Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

No llores por mí [MiloxCamus] por Pandy

[Reviews - 4]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo: Pues está tristón... o.u~ pero cookie XD

"No Llores Por Mi" (Milo x Camus x ?)

El día más esperado por mí, según Camus. Volvía después de tantos años al Santuario, volvía de allá, de Siberia, donde entrenó todos estos años con sus alumnos. En todo ese tiempo ni una carta, ni recado, ni nota ni señal de vida de Camus...simplemente nada sabia yo de él, del 'gran amor de mi vida' pero en ese tiempo ocurrieron cosas, cosas que inevitablemente no pueden cambiar...
Días antes de su llegada avisó para que me avisaran...en efecto, me siento feliz de que vuelva pero no sé como decirle que yo...amo a alguien más.

Hay una cosa que
Te tengo que decir



Cuando lo vi llegar no sentí la misma calidez en el pecho que antes, ni siquiera mis ojos se inundaron de lágrimas...ni siquiera ese hormigueo en el estómago, nada. Se acercó a mí con los ojos lleno de una luminosidad indescriptible, yo sonreí apenas, apenado de lo que le iba a decir, pero tampoco podría mentirle. No a él, no a Camus.
Me miró a los ojos y me regaló un 'Te amo' el más lleno de amor y dulce que jamás me había dado...pero ni así yo sentí nada hacia él, sólo pena... ¿como advertirle que mi corazón le pertenecía a alguien más? Y por supuesto, no era él y ya no sería él...Intentó besarme, yo me separé y lo miré a los ojos, mis labios temblaban y mis manos sudaban frío. Estaba decidido, era ahora o nunca.

Mientras estabas lejos
Otro estuvo aquí



Parecía ya haber captado 'algo' en ese rechazo mío. Pero lo volvió a intentar consiguiendo una mano mía sobre sus labios, sus helados labios. Me acerqué y le di un beso tímido, dulce, rápido. Suspiré. Este iba a ser nuestro último beso.

-Camus yo...debo decirte algo.-

-Dímelo, venga...-

Lo tomaba todo tan fácil, quizá se esperaba otra cosa. Pero no fue así. Bajé mi mirada, miedoso, esperando su reacción...

-Yo....amo...a alguien más....-

Se oyó tan fácil, pero no supe cuán hondo habían calado mis palabras...Palideció, sus ojos se inundaron y finalmente, con un fuerte resoplido se aguantó las ganas inmensas que tenía de llorar. Por primera vez lo vi así...por primera y última.

Todo paso tan rápido
Que ni cuenta me di
Que caí en sus brazos
Y de ahí no me fui



Ni yo mismo supe cuánto amaba a ese alguien. No supe ni como llegue a hacerlo, pero lo que si sabia era, que por Camus, yo no sentía absolutamente nada, nada. Me miro con odio, con ganas de asesinarme allí mismo, aún recuerdo una noche que me dijo que si lo dejaba moría y pues...yo lo estaba viviendo. Se dio la vuelta y comenzó a caminar con prisa, lo seguí y traté de detenerlo por un brazo, no pude...me arrojó sobre un pilar y me dio la cara.
Estaba llorando.

No te puedo mentir
Lo quiero demasiado



-¿Quién es?- Me pregunto enojado, tomándome por el cuello.

No contesté. Es mis ojos, en ese brillo que salía de ellos...allí, allí decía a quién amaba yo. Mi vista se dirigió al quinto templo, cosa que no pasó desapercibida por Camus, que con los ojos cristalinos por el llanto, me soltó y caí al suelo, mirándolo derrotado desde mi lugar.

-Ya veo...ya veo qué...ese amor que me tenias era mentira...no dudo en que a él, también le mientas...-

-Basta Camus!- grité enojado, se estaba metiendo en un terreno donde no debía.- Lo dices por despecho, por que te dejé...pero ¿sabes? Sabes Camusito...- me levante y lo encaré frente a frente.- El que me dejó fuiste tú, te fuiste tanto tiempo, tuviste oportunidades de volver un tiempo y luego regresar a entrenar...crees que no lo supe Camus, ¡dímelo!-

Estaba tan alterado que las venas de las manos se saltaban, y mi respiración cada vez era más rápida.

Difícil esconder lo
Que me hace sentir
Y con estas palabras
Yo me voy de aquí



-Lo amas de verdad...-

Me dijo, antes de que le golpeara el rostro. Atiné a verle llorar de nuevo, sobre un pilar, descargando toda su tristeza, su rabia...sus celos.
Volví a mi semblante apenado y me di la vuelta, dirigiéndome hacia la salida de su templo, que por obviedad allí estaba yo, antes de que él llegara, aún a pesar de la discusión con Aioria.
Yo tenía la obligación de decírselo, para no destrozarlo más.

No llores por mí
Deja que me vaya
Sin verte sufrir
Sin verte sufrir



Justo iba saliendo cuando sentí un jalón en mi cintura. El aguador estaba aferrado a mi, cual niño pequeño, llorando y suplicándome que por favor...no me fuera. Nunca jamás lo había visto tan humillado, y sentí un hondo pesar...pero tampoco iba a hacerlo creer que lo quería, cuando no podía ya hacerlo.

-Por favor...suéltame...debo irme.-

-¡No!- me gritó desesperado, aferrándose aún más a mí, llorando incontroladamente y humillándose más.

-Camus...- me arrodillé para levantarle el rostro.- no llores, no lo hagas...por favor...-

-No puedo controlarme...- me dijo apenas, escondiendo su cara en mi pecho. Me estaba destrozando el alma.- Yo te amo Milo, quédate, aunque no me ames, pero no me dejes...no te vayas....-

En esos momentos recordé una discusión que hacia mucho tiempo tuve con él. Me había dicho que él era el tipo de hombre que se siente dolido y sonríe, le daba igual. Pero ahora es cuando me doy cuenta de cuan equivocado estaba al pensar que ese hombre no me amaba, y no sentía.

No llores por mí
Otro encontraras
Que te haga feliz
Que te haga feliz



-Camus...no hagas esto más difícil...-

-¡Es que a ti no te duele por que ya no sientes nada por mí!-

Tenía razón. A mi no me dolía (al menos no mucho) el hecho de dejarlo, de separarme de aquel que creías amar de verdad. Pero todos cometemos errores, y mi error fue amarle, cuando yo necesitaba de atención y bueno...no es pretexto, simplemente ese supuesto amor era una equivocación.
Lo abracé por un rato, no supe ni cuanto tiempo, ni supe cuando también comencé a llorar, junto con él. Aunque mi llanto era de partida, el de el era dolor puro...lo lamenté tanto, pero no lo amaba...ya no.
Me separé de él, se había quedado dormido en mis brazos...se veía inofensivo, dolido, triste...y aún conservaba aquella aguja escarlata que alguna vez le enterré cerca del cuello. Lo acuné un rato más, contemplando su rostro de marfil y lo besé suavemente en las mejillas, despertándolo así, y con los ojos brillándole con esperanza.

No te puedo mentir
Lo quiero demasiado
Difícil esconder lo que
Me hace sentir
Y con estas palabras
Yo me voy de aquí



-¿Te quedas conmigo Milo?- preguntó esperanzado, abrazándose a mi cuello.

-Verás Camus...- le quité los cabellos del rostro.- te guardo un cariño muy especial, el más especial de todos...pero yo amo a alguien con toda mi alma y sé que ese alguien también me ama a mi...tú, eres muy especial, no quiero verte sufrir por mi que tantos dolores de cabeza te di...vas a encontrar a alguien que...-

-¡No Milo! Nadie jamás se igualará a ti, jamás, eres único, eres mi vida, mi amor, eres mi todo Milo...-

-No digas esas estupideces Camus...- le dije medio enojado, medio en broma.- ya llegará esa persona especial para ti, que te ame con la misma intensidad en que es amado...-

Y sin decirle más, le besé los labios en un gesto amistoso, parecía que ya había entendido algo aunque unas lágrimas le corrieron por el rostro. Yo me fui de allí, directo para el quinto templo, con aquel que cuido de mí, que se preocupo por mí en la ausencia de Camus. Me fui con Aioria.

 

 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).