Geojismal (Mentiras) Kaisoo por Ranamai

Capítulo 2

Jongin corre por los oscuros pasillos con desesperación. Kyungsoo apenas si le ha podido explicar dónde está, pero conoce a su hyung y tiene una idea de la sala donde podría haber estado practicando. El médico de la universidad lo acompaña, ya que le ha hecho saber de la condición de su amigo.

–¡Kyungsoo!– el chico estaba tendido en el suelo, sudando y rojo por el esfuerzo físico, cada movimiento que hacía parecía que le dolía increíblemente.
–No lo muevas, tengo que revisar que no tenga una lesión grave– advierte el médico.
–¿Lesión grave?– pregunta Jongin preocupado.

Kyungsoo estaba lesionado. No era muy grave afortunadamente, podría seguir practicando deportes, pero había una terrible noticia: No sería capaz de ir a las eliminatorias de los olímpicos, por orden del doctor.

El chico estaba abatido, totalmente devastado. Había estado entrenando para los olímpicos desde hace mucho, y su sueño era ser uno de los más jóvenes representantes de la universidad en entrar, pero ahora tendría que esperar cuatro años más.

Era el fin.

El fin de su carrera de sus sueños, de todo lo que había trabajado, era su sentencia final. Tendría que buscarse otra especialidad y seguir una carrera común y corriente, un trabajo estable y ser como la mayoría de las personas: un promedio, una parte de las estadísticas. Ya no sería alguien que se destaque y que brille, ya no sería nada.

–¡Por favor! ¡Eres un dramático!– exclama Baekhyun con la boca llena de galletas, las mismas que acaba de devorar con Sehun porque no hay nada más–Tienes diecinueve años, Do Kyungsoo, no es como si estos fueran tus últimos olímpicos, iban a ser tus primeros. Tal vez será mejor ganar a los veintitrés.
–¡No es lo mismo! ¡Una cosa es ganar a los diecinueve años y otra es ganar a los veintitrés! ¡No es lo mismo! ¡No haces historia en el Taekwoondo con veintitrés años!– replica Kyungsoo, acostado en la cama de su dormitorio, con sus tres amigos a su alrededor.
–Puedes ser aún más increíble a los veintitrés, hyung. No deberías deprimirte ¿por qué no salimos a comer algo?– propone Sehun, pero Kyungsoo niega con la cabeza.
–Soo hyung, las eliminatorias de los olímpicos son en dos meses. Te han prohibido entrar porque tienes un mes de recuperación, pero si en un mes estás recuperado y practicas un poco el otro mes ¡tal vez todavía puedas entrar! Eres increíble, el mejor de toda la universidad y probablemente el mejor de todo Corea. Has ganado las nacionales antes ¡sabes que puedes hacerlo!
–¡No lo animes a hacer tonterías, Jongin! Kyungsoo, lo que tienes que hacer es esforzarte para curarte y no cometer ninguna imprudencia. Si te sobre esfuerzas puedes arruinar por completo tu carrera con una lesión peor.
–Yo realmente quería que los cuatro entremos a los olímpicos este año– Kyungsoo hace un puchero y se tapa por completo con las cobijas porque si siguen mirándolo así, seguro se va a poner a llorar.
–Todavía no entro a las eliminatorias de los olímpicos, Kyungsoo, Baek tampoco, Sehun tiene que cederle el puesto a sus sunbaes. Tranquilo, ¡somos jóvenes y hermosos! Tenemos todas nuestras carreras por delante– le anima Jongin, pero el chico se mueve y sabe aunque no lo ve, que está negando con la cabeza.
–Yo soy hermoso, ante todo– interviene Baekhyun y se gana un golpe en la cabeza de Sehun.
–¡Hyung! ¡Vamos a comer! ¡Eso te va a animar!–insiste Sehun, casi lloriqueando porque muere de hambre.
–Además, todavía no averiguamos quién es la chica de Jongin. ¡Eso seguro te pone de buenas!– Baekhyun cambia de tema abruptamente y señala al chico que se pone fucsia en cuanto escucha su nombre.
–¡YA! ¡Ese no es el tema! ¡Estamos aquí para ayudar a Kyungsoo hyung! Eso no tiene nada que ver.
–En realidad tengo mucha curiosidad– Kyungsoo se retira las cobijas de encima para decir eso, pero Jongin lo vuelve a tapar avergonzado.
–¡Tienes que decirnos quién es antes de que Baekhyun nos vuelva locos!– exclama Sehun.
–¡Ya les dije que no sé quién es! ¡Sólo le vi una vez y dije que me gustó! ¿Por qué tanto alboroto? Ni que me fuera a casar o algo.
–Es la primera vez que dices que una chica te gusta, tal vez es eso– las palabras de Kyungsoo hacen que todos se queden en silencio.
–Es verdad – dicen al mismo tiempo Baek y Sehun de inmediato.
–¿Tanto les interesa?– pregunta incrédulo Jongin y la repuesta le llega también en coro.
–Sí.

Jongin hace un mohín infantil y se encoge de hombros. No sabe qué contestar a eso. No es como si fuera el acontecimiento del siglo que le guste alguien. Es decir, cuántas personas al día Sehun mira y sabrosea ¿cuántas? Es imposible de contar. Baekhyun no se queda atrás, y es hasta peor con sus gustos más “amplios”.

–¿Cómo es?– pregunta Kyungsoo finalmente, sacando a Jongin de sus pensamientos.
–Digamos que su rostro, es una obra de arte.– responde de inmediato y sonríe.
–No te dejes llevar por las apariencias, Jongin-ah. Tal vez te guste su rostro, pero no su personalidad. – aconseja Kyungsoo y Baek asiente con los brazos cruzados y los ojos cerrados.
–Es verdad, hay mujeres hermosas que tienen unos genios que dan miedo, debes conocerla primero. Te daré mi visto bueno luego.
–¡YA! ¿Por qué sigo siendo el tema de conversación?
–Porque es divertido fastidiarte– responde Sehun, como si esa fuera una aclaración justa que Jongin aceptará como válida– Además tengo hambre– sentencia finalmente.

El chico sólo suspiró. Kyungsoo y Baekhyun eran sus hyungs y Sehun era imposible de amaestrar para que respete a sus mayores. Era mejor dejarlo ahí.

–¡Ya sé!– exclama Baekhyun animado, ahora dirigiéndose a Kyungsoo – He descubierto una forma en la que no te tires al río Han mientras estás en recuperación de tu lesión
–¿Al río Han?–Jongin tiene una expresión de total preocupación, mientras Kyungsoo mira al mayor interesado en sus palabras.
–Debes ser el co-entrenador de Jongin. Debes presionarlo en sus prácticas, ver que coma lo necesario, tomar sus récords y apoyarlo para que pueda entrar a las eliminatorias de los olímpicos, o por lo menos a las nacionales. ¿Qué opinas? Eso te tendrá ocupado, activo y esas cosas para que no pienses en matarte.
–¿QUÉ?– pregunta Jongin, de sólo pensar en la presión que su hyung va a poner sobre él.
–¡Que maravillosa idea!– con dificultad y un poco de dolor, Kyungsoo se acomoda en la cama y aplaude complacido.
–Te dije que era divertido fastidiarte– remarca Sehun mientras mira la pantalla de su celular. – Acabo de pedir una pizza para todos, tengo hambre y les haré pagar por no hacerme caso a tiempo.

Maldito mocoso mimado.

    *     *   

Con un ojo cerrado hace los cálculos para atinarle al círculo blanco, cuando se siente lo suficientemente confiado suelta la flecha. Cerca, muy cerca. Mucho menos de lo que esperaba, mucho más de lo que el entrenador esperaba de él. Es verdad que durante algún tiempo Jongin flojeó un poco, pero estaba desanimado, desmotivado. Ahora repentinamente tenía una buena razón para continuar. Quería impresionar a sus amigos, quería impresionar a esa persona. Era una universidad dedicada a los deportes de todas formas ¿verdad? Las personas que se destacaban en sus áreas siempre iban a ser de interés para todos los demás.

–Bien, puedes dejarlo hasta ahí por hoy. Haz hecho un buen trabajo, Jongin. Si sigues así, te prometo que estarás entre los primeros en la lista para los olímpicos. Tienes la competencia  de las nacionales a la vuelta de la esquina, si ganas estás dentro.

Jongin hizo una reverencia respetuosa y agradeció al entrenador por tomarlo en cuenta y apoyarlo en su actual ascenso. Se estira un poco y está por guardar sus cosas cuando Kyungsoo en uniforme deportivo y gorra negra aparece. El chico sonríe y se acerca para saludarlo.

–¿Hyung? ¡Estás levantado!
–Sí, no puedo seguir en esa cama para siempre¿sabes?– una sonrisa aparece en su rostro – ¿Te duele algo, Jongin-ah?
–¡No! Estoy en perfecta forma– se jacta el muchacho con una expresión divertida, mostrando sus musculosos brazos.
–¡Perfecto! Porque para el calentamiento básico sin tus elementos quiero que empieces con inclinaciones derecha-izquierda, rotaciones mentón-hombro y de hombro a hombro, elevación de alternados, laterales juntos y cruces delanteros.
–¿Qué?– Jongin está un poco perdido por las palabras de su amigo, pero luego recuerda el consejo de Baekhyun. ¿Se lo estaba tomando en serio?
–Estoy esperando, Jongin.
–Pero hyung, mi entrenamiento...
–Tu entrenamiento sólo está empezando– Jongin encuentra los ojos de Kyungsoo. Esa mirada oscura y penetrante casi le hace orinarse en los pantalones desde que tiene tres años. Ese no era su hyung, era Satansoo (como lo llamaba Baekhyun cuando daba miedo). Y ahora vaya que daba miedo, así que lo mejor era obedecerlo.

Media hora después, Jongin está terminando los abdominales que Kyungsoo le ha ordenado que haga.

–No los estás haciendo correctamente, Jongin. Recuerda que los abdominales son el ejercicio básico para que puedas estar parado correctamente y ayuda a tu respiración al momento de lanzar. ¡No puedes hacerlos descuidadamente!
–Pero... es que estoy tan cansado– se justifica el chico, pero Kyungsoo niega con la cabeza.
–Tendrás que tomar el curso de recurvado olímpico cuando ganes siguiente competencia y así serán todos los días.
–¡Voy a estar molido para la competencia si sigo así! Además, todavía no gano, no sé si...
–Jongin– interrumpe casi molesto– Vas a ganar. Ahora levántate y estírate correctamente, vas a empezar a lanzar.
–¿Ahora? ¡Pero...!
–Estabas calentando. ¡No seas un quejumbroso! Dijiste que estabas en perfecta forma.
–Después de todo lo que hice yo... ¿Tienes idea de cuánto pesa el arco, Kyungsoo-hyung?
–El estimado para hombres es de 22 kilos, 48.4 libras si prefieres en esa medida.
–¿Cómo demonios sabes eso?– Jongin está impresionado.
–Bueno, no iba a poder ayudarte si no me enteraba un poco sobre tu deporte ¿no crees?