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Revive mi corazón por La Rosse

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Notas del capitulo:

 

He vuelto desde las profundidades, bueno ahora en serio sé que no publicó hace años luz así que si alguien aún lee esto y esa caritativa alma quiere leer este capítulo lo agradezco de corazón 

la venganza del presidente por fin ha llegado buajajajajaja capítulo extra A junjou mistake 

 


Una gota de sudor recorrió su frente mientras las mejillas se le coloreaban de carmín a penas, la cosa iba rara porque oía la voz del editor en jefe pero las palabras se amontonaban en su cabeza haciendo imposible distinguirlas; miró incesantemente a los alrededores buscando en la luz que se colaba por las ventanas la respuesta al calor de su cuerpo. De pronto sintió un hormigueo que le recorría la columna, para dejarle una conocida sensación en cierta parte baja de su anatomía.

No...no...no

Eso no podía ser ¡Se estaba excitando en plena junta directiva!

Intentó pensar en algo que pudiera distraerlo de su problema, tristemente estaba lejos de conseguirlo pues al voltear la vista se quedó paralizado; Ryu se encontraba metiendo el bolígrafo a su boca, como hacía usualmente al estar aburrido. Sin embargo, esta vez le pareció de lo más excitante ver como entraba y salía completamente mojado por la saliva de su amado esposo una y otra vez ¿Estaría mal sentirse celoso del bolígrafo? porque estaba seguro de que él necesitaba más la boca del castaño que ese artefacto.

Decidió que no podría aguantar más cuando un retortijón le hizo soltar un gemido que ahogó rápidamente, se levantó dando una escueta disculpa y cerciorándose que nadie viera la creciente erección marcada en sus pantalones. Abrió la puerta de la sala de juntas que conectaba con la oficina de Isaka y una vez allí intentó hacer lo mismo con la puerta principal encontrando la sorpresa de que alguien le había echado llave, alguien cuyos pasos le siguieron a la oficina y echaron llave también en la puerta conexa: Isaka Ryu.

El presidente se acercó con paso felino hacia su precioso secretario que confundido parecía preguntarse ¿Por qué cerraba ambas puertas?

-Kaoru, Kaoru - suspiró con fingida pena- ¿qué te ha pasado?

-Ryu, necesito que abras la puerta- respiraba agitado.
-Aún no me has respondido, ¿qué te ha pasado?
-No es nada ¡Solo abre la maldita puerta!- gritó fuera de sí el secretario, necesitaba liberarse lo antes posible.
Ante la respuesta mordaz Ryu juntó su pecho al de Kaoru y mientras su mano derecha descendía hacia la furiosa erección del mayor, le susurró:
- No sé tú- palpó sobre el pantalón haciéndolo estremecer- pero esto es muy grande como para ser nada.
Kaoru temblaba como un cachorro, se sentía confundido y terriblemente excitado con Ryu hablándole de ese modo, dio un grito de satisfacción cuando la mano ajena al fin lo tomó piel con piel.
-¡Ah Ryu !
-Shhh- dijo tapando su boca- ¿quieres que te oigan al lado?
Los ojos castaños se abrieron con sorpresa cuando comprendió que jugaba con él, no había otra razón su esposo había planeado todo aquello. Estaba dispuesto a formular la pregunta pero solo un grito ahogado encontró el camino.
- Mi Kaoru, estás tan caliente-susurró- quién diría que unas gotitas en el café harían esta maravilla
Se sorprendió pero no dijo nada, a duras penas lograba callarse mientras le hablaban sugerente al oído
-Me mirabas mucho en la junta, más cuando tenía el bolígrafo en la boca- pausó un minuto al sentirlo endurecerse más- Jo... no me digas que quieres que lo haga con mi boca.
Kaoru se estremeció ante la idea
- Eres un guarro- dijo para cumplir la fantasía de su amado y engullirlo completo.
No pudo contenerlo, la boca que lo aprisionaba era cálida y sobrestimulado como estaba no tardó en venirse copiosamente para deslizarse hasta el suelo exhausto.

Sintió un peso sobre él; pero estaba muy cansado como para abrir los ojos, escuchó el sonido de la tela cuando retiraban sus pantalones para después sentir como Ryu tomaba sus manos suavemente para después colocarlas con fuerza sobre su cabeza, sintió que ataban sus manos y ahí sí abrió los ojos con desespero ¿De dónde había sacado Ryu un cuerda? y más importante ¿por qué lo ataba a la pata del escritorio?

Una sonrisa ladina lo descolocó, acababa de notar que el castaño estaba sobre él en toda su gloriosa desnudez, lo observó así de dominante con su blanca piel brillando por un ligero sudor, los pezones rosados que pedían ser acariciados por su lengua y una orgullosa semi-erección que se asomaba entre las bonitas piernas. Él mismo se endureció al instante.

- Es hora de tu castigo.

-Ryu estamos en la ofi...- no pudo contestar porque mordieron su cuello con vicio

-No no no, soy Ryu-sama para ti- pausó- y hoy haremos lo que yo diga

Y así empezó, el castaño hizo de él un desastre. Lo besó sensualmente, acariciando su boca con su lengua mientras se frotaba magníficamente sobre su dolorido miembro, la fricción lo estaba matando y algunos gemidos quedaban ahogados entre sus bocas.

Quería estar enterrado dentro de ese candente cuerpo; pero como estaba ni siquiera podía tocarlo y eso lo mataba así que en compensación intentaba mover su pelvis lo más fuerte que podía. Ryu bajó por todo su cuello marcando fuerte la tostada piel de su secretario, descendió hasta los pezones y jugó un rato mordisqueándolos mientras su mano acariciaba nuevamente la dureza de su esposo.

-Ah no... Ryu voy a... me voy a- estaba por tener su segundo orgasmo del día; pero la presión de la mano desapareció. abrió los ojos y miró al de arriba confundido y adolorido.

-No cariño, no puedes acabar otra vez- se inclinó  y le susurró- además quiero que lo hagas dentro de mí. 

Isaka, que estaba a horcajas sobre el vientre de kaoru, subió un poco hasta sentarse sobre su pecho para que su erección quedara a la altura de la boca del secretario, Kaoru abrió grandemente los ojos ¿Acaso quería que...

-Hazlo- ordenó- hazlo Asahina.

Los labios se abrieron temblorosamente para tomarlo, las caderas del presidente marcaron el ritmo embistiendo la boca de su amor, cuando sintió que iba a correrse se detuvo y se retiró, recreándose en el bonito rubor de sus mejillas y sin poder evitarlo se acercó para darle un romántico beso.

-Ahora- dijo pícaro- ¿qué quieres hacer Asahina?

-...

-Oh vamos, no quieres quedarte así toda la tarde ¿o sí? ¡responde!

-No- lloriqueó

-No ¿qué?

-No Ryu-sama

-Muy bien- sonrió para acariciarle el rostro con devoción- ahora pídemelo, pídeme que te deje follarme.

-Po..por...-estaba apenado por lo que iba a decir pero en serio lo necesitaba- por favor Ryu-sama, déjeme follarlo.

-Buen chico-Su sonrisa se ensanchó, si que le gustaba todo aquello.

Se sentó sobre el falo, introduciéndolo lento. Con lo mucho que lo ponía la situación no necesitaba preparación, ambos dieron un gemido divino cuando estuvo todo dentro, era exquisita la visión de Ryu montándolo con deseo, Kaoru movía sus caderas rápidamente contra el trasero de su esposo y este se inclinó para besarlo con lujuria y deseo; pero también con infinito amor como siempre.

El final estaba cerca, lo sentían en el hormigueo que viajaba desde sus pies hasta la parte posterior de su cabeza, azotando sus columnas como un látigo de fuego que los obligaba a arquearse.

Las caderas iban rápidas, fuertes e inclementes al encuentro de las ajenas, el castaño se encorvó y buscó refugio en el cuello de su amor cuando finalmente se corrió mordiendo el hombro de Asahina y éste explotó caliente dentro del otro con su nombre entre sus labios.

Cayó exhausto sobre el gran cuerpo de su amante, había sido maravilloso para ambos aunque el secretario jamás lo diría en voz alta, le había gustado dejar que Ryu domine la situación. Un beso lo distrajo de sus cavilaciones y comenzó a responderlo de la misma suave manera; eso era común entre los dos, no importaba qué tan rudo hubieran sido, al final siempre tenían un beso dulce y romántico que le reafirmaba que no había sido solo sexo.

El presidente le sonrió y se levantó despacio hacia en baño de su oficina, salió al poco tiempo limpio y vestido por completo, se acercó al cuerpo laxo del su secretario extendiendo la mano como para desatarlo; pero no lo hizo.

-¿Qué?- respondió ante la atónita mirada- No habrás creído que eso era todo, querido eso fue más un placer que un castigo para ti.

-No no no, no puedes dejarme aquí Ryu- estaba furioso quería soltarse ahora mismo pero entre más jalaba las cuerdas más se ceñían a sus muñecas- Mierda, está apretado.

-Amor, si sigues haciendo eso te lastimarás

-Mierda estos nudos ¡Están muy apretados! ¿Estuviste en la marina?

-Ja.. para nada; pero siendo sincero jamás creí que el entrenamiento scout rindiera frutos a estas alturas.

-¿Scout?

-Así es cariño- rió un poco- estás viendo un auténtico nudo Ballestrinque, gané insignia y todo.

Al oír eso supo que no sería liberado en un largo tiempo, sobretodo cuando le dijo con voz cantarina que tenía dos reuniones más y después vendría a desatarle; jamás vería la oficina con los mismos ojos.

-Te amo- canturreó antes de salir y dejarlo allí solo, atado y follado.

Y fue así como nuestro querido secretario aprendió que no era bueno hacer enojar a Isaka Ryu porque todo podía terminar en una dulce, dulce venganza.

Notas finales:

Y eso ha sido todo, gracias por leer 

me muero por saber qué opinan 

besos miles 


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