Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Senbazuru por VieyraKoko

[Reviews - 2]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Día 03: Sphynx
Prompt: "Conflictos" Discusión

El campeonato mundial de patinaje terminó con otra brillante medalla de oro en el cuello de Yuuri y por consecuencia un montón de trabajo de publicidad para él y su maravilloso entrenador Victor Nikiforov al final de la temporada, sobre todo en Japón dónde los amaban a ambos por igual, sonaba muy bien cuando pensaba en estar un par de semanas (con suerte meses) sin aguantar la constante voz de Víctor nombrando a su Iuu~uri ni al cerdo poner esa cara de bobalicón cada vez que era abrazado por él. Sí, su adolorido corazón y golpeado orgullo necesitaban de ese tiempo libre sin ellos, solamente aguantando a Mila colgarse sobre él u obligándole a "practicar levantamientos" mientras lo elevaba al aire con su fuerza sobrehumana, a Georgi ser una triste alma en pena y a Yakov gritando constantemente aunque en vista de las circunstancias él también estaría más relajado sin los tórtolos mostrando su amor por todas partes.

Con ya diecisiete años de vida Yuri Plisetsky debía saber que la vida era traicionera y terminó en Hasetsu haciéndo publicidad turística con los dos idiotas arruinando sus planes, lamentablemente la paga era demasiado para rechazarla sin contar la buena causa de apoyar el turismo en la agonizante ciudad natal de su amor no correspondido. Él era un buen muchacho a final de cuentas.

Ahí estaba metido en el apretado vestidor de un remolque pues las fotografías serían al aire libre, notando satisfecho que las tallas de ropa dispuestas para él eran acordes a su rápido crecimiento, una vez alcanzando la altura del cerdo pasar a Victor sería mucho más fácil, solamente necesitaba comer lo suficiente y mantenerse en forma. Soltó su cola de caballo dejando caer el largo cabello rubio por debajo de los hombros mientras se desvestía frente al espejo, en dos años su cuerpo ya no era tan flexible, en cambio se volvió mucho más fuerte, esperaba pronto su resistencia fuese comparable a la del cerdo.

Tomó la camisa que más le gustó, una con marcas de garras por todas partes y cremalleras en lugares extraños para usarla debajo de la yukata dispuesta en color negro, la moda japonesa le gustaba mucho, quizá después podría pedir quedársela, por experiencia sabía de la amabilidad japonesa.

—Yurio, ¿ya has terminado? —preguntó Yuuri tocando suavemente la puerta del remolque.

—Sí, ya salgo.

Una vez estuvo afuera no pudo contenerse de admirar lo bien que le sentaba al japonés la ropa tradicional de su país, la yukata entreabierta mostraba con discreción las clavículas y un poco de pecho. Ha visto fotografías de la boda de Yuko y se pregunta si Yuuri se vería bien con un kimono blanco, sintiéndose tonto de inmediato por recordar esos pensamientos culposos.

Para su sorpresa Yuuri también le estaba observando con atención, con una sonrisa tan parecida a la de un hermano mayor que su pequeña felicidad pasó a ser molestia en cuestión de un instante.

—¿Qué tanto me miras katsudon?

—Se siente un poco extraño pensar en cuanto has crecido, parece ayer cuando te ponías de puntitas para gritarme.

—¡No me ponía de puntitas!

La amplia risa del japonés aliviaba un poco su vergüenza, le gustaba estar así, solos los dos pese a siempre estarle gritando.

—Antes de ir al set, no necesitas ponerte la yukata completa si usas camisa abajo, basta con sostener el obi correctamente —se acercó a explicarle mientras soltaba la parte de arriba del traje tradicional, sonrojándose un poco.

Un tirón en su cabello y su consecuente jadeo de dolor rompieron cualquier aire romántico que estuviera por lograrse entre ellos.

—Oh, creo que uno de los zippers se enredó en tu cabello Yurio.
Mierda.

Tras un rato de estar gritoneando rojo hasta las orejas por lo estúpido que sentía al haber cometido un error tan catastrófico y no encontrar otra solución por parte del staff en el set fotográfico les dieron el día libre para ir a una barbería a cortarle el cabello al ruso. Terminando con un nuevo estilo bastante genial, todo el lado derecho se mantuvo largo cubriendo su rostro a totalidad, un tanto corto del lado izquierdo.

—Te miras muy bien Yurio —comentó el japonés mientras regresaban a Yutopia.

Aprovechando que empezaba a anochecer Victor se separó de ellos en la primer calle con un restaurante donde sirviesen alcohol dejándolos solos.

—Voy a subir la fotografía a instagram, me pregunto qué dirá Otabek, pasé su estatura y quizá ahora luzco más como un soldado —platicó emocionado.

—Hum… —mientras caminaban Yuuri concentró toda su atención en el rostro de su rival— Ciertamente, has madurado muchísimo sin contar cuanto te falta por crecer.

Anotó con una naturalidad tan fresca, haciéndole sonrojar un poco más de nuevo, empezando a plantearse si valía la pena el dinero por los trabajos de publicidad tras aguantar la marea de sensaciones incesante provocadas por el cerdo japonés. Quizá de volverse más atractivo, más masculino, con un torso ancho para resguardarlo entre sus brazos podría enamorarse de él, a fin de cuentas el anillo en su dedo era un amuleto de buena suerte, no una promesa.

—Se parece un poco al corte de cabello de Victor.

Con esa simple frase todas sus esperanzas se quebraron, emergiendo de ellas una furia irascible, estaba bien si no correspondía sus sentimientos mas no podía soportar ser comparado con la siempre inalcanzable imagen de Victor Nikiforov.

—Eso es todo en lo que siempre piensas, ¿cierto? —habló fuerte, casi rugiendo a la par de detener su paso.

—¿Disculpa? —preguntó Yuuri confundido parando frente al rubio.

—Para ti todo es "Victor esto", "Victor aquello" y estoy bien sabiéndolo, puedo soportar verte dedicándole todo lo bueno de ti.

El japonés dio un paso atrás, pese a estar acostumbrado a lidiar con las rabietas diarias de Yuri el dolor en su mirada le dio a entender esta vez se trataba de algo diferente.

—No trataba de decir eso.

—Aún así lo dijíste —gruñó tomando por el cuello de la camisa a Yuuri, acercando sus rostros—. No voy a aceptar que tú por sobre todas las personas me compares con él.

—Lo siento, no lo haré —trató de convencerle con el tono de voz más condescendiente posible, logrando solamente hacerlo enojar más.

En medio de la euforia provocada por la ira, el tener ese hermoso rostro a penas apreciable una vez se tiene lo suficientemente cerca para notar no es cómo el de ninguna otra persona y la aceptación de jamás ser amado de regreso no pensó dos veces la idea de besarlo, simplemente se dio, atrajo con fuerza el cuello hasta estampar los labios de ambos.

Yuuri no se apartó, colocó las manos sobre sus hombros apaciguador, permitiéndose cerrar los ojos en espera de calmar al adolescente quien interpretó su gesto cómo una señal para continuar, moviendo iracundo los labios sobre los suyos. Pronto el beso se volvió pasional, mordiéndose el uno al otro no les importó si la calle estaba sola o no, enredados de modo furioso hasta que el rubio pudo reaccionar, apartando de un empujón al azorado japonés.

—Lo siento —repitió Yuuri cubriendo sus hinchados labios sin poder mirarle a los ojos.

—Eres un idiota —escupió Yuri corriendo en dirección a la playa.

Estaba demasiado alterado para estar cerca de ese bastardo amor no correspondido.

Continuará…


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).