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Besame por ietsuna

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Notas del fanfic:

Bueno mejor tarde que nunca, en mi pais aun no son las 12

asi que estoy dentro del horario xD

La vedad no tengo mucho que decir, solo que lo

disfrunten mucho y el fin esta basado en la cancion

Besame de Camila

fic : NT: Este fic junto con otros que estare subiendo pertenecia a mi otra cuenta que por razones x tuve que elimiar y crear una nueva =/, asi que no es plagio ni nada por el estilo.

Notas del capitulo:

Este fanfic participo en el cumpleaños de taiga para el grupo KagaKuro is Love.

T

Encontraba ridículamente estúpida esta situación, él llevaba casi un mes planeando las cosas para que este día resultara de lo mejor y darle una gran sorpresa a su luz, más grande fue la sorpresa que se llevó hace una semana al enterarse que Kagami tenía que ir precisamente ese día a Estados Unidos.

Quejarse no le servía de mucho, después de todo para Kagami sus padres son importantes y él no podía competir contra ellos solo le quedaba resignarse y tratar de disfrutar de las horas que le quedaban juntos antes de su partida.

Y ahí se encontraba un domingo a las 7 de la mañana preparando un “gran” desayuno para Kagami, -no era un experto pero algo había aprendido de su luz-, agradecía lo despistado que podía ser a veces y poder quitar de su chaqueta las llaves de su departamento de otra manera no podría haber ingresado, lo otro que agradecía era su sueño pesado así podía estar tranquilo cocinando haciendo un gran ruido y estaba seguro que ni con eso despertaría… al menos aun.

**

Quería seguir durmiendo un olor particular lo despertó, le había costado un montón lograr conciliar el sueño todo gracias a la molestia de Kuroko, perfectamente podrían haber pasado la noche juntos y tener más tiempo para ellos.

-Maldito Kuroko! – exclamo entre dientes, le molestaba que algunas veces fuera tan obstinado pero tampoco lo podía culpar.

Aquel aroma seguía inundando su olfato, una mezcla perfecta entre café y vainilla por un momento pensó que sería Tatsuya, solían hacer eso en EE.UU. pero su hermano no estaba tan loco como para ir a las 7 de la mañana prepararle el desayuno, así que descarto la idea de inmediato.

Su segunda opción fue Alex, esa suposición desapareció tan pronto como llego, Alex era pésima cocinando y para ese punto ya habría tenido la cocina toda quemada, eran sus opciones más viables ya que ambos tenían llaves de su departamento.

Descartadas sus opciones llego a pensar que un ladrón podía estas ocupando su cocina, con tal pensamiento hasta el mismo quiso llamarse bakagami por lo estúpido que sonaba, con pesar y flojera término saliendo de su cama y terminar de aclarar sus dudas sobre quien osaba usar su cocina sin su permiso. Con el mayor de los silencios se desplazó por los pasillos hasta llegar a la puerta de la cocina sin hacer un gran ruido, sonríe enormemente tras descubrir al intruso.

-Yo pensé que un maldito ladrón se quería robar mi comida – suelta con su característica voz desafiante.

-Kagami-kun! – exclama botando al suelo una de las tostadas que estaba preparado – Es de mala educación asustar a las personas – suelta en tono relajado

-Je! Mira quien lo dice, idiota – dice en fingido enojo acercándose hasta donde está su sombra – Y  bien, que hace el niño obstinado tan temprano en mi casa?  

-Kagami-kun, eres muy injusto – nota como frunce levemente el entrecejo y tuerce los labios tras quejarse – Se supone que yo tenía que darte una sorpresa ¿Por qué despertaste antes de tiempo? – pregunta con un tono medio enojado.

Kuroko ve como Kagami sonríe triunfante a la vez que se posiciona tras de él, trata de permanecer calmado a pesar que la cercanía le acelera el pulso más de lo que realmente quisiera.

-Es agradable ver de vez en cuando otro tipo de expresión en tu rostro – susurra en su oído, sabe que, molestia y sonrojo, son las facciones que más le gusta ver – A pesar de ser mi cumpleaños ¿seguirás molesto conmigo? – pasa sus manos alrededor de su cintura, abrazándolo suavemente.

-… –  guarda silencio unos segundos  disfrutando del contacto antes de responder– Como quieres que no lo este, en unas cuantos horas más te tienes que ir – suspira – Yo tenía planeado pasar todo el día contigo, incluso hoy quería darte una sorpresa y ni siquiera eso resultó bien… Se supone que hoy tenía que ser especial – se refería al hecho que sería el primer cumpleaños que celebrarían estando juntos.

-Oye – le llama para que gire su rostro – Aun puedes sorprenderme           - al ver que no le hace caso lo gira completamente quedando frente a frente – Porque no me besas – baja su rostro para quedar a la misma altura – Kuroko – dice su nombre, rosando sus labios – Bésame…                

Bésame... a destiempo sin piedad y en silencio 
bésame frena el tiempo haz crecer lo que siento 

-Ka… Kagami – balbucea en medio del roce, el pelirrojo se aprovecha de aquello para hacer el beso profundo introduciendo su lengua acariciando a su igual, llevando una de sus manos hacia la nuca de Kuroko evitando de que rompa el beso – Hmn… – trata de hablar cosa que le es completamente imposible.

Resignado a resistirse se deja llevar por aquel demandante beso, lleva sus manos hasta los brazos del otro le encantaba sentir los fuerte brazos de Kagami bajo su tacto, aunque jamás lo diría en voz alta. Se pierde en un mar de sensaciones a cada movimiento de labios tan intensos como si llevaran años sin besarse, aunque si le negó besos durante toda la semana.

-No puedo respira – jadea respirando rápidamente para llenar sus pulmones de aire – Kagami-kun…

-No es como si me fuera a ir para siempre, en  menos de una semana estaré de regreso – besa su mejilla en cortos besos a la vez que desliza sus manos más abajo de las caderas para poder alzarlo cerca de su altura, el peliceleste se aferra con sus piernas a la cintura del más alto, aun se sorprende de la facilidad con que es levantado y que le provoque vértigo la altura a la que es llevado. Entiende que es cansador para el otro siempre permanecer gacho.            

 


Bésame como si el mundo se acabara después 
bésame y besos a beso por el cielo al revés 
bésame sin razón porque quiere el corazón 
bésame...

-Kagami-kun… – suspirar al sentir los besos rondando en su cuello, besos que no llegar a ser más que ligeras caricias con los labios, le estaba haciendo perder poco a poco la molestia que llego a sentir, a olvidarse de lo que realmente había ido al departamento, a que perdería la cordura si lo seguía “besando” así.

Sin aguantar más entre sus manos toma el rostro del pelirrojo logrando mantenerlo quieto para ser él quien esta vez lo comience a besar, a diferencia del anterior lo hacía más calmado, saboreando en cada caricia toda parte de su boca, memorizando de nueva cuenta la textura de esos labios carnosos, mordiéndolos algunas veces para luego besarlos con más ansias.

Mientras disfrutaba de los besos guio sus pasos fuera de la cocina, su cuerpo estaba entrando en calor y la temperatura de la cocina no lo estaba ayudando, a ninguno de los dos, y menos estando en pleno verano. Se dirigió a la sala de estar al menos el viento que entraba por la ventana era fresco por la mañana, se sentó en el único sillón de la sala con Kuroko sobre sus pierna, quien al parecer aun no era consiente de donde se encontraban. 


Siénteme en el viento 
mientras yo 
muero lento 
bésame sin motivo 
y esta vez siempre contigo 

-No quiero que vallas – como pocas veces se permito ser egoísta tras sentirte tan relajado y que podría pedirle cualquier cosas – Lo siento…

-Idiota – le reta, besando sus labios para que no siguiera hablando – Te dije que me besaras – nuevamente toma posesión de sus labios, al principio de forma salvaje, quiere olvidad que debe partir y su otra parte no hace más que recordarlo. Conforme pasan los segundos comienza a bajar la intensidad tornando a un beso más romántico. Kuroko no se merece ser tratado con esa brutalidad tan característica suya – Perdóname tu a mí, si – besa la comisura de sus labios guiándolos hasta sus mejillas para terminar con un cariñoso beso en su frente – Te prometo hacer lo que desees cuando llegue, estaré a tu completa disposición – se miran a los ojos, entendiendo ambos que es una promesa que sea cual sea la cumplirá

-¿Seguro puede ser lo que yo quiera? – Pregunta aun mirándolo a los ojos para ver si hay algún rastro de titubeo – ¿Puedo pedir un deseo ahora? – él otro solo asiente en espera de escuchar su deseo – Puede Alex dejar de besarte cada vez que se le dé la gana – suelta celoso, provocando una leve carcajada por parte del otro – Lo digo en serio. O acaso te gustaría verme besar a Aomine-kun o Kise-Kun – los nombra solo para molestarle

-Oye! – Cambia de inmediato la facción relajada de su rostro – No es lo mismo – su sombra solo lo mira levantando una de sus cejas – Está bien, tienes razón – se rinde – Controlare a esa mujer loca cada vez que se acerque, pero ni se te ocurra ir a besar a ese par de fenómenos! – y es que solo pensar en esas personas cerca del más bajo hace su sangre hervir.

-Kagami-kun, no besare a nadie que no seas tú – sonríe triunfante, le gusta ver al más alto celoso – Tú también, sólo debes besarme a mí – habla suavemente juntando sus frentes, rosando sus narices, disfrutando de esas pequeñas caricias. Al fin se siente relajado al decir algo que le molestaba, lleva sus manos hasta la cabeza de Kagami acariciando esas hebras suaves mezcla de color negro y rojo entre sus dedos – Sólo a mí – vuelve a repetir, esta vez sobre sus labios comenzado un nuevo beso.


Bésame como si el mundo se acabara después 
bésame y beso a beso pon el cielo al revés 
bésame sin razón porque quiere el corazón 
bésame... 

 

Con cada nuevo beso la temperatura comenzaba a subir más y más, las manos de Kagami recorrían la espalda de su pareja por debajo de la camisa que llevaba puesta, a su vez las manos de Kuroko seguían aferradas a la cabeza del pelirrojo desordenando sus cabellos, ambos se comprendían tan bien que no quería llegar más allá de los besos y abrazos, cruzar la línea significaría la pérdida del vuelo.

-A… A qué hora – jadea recuperando el aliento – Sale tu vuelo? - tras terminar la pregunta continúan besándolo

-Qué? – se siente algo perdido, son raras las veces que es Kuroko quien lo besa con tanta necesidad, y eso realmente le encanta, quiere perder la cordura llevando una de sus manos hasta uno de los glúteos de este, aunque trata de controlarse – A las 5… creo – aprisiona más sus glúteos acercando sus caderas

-Mnh… – jadea al acto, provocando que el otro termine llevando ambas manos a su trasero –Ahh – gime, quiere dejarse llevar pero no quiere que los padres de Kagami lo odien antes de tiempo por hacer que su hijo pierda el vuelo por un momento de calentura – No… hay mucho tiempo – balbucea, comenzando a mover sus caderas aún más cerca si era posible, ni los besos ni las caricias lo dejaban pensar con claridad, solo eran ellos dos, nadie más existía en esa burbuja que crean cuando están juntos.         


Bésame como si el mundo se acabara después 
bésame y beso a beso pon el cielo al revés 
bésame sin razón porque quiere el corazón 
bésame... 

-Cuando regrese… – lentamente comienza a bajar la intensidad de sus besos y caricias, raro viendo de él – Pasaremos una semana encerrados en este departamento – el rostro del peliceleste se puso completamente rojo antes la intensidad de esas palabras.

-Tonto – le dice, a pesar de que no tiene intención alguna de oponerse a aquello – Al final, no te di la sorpresa y ningún regalo – forma un puchero recordando el desayuno olvidado que quedo en la cocina

-Que dices, la mejor sorpresa es que haya sido el primero en ver hoy, aunque aún no sé cómo entraste aquí – un poco tarde piensa en ello – Y tus besos son el mejor regalo que puedo recibir, que mejor manera de comenzar el día

-Feliz Cumpleaños, Taiga-kun – le besa una vez más, calmado sólo por gusto propio, antes de levantarse de encima de su pareja, tomándole la mano para dirigirse a la cocina y tomar el desayuno.     


Bésame así sin compasión 
quédate en mi sin condición 
dame tan solo un motivo 
y me quedo yo (y me quedo yo) 
y me quedo yo (y me quedo yo).

 

**

Faltaban 15 minutos para que el vuelo de Kagami saliera, se encontraba con su sombra cerca del embarque, tenía únicamente un bolso, sólo estaría por 3 días para celebrar sus 18 años  junto a sus padres, luego volvería a Japón.

-La próxima vez te llevo conmigo, o, obligo a mis padres a viajar hasta acá si quieren celebrarme – le acaricia la mejilla con el dorso de la mano izquierda

-Kagami-Kun, toma – le extiende la llave que había hurtado la noche anterior

-Quédatela – le obliga a dejársela – Así puede ir y quedarte cuanto quiera – eso sonó tanto a petición de vivir junto que ambos se sonrojaron

-Estere esperando a tu regreso, y espero que cumplas tu promesa – sonríe al escuchar el primer llamado del vuelo correspondiente.

-Claro que sí, idiota – le sonríe de igual manera, bajando su rostro para quedar cerca al del otro – Tetsuya… bésame.

 

Fin.    

Notas finales:

por llegar hasta aqui muchas gracias, sinceramente espero que lo disfrutaran tanto como yo al escribirlo y como saben cualquier comentario y critica es bienvenida


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