Era un día frío de invierno cuando la nieve comenzó a caer por primera vez. MinHo estaba en la cocina, hizo una taza de chocolate caliente y café caliente. Llevó las dos tazas a la sala de estar y sirvió el café para él mismo, mientras dio a JinKi el chocolate caliente.
"Gracias~" JinKi envió una tierna sonrisa a su esposo y luego bebió el líquido de chocolate dulce en su taza.
Justo un segundo después de que MinHo tomara asiento al lado suyo, JinKi frunció el ceño. "¿Dónde está el pastel?"
"¿Qué pastel?" MinHo parpadeó confundido.
"¿No comeremos pastel?" JinKi lo miró, aún frunciendo el ceño.
La última vez que MinHo abrió el refrigerador fue un minuto atrás y él no encontró ningún pastel allí.
"No. ¿Quieres pastel?" MinHo preguntó, inseguro.
JinKi asintió con entusiasmo. "¡Sí! Pastel de chocolate estaría bien~"
MinHo miró por la ventana. La nieve seguía cayendo cubriendo su jardín trasero y probablemente estaría muy frío afuera. "Pero..."
"Ve a comprar algo de pastel de chocolate para mi~"
Para ser honesto, MinHo estaba un poco perezoso para salir en un día tan frío como este. Trató muy duro de ignorar los tiernos gestos de súplica en el rostro de su esposo.
"Aún tenemos un poco de galletas si quieres."
"Quiero pastel de chocolate."
"Pero está nevando afuera."
"Quiero pastel de chocolate, Min."
"Pero..."
Y él pudo ver los ojos de JinKi aguandose, falsos sollozos escaparon de esos abultados labios."¿No quieres comprar pastel de chocolate para mi? ¿Quieres que este bebé muera de hambre?" JinKi señaló su vientre. Por supuesto que allí no había ningún bebé. Y MinHo sólo podía golpear su rostro y gemir por las acciones de su esposo.
"De acuerdo. Iré a comprarlo para ti."
Los sollozos de JinKi se detuvieron. Una destellante y brillante sonrisa apareció en sus labios rápidamente. "¡Está bien! ¡Apresurate~!" Rió.
MinHo tuvo que caminar bajo la fría nieve de ese día sólo para conseguir una rebanada de pastel de chocolate para JinKi. Tuvo que caminar unas cuantas cuadras para poder llegar a la pastelería. Y tuvo que regresar a casa, caminando nuevamente esas cuadras.
Pero cuando vió unos ojos brillantes y una sonrisa de sol* que apareció cuando JinKi comió aquel pastel de chocolate. El trayecto en el frío día pareció valer la pena.
***
Era un día frío de invierno cuando la nieve comenzó a caer por primera vez. MinHo estaba en la cocina, hizo una taza de chocolate caliente y café caliente. Llevó las dos tazas a la sala de estar y sirvió el café para él mismo, mientras dio a JinKi el chocolate caliente.
"Gracias~" JinKi envió una tierna sonrisa a su esposo y luego bebió el líquido de chocolate dulce en su taza.
Justo un segundo después de que MinHo tomara asiento al lado suyo, JinKi frunció el ceño. "¿Dónde está el pastel?"
"¿Qué pastel?" MinHo parpadeó confundido.
"¿No comeremos pastel?" JinKi lo miró, aún frunciendo el ceño.
La última vez que MinHo abrió el refrigerador fue un minuto atrás y él no encontró ningún pastel allí.
"No. ¿Quieres pastel?" MinHo preguntó, inseguro.
JinKi asintió con entusiasmo. "¡Sí! Pastel de chocolate estaría bien~"
MinHo miró por la ventana. La nieve seguía cayendo cubriendo su jardín trasero y probablemente estaría muy frío afuera. "Pero..."
"Ve a comprar algo de pastel de chocolate para mi~"
Para ser honesto, MinHo estaba un poco perezoso para salir en un día tan frío como este. Trató muy duro de ignorar los tiernos gestos de súplica en el rostro de su esposo.
"Aún tenemos un poco de galletas si quieres."
"Quiero pastel de chocolate."
"Pero está nevando afuera."
"Quiero pastel de chocolate, Min."
"Pero..."
Y él pudo ver los ojos de JinKi aguandose, falsos sollozos escaparon de esos abultados labios."¿No quieres comprar pastel de chocolate para mi? ¿Quieres que este bebé muera de hambre?" JinKi señaló su vientre. Por supuesto que allí no había ningún bebé. Y MinHo sólo podía golpear su rostro y gemir por las acciones de su esposo.
"De acuerdo. Iré a comprarlo para ti."
Los sollozos de JinKi se detuvieron. Una destellante y brillante sonrisa apareció en sus labios rápidamente. "¡Está bien! ¡Apresurate~!" Rió.
MinHo tuvo que caminar bajo la fría nieve de ese día sólo para conseguir una rebanada de pastel de chocolate para JinKi. Tuvo que caminar unas cuantas cuadras para poder llegar a la pastelería. Y tuvo que regresar a casa, caminando nuevamente esas cuadras.
Pero cuando vió unos ojos brillantes y una sonrisa de sol* que apareció cuando JinKi comió aquel pastel de chocolate. El trayecto en el frío día pareció valer la pena.