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Mad Mind por ximesaiya

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Notas del capitulo:

Bueno vengo aqui con un nuevo capitulo y espero que realmente les guste!

Los personajes no me pertenecen a mi sino a Akira Toriyama!

 A Leer!

 

La señora mayor había estado conduciendo durante un buen rato mientras de vez en cuando observaba al joven a su lado, parecía tan tranquilo, tan perdido que no dudo ni un segundo en llevarlo a su casa.

El menor despertó cuando sintió como se detenían, había descansado en ese poco tiempo. Volteo a ver a la anciana y esta le mostró una sonrisa sincera.

-Hijo ya te puedes bajar-Menciono la mayor cuando empezó a bajar del auto.

Vegeta salio del auto. Dirigió su vista al hogar... al parecer debía de estar alucinando, puesto que no podían estar frente a su antigua casa. Su pupila se había achicado, su boca entreabierto, parecía tan impactado, tan desprevenido frente a las situaciones que se habían presentado sin avisar.

Vio como la mayor se adelantaba para abrir su casa. -Vamos chico sígueme- Dijo esta alegre. Pues ahora no se sentiría sola...

Vegeta la siguió lentamente por detrás, seguía confundido, y es que como había llegado su casa a manos de la señora.

La anciana abrió y dejo pasar a Vegeta primero. Este miro su hogar aun más asombrado.

No estaba ni una pizca desagradado, puesto que la señora había decorado muy bien el lugar con colores vino combinado con blanco. Era elegante, simplemente hermoso aunque la casa seguía siendo blanca por fuera.

-Tiene una casa muy hermosa-Menciono el menor, no quería decirle que el había vivido ahí, de otro modo, la señora lo cargaría con preguntas que ahora mismo no estaría dispuesto a contestar.

-Muchas gracias hijo...-. A la señora se le veía alegre, y desprendía una aura de paz. -Ven conmigo tienes que comer algo antes de que te des una ducha.

Vegeta sin más remedio la siguió, sabia que no llegara a ningún lado rechazando lo que la señora le ofrece, ademas... realmente necesitaba un lugar en donde estar durante un tiempo.

La señora tenia una gran olla en la estufa, la destapo y salio un delicioso olor que inmediatamente llego a las fosas nasales del menor. La señora sirvió la sopa en un plato hondo y lo coloco en la mesa redonda que se encontraba en el centro de la cocina.

-Vamos hijo tienes que comer algo-Dijo la señora amable ofreciéndole asiento al menor.

Vegeta se sentó y empezó a comer.

Estaba facinado y es que esa sopa sabía mejor de lo que olía. Pero algo lo asusto, volteó hacia el piso cuando sintió algo suave recorrer su pie. Al parecer era un hermoso gato negro y empezó a lamer su tobillo lastimado.

-Que gato más hermoso-Dijo Vegeta cargándolo.

-Claro que sí... Fue el último regalo de mi marido-Dijo la señora con cierto aire nostálgico.

-El último?-Pregunto el menor con curiosidad.

-Sí... Antes de que su enfermedad nos separara-Explico triste. -Harold tenía cáncer y dos días después de su muerte me llego ese gato por mensajería junto con su carta de despedida- Y su expresión cambió cuando menciono al animal. -Se llama Clara-Dijo la anciana sonriente.

Y Vegeta siguió acariciando a la mascota después de comer.

-Sí quisieras podrías quedarte-Ofreció la mujer.

-De verdad?-

Al menor le brillaron los ojos. Necesitaba un lugar como ese y que mejor que su antigua casa. Aún así sabía que no se quedaría por mucho tiempo, debía seguir buscando.

-Muchas gracias por la oferta señora pero...

-No me llames señora, tengo 61 pero me siento de 60... Soy Angela-Dijo la mujer interrumpiendo a su huésped.

-Angela... Le agradezco mucho la oferta pero me temo que sólo la tomare par una noche-Dijo Vegeta apenado.

-Está bien es tu decisión... Después de todo debes seguir buscando lo que sea que quieras-Dijo la señora descubriendo a Vegeta.

Este la miro asombrado. Había sido muy obvio?. Y es que realmente buscaba algo o más bien alguien.

-Como lo supo?

-Soy una señora grande fue muy fácil deducir que venías de ese lugar-Dijo apuntando a sus prendas. -Se que no estás del todo bien mentalmente, lo deduje cuando hablaste del gato... No hay ningún gato...-Dijo tranquila.

Los ojos de Vegeta se abrieron grandes, había creído todo tan real, pero había sido una mentira... Una alucinación.

-Entonces por que me contó sobre el... El gato-. Se paró alterado y confundido, se acerco amenazante a la señora. -DÍGAME PORQUE!!

-Sí hubo un gato hace mucho tiempo, y mi esposo también murió de cáncer  sólo que no quería que te incomodarás y pensarás que te veo como todos los demás-Explico la señora tranquila.

-Ah sí? Y según usted como me ven los demás?!-

-Como una persona irracional-Explico tranquila.

-Es usted también una alucinación?-Pregunto Vegeta intentando recobrar su compostura.

-Claro que no-Dijo la anciana riéndose ante tal pregunta.

Vegeta la miro extrañado, esa señora le resultaba extraña en todas las maneras, no había entrado en pánico cuando le grito y se le acerco, ella era completamente dueña de si misma, parecía segura de si, fuerte, aunque también suave en su manera de llevar las cosas. Después vio al gato en su regazo aun, y lo miro aun más extrañado.

-Hijo tengo los medicamentos que necesitas-Dijo la señora mientras se levantaba del asiento. -Vamos sígueme-

El menor sin rechistar la siguió hasta la segunda planta, entraron a su habitación de la señora, antes suya. Se dirigió al mueble que estaba a lado de la cama matrimonial y abrió un cajón. Saco varios tubos naranjas con pastillas dentro. Estaba asombrado y es que como era posible que ella tuviera ese tipo de medicamentos.

Al parecer le leyó la mente cuando esta le hablo.

-Tengo estos medicamentos por que mi hijo antes sufría un mismo trastorno que tu... pero hace pocos años el falleció... hace 5 específicamente-

-Lo lamento mucho señora...

-No hay problema... tómalas-Dijo ofreciéndole las píldoras.

-Gracias.

Vegeta tomo las que necesitaba y se las paso en seco. La señora le mostró un atuendo de ropa mientras se lo daba.

-Tienes que bañarte y limpiarte esa herida en tu tobillo... anda no tardes-Dijo mientras salia de la habitación.

Vegeta se fue al baño, se desvistió lentamente viéndose en el espejo todas las marcas que tenia, algunas causadas por haber querido escapar en varias ocasiones y otras muchas por las cosas que le hacían los ayudantes del lugar.

Se relajo completamente cuando se sumergió en el agua caliente de la tina y es que hace mucho que no sentía cosas como esas. 

Sintió algo similar cuando asesino al chico nuevo, cuando escapo con la señora en su auto pero ninguna se comparaba con esa. 

Se tallo suavemente su piel haciendo que volviera a tomar su color original, un color de piel más bien pálido. Enjuago su cabello delicadamente restaurándolo de cualquier maltrato. Pero... aun con toda esa limpieza no podía regresar el brillo y confianza que el emanaba, ni el brillo de esperanza en sus ojos que tanto lo caracterizaba, ya no más.

Tardo varios minutos dentro de aquel baño pero cuando salio sintió como si toda impureza y error que había cometido había desaparecido. Había visto la ropa que tenia, al parecer había sido de su marido, el conjunto consistía en ropa interior blanca, un pantalón corto azul y una camiseta blanca. Estaba tan relajado pero su consciencia no estaba del todo limpia, necesitaba encontrarlo para que lo estuviera.

Salio del cuarto y se dirigió a la sala donde hallo a la anciana leyendo uno de los tantos libros que se encontraban en un estante cercano. La mujer lo escucho llegar y le vio la ropa.

-Te ves muy bien-

-Vamos solo es ropa para dormir-Dijo divertido el menor con las mejillas un poco coloridas.

-Tienes razón... es hora de dormir-. La anciana cerro el libro de golpe, se levanto del sillón y continuo hablando -Yo dormiré aquí tu puedes dormir en mi habitación

-No disculpe, no puedo aceptar eso...-Negó Vegeta. Y es que se sentiría mal y si la mujer se quedara en la sala.

-Hijo no te preocupes, solo sera una noche y mañana te iras-Dijo la anciana intentando convencer a su invitado.

 Vegeta asintió apenado y empezó a subir las escaleras, abrió la puerta de su antigua habitación y se recostó en la gran cama. Se sentía solo, claro que si y aun así no podía imaginar como había vivido la señora sola todo ese tiempo, tal vez era egoísta de su parte dejarla, pero no la abandonaría por completo, el vendría a verla claro que si. No olvidaría el gesto de aquella señora, le había ayudado a escapar.

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Despertó sudando, aquella pesadilla seguía atormentándolo desde que el se había ido. Los rayos de sol pegaron en su rostro cuando se inclino un poco más, dirigió la mirada al reloj que se encontraba a su lado. Eran las 8 de la mañana, ni muy temprano y ni muy tarde a su parecer.

Un dulce olor inundo sus fosas nasales y lo saco de su mente, se levanto y empezó a buscar la fuente de ese olor.

Llego hasta la cocina donde encontró a la anciana cocinando hot cakes, esta volteo a verlo cuando noto su presencia, tomo un plato con tres hot cakes encimados y los coloco sobre la mesa.

-Come esto y después te podrás ir-Dijo la mujer amable ofreciéndole asiento.

Notas finales:

Bien! Espero que les haya gustado!

Se que es un poco aburrido, pero esto es importante para el futuro de la historia. 

De todos modos intento que toda escena tenga algo que ver con el pasado o futuro de la historia. 

Tambien espero que se hayan dado cuenta de algunas cosillas ya que estas les pueden ayudar a ver incluso que puede pasar en el futuro de la historia!

Ya saben que todo comentario es bien recibido! Desde amenazas de muerte hasta consejos!

Que tengan un lindo día o una linda noche!

-XimeSaiya


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