ser una especie de diario al igual que el libro, asumía que el libro era mucho más viejo y que quizás las hojas eran de Yuuri. Se sentó en la cama y se quedó viendo a su alrededor, respirando lentamente y escuchando los ruidos naturales del ambiente.

Por alguna razón le daban ganas de llorar, gritar y romper algunas cosas ¿Por qué su suerte es tan maldita? No se pensaba que habría hecho alguna cosa mala en su vida, tal vez estar muy enfrascado en su mundo contara pero… No era tan malo como para lanzarlo a un lugar donde no conocía a nadie y básicamente cualquier cosa viva a su alrededor, pretendía matarlo al más mínimo movimiento en falso. Aparte de todo ¿Por qué Yuuri le había dicho que le quería como su Alfa? Esta bastante desconcertado con todo lo que acontece a su alrededor.

Pensándolo un poco, si Yuri había ordenado prácticamente que se fuera ¿Significaba que podía irse si le daba la gana? El recordaba que Yuuri literalmente sobrepasaba el límite de los aviones para llegar, si intentaba por donde llegó iba a terminar carbonizado al suelo como un meteorito o algo por el estilo así que como pretendía el rubio que se fuera.

El escuchar como algo enorme caía le detuvo el tren de ideas suicidas, en su mayoría eran lanzarse de un precipicio a probar suerte y si no pues… Adiós a Viktor Nikiforov, muerto por estar “coqueteando” con un dragón. Olé por sus huevos.

— Viktor —escuchó que le llamaban desde afuera, no se movió en lo más mínimo de dónde estaba— ¿Dónde estás? Viktor —le volvieron a llamar, la puerta de la pequeña casa se abrió y Yuuri entró—Oh, estabas aquí—sonrió tranquilo cerrando la puerta— ¿Te gusta? Puedes dormir aquí si gustas, no suelo estar muy a menudo aquí

— ¿Cuándo me dejarás volver a mi mundo?

—Y supongo que no te debe gustar mucho el dormir recostado de mí, debe darte un poco de miedo.

—Yuuri—insistió mirándolo y el pelinegro apretó los labios—Quiero volver a mi mundo.

— ¿Por qué?

— ¿Cómo que porque? Yo no soy uno de ustedes, no entiendo nada de lo que pasa en este lugar—dijo algo exasperado y nervioso—No sé qué te hizo pensar que esto me gustaría o que yo quería ser tu alfa… lo que sea que es ser un alfa en este lugar.

—Pero… tu... —le miro de forma anhelante, esperando algo que Viktor no comprendía y que simplemente no llegaría—Olvídalo, no te pienso devolver al mundo humano.

— ¿¡Que!? —quisquillo levantándose exaltado.

—Permíteme demostrarte que este lugar puede gustarte, responderé cada pregunta que me hagas, ahora si tengo tiempo—ofrecía acercándose a Viktor y tomando su mano entre las suyas. Viktor torció un poco los labios, resultaba un poco extraño el contacto pues esperaba que fueran ásperas y no tan suaves como lo eran— ¿Si? —miro la expresión añorante que tenía el dragón en su rostro

Era tan contradictorio a lo que mostraba estando fuera con el resto, frente a Jean, se planteaba como una persona firme y fuerte pero ahora lucía tan… Vulnerable, tan frágil, una especie de sentimiento melancólico salía de lo más profundo de sus ser sin saber muy bien porque.

—Está… bien…—murmuró algo derrotado viendo las manos de Yuuri, a pesar de todo eran más pequeñas que las suyas—Pero si no me siento cómodo…

—Te devolveré a tu mundo, lo prometo—aseguró con una sonrisa triste y voz quebrada. Viktor quería comprender ¿Por qué Yuuri parecía estar desesperado por mantenerlo ahí? ¿Se estaba escondiendo algo?

Notas finales:

Los tortolitos tienen complicaciones (? xDD pobresito viktor, un dia de estos el pecho le va a explotar.

Aquellas que me siguen desde hace tiempo comprenderán la siguiente frase... Kuma Cameos Locos Is Back Bv esperen de todo mis bebeses.

El lemon tardará un poquito nada mas, hay ciertos detalles que, de nuevo, las que han leído todas [o las más recientes de mis obras] comprenderán, trae buena zukulemcia a la trama de este fic, asi que les sugiero ir atentas xD

Y pronto el mundo arderá... eso ya es normal aqui

En fin~ Hasta la semana que viene.

Bye -3-

 


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