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Algo sorprendente por Harukoushi

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Notas del capitulo:

Hola buenas de nuevo, aquí estamos con el segundo capitulo del Oisuga. Sentimos la tardanza ya que hoy no hemos tenido todo el tiempo que hemos querido para escribir pero al final salió el capitulo y aquí lo teneis.

Disfrutar de la lectura.

*Narrando Sugawara*

Era el día de la graduación de los de tercero, ya llevaba una semana debatiéndome si declararme a Daichi o directamente no decirle nada. Porque aunque tenía claro que Daichi no me va corresponder, en alguna parte de mí aunque fuera ínfima tenía la esperanza de que me correspondiese.

El camino a la preparatoria siempre lo hacía con Daichi, y este día no iba a ser menos. Lo único bueno, es que hoy no sentía la presión en ninguna parte de mi cuerpo cuando estaba con él a solas, me sentía feliz y ansioso. Y sabía que después si sentiría la presión de querer contarle. Una vez llegamos a la preparatoria, nos dirigimos a clase, aunque él se desvió para ir a ver a una compañera

-Buenos días chicos. – Dije saludando a la clase en  general sonriendo

-Buenos días Suga – me respondieron sonriendo.- Ya estamos casi graduados, ¿ya habéis pensado a que universidad vais a ir?

-No del todo, pero ya tengo varias opciones.- Respondí. - ¿Y vosotros?

-Yo iré a la Universidad de Miyagi, junto con Michimiya – respondió alguien tras de mí, me gire y allí estaba Daichi. Le sonreí forzado- Perdón por meterme en la conversación, buenos días.

En ese momento apareció Asahi, y Daichi fue directo a saludarle, él me dio una palmada en el hombro y yo le di otro de respuesta y aproveche para hablar con otros compañeros de clases, no quería seguir escuchando como Daichi  iba a ir a la misma universidad con ella.

Un rato después nos llamaron y bajamos al gimnasio donde nos darían el diploma y una charla sobre la universidad.  Empezaba a notar los nervios por todo el cuerpo sabiendo lo que se me venía encima, tenía claro que le iba a confesar a Daichi mis sentimientos en cuanto le pillase fuera, y ya me había imaginado mil y una veces las formas en las que se lo diría y la respuesta por parte de él.

Vi como llamaban a Daichi y subía  al escenario y mientras lo hacía, nos dedicó una sonrisa a todos, una sonrisa que me hizo ser consciente de que nunca iba a ser para mí.

Minutos después llamaron mi nombre

-Sugawara Koushi.- mi nombre resonó por todo el pabellón y fui a por mí diploma ante la mirada atenta de todos y la sonrisa resplandeciente de Daichi y como me saludaba, y al verlo note como dolía. Le devolví la sonrisa, y camine hasta recibir mi diploma para volver a mi sitio a esperar a que terminasen.

Una vez fuera, después de todo se encamino en busca de Daichi. Pregunto entre varios compañeros  cuando apareció Asahi corriendo hacia mí.

-Suga que nos esperan dentro de un rato en el gimnasio para despedirnos de los del resto del equipo.

-Vale, enseguida voy. Estoy buscando a Daichi, ¿lo has visto?

-Salió hace nada hacia el descampado de ahí atrás…

-Luego nos vemos- dije mientras ya había empezado a correr. Mi corazón se me iba a salir del pecho con solo pensar que podría estar a solas con él y poder decirle todo lo que  llevaba guardado durante estos años. Vi de lejos a Daichi y mi corazón se desenfrenó. Paré mi marcha para coger aire cuando me di cuenta de que había una persona más con él. Decidí esconderme primero y ver lo que sucedía. Daichi comenzó a hablar y aunque no sabía lo que decía ya sabía por dónde iban los tiros. Me asome un poco más y vi la figura de una chica, Michimiya, la cual ponía sus manos mientras Daichi se quitaba el segundo botón de su uniforme.

Me quede paralizado en el sitio. No. No podía suceder esto ahora, no antes de que le dijese lo importante que es para mí… ella se me adelanto. Realmente sabía que Daichi no me correspondería, pero yo al menos quería decírselo pero no con ella delante y menos echarla, por lo que decidí que no se lo contaría, si ya se había declarado no iba a ir yo y soltarle esto. Básicamente seria de una persona rastrera, él sufriría por mí y yo por él y no terminaríamos nunca, por lo que medio cabizbajo me dirigí hacia el gimnasio.

Finalmente llegue al lugar donde entrenábamos, faltaba yo. Todos se pusieron muy tristes al vernos con diploma en mano mientras nos decían que si volveríamos y los tres dijimos que sí, que era obvio que volveríamos a ver que habían conseguido en el tiempo que llevábamos fuera. En ese momento, Daichi quiso hacer un anuncio y yo ya sabía por dónde iba aquello.

-Chicos, me gustaría deciros algo.

-¿Qué pasa Sawamura?- le pregunto alguien y este se sonrojo.

-Quiero decir que me he atrevido a confesarme a Michimiya y ella, me ha dicho que sí – dijo sonrojándose, todos se quedaron con la boca abierta y una vez que lo asimilaron corrieron todos hacia él a darle la enhorabuena mientras yo me quede atrás y le di la enhorabuena de lejos a la vez que me iba sin ser visto. En verdad tampoco le importaba tanto, una vez que nos fuésemos él desaparecería de mi vida y cada uno por su lado, una parte de mi me decía que no que eso no pasaría y la otra todo lo contrario, que no lo volvería a ver, sinceramente no se que sería lo peor.  Las lágrimas amenazaban con salir, me lleve una mano al corazón y agarre con fuerza mi uniforme mientras comencé a correr a cualquier lugar en donde nadie me pudiese ver cuando choque con algo y caí al suelo. Me quede en el sitio sin ganas de nada, ni fuerzas para levantarme

-Suga ¿estás bien?- levante la mirada para ver a Oikawa delante de mí con cara preocupada.

*Narra Oikawa*

Hoy era el día de la graduación de los de tercero de la preparatoria Aobajoshai, me duche y baje a desayunar como todas las mañanas y en cuanto termine salí a la puerta a esperar, como hacia todos los días, a Iwa-chan. Este iba a ser el último paseo juntos a la preparatoria, porque ahora nuestros caminos se separaban, cada uno elegiría una universidad y cada uno tomaría su camino.  Era mi última oportunidad de pasar un momento a solas con él y decirle todos estos sentimientos que tenía escondidos desde hace tantos años.

Hundido en mis pensamientos no vi venir el pescozón que me dio Iwa-chan al llegar, según él me había estado llamando y como no le respondía recurrió a eso.

-Joo, Iwa-chan eso duele –le dije haciendo un berrinche, a lo que me respondió.

-Eso te pasa por estar dormitando en la puerta de tu casa sin enterarte de nada, venga vamos que no quiero llegar tarde a la graduación- me dijo sonriendo mientas me daba un suave golpe en la espalda.

Sonreí por el gesto y le seguí, empezando una conversación sobre temas al azar. A medio camino, me miro serio, se paró y me dijo:

-Gracias Oikawa, por todos estos años  y por haberme apoyado tanto. Espero que aunque cojamos caminos separados sigamos siendo amigos – paro para sacudirse la cara para no llorar y dándome una palmada en el hombro terminó – no le des mucho follón a tus nuevos compañeros de universidad jajaja.

Y siguió andando, dejándome ahí parado sin saber que decir o cómo reaccionar, estúpido Iwa-chan no sabía cómo lo hacía que siempre conseguía sacarme una sonrisa aunque me estuviera diciendo la cosa más dolorosa para mí. Al final he decidido no declararme a Iwa-chan porque sé que él me valora demasiado como para hacerle pasar por ello pero duele, solo me queda seguir adelante con una sonrisa, por él. Mira hacia arriba otra vez y le vi parado en el semáforo con cara de enfado y le dije:

-Ya voy Iwa-chan matte~ - y corrí a su lado para ir directos a la escuela, total ya llegábamos tarde.

Una vez allí, llegamos a clase y todos se empezaron a meter con nosotros por ser los últimos en llegar, me puse con Mattsun a hablar sobre la fiesta que íbamos a hacer por la graduación mañana, si mañana porque hoy estábamos todos ocupados o por lo menos yo.

Si, había quedado con Sugawara para ver en qué universidad le habían cogido, porque resulta que echamos a las mismas sorprendentemente. Después de aquel incidente hablábamos mucho por chat y habíamos quedado un par de veces, se podría decir que nos habíamos hecho buenos amigos. De repente sonó el timbre para avisarnos de que había llegado la hora y nos dirigimos al gimnasio para recibir nuestros diplomas.

Vi a Iwaizumi subir al escenario y mientras lo hacía, nos dedicó una sonrisa a todos, una sonrisa que a mí solo me hizo más consciente de que nunca iba a ser solo para mí. Luego me tocó a mí, hice un poco el tonto como siempre, salude a todas mis fans guiñándoles un ojo, y baje para reunirme con todos mis compañeros. Dijimos de dirigirnos al club para ver a los kohais y me gire para buscar a Iwa-chan pero no pude encontrarle, le pregunte a los demás pero ninguno le había visto así que supusimos que ya se había ido al club harto de esperar a los pesados, que éramos nosotros.

Cuando llegamos al club no lo vi, pero fuimos asaltados por los de primero y segundo dándonos la enhorabuena cuando de repente vi a Iwaizumi entrar. Todos lo saludaron normal, los de primero le hicieron lo mismo que a nosotros, hasta perro loco-chan se acercó a felicitarle para después salir corriendo a otro lado sonrojado.  Nadie, excepto yo se dio cuenta de que Iwaizumi, no estaba igual, no era algo que llamara mucho la atención pero yo lo vi directamente como un caldero de agua fría sobre mí, no llevaba el segundo botón de la camisa y eso sólo podía significar que alguien se le había declarado. Me acerque para preguntarle donde estaba y él me dio largas para no responder a mi pregunta mientras giraba la cabeza sonrojado, esto no pasó desapercibido para Maki y Mattsun que fueron directos a la cuestión.

-Vaya, vaya así que a nuestro querido Iwaizumi se le han declarado antes de venir eh?- dijo Maki apoyándose en el hombro derecho de Iwa-chan.

-No puedes negárnoslo Iwaizumi, vemos que te falta el segundo botón de tu camisa eh- dijo Mattsun levantando las cejas.

Esto solo hizo que Iwa-chan se pusiera aún más rojo y respondiera:

-Puede ser… todavía no le he dado una respuesta clara... le dije que lo pensaría- respondió sonrojándose mientras miraba al suelo.

Entonces me acerque de frente y sujetándole la cabeza con una mano dije:

-Ay, ay, ay Iwa-chan deberías ser más considerado con la chiquilla, no sabes los nervios que debe tener ahora mismo, asegúrate de no tardar mucho y darle una buena respuesta – dije sonriendo de la manera más forzada que pude, después de todo a nadie le gusta oír que la persona que amas se va a pensar la declaración romántica de otra, y guiñándole un ojo terminé- no vayas a dejarnos como bordes a todo el equipo, ne?

Iwaizumi, estaba rojo y ahora no era de vergüenza sino de enfado harto de que todos le dieran sermones, así que se separó diciendo todo tipo de insultos mientras se iba a ver a los de primero para darles consejos de como rematar. Yo lo vi irse riéndome y cogí mi móvil para ver la hora después de todo no debía de quedar mucho para ver a Suga-san.

Recogí mis cosas y me despedí de todos para irme cuando Iwa-chan me pregunto a donde iba y sólo le respondí un “secreto~” y salí de allí, no aguantaba más interrogatorios a Iwa-chan sobre su botón necesitaba despejarme, necesitaba algo refrescante como Suga-san.

*Narrador normal*

Entonces  Oikawa llego a la secundaria Karasuno y entró para buscar a Sugawara ya que este no le cogía el teléfono. Fue mirando por toda la escuela hasta que alguien se topó con él, iba a disculparse cuando se dio cuenta de que era Suga y le preguntó:

-¿Suga estas bien?- dijo preocupado al verle llorando y le tendió la mano para ayudarle a levantarse.

Este agarro su mano, se levantó y se quedó cabizbajo delante del castaño.

-No sabía que era tan feo para que lloraras directamente al verme jajajajaja.

Suga se ríe y dice: eres muy estúpido Oikawa pero no, no es por ti- le contesta mientras le mira a la cara.

-Entonces ¿Qué ha pasado chico refrescante?-

En ese momento Suga fue a responderle pero vio como la vista del castaño se quedó clavada detrás suya, por lo que el peli blanco se giró para ver la figura de Daichi, su expresión cambio por completo. Cogió el brazo de Oikawa y salió corriendo tirando de él.

Después de un rato corriendo sin rumbo, Oikawa freno y soltó su agarre para sujetarse en las rodillas y tomar aliento. Suga se dio cuenta de que también estaba cansado y noto como le faltaba aire en los pulmones.

-Bueno y ahora me explicas porque hemos hecho una maratón así de la nada. – pregunto ya recuperando la compostura.

Sugawara se le quedo mirando, dudando entre si decirle la verdad o mentirle. Justo cuando iba a contarle la verdad, Oikawa le interrumpió.

-Bueno ¿y si mejor me lo cuentas en una cafetería con aire y algo para beber? – le preguntó Oikawa como si acabara de leerle la mente.

Asique se dirigieron a la cafetería más cercana.

Notas finales:

Espero que les haya gustado, sentimos dejarlo así pero más emoción para el proximo esperemos que les guste y gracias por darnos una oportunidad ya que es nuestro primer fanfic largo.


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