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En el fin, a tu lado por Dark_Gaara

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Notas del capitulo:

¡Hola de nuevo! Aqí traigo la segunda parte de este fic, aunque aún no termina. Preferí cortar acá el cap para poder actualizar. No es la gran cosa porque usé mucho los diálogos del capítulo original para no irme de él, pero sirve de puente para el próximo cap que va a ser muuucho destiel. Espero que les siga gustando n.n 

Por cierto, había pensado en incluir lemon en el próximo capítulo, ¿opiniones?

Disfruten el cap~ 

Ambos oyeron que un vehículo llegaba y se detenía frente a la cabaña. Antes de que Castiel pudiera decirle algo, Dean salió para ver qué ocurría. Se quedó en la puerta,  y sintió que enseguida el ángel se paraba a su lado. Desde allí observaron que el Dean del 2014 había regresado, junto a sus hombres, de la misión. Pero había algo raro, Dean (del 2009) podía presentirlo. Aún no terminaba de comprender los códigos de ese futuro, sin embargo, necesitaba estudiar la situación más de cerca para descubrir qué era lo que le incomodaba. Sin aviso, salió disparado hacia el vehículo, del cual habían salido todos. Castiel lo siguió, pero Dean era mucho más rápido. El rubio sintió que su corazón se congelaba cuando vio que su yo de ese tiempo sacaba su arma.

-Oye, oye. ¡Cuidado!-gritó desesperado, tratando de evitar verse a sí mismo matar a uno de sus hombres.

El aludido se dio vuelta, aunque inútilmente: Dean 2014 disparó a sangre fría, acabando con la vida de ese hombre, con quien hasta un solo instante antes estaba tomando una cerveza, en unos pocos segundos. Dean del 2009 abrió mucho los ojos, sin dar crédito a lo que acababa de ver. Mientras, sintió cómo las miradas de los otros hombres del grupo se clavaban en él, shockeados por ver un doble exacto de su líder. Sin embargo, la mirada que realmente lo devolvió a la realidad fue la de él mismo: Dean del 2014 volteó a verlo sin disimular su enojo.

-Maldición.-murmuró, para luego voltear a ver a sus hombres.- No voy a mentirles. Él y yo…Es una situación muy complicada.-“explicó”, señalando a su yo pasado.

Dean del 2009 volteó hacia atrás, buscando a Castiel. El ángel estaba allí, mirándolo fijamente. Era evidente que pensaba que había  cometido un error, y Dean supuso que había querido detenerlo, pero no había llegado a tiempo. Aún así lo calmó un poco ver que Castiel seguía allí junto a él, aunque no fuese como era en su tiempo. Lo que sí lo inquietó es que el ojiazul no estaba para nada alterado con todo ello, con el asesinato a sangre fría de un hombre suyo por parte de ese Dean. Ni siquiera parecía confundido o sorprendido. ¿Acaso….acaso era normal? ¿En qué clase de hombre se había convertido en esos años, que una atrocidad tal no causaba sorpresa siquiera en su mejor amigo?

-Pero créanme-continuó Dean 2014- cuando necesiten saber algo, lo sabrán. Hasta entonces, hay trabajo que hacer.

Con esas palabras, Dean 2014 zanjó una discusión que no llegó a llevarse a cabo. Sus hombres no debatieron, no  preguntaron, no pelearon, aceptando aquellas palabras como órdenes casi divinas. Dean del 2009 descubrió que, efectivamente era un líder respetado. Pero, ¿cómo podían respetar a un bastardo que asesinaba por la espalda? Volvió a mirar a su yo del futuro. Éste lo miró y le dirigió una mirada cargada de furia. Sin embargo, sus ojos también siguieron más allá, posándose en Castiel. No se dijeron nada, pero no hizo falta. Porque le dedicó al ángel la misma mirada de reproche que a su yo del pasado. Sin previo aviso, tomó a Dean del 2009 y lo arrastró hasta su propia cabaña, antes de que éste pudiera hacer algo. Castiel se quedó allí parado, sin decir nada.

-¿Qué rayos fue eso?-lo increpó su versión futura.

-¿Qué rayos fue eso?-le respondió sin achicarse.-Lo mataste a sangre fría.

-Estuvimos en zona de cuarentena…-le explicó.- Nos emboscaron unos crotes al salir.-y ante la mirada confundida de su yo pasado, aclaró- Crotes, croatoans. Uno de ellos infectó a Yager.

-¿Cómo sabes?

-Tengo años en esto. Lo sé.-dijo con seguridad.-Empezó a mostrar síntomas hace una media hora y no tardaría mucho en cambiar. No quise molestar a un buen hombre con malas noticias.

-¿Molestar a un buen hombre? Le disparaste en frente de tus hombres. ¿No crees que eso les asustó un poco?-respondió exasperado.

-Es el 2014.-lo interrumpió.- Matar a un crote es algo muy común. Hablar con mi maldito clon, eso los asusta un poco.-ironizó.

Dean suspiró, tratando de acomodarse un poco a la situación. Tenía que admitir que su yo del futuro poseía buenas razones, aun si reprobaba su método. No debía ser fácil vivir, y menos liderar, en un mundo como ese. Estaba intentando calmarse, cuando la puerta de la cabaña se abrió.

-Dean, ¿estás bien?-preguntó Castiel mientras ingresaba, cerrando la puerta tras sí.

-Estoy bien.-contestaron al unísono, enfatizando el “bien” violentamente, como hacían cuando estaban concentrados.

Los dos se miraron, y Castiel rió bobamente. Por un momento Dean pensó que quizás había ido a drogarse a su cabaña, porque aún le costaba ver a ese ángel siempre tan serio reírse tan fácilmente.

-¿A cuál le hablabas?-preguntó, dándose cuenta lo bizarro de la situación.

-A ambos.-respondió sonriente. Se acercó al Dean del pasado, y colocó una mano en su hombro de manera casi protectora.- ¿Estás bien?-repitió, mirándolo fijamente.

-Claro que está bien, ¿qué creías que iba a hacerle?-respondió bruscamente su yo futuro antes de darle tiempo a él de hablar. Y antes de que Castiel pudiera responder, agregó con enfado- Porque quien debería haber hecho algo, eres tú. Como no dejar que salga.

Dean quiso responder algo a favor del ángel, pero de alguna manera sintió que no debía entrometerse. De todas formas, Castiel no le dio mucho tiempo para que interviniese. Miró a Dean del 2014, quien le dedicaba una mirada feroz, con tranquilidad.

-¿Y cómo se supone que yo sabía que estaba aquí, si tú no me lo dijiste?-y sonriendo, agregó.- Es lindo ver que al menos hace cinco años acudías a mí en primer lugar si estabas en problemas o confundido.-y le dedicó una mirada llena de ternura a Dean del 2009.

Ninguno de los Dean pudo evitar sonreír un poco tontamente ante aquel comentario. Sin embargo, aunque sus facciones se habían relajado, el Dean del 2014 recobró la compostura al instante. No podía dejarse ganar por la ternura que aquella persona le inspiraba. Al Dean del pasado esto no se le pasó por alto, porque se conocía demasiado bien.

-Aún sí, debías vigilarlo. Mis hombres casi se desmayan del susto y no podemos darnos ese lujo.-dijo seriamente.

-Oh, vamos, en este momento hay cosas más importantes para ellos.-dijo restándole importancia. Y agregó, con un poco de reproche- Quizás si me lo hubieras pedido explícitamente me hubiese hecho cargo.

El aire se tensó en aquella pequeña habitación. Castiel seguía con su mano colocada sobre el hombro del Dean del pasado, aunque miraba al rubio de su propia época, siempre relajado. Por su parte, Dean del futuro se lamió los labios, como hacía cuando sabía que la otra persona tenía razón. Y Dean del 2009, sintiendo que la mano en su hombro le generaba algo en su cuerpo que no quería saber, sentía que debía tener voz en todo aquello.

-¿De eso se trata, Cas?-respondió Dean del 2014 sin alterarse.- Bueno, pues no era mi plan que el imbécil de Zacarías enviase a mi versión pasada aquí, justo en este momento. Y tampoco lo era que saliese a dar un paseo de campo.-y volteó a ver al Dean del pasado con reproche.

-Y tampoco era tu plan decírmelo  hoy cuando fuiste a verme a mi cabaña, ¿cierto, Dean?-dijo el ángel seriamente, y Dean sintió que, por un momento, veía al Castiel de su época, un poco malhumorado, duro. Pero no, porque el Castiel de ese momento estaba realmente herido.- Nunca es tu plan decirme las cosas.

Dean notó que su versión futura pensaba que responder, aunque intuyó que no era la primera vez que tenían ese tipo de discusión. La situación estaba siendo demasiada incómoda, y había demasiadas cuestiones importantes como para  perder tiempo en tensiones que no llevaban a ningún lado. Suspiró sonoramente, haciendo que los dos voltearan a verlo con sorpresa, ya que casi que habían olvidado que él podía hablar. Dean miró a su versión del futuro, tratando de relajarse, aún si el recuerdo de verlo disparar a un hombre todavía ardía en su cerebro.

-Ya entendí, no debería haberme escapado y no debería haber aparecido así como así. Así que está bien, escucha….

-No, tú escucha.-lo interrumpió bruscamente Dean del futuro, recordando que todo ese embrollo era por culpa de su yo pasado.- Este no es tu tiempo, es el mío. No tomas las decisiones, las tomo yo. Y cuando yo  diga, no salgas, tú no sales.-y agregó, seriamente.-Y no vas a buscar ayuda en Cas.

-No te pongas celoso de ti mismo.-comentó el ángel con una sonrisa divertida.

-Está bien, lo siento.-respondió Dean del pasado, tratando de no reírse ante la cara que Dean 2014 ponía ante el comentario de Castiel. Más serio, agregó con sinceridad- No quiero causarte problemas….Ni a mí…Ni a Cas…Ni a nosotros aquí.

-Lo sé.-finalizó Dean del 2014, mientras se daba vuelta para servir tres vasos de whiskey.

-Esta ha sido una extraña semana.-comentó Dean, sintiendo que iba a explotar con la cantidad de información y sensaciones que venía teniendo.

-Dímelo a mí.-respondió su futuro a la vez.

-Y a mí. Quiero decir…tengo dos Dean. Mi fantasía hecha realidad.-dijo Cas con una sonrisa divertida y un poco lujuriosa.

Ante el comentario los dos Dean no pudieron evitar mirarse mutuamente, y al imaginar la situación, hicieron la misma mueca de desagrado a la vez, provocando una risa en Castiel. Dean del 2014 se acercó a la mesa y depositó los tres vasos. Dio un sorbo al suyo, cuando sintió que el ángel lo abrazaba por la espalda.

-Como dije antes, la pregunta era para ambos.-dijo, aún pegado al cuerpo ajeno.

Dean se sorprendió un poco de aquella muestra de afecto con él allí presente. Sin embargo, el Dean del futuro no parecía incómodo o avergonzado. Poco a poco, Dean se daba cuenta de que la relación que mantenía con Castiel en ese universo era realmente profunda, dialogada y mostrada, seria de alguna manera. No eran, por lo que podía inferir, amantes de una noche que se ocultaban a la luz del día. Parecían más bien una pareja comprometida y madura. Aunque eso seguía sorprendiéndolo, más cuando recordaba su propia relación con el Castiel de su época, llena de silencios, de vergüenza, de sentimientos reprimidos.

-Recuérdamela.-pidió suavemente Dean del futuro.

-¿Estás bien?-repitió Castiel.

Ambos Dean entendieron el porqué de esa pregunta: Dean acababa de volver de una misión, evidentemente importante y peligrosa. Y Dean del pasado pensó que sería realmente genial tener a alguien así, que lo abrazase dulcemente y le preguntase cómo se encontraba luego de una misión.

-Sí.-contestó, y agregó en un murmullo cómplice.- No te preocupes.

Castiel sonrió ante la respuesta. Luego de seguir abrazándolo unos instantes más, y que Dean del futuro disfrutara la caricia en silencio, deslizó sus brazos suavemente, y se paró a su lado. Lo miró fijamente, y Dean del pasado recordó que la misión parecía importante. Por ello, y para comprender mejor qué ocurría en ese futuro, preguntó:

-¿Cuál era la misión?-y al ver que su yo futuro extraía de la mochila un arma que conocía muy bien, no pudo evitar sorprenderse. Agregó, para confirmar sus sospechas- ¿La Colt?

-La Colt.-aclaró con alegría su yo futuro.

-¿Dónde estaba?-preguntó confuso, recordando que, antes de ser enviado allí por Zacarías, Castiel le había hablado del arma como su idea para vencer a Lucifer. Era demasiado importante obtener información de donde había estado, para saber dónde se encontraba en su propio tiempo.

-¿En dónde no? La habían estado moviendo.- y a Dean se le cayó un poco el alma al piso ante esa nueva información.-Me tomó cinco años pero al fin la tengo.

-Finalmente la has conseguido….-murmuró abstraído Castiel, sin despegar sus ojos del arma.

 Aún si era él quien había propuesto buscar el arma, al menos para Dean del pasado, notó que Castiel no estaba alegre o emocionado. Oyó que suspiraba bajito, otra vez con esa cara de resignación que parecía ser moneda corriente en él. Pero había algo diferente. Notaba que algo se había movilizado en él ante la visión del arma. Quizás el rubio conocía más al ángel de lo que aceptaba, pero estaba seguro que en esos ojos azules había un dejo de tristeza. Algo que no concordaba demasiado con la alegría y satisfacción de Dean del futuro. ¿Qué le ocurría a Castiel? ¿Qué significaba ese arma para él?

-Sí, después de tanto tiempo.-dijo Dean del futuro, mirando el arma.

 Luego, alzó la vista, y se encontró con la mirada triste de Castiel. Dean del pasado supuso que si él se daba cuenta de que algo andaba mal con el ángel, su yo futuro, quien lo conocía mejor y más íntimamente también se daría cuenta. Por ello se sorprendió cuando vio que su yo futuro no sólo no le preguntaba a Castiel qué le ocurría, sino que ni siquiera parecía enojado o curioso. Quizás él sí sabía lo que le ocurría al ojiazul. Dean notó que su yo futuro tragaba duro, y que seguía mirando al ángel, quien a su vez alzó la vista para verlo. Ambos se miraron en silencio, otra vez, y Dean realmente se sintió curioso acerca de qué estaba ocurriendo allí que él se estaba perdiendo. Porque si incluía a Castiel, y un Castiel triste, no quería perdérselo. Iba a preguntar algo, pero no tuvo tiempo.

-Debería ir a buscar a Risa para organizarnos.-dijo Castiel, volteando y cortando la mirada de Dean.

-Sí, ve.-dijo Dean, evidentemente para  sentir que era él quien le pedía a Castiel que se fuera y no el ángel quien decidiese irse.-Debemos prepararnos.

-¿No lo estamos ya?-respondió con burla Castiel.-O, quizás, nunca lo estaremos.-agregó sombríamente.

-Cas…-dijo dulcemente Dean del futuro.

-No. No lo haremos ahora, Dean.-lo interrumpió duramente Castiel, deteniéndose en su lugar. Por un momento sonó igual a su yo pasado cuando hablaba de manera cortante, enfrentándose al rubio.- Más tarde.

Se dirigió a la puerta sin decir nada más. Dean del futuro lo vio de una manera parecida a la cual Castiel lo había visto marcharse ese día de su cabaña. Dean del pasado miró la puerta recién cerrada, y volteó a ver a su yo del pasado. Sentía que no debía inmiscuirse en la relación de su yo futuro con Castiel, al menos no en ese momento, cuando veía que en su yo futuro se mezclaba la alegría con la tristeza.

-¿Para qué deben organizarse?-preguntó con curiosidad.

Dean del futuro dejó de mirar hacia donde había estado Castiel, y volteó a ver a su yo pasado. Sonrió con suficiencia.

-Esta noche…Esta noche voy a matar al diablo.

 

Castiel se sentó en la silla con pesadez, y enseguida subió vulgarmente ambas piernas a la mesa. Dean del pasado, que lo observaba sentado en la escalera, volvió a pensar en lo diferente que era ese Castiel, tan despreocupado e indiferente al decoro, en comparación al Cas de su época, siempre tan correcto, tan serio, tan aplicado. Si le contase en qué se había convertido, estaba seguro que no le creería. Aunque claro que le contaría, si volvía a verlo. ¿Volvería realmente a verlo? Un escalofrío le recorrió la espalda. No había pensado seriamente en esa posibilidad. ¿Y si Zacarías no lo regresaba a su tiempo hasta que no dijera que sí? ¿Y si moría en ese mundo tan peligroso? ¿Sería que no llegaría a contarle a Castiel que se volvería una persona un poco sucia y resignada, pero que aún conservaba su lealtad hacia él? ¿No podría contarle a  su ángel que entre ellos….bueno, qué algo ocurriría? ¿O ya ocurría en su época? ¿Tendría oportunidad de ver esos ojos azules de su propia época, para descubrir si también se iluminaban cuando lo veían? Dios, esperaba que sí. La duda lo carcomía por dentro. Tenía que regresar y descubrir si Castiel también lo miraba de esa manera tan dedicada, tan fascinada, tan enamorada. Y si era así…Y si él mismo lo miraba de esa manera… ¿podría acaso evitar que el ángel cayese en esa miseria? ¿Podría evitar que su relación se volviese tan dolorosa? ¿Podría evitar que ambos se rompiesen?

-Así que… ¿Esa es? ¿Esa es la Colt?-comentó Risa con cierta desconfianza.

Dean del pasado volvió a esa realidad. Allí se estaba jugando algo grande, y él no debía perdérselo. Quería aprovechar cada segundo que estuviese en ese mundo de mierda para que valiese la pena vivir esa pesadilla.

-Si algo puede matar a Lucifer, esto es.-explicó brevemente su yo del futuro.

-Excelente. ¿Tenemos algo que pueda encontrar a Lucifer?-y la chica, molesta, enfatizó la palabra “encontrar”, sabiendo que habían datos esenciales que faltaban.

- No tenemos que encontrar  a Lucifer. Sabemos dónde está.-la contradijo Dean. Su yo pasado se sorprendió de que Risa, quien al parecer era alguien importante en la organización, no supiese algo tan crucial. ¿No debían saberlo todos? ¿No debían pensar entre todos cómo continuar?- El demonio que atrapamos hace unos días. Era uno de los cercanos al gran señor. Él sabía.

-Entonces, ¿un demonio te dice dónde va a estar Satán y tú sólo le crees?-y Dean compartía su desconfianza. Al parecer la chica ni siquiera sabía de la existencia de dicho demonio. ¿Debía confiar a ciegas, acaso?

-No, créeme, no mintió.-y lo dijo con esa sonrisa de seguridad que él mismo reconocía.

-¿Y cómo lo sabes?-inquirió, sin comprender.

-Nuestro líder está muy bien entrenado en el arte de obtener la verdad.-aportó Castiel, con un tono de burla.

Se hizo un breve silencio. Dean del pasado comprendió enseguida esas palabras, aunque no podía terminar de creerlo. ¿En serio, él…? ¡Se había prometido jamás volver a hacer algo como eso! ¿Y Cas lo sabía? ¿Y no lo había detenido? Realmente ese mundo estaba podrido hasta la médula. Se levantó de su lugar con brusquedad, acercándose a su yo futuro, incrédulo y enojado.

-¿Tortura? ¿Estamos torturando otra vez?-quiso cerciorarse. Ante el silencio de sí mismo, supo que era verdad.-Eso es bueno. Tiene clase.-dijo con sorna, conteniendo las ganas que tenía de golpear a su yo futuro.

La tensión entre ambos se interrumpió cuando Castiel rió bajito. Miraba al Dean del pasado con admiración, y cierta nostalgia. Dean del pasado lo miró, y se dio cuenta de que, de alguna manera, el ángel estaba feliz al ver que le ofendía saber que estaba torturando en el futuro. Recordó la conversación que habían tenido en su cabaña: “Han pasado muchas, muchas cosas. Dean ha tratado de manejarlo todo. Y no lo ha hecho mal. Pero eso le ha afectado. A todos nos ha afectado…”. No sabía cuánto o qué tendría que haber ocurrido para que él volviese a hacer algo como eso. Pero al parecer a Castiel le emocionaba ver que él aún no había cambiado de esa manera.

El ángel volteó a ver al Dean del futuro, que lo observaba furioso. Dean del pasado lo miró, y reconoció su expresión de celos, aún si no era algo común en él. Pero bueno, quizás si su pareja mirase a alguien de la manera en que lo había hecho Castiel, tan emocionado…Aunque era él mismo. O quizás, ese Dean del futuro también sabía que, de alguna manera, ellos eran dos Dean completamente diferentes.

 

-¿Qué?-preguntó con burla Castiel, sin dejar de sonreír.- Me gusta tu pasado.-y como para afianzar su afirmación, volteó a ver al Dean del pasado, quien no pudo evitar sonrojarse ante la franqueza del ángel.

Dean del futuro suspiró con fuerza. Dean del pasado supuso que, probablemente, estuviese reprimiendo sus celos y sus sentimientos hacia Castiel para proseguir en su rol de líder. Al parecer estaba ocurriendo algo importante, y eso era prioridad. Como siempre, Castiel y lo que él mismo quería quedaban en segundo plano.

-Lucifer está aquí. Ahora. Conozco la calle, conozco el edificio. –explicó desplegando un mapa  sobre la mesa, con algunas marcas en él.

-Qué bien, justo en medio de una zona roja.-dijo con ironía Castiel al acercarse a ver qué lugar indicaba Dean.

-Atestado de crotes. Sí.-contestó con hoestidad Dean. Y agregó, con cierta amenaza- ¿Crees que mi pan es negligente?

-¿Dices que vamos directo al edificio, pasamos crotes y demonios y matamos al diablo?-se quiso cerciorar Castiel, poniendo en palabras lo que todos estaban pensando.

-Sí.-afirmó simplemente.

-De acuerdo.-dijo Castiel tranquilamente. Siguió hablando con cierta burla- Si no te gusta “negligente”, podríamos decir “indiferente”, tal vez.-y lo miró fijamente.

-¿Vas a venir?-consultó Dean del futuro, dejando de lado el tono de burla de Castiel. Sí, su plan era una porquería y lo sabía, pero no había más opción. Y en ese momento, lo único que necesitaba para llevarlo a cabo era saber que Castiel estaría a su lado. Más allá del amor que le profesaba, era un gran soldado.

-Por supuesto.-afirmó rápidamente. Dean del pasado se sorprendió. ¿No había dicho recién que era un plan suicida? ¡Y tenía razón, lo era! Al parecer era consciente de eso. Y, sin embargo, no había dudado ni un solo momento en asegurarle a Dean que lo acompañaría. Castiel realmente le era increíblemente leal…- Pero, ¿por qué está él aquí?-preguntó Castiel, señalándolo. Se notaba que estaba preocupado. Dean del pasado se asombró de que estuviese más preocupado por su seguridad que por la suya propia.- Él es tú de hace cinco años. Si algo le pasa a él, mueres, ¿cierto?-y la voz le tembló un poco.

-Vendrá.-aseguró Dean con ese tono autoritario que no admitía réplicas.

-Muy bien.-contestó Castiel, aunque no parecía muy seguro. Junto a Risa se dirigieron a la puerta.- Voy a mover a los hombres.

-Con todo listo para medianoche.-indicó Dean.

-Muy bien.-mientras respondía, cerró la puerta.

-¿Para qué me llevas?-preguntó con curiosidad.

-Tranquilo.-le respondió su futuro, sin inmutarse.- Estarás bien. Zach está cuidándote, ¿no?-y notó el veneno en su voz al pronunciar ese nombre.

-No. No es eso de lo que estoy hablando.-y con seguridad, agregó- Quiero saber que sucede.

-Sí, está bien.-contestó su yo futuro, comprendiéndolo. Se acercó a él lentamente, mirándolo fijamente. - Vendrás porque quiero que veas algo. Quiero que veas a nuestro hermano.-y esa última palabra fue como una estocada en su corazón.

-¿A Sam?-preguntó, sin entender.- Dijiste que murió.

-Sam no murió en Detroit.-y remarcó el “murió”, para que entendiese a qué se refería. Con dolor, explicó- Él dijo “Sí”.

-¿Sí? Espera…-y cuando la idea se formó en su cabeza, sintió que su corazón dejaba de latir. Contuvo el aire mientras se cerciorara- ¿Te refieres a “sí?”

-Así es.-afirmó secamente.-El gran "sí". Lucifer está usando su cuerpo-y la honestidad de su yo futuro era dolorosa.

-¿Por qué haría eso?-preguntó casi desesperado, sin entender cómo las cosas podían terminar de esa manera tan retorcida. ¿¡Qué podía haber ocurrido para que Sam, SU Sammy, dijera que sí al diablo!?

-Quisiera saberlo.-contestó con una gran tristeza. Ésta seguía tiñendo su voz cuando agregó- Pero ahora no tenemos opción. Está en él  y no va salir y tenemos que matarlo, Dean. Y tienes que verlo...todo lo que pasó, lo mal que se puso para que actúes diferente.

-¿De qué hablas?-preguntó confundido.

-Zach dijo q iba a devolverte. ¿No? Al 2009-dijo mirándolo intensamente.

-Sí.-contestó aún sin comprender.

-Cuando vuelvas tú dirás sí.-le indicó con autoridad.- ¿Me oíste? Le dirás que sí a Michael.-y no era una pregunta.

-¿Estás loco?-contestó enseguida, sintiendo cada vez más que ese Dean que le habla y él eran personas completamente diferentes.- Si digo que sí y Michael lucha contra Lucifer acabarán con medio planeta.

-¿No ves a tú alrededor?-preguntó desesperado.- Medio planeta es mejor que ningún planeta y es lo que tenemos ahora.  Si yo pudiese volver diría que sí sin dudarlo.-aseguró.

-¿Y por qué no?-consultó, sin comprender.

-¡Ya traté!-gritó desesperado. Dean reconoció que su yo futuro  contenía las lágrimas, aún si se agolpaban en sus ojos. Reconocía su propio dolor.- Grité sí hasta no poder más. Los ángeles no escucharon. Se rindieron, se fueron. Es muy tarde para mí, pero para ti…

-No, debe haber otro modo.-contestó abrumado. Veía el dolor de su yo futuro, trataba de comprender su desesperación….Pero aún pensaba que decirle que sí a Michael no era una opción viable para salvar a todos.

-Sí, eso pensé.-dijo con resignación.- Fui arrogante...nunca creí que perdería. Pero estaba equivocado. Dean....estaba equivocado.-explicó con solemnidad. Dean se sorprendió, pues él no solía admitir tan abiertamente que se había equivocado. Y se asombró más aún cuando su yo futuro agregó con desesperación- Te lo suplico. Di sí.-hubo unos segundos de silencio. Dean del futuro suspiró, cansado.-No lo harás. Porque yo no lo hice. Porque no somos así, ¿cierto?- y en su voz se mezclaban la tristeza y la desesperanza.

Dean del pasado miró a su yo futuro mientras seguía guardando algunas cosas en su mochila. Se quedaron en silencio, cada uno sumido en sus pensamientos. Dean estaba mareado, era demasiada información en poco tiempo, muchos sentimientos encontrados, y no sabía cómo acomodarlos. Ambos se sobresaltaron ligeramente cuando oyeron la puerta abrirse otra vez.

-Los hombres se están preparando.-explicó Castiel mientras entraba.

-Bien.-fue la seca respuesta de Dean del futuro, con su voz aún contagiada de angustia, quien no dejaba de acomodar sus cosas.

Cas lo miró con sorpresa. Volteó a ver a Dean del pasado, para entender qué ocurría. Éste lo miró, y recordó la charla que recién había tenido con su yo futuro. De alguna manera, quizás porque al fin y al cabo eran la misma persona, no necesitó oírlo explícitamente para saber que su yo futuro también hablaba de Castiel en todo ese asunto. Dean sabía que debía dolerle verlo así, tan diferente al Ángel del Señor que lo había sacado del infierno y del cual, evidentemente, se había enamorado. Ese Castiel fuerte, valiente, que no se achicaba siquiera ante los arcángeles, que medía las consecuencias, que lo hacía sentirse seguro aún si el Apocalipsis destruía el mundo. Pero el Castiel de esa época…no era siquiera una sombra de lo que había sido. Sí, conservaba su lealtad y su cariño, quizás algo de valentía, o era más bien una intención suicida. Sin embargo no era tan fuerte, ni tan seguro. Estaba cansado, estaba harto, estaba resignado. Estaba roto. Y, conociéndose, Dean del futuro debía culparse a sí mismo por no haber podido cuidar mejor del ángel. La culpa, la siempre presente culpa….y lo debía perseguir allí, todo el tiempo, detrás de esos ojos azules que ya no brillaban, que se habían apagado, junto a la luz del mundo. Dean del futuro le suplicaba que dijera que sí a Michael porque era la manera en la que, para él, podía detener el Apocalipsis, podía ganarle a Lucifer, podía evitar que se propagara el virus croatan, podía salvar de una vez por todas a Sam. Y podía evitar que Castiel fuera tan miserable.

Con todo esto en mente, ante la mirada azul vacía que esperaba una explicación, no pudo más que mirar hacia otro lado. Se sentía mal de pensar así de una persona que tenía en frente, pero no podía evitarlo. En ese momento realmente deseó tener a su Castiel a su lado, asegurándole que todo estaría bien, que no caería en esa desgracia. Pero el Castiel de esa época conocía bien esa mirada, esa evasión.

-¿Qué pasa?-preguntó con su voz rasposa, rompiendo el silencio tenso que se había instalado en el ambiente.

Ninguno le contestó. Ambos siguieron mirando hacia otro lado. Castiel refunfuñó, sabiendo que algo había ocurrido mientras no estaba. Pero sería más fácil que fuese el Dean del pasado quien se lo dijese, y no el de su propia época, así que comenzó a caminar hacia él. Dean del pasado volteó a verlo, un poco nervioso.

-Dean.-y usó ese tono autoritario que usaba cuando lo regañaba. A Dean le recorrió un escalofrío, combinado con los ojos clavados en él.- ¿Qué ocurre? ¿Qué te dijo él?-exigió.

Dean del pasado suspiró, incómodo. Iba a decir algo, pero se vio interrumpido.

-¿Los hombres estarán listos a medianoche?-preguntó Dean del futuro, dejando de mirar su mochila, para posar sus ojos sobre el castaño.

-¿Hablaste con él?-preguntó Castiel volteando a ver al Dean de su época. Algo le olía muy mal. Volvió a mirar al Dean del pasado, que trataba de mantenerse al margen.-¿Habló contigo?

-Déjalo, Cas.-le pidió su yo futuro, acercándose a ellos.-Hay cosas más importantes de las cuales ocuparnos ahora, ¿no crees?-se detuvo a mirarlo fijamente.-Nosotros también deberíamos preparanos.

Ambos se mirarn en silencio unos instantes, comunicándose otra vez de esa manera no verbal. Había mucha tensión en el ambiente, o al menos a Dean del pasado no le costaba percibirla. Sin embargo, Castiel suspiró resignadamente, y  algo pareció relajarse. De pronto, volteó a verlo a él.

-Dean.-lo llamó. El mencionado asintió con la cabeza en señal de haber oído.- ¿Podrías dejarnos solos un momento? Nosotros…Yo también necesito prepararme.-y hubo una angustia casi palpable en su voz.

Dean del pasado lo observó, un poco preocupado por la notoria tristeza que ahora exhalaba el ángel. Recordó su rostro cuando Dean del futuro halló la Colt, y el pecho se le oprimió. Odiaba ver que Castiel estaba triste.

-Claro.-contestó, y se dirigió a la puerta.

Pensó que quizás su yo del futuro lo retenía o algo pero eso no sucedió. Cerró la puerta tras sí. Suspiró, tratando de entender qué iba a ocurrir en esa cabaña entre su yo futuro y Castiel. La curiosidad pudo más, y se acercó a una ventana, cuidando de ocultarse. Aunque al parecer las dos personas allí adentro estaban demasiado ensimismadas en sus pensamientos, pues no notaron que él estaba allí, observando y oyendo todo.

 

 

 

Notas finales:

¿Y? ¿les gustó? Me encantaría que me dejen comentarios acerca de si les va gustando, si tienen sugerencias, consejos, críticas, etc. Me ayudan muchísimo y me animan a actualizar más rápido <3 Sé que este no fue un gran capítulo pero el próximo estará mejor. Y repito la pregunta, ¿incluyo lemon? Sería entre Dean y Castiel del 2014. Espero sus respuestas~

Nos leemos~!


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