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Omega en Peligro - Killing Stalking Omegaverse por Boo Bear LOL

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Como era usualmente desde hace 5 meses, Yoom Bum seguía con la mirada a su, ahora nuevo amorío el popular, alabado, sexy y amable presidente del Concejo estudiantil de la secundaria "Kiling Me Softly" Oh Sangwoo caminar por los alrededores de la sala de Educación Física para luego entrar y cerrar la puerta corrediza tras él.

Quizás algunos se pregunten porque nuestro tímido y trastornado protagonista se habría enamorado de alguien tan resplandeciente e inalcanzable para él, pues, la razón se dividía en dos: Una por condición y otra por una salvación como ocurren típicamente en los mangas shoujo.

De por sí, los omegas siempre se sentían atraídos hacia los alfas con quienes querían entablar una relación más que amical; sin embargo, Yoom Bum no había tenido siquiera la oportunidad de socializar al menos con algún otro ser humano que no fuera el egoísta de su tío e indiferentes abuelos debido a su apariencia desaliñada y desagradable presencia, por lo que siempre se vio privado de amor externo y propio.

Y esto aún empeoró cuando a la edad de 13 años, se manifestó el temido celo que demostraba su condición como omega, haciendo que su existencia sea aún más repudiada por el simple hecho de ser un sucio omega el cual solo le serviría a la sociedad como otra incubadora más del montón y como un objeto sexual del cual cualquier beta o alfa pudiera disponer.

Contrario a lo que se conoce, en la sociedad donde se ubica nuestro tímido Bum, los omegas son la minoría sometida, y los cuales comúnmente son abusados de violaciones y vendidos a burdeles para ser las bailarinas exóticas de tales recintos.

La única manera para que un omega pudiera subsistir en esta sociedad y la viviera dignamente en lo mínimo que abarcara la palabra, era trabajando como ama de casa del alfa que lo tuviera marcado y sirviéndole al mismo tiempo como herramienta para desfogar sus deseos pasionales.

Gracias a la denigrante posición en que los omegas se encontraban, Yoom Bum tenía prácticamente cero aspiraciones en convertirse en un digno omega independiente que pudiera sobrevivir sin la influencia de la marca de un alfa sobre su cuerpo.

Y aunque quisiera atarse a uno, pues ello podría ocurrir únicamente como producto de un milagro debido a su relativamente, nula interacción con las condiciones opuestas.

Si alguna vez fuera marcado por un alfa, quizás ocurriría cuando tuviera su celo.

Pero su celo era tan doloroso, que no le permitía salir de la comodidad de su "nido" para siquiera buscar la compañía de un alfa o beta.

Era por ello que se ausentaba hasta tres días de la escuela para que su celo se calmara lo suficiente como para estudiar y el efecto de los supresores fuera finalmente efectivo contra los síntomas.

Yoom Bum se había resignado a vivir de manera solitaria toda su vida.

No fue diferente hasta que, en una mañana calurosa de mayo, cuando se vio abrumado de tener sin previo aviso su segundo celo en lo que iba del mes, se permitió pensar que su futuro quizás  podía tomar un rumbo distinto.

Aún recordaba exactamente cómo en ése día su ciega devoción hacia el popular presidente del consejo estudiantil se había desarrollado...
Lo recordaba como si se tratara de un cuento de los hermanos Grim...

Al principio con horrorluego con un final feliz.

En esa mañana, el maestro de E. F. les había comentado que practicarían fútbol como segundo tema del primer semestre para aprobar la materia del curso. Toda la clase acotó las indicaciones del docente y empezaron a practicar antes de que fueran evaluados.

Yoom Bum no era excepción a ello; por lo que, alejado en una esquina de la cancha empezó a practicar por sí mismo, ya que sabía que los demás betas y alfas no lo invitarían.

La memoria era tan vívida que Yoom Bum aún recordaba que en medio del torpe dribble que estaba ejecutando con el balón; su celo, que si bien había empezado por ser regular desde la primera vez que apareció, se había manifestado con ferocidad, obligándole a ponerse de cuclillas y respirar fuertemente para controlar la creciente ansiedad y excitación que empezaba por inundar su frágil organismo.

No podía creer que esto de verdad estuviera ocurriendo... En serio, cómo era posible que, justo en un momento donde estaba en medio de una clase, al aire libre y expuesto ante sus compañeros que eran susceptibles a las feromonas de omegas, su ciclo de reproducción se viera alterado por primera vez?

Definitivamente Dios debía de odiarlo.

Se sentía aterrado de lo que cualquier alfa pudiera hacerle en esos instantes, por lo que decidió huir lo mas rápido posible tan pronto como el cresciente dolor que sentía en sus partes intímas se veía controlado brevemente.

El lugar más cercano al cual podría acudir era el departamento de Educación Física que, milagrosamente, estaba con la puerta corrediza entre abierta cuando normalmente siempre estaba cerrada desde adentro.

Quizás Dios le dio una oportunidad más.

Estaba seguro que si se hubiera quedado en la cancha un minuto más, alguno que otro alfa hubiera notado sus feromonas excitadas que delataban su penosa situación y, probablemente, le hubiera dado caza. Sería muy problemático si uno de ellos lo violara o, peor aún, lo dejara esperando un cachorro indeseado.

Agradecía mentalmente a ése ser supremo que lo había ayudado ésta vez a resguardarse de los alfas. Por lo que, rozando levemente la fisura de la puerta, de disponía a entrar a la sala y encerrarse hasta que las clases terminaran o su celo se calmara.

Iluso de su parte pensar que alguiensiquiera Diospudiera estar de su parte.

Apenas hizo el ademán de cerrar la puerta para mantenerse seguro del exterior, cuando el golpe impestivo y salvaje de una mano y un pie hicieron que el omega se asustara tanto que tuvo que retroceder para evitar caerse del susto provocado por aquella persona.

Yoom Bum quiso avanzar inmediatamente para trancar la puerta, pero los síntomas dolorosos del celo habían vuelto más fuertes que la anterior vez, provocándole nuevamente espasmos de dolor y ansiedad.

Tenía miedo de alzar la mirada, el pánico ya había recorrido su organismo más veces de las que él hubiera podido enumerar. No quería levantar la mirada de la polvorosa colchoneta donde había caído de rodillas producto de la impresión,  porque sabía, gracias a las feromonas que emitía quién o qué podría estar en frente suyo.

Un alfa.

Veía sus zapatillas blancas acercarse con pasos lentos hacia su persona. Y en el momento exacto en que Yoom Bum se atrevió a subir la mirada, observó algo que antes no había podido tener la oportunidad de ver.

Lujuria

Reconocía al alfa como uno de sus compañeros de clases con los cuales no había interactuado aún. O al menos no había prestado atención a su persona.

El alfa  llegó y se agachó hasta llegar a la altura en que estaba Bum. Empezó a olerlo de manera  inquisidora para luego empezar a murmurar "omega" como una mantra.

¿Recuerdan la parte de la historia al estilo Grim que empezaba con la parte de horror y desesperación?

Pues esto no era  siquiera la punta del iceberg.

Yoom Bum quería escapar del inminente destino de ser corrompido, por lo que decidió obligar a sus piernas moverse y huir de aquel alfa. Lamentablemente su omega interior no estaba de acuerdo con ello, por lo que, en vez de reprimir solamente ese deseo de seguridad, empeoró la situación haciendo que su cuerpo reclamara con más ferocidad la presencia del alfa en su interior.

El alfa no le dio tiempo a Bum siquiera para pedir por auxilio antes de que éste se lanzara sobre él olisqueando fuertemente la zona alrededor de su cuello y empezará por desgarrar su pantalón holgado de deporte para después posicionarlo boca abajo y en cuatro extremidades.

El alfa lo trataba con una fuerza sobrehumana y utilizaba la violencia como un método seguro para someter al omega. Yoom Bum quería detenerlo con todas sus fuerzas,inclusive  se atrevió a golpear la cabeza del alfa con un cono que se encontraba cerca a ellos, a pesar de que ello iba en contra de la conducta de un omega. Aunque surtió efecto un par de segundos para atontarlo, el alfa ni se inmutó y continuó con su misión, desgarrando la ropa interior de Bum para entrar en él.

Yoom Bum se sentía contrariado. Su lado omega exigía ese placer como producto del celo que estaba teniendo, pero su parte racional lloraba por su incapacidad de defenderse y luchar por salir invicto de esa situación. Simplemente se sentía asqueado de sí mismo por no poder openerse ante la abrumadora fuerza con que su omega interior se apoderaba de las acciones de su cuerpo.

El sentirse decepcionado ya se había vuelto costumbre, incluso ya no se sorprendería si ese alfa que estaba empezando por violarlo le dejara un regalo en su interior por culpa de su incompetencia.

Sinceramente comenzaba a odiar a Dios. Total, si él no lo salvaba mediante un milagro, entonces, ¿quién se podría atrever a socorrerlo?

¿Recuerdan la parte del final feliz que es característica de  lo cuentos de hadas? Pues, si lo comparábamos con lo que estaba pasando Yoom Bum, eso quedaría minúsculo ya que, lo que el pelinegro sintió en el momento en que la puerta corrediza de la sala de Educació Física se abrió impestivamente para dar paso a la idealización de un Dios que, había comenzado ser para él, desde el segundo preciso en que lo vio.

La persona enfrente de ambos tenía ligeramente desordenado su cabello rubio ocre, pero eso no era problema para demostrar la belleza de su persona. Aparte de ser dueño  de esa deliciosa piel de caramelo que daban ganas de saborearla y de un cuerpo fornido, como si hubiese sido esculpido por tratarse de una divinidad, tenía unos preciosos ojos color chocolate electrizantes que parecían hundirte en un remolino de calidez y seguridad. Pero lo más resaltante de todo ello, eran ésos  labios cerezas que lucían tan apetecibles de mordisquear sin tregua alguna.

No obstante, lo que a Bum parecía haberlo hechizado haciendo inclusive que se olvidara por un momento en la situación en que se encontraba eran las feromonas que expelía éste ser ... Era un aroma  a cacao y cedro. Una combinación perfecta para un alfa cómo él. 

El chico venía acompañado del maestro de educación física junto a un par de agentes de seguridad.  Como los de seguridad y el maestro eran betas, no tuvieron problema para separar a ambos y rescatar al omega encelado. De acuerdo a como escuchaba la explicación que daba el rubio, parecía que él  lo había visto  desde la ventana de su salón caminar de manera dolorosa hasta el almacén cuando un alfa fue en su encuentro cerrando violentamente la puerta del lugar. 

No entendía su mente. A pesar de que hace unos instantes casi había sido violado por un alfa y que el miedo y alivio deberían gobernar en estos momentos su interior, lo único que sentía era admiración e impresión.

Su omega interno y su parte racional nunca habían concordado en algo desde la primera vez que su condición fue descubierta. Pero hoy parecía ser el día que finalmente  ambas partes habían llegado a una acuerdo mutuo...

Habían caído completamente enamorados de ese generoso alfa.

No sabía su nombre, pero luego de dos días lo supo. 

Era el presidente del concejo estudiantil de la secundaria "Killing Me Softly" : Oh Sangwoo.

Un adorado y amable alfa del salón al lado suyo que era amado por sus compañeros y que comúnmente salía con sus amigos como cualquier estudiante adolescente de 16 años.

Desde ese día había caído enamorado de él. Y por consiguiente, buscando cualquier medio para acercarse a él lo había seguido con la mirada y había tomado algunas de sus cosas personales para tenerlo más cerca de lo cualquier compañero suyo pudiera haber estado. 

Pero no era suficiente. 

Quería ser suyo.

Quería que él fuera suyo.

Quería tener familia con él.

Por lo que, volviendo a situarnos en el presente, Yoom Bum, escondiéndose tras el pilar, estaba mirando fijamente el almacén de E.F. esperando de Sangwoo salga antes de que terminara el receso.

Era extraño. Oh Sangwoo aún no salía a pesar de que había entrado desde hace 40 minutos cuando comenzó el recreo.  Bum empezó a preocuparse. 

¿Y si había sido capturado por alguien?¿ Y si lo habían noqueado? ¿Y si del miedo se había desmayado?Y si... ¿lo había matado alguien que esta en el interior? No podía dejar de pensar en cosas negativas.

Fue en ese momento cuando su mundo y futuro cambió

Dándose valor, entró a la sala de E.F. azotando la puerta consecuentemente para gritar con todas sus fuerzas "Sangwoo, ¿dónde estás?", pero lo que Bum no se esperó es que no hubiera nadie. La sala era pequeña, así que era prácticamente imposible de que alguien pudiera esconderse aquí. 

Una sombra proyectándose al lado suyo y que sostenía un objeto alargado, como un bate de béisbol, fue lo último que vió antes de que un dolor en la nuca lo llevara a un viaje por el mundo de la inconsciencia...

 Adolorido, abrió los ojos y se sorprendió de estar recostado en una colchoneta con ambos, piernas y muñecas, embaladas con cinta adhesiva que lo mantenían como un cautivo con esposas. 

Elevó la mirada y observó algo que lo asustó de sobremanera. 

Oh Sangwoo le tendía una mirada sádica junto a una pizca de burla y lujuria. 

No entendía la situación, pero se sintió atemorizado por la manera en cómo su amado presidente lo miraba desde arriba.

- Hola Bum... .- Le brindó una sonrisa ladina y burlesca. Bum se mantuvo callado por la impresión de verse frente a su idealizado Dios con una nueva faceta que no le empezaba a gustar.

- Verás, ¿recuerdas el día en que te salvé?, pues en realidad no era porque sintiera simpatía por ti, solo tenía que hacer una acción de caridad para que mi popularidad subiera más.. Ya sabes, la imagen de ser el chico bueno siempre tiene que ser actualizada, sino serás olvidado... Pero, en serio no me esperaba que me siguieras y me acosaras a este extremo... Mira que robar mis cosas para sentirte completo... Que desperdicio de omega eres eh...-  Yoom Bum sintió un sonido de quiebre en su interior. su corazón y su orgullo de omega se había roto. El sentimiento de dolor, traición y, sobre todo decepción volvió a él manifestándose en saladas lágrimas que brotaban de sus oscuros orbes. 

- Yo te amaba....¿ Por qué todos son así?...- Bum lo dijo entre bajos e inentendibles murmuros y suspiros que se confundían con la constipación de sus fosas nasales como producto de su lagrimeo. 

Iba a mencionar algo como medio de defensa, pero Oh Sangwoo  empezó a hablar.

- No llores, mira que estas haciendo un desastre la colchoneta. Mmmm ya veo, dices que me amas, pero yo no a ti. ¿Qué tal si hacemos algo que nos hace muy felices a todos?.- Sangwoo lo dijo con una infantil mueca parecida a sonrisa.

- ¿Qué tal si te conviertes en mi perro? Total, siempre paras olisqueando cualquier cosa que me rodea. Últimamente ya no se encuentra mascotas fieles que se dejen hacer cualquier cosa...Esto nos beneficiaría a ambos, aunque más a mí que a tí. Tú podrías estar cerca de mí, pero yo podría disponer de ti cualquier manera, incluso fuera de los ámbitos educativos.- Eso último lo mencionó con un tono libidinoso y sádico. ¿ Qué dices, aceptas ser de mi propiedad, perrito faldero?.

Se mantuvo pensativo. Pensaba en las ventajas y las desventajas, pero una idea que superó en todas las desventajas en que pudiera imaginar lo convenció totalmente en  su resolución de tomar la propuesta: 

Podría ser marcado por Sangwoo y así lo haría suyo y lo encadenaría a su lado. Solo utilizaría su celo para atarlo. Era un plan simple que lo beneficiaba a él.

Se rió internamente de que fuera más listo que Sangwoo. Se burlaba de que el alfa hubiera caído en su propia trampa. Y se regocijaba de que al fin, sin tanto esfuerzo, fuera él, la persona que siempre había sido abusada, quien tuviera el control en la situación.

Por lo que, olvidando lo que segundos atrás había pasado y siguiendo el ritmo de su corazón que le indicaba acceder a la propuesta, dijo lo que cualquier persona cuerda no hubiera dicho.

- Acepto.- Y con ello había firmado su sentencia de muerte.

O quizás de... ¿Placer?

Con tal de que estuviera junto a Sangwoo, no le importaba ser explotado. Total, al final él saldría victorioso, solo tenía que esperara que todo se desarrollara con normalidad.

Nuestro pequeño omega aún seguía siendo demasiado iluso para sobrevivir en este mundo.

Si solo hubiera sabido que técnicamente, a lo que Sangwoo se refería a hacer trabajo extras no se parecía a nada a lo que alguna vez se había imaginado...

Si solo hubiera sabido que había accedido a ver el infierno en persona...

Y si, solo si, hubiera sabido que su plan no iba resultar satisfactoriamente como él había predicho.

Quizás, y solo quizás, hubiera pensado más en su decisión.

Pero, lo que uno no manda en el corazón, nadie más puede.

Porque, lo que el corazón quiere, lo consigue.

------Fin-----

---------¿Del primer capítulo?--------------

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Notas finales:

Continuará, espero c:


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