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No más por LouisBlind

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Notas del fanfic:

Bueno, espero que este mini OS le agrade a quien lo lea, la verdad le puse esmero, pero últimamente siento que nada de lo que escribo sale bien. Acepto comentarios y sugerencias, lamento si encuentran algún error

Notas del capitulo:

Acompañado de la canción "I can't make you love me" da mas feels(?

Ambos jóvenes vivían bajo el mismo techo desde sus 17, ahora a sus 23 habían llegado sus aficiones y esos típicos pensamientos en el futuro. Estudiaban en dos universidades distintas y tomaban todo por sentado y querían comerse al mundo como los jóvenes de su edad.

 

El romance entre ellos estuvo presente desde los 12 años, desde esa edad ambos sabían que iban a pasar toda la vida juntos, pero poco a poco la rutina comenzó a llevarse el amor, la universidad los estaba absorbiendo, aunque más al pelirrojo por el énfasis de su carrera, Atsushi llegaba temprano a casa todos los días, con la beca que tenía y el apoyo económico de su madre no era necesario trabajar. Se dedicaba a limpiar la casa, a preparar la comida y a esperar al pobre pelirrojo que llegaba por la noche.

 

Seijuro llegaba, comía, tomaba una ducha y se iba directo a la cama, a veces sin siquiera hablarle al peli lila que estuvo esperándolo todo el día. Al menos al dormir se abrazaban, era casi el único contacto que tenían a esas alturas. Cada día se despertaban, Atsushi se levantaba a preparar el desayuno mientras Seijuro tomaba una ducha, ambos comían juntos e intercambiaban algunas palabras, mientras el pelirrojo limpiaba la cocina, el peli lila se duchaba y cuando salía le daba un beso de despedida, era el futuro empresario quien entraba más temprano.

 

Atsushi cada día tenía unos 10 minutos para pensar antes de irse también y esos minutos por los 6 años que llevaban viviendo juntos habían sido un tiempo considerable, parecía que el pelirrojo estaba tomando todo por sentado: su hogar, la compañía y sobre todo el amor… Cada día las cosas le resultaban más difíciles de aguantar, él era de esos que necesitan abrazar a su pareja, de esos que no se conforman con verse unas horas al día o dormir juntos

 

La rutina poco a poco había comenzado a herirlo, la distancia y la ausencia eran más de lo que podía resistir, recordaba el amor que tenían antes con nostalgia, deseaba de todo corazón que esa sensación mágica regresara y se esforzaba por hacerlo, pero solo él ponía de su parte. Ya no sabía si quiera si ese pelirrojo aun lo amaba, no sabía si ese pelirrojo sentía alguna cosa, a decir verdad

 

Cada día al llegar a casa le costaba más trabajo esforzarse en la limpieza o en la cocina… ¿Para qué lo estaba haciendo? ¡No era justo ser el único que se esforzaba por volver a sentir amor! Ya no quería aguantar más así que tomó una decisión difícil durante sus 10 minutos diarios de reflexión, era hora de dejar la relación, no podía vivir ahí con todas esas memorias, recordando cómo poco a poco ese pelirrojo lo fue haciendo a un lado por su carrera… En eso sí que se parecía a su padre, dejando de lado lo importante por cuestiones tan superfluas como el trabajo

 

La cena estaba servida y tenía un nudo en el estómago por lo que iba a decirle al pelirrojo, lo esperaba impaciente como hace mucho no lo hacía, no era precisamente la bienvenida más cálida la que le daría, pero era por el bien de ambos, si eso no acababa ahora, ambos acabarían heridos, al menos más heridos de lo que ya podían estar. Se sentó a la mesa para esperarlo, había reflexionado bien como decir las cosas, aunque sabía que todo lo que iba a salir de sus labios seria doloroso, tenía sus cosas empacadas en varias maletas y ya había pedido asilo en casa de su hermana por esa noche.

 

-Akachin…- se puso de pie apenas la puerta se abrió, sintió un nudo en la garganta, él deseaba arreglar lo que estaba pasando, pero no podía hacer nada por su cuenta

 

-Oh, Atsushi… gracias por la cena- con el nudo en su estómago se sentó frente a él, como lo hacía siempre

 

-Akachin… Vamos a terminar- esa era la mejor manera de hacerlo, directo y sencillo

 

- ¿De qué hablas? - por primera vez en mucho tiempo la mirada del pelirrojo había mostrado alguna expresión

 

-Yo… ya no te amo- los ojos del peli lila se llenaron de lágrimas por lo que decía, le dolía saber que no pudo hacer nada por recuperar sus sentimientos luego de tanto tiempo juntos

 

-No entiendo de lo que hablas- el pelirrojo soltó sus palillos y al fin, luego de quién sabe cuánto, miró al más alto justo a los ojos. Ahí entendió lo que había hecho, cómo había dejado todo de lado

 

-Entre nosotros ya no hay nada… No se hace cuanto dejamos de querernos, pero ya es doloroso- el de cabello lila dejó su plato intacto en la mesa y se puso de pie, era difícil abandonar eso por lo que había luchado, eso por lo que resistió años de soledad

 

-Atsushi… No podemos terminar, ¿Qué hay del futuro?… Dijiste que querías quedarte- no se le ocurría ningún argumento válido para evitar que se fuera

 

-Y tú… Prometiste quererme, pero no lo has hecho- las lágrimas eran de frustración por no poder recuperar la chispa, de dolor por dejar ir una relación por la que se había esforzado y de amargura al saber que a sus 24 estaba solo de nuevo

 

-Pero yo lo hice… desde un inicio…- su voz se vio interrumpida por la del más alto

 

- ¡No lo hiciste! ¿Sabes cuántas noches esperé que al menos me saludaras? ¿Cuántos días deseaba al menos un mensaje de texto con algunas palabras lindas?… ¿Has recordado al menos una vez de nuestro aniversario? ¿Me has preguntado sobre lo que siento? ¡¿Cuántas veces me apartaste por la noche cuando trataba de abrazarte?!- desesperó, eso era lo que estaba sintiendo

 

-Atsushi… lo lamento… La carrera toma mucho de mi tiempo y yo pensé que era lógico que al vivir juntos… Al convivir te estaba expresando mi cariño- escuchar las quejas del peli lila le abrió los ojos, lo había tomado todo por sentado, como hacía en muchos aspectos de su vida

 

-El amor que yo sentía murió de soledad… Ya no puedo quedarme aquí, tratar de hacer tu comida favorita, de limpiar la casa como te gusta… De hacer ejercicios para parecerte más atractivo… no puedo seguir con nada de eso si no me volteas a ver ni una vez al día- era la primera vez que el pelirrojo escuchaba de eso, siempre habían sido muy diferentes, pero tardaron mucho en darse cuenta de que esas diferencias eran más bien incompatibilidades

 

-Atsushi, pensé que nos amábamos… Pensé que esto era amor…-

 

- ¿Pero? - ya el más alto veía venir las palabras del pelirrojo

 

-Pero nos equivocamos… Y lo lamento- así de fácil, con solo unas palabras una relación de años podría quedar destruida

 

-Me voy… Yo lamento que esto no funcionara y te pediría que fuéramos amigos… pero necesito un tiempo a solas, honestamente tengo años de tener un corazón roto y ya necesito recuperarme- la voz del peli lila estaba apagada, el más bajo recién se daba cuenta de que seguro llevaba días o semanas planeando acabar con esa relación

 

-Fueron años buenos, al inicio pensé que íbamos a pasar la vida juntos… Akachin, en serio espero que encuentres a alguien que sepa amar de la misma forma que tú lo haces- en la mesa, justo en medio de los platos de comida, dejó el anillo dorado que ambos usaban desde la escuela, ya era definitivo

 

-Atsushi… Lo lamento, si en algún momento logras perdonarme, yo estaré esperando- una mueca nunca antes vista le estaba deformando el rostro, estaba al borde de las lágrimas al hablar

 

-Adiós Akachin- la puerta se cerró, distanciándolos ahora definitivamente. El pelirrojo cayo de rodillas al suelo, dejando que sus lágrimas fluyeran, había perdido lo único a lo que amó en su vida, todo por pensar que era obvio el amor que sentía… Había lastimado al peli lila por pensar que no podría dejarlo

 

 

Turn down the lights
Turn down the bed
Turn down these voices inside my head
Lay down with me
Tell me no lies
Just hold me close, don't patronize
Don't patronize me

Un pelirrojo en estado de shock quedó solo en la casa que hacía solo horas compartía con su pareja, lo único que pensaba en ese momento era cómo no se dio cuenta antes de lo que estaba pasando, cómo fue que no pudo notar lo descuidado que tuvo a su peli lila… lo había perdido por pura arrogancia, por pensar que, como todo en su vida, lo tenía asegurado sólo por ser él

 

Con pesadez se arrastró a la habitación, por primera vez en muchos años notó lo grande que era la cama, todo se veía vacío sin Atsushi ahí. Se aferró a la almohada que usaba el de cabello lila y soltó a llorar, le dolía haber perdido al amor de su vida, pero fue su culpa desde un inicio… Ah, como deseaba retroceder en el tiempo para cambiar su actitud, para dejar un poco de tiempo libre para sentarse a hablar, para preparar dulces juntos como hacían en el colegio

 

Recordó con pesar cada etapa de la relación, desde que el peli lila se le declaró en Teiko, como les había costado mantener la relación en secreto hasta que cada uno entró al colegio… De las salidas a escondidas para poder pasar tiempo juntos… De su primera vez y como su suegra los había encontrado rendidos, sin ropa en la cama del más alto… De cuando decidieron decirle a su padre y vivir juntos… Esos años que no volverían sin importar lo que hiciera

 

Lo había matado y era consciente, cada noche llegaba exhausto del trabajo y la universidad, pero Atsushi siempre estuvo ahí esperándolo, él tomó por un hecho de que siempre iba a ser así… no tuvo tiempo de pensar en el daño que le hacía a su relación, no prestó atención a cómo dejaron de pasar ratos juntos, como dejaron de mimarse e incluso de hablar

 

-Nos maté- susurró con la voz quebrada, dejando que sus lágrimas empapaban la tela impregnada con el dulce aroma de su pareja. Hasta ahora notaba de que lado dormía cada uno, hasta ahora prestaba atención al aroma corporal de su pareja, vaya que era tarde para todo eso

 

Lo que peor lo hacía sentir era quizás que él sí seguía amándolo, él si sentía cada día la magia al verlo, ahora lamentaba no haberlo dicho más seguido, se tomó un buen rato para lamentarse de las cosas que pudo hacer para evitar lo que ya había sucedido, lamentablemente en ese tipo de asuntos no existen segundas oportunidades

 

- ¿Ahora qué? - luego de muchas lágrimas y lamentos el pelirrojo llegó a la pregunta del millón de dólares, habían estado juntos desde Teiko… ¿Acaso había vida sin él? luego de tantos años juntos ¿Podría sobrevivir solo?

 

-Atsushi...- aun le parecía surreal lo sucedido, no podía creer que se había ido… Que ya no lo amaba, la expresión que puso al hablarle esa noche…

 

-Mi culpa- de inmediato otra ola de sollozos y lágrimas inició en esa cama vacía, la casa que era solo suya ahora

 


'Cause I can't make you love me if you don't
You can't make your heart feel something it won't
Here in the dark, in these final hours
I will lay down my heart and I'll feel the power
But you won't, no you won't
'Cause I can't make you love me, if you don't

 

Las lágrimas se deslizaban por las mejillas del peli lila al salir de ese que fue su hogar por tantos años, sus manos temblaban al cargar las maletas, decidió caminar, solo había un par de kilómetros hasta la casa de su hermana, tal vez así podría despejar su mente. Sacó de su bolsillo una caja de cigarros y a duras penas encendió uno. Se quedó en un parque con el tabaco entre sus labios, mirando al cielo mientras las lágrimas caían por su rostro, no supo qué esperar del pelirrojo… En el fondo de su corazón deseaba que hubiera luchado más, que hubiera tratado de mantenerlo en casa, pero no…

 

A los ojos de Atsushi, el pelirrojo fue frío hasta el final, no intentó recuperar nada como él lo hizo en su momento, vaya que se sentía idiota… La ceniza del cigarro caía en su pecho conforme se quemaba, la mente del peli lila viajaba con la hilera de humo hacia la nada. Él también temía quedarse sin nada ahora que esa relación de 11 años se había terminado

 

- ¿Por qué no dijo nada? - apretó las mandíbulas, deformando el cigarro que cayó al suelo. Le frustraba abandonar la única rutina que conocía, pero su juicio ya estaba en juego por esa situación, forzándose a “mejorar” cada día sin resultados. Encendió otro tabaco y volvió a tomar las maletas para caminar, ya se había estado mentalizando para ese momento y aun así le estaba afectando

 

-Akari…- llamó entre caladas de humo e hipeos. Su hermana le abrió la puerta y sin preguntar nada lo abrazó. Ya ella había escuchado las quejas por años y al fin había pasado lo inevitable

 

-Gracias…- entró a la casa apurado, dejó las maletas en el suelo y apagó el cigarro para botarlo, seguía sin creer lo que recién había hecho, se abrazó a su hermana mayor y desahogó sus penas entre esos brazos cálidos

 

Su vida debía iniciar de nuevo ahora, era joven y podía estudiar, ya había renunciado a su trabajo y con lo que tenía ahorrado quería conseguir un apartamento. Quería salir, conocer personas, quizás enamorarse de nuevo… Algo que llenara el increíble vacío que iba a quedarle en la vida, ahora tocaba aprender a vivir sin él, eso era lo más difícil y lo que más urgía

 

Esa noche durmió en el sofá frío de su hermana, cobijado con una manta, aún lleno de pensamientos del pelirrojo, de los años que pasaron. Debía empezar a pensar lo que iba a hacer ahora que su vida no dependía de una rutina, ahora que estaba comenzando de cero. En sus manos apretaba un peluche que conservaba desde niño, la salida más fácil siempre había sido apelar a la lástima que las personas sentían si mostraba su actitud infantil, pero era hora de un cambio importante en su vida, no más lástima, no más lamentos, debía seguir viviendo, encontrar nuevos motivos, nuevos horizontes, personas que apreciaran su forma de ser y la manera en la que luchaba por las cosas

 


I'll close my eyes, then I won't see
The love you don't feel when you're holding me
Morning will come and I'll do what's right
Just give me till then to give up this fight
And I will give up this fight

 

Las semanas volaron para el peli lila, apartarse de esa relación que lo hacía sentir amargura le había resultado mejor de lo que pensaba, su madre y hermana hicieron lo necesario para mantenerlo ocupado, para que no se deprimiera y para que no volviera con ese pelirrojo que lo mantuvo tanto tiempo en ascuas

 

Había comenzado a estudiar pastelería, ahí conoció a Kazunari, ese chico inquieto y gracioso que trataba de hacer las cosas bien pero simplemente no le salían. Comenzaron como compañeros de mesa en la clase de glaseado de galletas, desde ese día no dejaron de hablarse, incluso a veces salían a ejercitarse juntos, la compañía de alguien tan inquieto e interesado en él le hacía olvidar por momentos al pelirrojo a quien hacía algunas semanas no veía

 

Ahora Atsushi vivía en un apartamento de soltero cerca del centro, así le era más fácil estudiar y salir, lejos del barrio donde vivía antes. Ese fin de semana se cumplirían los tres meses de vivir solo, extrañaba la compañía constante, pero al fin, luego de muchísimo tiempo, había logrado sentir el interés de alguien y se estaba dando un buen tiempo para trabajar en esa nueva amistad, sabía de la atracción entre ambos, pero no iba a apurarse como hizo en el pasado

 

Kazunari siempre revoloteaba tras ese joven alto y apuesto, él mismo había salido de una relación tóxica, donde solamente él demostraba afecto, una de amor no correspondido para ser más exactos… Tenían muchas cosas en común que les ayudaban a recuperarse y sanar sus heridas juntos, no fue una sorpresa cuando se enteraron de que ya había sentimientos de por medio, sentimientos mutuos, algo distinto a lo que conocían…

 

Por otro lado, el pelirrojo no lo tomó bien, con solo unos días pudo enterarse de todo lo que hacía el peli lila por él, de lo mucho que se veían aún sin hablar, de la compañía constante que tenía y no supo valorar. Las primeras dos semanas fueron difíciles, se dio cuenta del amor que aún sentía y que por su misma terquedad ya no era correspondido, aceptar que ya no iba a volver fue lo peor

 

Siguió con su rutina de estudio, trabajo y casa, nunca desviándose o prestando atención al camino. Por eso mismo acabo solo todo ese tiempo, se estaba encargando de apartar a cualquier persona que decidiera acercarse a él, si no era el peli lila, no quería a nadie… Eso era lo que pensaba, siempre egoísta e inmaduro en las relaciones humanas

 

Trataba de olvidar el asunto, pero siempre acababa preguntando por su ex si se topaba a algún conocido, le alegraba saber que estaba animado, eso sin negar que le molestaba que no fuera con él con quien encontró la felicidad… Con el fin de esa relación su vida perdió sentido, sus planes, sus cálculos, todo lo que podía controlar se fue al suelo, ese era el golpe más duro para Seijuro

 

Sólo le quedaba aceptar la soledad, reestructurar la vida y seguir adelante, tratando de dejar ir el recuerdo de una vida “feliz” con su expareja.

 


Cause I can't make you love me if you don't
You can't make your heart feel something it won't
Here in the dark, in these final hours
I will lay down my heart and I'll feel the power
But you won't, no you won't
'Cause I can't make you love me, if you don't

 

La resignación al fin les había llegado a ambos, una relación de más de 10 años era difícil de superar, se podría decir que crecieron como personas uno al lado del otro, ya pasado un año y algunos días, ambos podían mirar hacia atrás y seguir su camino. El que más sufrió sin dudas fue el pelirrojo, él se resignó a estar solo pero nunca hizo nada para superar lo que sentía, él prefería caminar con esa estaca aun atravesándole el pecho

 

Se había mudado al centro, cerca de su trabajo y de la universidad. Nunca esperó ser vecino de ese peli lila, lo malo del asunto era que al parecer ya había quedado en el olvido, con cuatro meses de arrendar esa pieza, nunca se había atrevido a hablarle a Atsushi… O a su nueva pareja, el chico se veía animado, ambos se llevaban bien y parecían disfrutar el tiempo, a diferencia de lo que fue su relación

 

El pelirrojo se limitó a quedarse en las sombras observando con pesar a su amado con alguien más… ¿Acaso así se sentía Atsushi cuando él se dedicaba solo a la universidad y al trabajo? Vaya que lamentaba no haberse dado cuenta

 

-Podría ser yo- cada que los veía juntos esa frase se escapaba de sus labios. Se lamentaba no poder retroceder el tiempo sin dudas

 

El peli lila si se había percatado de la presencia del pelirrojo como vecino, sabía que le había dicho que quería conservar su amistad… Pero algo en su interior lo quería mantener alejado de él, ahora tenía a Kazunari, estaba en su primera relación sana luego de mucho. Aceptar que el amor había muerto fue la clave, así no tendría que vivir amargado como ese pelirrojo

 

-Atsushi- al fin la voz inconfundible de Seijuro lo había alcanzado

 

-Te extraño- sin titubear, al fin se había atrevido a hacer lo que nunca hizo los pasados 12 años

 

-Te amo…- esas palabras, al fin pudo dejarlas salir… pero la reacción no era la esperada, el más alto no se veía conmovido, estaba serio, mirándolo a los ojos desafiante, como nadie lo había mirado

 

-Es tarde, ya muchos años tarde… Esto no puede salvarse y yo ya…- el azabache se acercó sin enterarse de que Seijuro estaba ahí, abrazó al más alto por la espalda con un sobre en mano

 

-Los ultrasonidos Atsu-chan, tenemos 6 semanas- la voz alegre de ese chico hizo que las explicaciones sobraran

 

-Felicidades a ambos, lo siento Atsushi, pensé en decirlo antes de irme- se volteó manteniendo la compostura

 

- ¿Irte? - el ambiente se tensó, Kazunari salió de detrás del peli lila para saber lo que pasaba

 

-Me voy, no volverán a verme- nadie hubiera imaginado lo que esas palabras significaban

 

-Atsushi… ¿Estás bien? - de alguna manera el de cabello oscuro se sintió mal por interrumpir

 

-No es nada, me vino a saludar- una leve mueca se posó en sus labios, le parecía rara esa forma de actuar del pelirrojo

 

-Pero no importa… Así que 6 semanas- ambos se abrazaron, el más alto levantó a su pareja dando algunos giros. No dejaría que esa aparición le arruinara la noticia, al fin podría realizar su sueño, una buena relación, alguien que lo apreciara, un nuevo hogar y una nueva familia.

 

 

El pelirrojo decidió irse a otro lugar, no podía irse del país por su impulso de mantenerse cerca del más alto así que otra ciudad sería suficiente… Conforme pasaban los días, encerrado en el apartamento que había arrendado, se sentía peor. Deseaba olvidarlo todo, seguir adelante como el peli lila pero su orgullo y culpa no lo permitían, era demasiado tener que soportar la soledad. Y ahora saber que Atsushi al fin tendría la familia que él nunca quiso darle… Ese había sido un golpe fuerte

 

Hundido en la depresión y el trabajo, cada vez descuidó más su salud, la compañía estaba pasando por su mejor momento gracias al esfuerzo extra que el pelirrojo le dedicaba, pero ya no significaba nada para él. Sus ganas de seguir fueron decayendo hasta el punto en el que dejó de trabajar

 

-Es mi culpa- se lo repetía a diario, todo lo que tuvo lo perdió y reconstruir su vida le resultaba imposible. Una sola decisión le pasó por la cabeza, nadie se enteraría de todas formas, en esas semanas que había pasado recluido, nadie parecía notar su existencia tan siquiera

 

Se duchó, comió alguna cosa, arregló su cabello y se puso un traje, ya no era el mismo Seijuro quien se reflejaba en el espejo. Dejó su billetera vacía y su teléfono en una mesa destartalada, ya no iba a necesitarlos más. Caminó a un parque y ahí tomó un taxi, hacia los límites de esa ciudad. Al llegar pagó con el fajo de efectivo que cargaba en el bolsillo, era mucho más de la tarifa, pero ya no importaba

 

El mar se veía tan hermoso, las olas corrugaban la superficie de tono azul oscuro, se veía tan infinito… Y allá, donde se pierde la noción de la distancia, se reflejaba el sol, brillando como nunca. La brisa le movía los cabellos y sólo un par de nubes surcaban el cielo, sí que era un hermoso día para morir. Sin remordimiento pasó las piernas sobre la baranda del puente y se sentó en está, bajo sus pies había un par de cientos de metros de vacío antes de llegar al agua helada del mar

 

-Prometí desaparecer- miró con paz el cielo, una leve sonrisa curvó sus labios al recordar la época alegre que vivió con el peli lila, un par de lágrimas se le escaparon al pensar que nunca estarían juntos de nuevo, que lo tuvo viviendo forzado a su lado con un corazón roto, como si de un pajarillo enjaulado se tratara. Cerró los ojos con el rostro hacia el cielo, soltó las manos del barandal y dejó su peso ir hacia el frente

 

El aire acarició su rostro y las lágrimas volaron de sus mejillas. Esos segundos parecieron eternos, abrió los ojos un momento, el agua se veía cada vez más cerca y la fuerza de la gravedad no le permitía mover ni un músculo, sólo reflexionar si la decisión que tomó fue la correcta o no. Cuando estuvo a punto de chocar, cerró los ojos con fuerza y tomó un último respiro

 

- ¡Bam! - un golpe seco se vio acompañado del típico ruido de chapoteo, el choque desde esa altura fue violento, el golpe en su rostro lo noqueó al instante, muchas de sus costillas se comprimieron y rompieron perforando órganos vitales, sus extremidades se dislocaron y astillaron, expulsó lo último de oxígeno en sus pulmones por el impacto, fue una muerte sin dolor. Simplemente desapareció de la superficie. Un hilo de sangre escapó de sus labios por las heridas internas mientras poco a poco se hundía para no volver

 

No hubo noticias del pelirrojo, nadie lo extrañaba, nadie nunca se preocupó por su ausencia, ni sus compañeros de estudio ni la empresa a la que le había dedicado su vida…

 

El peli lila siguió su vida, nada lo privaba de hacerlo de esa manera, cada día se hacía más visible el bulto en el vientre de su pareja, aunque cada día tenía la sensación de que algo le hacía falta a su rutina diaria

 

-Midorima vino a verme- anunció el azabache luego de que Atsushi llegara de su trabajo

 

- ¿Para qué vino ese aquí? - sobra decir que estaba celoso del peliverde, fue el primer en la vida de su azabache, fue quien lo hizo traumarse con el amor…  Fue el Seijuro de la vida de Kazunari

 

-Lo mismo que Akashi aquel día, quería que volviéramos- se le estrujó el pecho al escucharlo, confiaba en su realización, pero también sabía que la rutina era tentadora y seguro el de cabello oscuro quedó pensando las cosas como él mismo

 

-Atsu-chan, le dije que no… Ahora tengo familia… Y no quiero volver a sufrir con él- ambos tenían problemas, ambos pasaron por dificultades, pero ya no importaba nada, que sus ex desaparecieran era lo mejor

 

Lo más triste de todo, fue que nadie nunca buscó al pelirrojo que cumplió su promesa y desapareció para siempre, igual que un peliverde al borde del puente luego de ser rechazado… ¿Era el destino quizás?

 

FINAL ALTERNO

Turn down the lights

Turn down the bed

Turn down these voices inside my head

Lay down with me

Tell me no lies

Just hold me close, don't patronize

Don't patronize me

 

'Cause I
can't make you love me if you don't

You can't make your heart feel something it
won't

Here in the dark, in these final hours

I will lay down my heart and I'll feel the
power

But you won't, no you won't

'Cause I can't make you love me, if you don't

 

I'll close my eyes, then I won't see

The love you don't feel when you're holding
me

Morning will come and I'll do what's right

Just give me till then to give up this fight

And I will give up this fight

'Cause I can't make you love me if you don't

You can't make your heart feel something it
won't

Here in the dark, in these final hours

I will lay down my heart and I'll feel the
power

But you won't, no you won't

'Cause I can't make you love me, if you don't

 

El pelirrojo decidió irse a otro lugar, no podía irse del país por su impulso de mantenerse cerca del más alto así que otra ciudad sería suficiente… Conforme pasaban los días, encerrado en el apartamento que había arrendado, se sentía peor. Deseaba olvidarlo todo, seguir adelante como el peli lila pero su orgullo y culpa no lo permitían, era demasiado tener que soportar la soledad. Y ahora saber que Atsushi al fin tendría la familia que él nunca quiso darle… Ese había sido un golpe fuerte

 

Hundido en la depresión y el trabajo, cada vez descuidó más su salud, la compañía estaba pasando por su mejor momento gracias al esfuerzo extra que el pelirrojo le dedicaba, pero ya no significaba nada para él. Sus ganas de seguir fueron decayendo hasta el punto en el que dejó de trabajar

 

-Es mi culpa- se lo repetía a diario, todo lo que tuvo lo perdió y reconstruir su vida le resultaba imposible. Una sola decisión le pasó por la cabeza, nadie se enteraría de todas formas, en esas semanas que había pasado recluido, nadie parecía notar su existencia tan siquiera

 

Se duchó, comió alguna cosa, arregló su cabello y se puso un traje, ya no era el mismo Seijuro quien se reflejaba en el espejo. Dejó su billetera vacía y su teléfono en una mesa destartalada, ya no iba a necesitarlos más. Caminó a un parque y ahí tomó un taxi, hacia los límites de esa ciudad. Al llegar pagó con el fajo de efectivo que cargaba en el bolsillo, era mucho más de la tarifa, pero ya no importaba

 

El mar se veía tan hermoso, las olas arrugaban la superficie de tono azul oscuro, se veía tan infinito… Y allá, donde se pierde la noción de la distancia, se reflejaba el sol, brillando como nunca. La brisa le movía los cabellos y sólo un par de nubes surcaban el cielo, sí que era un hermoso día para morir. Sin remordimiento pasó las piernas sobre la baranda del puente y se sentó en está, bajo sus pies había un par de cientos de metros de vacío antes de llegar al agua helada del mar

 

-Prometí desaparecer- miró con paz el cielo, una leve sonrisa curvó sus labios al recordar la época alegre que vivió con el peli lila, un par de lágrimas se le escaparon al pensar que nunca estarían juntos de nuevo, que lo tuvo viviendo forzado a su lado con un corazón roto, como si de un pajarillo enjaulado se tratara. Cerró los ojos con el rostro hacia el cielo, soltó las manos del barandal y dejó su peso ir hacia el frente

 

- ¡¿Akashi?!- el pelirrojo abrió los ojos de golpe al sentir un par de manos jalando por los hombros hasta tirarlo de espaldas al pavimento. Las bocinas de los autos lo alteraron más aún

 

- ¡¿Qué demonios estabas haciendo?!- se quedó en el suelo mirando a quien había frustrado su intento de suicidio

 

- ¡Eso mismo me pregunto yo Shintaro! ¿Por qué me salvaste?… ¡Nadie pidió ayuda! - sus ojos se aguaron, odiaba llorar así que se volteó para darse un cabezazo contra el pavimento

 

-No se… Ugh lo siento, pero… Pensé que esto no era casualidad- le ayudó a levantarse y lo envolvió en sus brazos

 

-Soy tóxico, voy a terminar destruyendo lo que sientes… Voy a acabar haciendo que desees morir- advirtió el pelirrojo

 

-Amo a Atsushi- murmuró contra la camiseta del peli verde

 

-Lo sé, sé todo eso… Cuando llegue el momento podemos morir juntos… Por favor, sabes que desde Teiko yo…- lo detuvo un puñetazo en su estómago

 

-No digas nada más, llévame a casa, enciérrame y úsame, nada del Seijuro que conociste queda en mi- dos rotos se habían encontrado

 

-Takao...Él Quiso ser tu reemplazo por muchos años, ¿Quién diría que gracias a él yo iba a conseguirte? - el de cabello verde jaloneo al pelirrojo hasta un taxi, ahora era su turno de ser infelices, justo como ambos habían causado a sus parejas. Uno enamorado de alguien ajeno y el otro con un amor no correspondido, eso sí que debía llamarse karma

                                                            

Notas finales:

Gracias por leer, espero que les agradara!


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