Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

El amor, ¿regresa? por sharedey

[Reviews - 28]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Hoola =D

Hoy jueves vengo con un nuevo cap de esta historia, espero sea de su agrado :) 

 

Se encontraba sumido en sus pensamientos, aún se sentía confuso por lo que había ocurrido aquella mañana. Es que simplemente no lo entendía, su mente no procesaba esa información, Víctor y Yuuri ¿eran pareja?, ¿cómo ocurrió eso?, ¿cuándo? Creyó que estaba al tanto de lo que hicieran esos dos.
 
Si bien era cierto que su relación se le hacía un poco extraña desde antes, nunca creyó que en verdad aquello pudiera ocurrir, ni siquiera cuando Víctor había anunciado un compromiso si Yuuri ganaba el GPF. Víctor casi nunca hablaba en serio, ¿cómo podía creerle? 
 
Al final las cosas no parecían haber cambiado cuando ambos volvieron a Rusia y cuando el japonés llegó… Pero ahora, de repente se encontraba con aquella situación, esa realidad que no sabía que le trasmitía, sentimientos confusos se formaban en su interior al pensar que ellos en verdad compartían aquel tipo de sentimiento, eso a lo que la mayoría llama… ¿amor?
 
Tan solo pensar en esa palabra le provocaba náuseas… 
 
—Hemos decidido que desde hoy tomaremos nuestra relación como algo oficial, nuestro compromiso va en serio…- recordaba lo que había dicho Víctor después de plantar aquel beso en Yuuri delante de sus ojos, mientras él permanecía inmóvil sin entender nada.
 
— ¡Vi-Victor!…- el japonés se veía tan avergonzado y nervioso por lo que el ruso mayor había hecho y dicho, era una escena realmente… Realmente no encontraba una palabra que pudiera describirla, lo único que pudo hacer fue ponerse de pie y salir de aquel lugar lo más rápido posible, haciendo caso omiso al intento de Yuuri por detenerlo.
 
Y ahora se encontraba ahí, solo, en la pista y tratando de entender por qué le molestaba tanto el sentimiento que ahora unía a ese par. No faltaba mucho para que ambos llegaran, y no tenía claro si en verdad deseaba verlos o no; tal vez procedió de un modo infantil ¿Cómo se supone que debía actuar cuando los vea? Deseaba que Yakov y Lilia llegaran pronto de su viaje, no quería seguir viviendo ni un día más en la casa de Víctor.
 
—Yurio, con que aquí estabas…- escuchó de pronto la voz de Katsuki, pero no quería voltear a verlo —no debiste salir así, me preocupé, Víctor no debió hacer lo que hizo, por favor te ofrezco una disculpa— y ahí estaba, actuando como idiota, asumiendo una culpa que no le correspondía, ni siquiera él sabía porque estaba molesto.
 
—No tienes que disculparte…- respondió de manera simple, aún sin mirarlo.
 
—¿En verdad está todo bien?...- la voz del mayor sonaba un poco preocupada, tal vez había notado algo extraño en él o quizás simplemente esperaba otro tipo de reacción, sin embargo ante su pregunta, simplemente asintió. Víctor hacía acto de presencia justo en aquel momento, lo que hizo que al fin volteara.
 
—Con que aquí estabas…- saludó mientras ponía una mano en la nuca y sonreía de la forma típica en la que sólo él podía hacerlo —lo siento Yurio, no debí hacer aquello, comprendo que fue irrespetuoso para ti, Yuuri ya me regañó y es que a veces no tomo en cuenta que sigues siendo un niño.
 
Y eso lo molestó en verdad ¿un niño? Odiaba que lo vieran de ese modo, no era un niño y no estaba molesto porque lo fuera, estaba molesto porque… y de nuevo lo presiguió aquella duda, él no lo sabía, y no quería saberlo, todo era tan confuso. En aquel momento no sabía hallaba un modo de actuar. Normalmente les gritaría y luego todo quedaría ahí, pero en ese instante las palabras no le salían, deseaba correr, gritar, tenía un sinfín de emociones y no sabía cómo expresar ninguna, parecía que su mente no lograba concentrarse, todo parecía dar vueltas. En un intento por tranquilizarse sólo suspiró resignado.
 
—No me siento bien…- dijo casi por instinto, mientras Víctor cambió de su típica expresión alegre a una seria y se acercó a él para tocarle la frente.
 
—Yuuri, tiene mucha fiebre…- fue lo último que escuchó antes de que todo se volviera obscuro.
 
 
Se encontraban en el hospital, ambos se veían muy preocupados y el médico aún no salía, ¿por qué tenía que enfermarse justo ahora?, ¿tan mal le cayó la noticia de su relación con Víctor? Si algo malo le pasara jamás se lo perdonaría. Eso reflexionaba el pelinegro. No era normal, ¿verdad? Nadie se enferma por una mala impresión, ¿o sí?, ¿qué fue lo que le pasó?
 
— ¿Cómo esta Yuri?...- escuchó de pronto una voz conocida, era Otabek. Víctor debió contarle lo sucedido.
 
—Aún no nos dijeron nada…- respondió Víctor de manera seria al momento que el médico por fin aparecía -¿Qué tiene?...- preguntó de inmediato el albino poniéndose de pie, mientras los otros dos esperaban impacientes la respuesta.
 
—Es solo un fuerte resfriado, debió pasar mucho tiempo bajo el frío, no es aconsejable salir fuera en esta época del año, los niños y jóvenes siempre son más propensos a enfermarse…- advertía el doctor, mientras el kazajo bajaba la mirada.
 
— ¿se pondrá bien?...- preguntó Yuuri sin salir de su preocupación.
 
—Ahora mismo está durmiendo, ya le administramos los medicamentos necesarios, con el cuidado requerido y mucho descanso se repondrá pronto.
 
—Gracias doctor…- agradeció Víctor mientras Yuuri también lo hacía internamente, el médico sólo asintió.
 
—En un momento podrán pasar a verlo…- y dicho lo último se marchó, dejando más tranquilos a los tres.
 
—Fue mi culpa…- soltó de pronto Otabek, mientras los dos mayores lo miraron sin entender— llegué ayer a Rusia y le pedí que viniera a recibirme, fuimos a tomar algo y luego de hablar de varias cosas el tiempo pasó sin darnos cuenta, al final no pudimos llegar a tiempo para tomar un taxi, y tuvimos que esperar al abuelo de Yuri para que llegara por él.
 
Su rostro en verdad mostraba culpa y preocupación, ¿cómo pudo ser tan egoísta? Debió haber actuado diferente, ser más responsable, si a Yuri le pasaba algo, él…
 
—Tranquilo…- la voz del ruso lo sacó de sus pensamientos —ya escuchaste al doctor, se pondrá bien. No tomes responsabilidades que no te corresponden, nadie es capaz de predecir el destino, este actúa porque sí y sin que nadie pueda evitarlo. Ahora lo único que Yurio necesita es descanso y se molestara si nos ve con cara de preocupación cuando despierte, así que a borrar esos gestos y poner unos más alegres…— lo último había ido dirigido a los dos ahí presentes, pues a Yuuri tampoco parecía haberle tranquilizado del todo lo que había dicho el médico.
 
—Pero Víctor, ¿y si se complica? Los refriados no son cosas para tomarlos en broma…- su voz sonaba preocupada, por lo que el ruso se acercó a él para abrazarlo por la espalda, acto que sorprendió al japonés y también al kazajo que los observaba —Vi-Víctor, ya hablamos de esto en la mañana— se encontraba un poco avergonzado, sabía que esta no era la primera vez que el mayor lo abrazaba así delante de otra gente, pero saber el sentimiento que ahora los unía hacía que aquel momento fuera un poco más vergonzoso para él de lo que fue la primera vez.
 
Él menor los miraba sin entender lo que ocurría exactamente, no era de extrañar aquel tipo de comportamiento en ellos pero, de cierta manera parecía un poco extraño en aquel momento, se sentía un ambiente muy diferente a como se mostraban antes. Víctor pareció entender las dudas que rondaban en él, y antes de que pudiera preguntar algo el ruso habló.
 
—Yuuri y yo somos pareja, tal vez parezca extraño, pero decidimos formalizar nuestra relación de manera seria apenas ayer…- el japonés se mostraba muy apenado por lo que su compañero decía 
 
— ¿está bien que lo digas?...- su voz sonaba temblorosa, no era de extrañar que a Yuuri le preocupara que el resto afirmara lo que ya se venía sospechando desde hace tiempo, después de todo, ambos seguían siendo hombres, y aunque en la actualidad ya no hubiera rechazo extremo a ese tipo de relaciones, continuaba viéndose de manera un poco extraña.
 
—No tiene nada de malo, mi intención no es ocultar el lazo que me une a ti, ni el sentimiento que siempre nos unió, es mejor que las personas a nuestro alrededor se vayan acostumbrando a vernos de este modo…- la voz del ruso sonaba seria y tierna al mismo tiempo. No entendía muy bien la razón, pero tenerlo cerca y escucharlo hablar de aquel modo, hacía que él sintiera que podía confiar en Víctor ciegamente —además— continuó —no creo que a Otabek le moleste— miró en dirección al aludido al decir aquello, haciendo que este se sorprendiera un poco.
 
—No, para nada, les deseo felicidad…- respondió seriamente.
 
La pareja en verdad se veía feliz, se alegraba por ellos pero… no podía evitar preocuparse por Yuri, ¿él ya lo sabrá? Si bien era cierto que el rubio no afirmó sentir algo por alguno de ellos, él en el fondo intuía que tal vez sí. Tal vez eran sus celos lo que los hacían pensar demás, pero, ¿y si no? Lo que más odiaría en el mundo sería ver sufrir al pequeño ruso por esto.
 
El tiempo continuaba pasando; en verdad debió ser fuerte la medicina que aquel médico le administró al pequeño durmiente de aquella camilla, porque a pesar de haber pasado un par de horas aún no despertaba. Tomó su mano casi por instinto, se sentía un poco fría. Ahora mismo no sabía qué hacer, probablemente se estaba preocupando demás pero… no podía evitarlo. Si tan sólo encontrara el modo de confesarle lo que sentía, tal vez al menos tendría una oportunidad de acallar lo que fuera que sintiera él por lo ocurrido, pero no podía, porque él también tenía miedo, después de todo sería una espada de doble filo.
 
Ahora mismo podía estar unido a él como su amigo. Si le confesara lo que sentía en realidad y Yuri lo rechazaba no podría ser ni eso, era un riesgo, obtener todo o perderlo. De pronto sintió que el menor comenzó a moverse, por lo que soltó su mano de inmediato y lo miró mientras abría los ojos.
 
— ¿Otabek?...- trató de incorporase un poco asustado, pero la debilidad lo volvió a tumbar en la cama.
 
—No te muevas Yuri…- lo ayudó a acomodarse. El rubio continuaba un poco desorientado.
 
— ¿Qué fue lo que pasó?
 
—Según lo que sé, te desmayaste. Cuando llegué al sitió de entrenamiento sólo encontré a Mila y Georgi, ellos me dijeron que no te apareciste por ahí y que tampoco vieron a Víctor, se me hizo un poco raro y como no contestabas tu celular decidí comunicarme con él, entonces me contó lo que pasó.
 
—Ya veo…- aquello había refrescado su mente. Era verdad, lo último que recordaba era la voz de Víctor y el deje de preocupación que este tenía antes de que quedara inconsciente.
 
Ahora que lo pensaba, desearía no haber vuelto a despertar. No entendía lo que pasaba ni porqué su corazón le oprimía tanto, al grado de sentir un dolor muy agudo, sentía angustia, desesperación, ¿por qué? No lo entendía y no le gustaba sentirse así.
 
—Otabek…- habló instintivamente, ni siquiera estaba seguro de qué era lo que quería decir — ¿Cómo sabes cuando una persona te gusta?— esa pregunta le sorprendió tanto como a su compañero, quien abrió los ojos de la impresión.
 
 La verdad no sabía por qué preguntó algo así, ni por qué se lo tuvo que preguntar justo a él, ¿cómo se supone que tomaría eso? Lo miró esperando una respuesta, pero su compañero tan sólo permaneció en silencio. ¿Qué le pasaba?
 
 
 
Notas finales:

Bien :) hasta aquí por hoy n.n espero que el capitulo haya sido de su agrado :) ya se viene el drama :'( 

Gracias por leer, cuidence mucho por favor. Hasta pronto ^_^ 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).