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Recilencia por Jalea

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Notas del capitulo:

¡Buen dia, tarde o noche a todos! :D

perdonad mi tardanza, y quisiera agradecer a Nui Nui y Happy girl tanto por su aliento a que siguiera como el hecho que me dieran su opinion, me hicieron el día. 

Con respecto a las parejas aún están en proceso. Así que las dejo. 

Solo una aclaracion: Takao es llamado Midorima, ¿debo explicar los cambios legales que surjen al casarse?

 

Disclaimer: Nada es mío T-T

Aomine estaba en el ala médica, Takao – o enano –como al moreno le gustaba llamarle para picarle el orgullo al otro. Estaba atendiéndole las heridas mientras reía burlón cada dos segundos.

—¡ya basta! esto no es para reírse ¡Maldicion! ¡Cuidado enano!.

Kazunari rió ignorando completamente al otro y presionó un poco más haciendo que aomine lo siguiera insultando.

—Esto solo te puede pasar a ti Ao-chan.

Habían pasado nueve horas desde el ataque enemigo, Takao no entendía como Aomine llegaba de nuevo al ala médica.
Aún más, con esos horrendos cardenales en su rostro y rasguños por sus brazos. Le tenía cierto cariño al sujeto uno lo suficientemente extraño a palabras de su esposo.

—Ao-chan, dime ¿quién te dio esos golpes?

El hombre moreno solo gruño en respuesta, haciendo que el medico se preocupara, cuando lo había visto de nuevo en el a la médica Kazunari se había extrañado, pensando que pasaba para saludarlo se acercó a él pero Daiki venía como una linda piñata llena de abolladuras, finalmente se alertó esperando que nadie se fijara de su ausencia se dispuso a curar los horribles golpes del otro.

—Kuroko-Kun pásame ese Rt* — Aomine le vio curioso, será que a su amigo le estaba afectando ya esas hierbas “medicinales” que se cultivaba.

—¿El Invasivo? O requiere el recolector de datos.

—¡pero qué mierda! ¡Auch!— Daiki Alejo su rostro por instinto, el médico le había presionado innecesariamente.

—Esa boca Ao-chan, no estamos en tus bajos dominios —canturreo el médico— El recolector Kuroko-kun, temo que este cavernícola se fracturó el brazo.

El más bajo apareció detrás de la espalda del moreno y le pasó el aparato.

—Aomine-kun es una nena cuando se trata de revisiones médicas, le ruego le tenga paciencia.

—¡Tetsu bastardo! ¡Apareces de la nada y encima me insultas! Y dices ser mi amigo.

Kuroko le miro serio como de costumbre, e inmediatamente se giró dando su atención al morocho.

—perdónelo Midorima-sensei, creemos que de pequeño se cayó de los brazos de su madre — Kazunari soltó una buena carcajada, conocía demás el carácter del moreno, pero la mueca tan seria y solemne del bajito le dio un plus extra a la situación.

—¡Bastardo! ¡Y no metas a mi madre!—le apuntó con enojo pero de inmediato contrajo su brazo, con dolor. Kazunari le observó preocupado y se levanto por algunas cosas.

Pasó el aparato y dejó salir un resoplido bastante fuerte Kuroko y aomine solo le observaron, no entendían nada de los datos que leía el médico.

—Muy bien Ao-chan, al parecer tienes una luxación de codo, no es una fractura, pero igualmente es serio a falta de energía suficiente no podré pasarte en la cámara de rehabilitación, así que lo haremos a la antigua ¿ok?

Aomine asintió, tenía mucho dolor, además que la sonrisa afable de Kazunari le tranquilizaba un poco.

Kuroko por su parte ya se imagina a que se refería el médico al decir a la antigua, levantó su vista y en mudo entendimiento a la pequeña seña del doctor, llamó sutilmente a dos enfermeros que andaban de paso.

—Muy bien lo haremos a las 4 —sonrío tanto al moreno como a los otros tres, ellos solo asintieron —Uno, dos, ¡Ahora! —grito el morocho, Kuroko con ayuda de los enfermeros sostuvieron al moreno en su lugar.

El grito que dio Daiki se pudo escuchar a tres kilómetros a la redonda, kazunari le sostuvo de inmediato y con rapidez le cubrió el codo con un ungüento que de inmediato se endureció, El médico palmo satisfecho su trabajo, había logrado recolocar el hueso en su lugar.

—Lo peor ya pasó Ao-chan, te daré algo para el dolor y cuando haya de estar restaurada la energía vendrás a que pueda curar esa lesión completamente.

Aomine le lanzó una mirada que claramente decía “vete a la mierda

—¡ok! Con todo aclarado, puedes irte Casanova —y sin mucha delicadeza le instó a levantarse—ocupas espacio Ao-chan.

—Tarado..—masculló molesto pero lo suficientemente adolorido para irse a pasos lentos.

Kuroko se quedó en su lugar después de agradecer a ambos enfermeros la ayuda extra, el médico le vio y sonrío cansado haciendo un ademán a que lo siguiera.

Ya en la oficina Kazunari se dejó caer en su silla y le instó a Kuroko a hacer lo mismo.

—Muy bien Kuroko-Kun dime ¿qué es lo que te atormenta?—cuestionó después de ver que el chico no pensaba hablar.

—Me ha parecido extraño que Midorima-sensei no haya persistido más en cuanto a quien hizo los golpes de Aomine-kun.

El mayor sonrío.

—¡ya te he dicho que no me llames tan forma!— sentenció, pero le quito peso al guiñarle coquetamente —con los años aprendes que lo mejor en estos casos es dejar que el tiempo haga su trabajo, en este caso que por obra de un milagro a alguien tan terco como Ao-chan se le salga el aire extra que no le deja pensar como alguien normal.

Kuroko rió discreto, a su forma, pero de inmediato frunció el ceño.

—Algo me dice que lo de Ao-chan no es lo único que te preocupa Kuroko-kun.

—Tengo un mal presentimiento, me parece muy extraño el ataque enemigo.

Él morocho suspiró asintiendo.

—Lose Kuroko-Kun pero algunas veces estas cosas son así, personas como ellos ven este tipo de pérdidas una victoria. Algo baste irracional si me preguntaran.

El menor se quedó pensativo, el médico tenía razón en buen grado.

—pero igualmente, ¿atacar sin mayor razón? ¿Mandar a apenas un puñado de ellos? Sacrificar vidas y perder en el intento, no lo creo una estrategia digna aún menos apropiada para cualquiera. En tal caso serían más como un grupo marginado de terroristas.

—Yo tampoco veo la lógica, pero no podemos hacer nada con la leche derramada. Así que deja de preocuparte ¿ok?

El menor asintio y se levanto de su silla, se inclinó y se dispuso a salir, pero antes de que las puertas le dieran acceso afuera, el de ojos celestes hablo.

—Solo.. Un favor más Kazunari-sensei —el mayor sonrío al escucharlo —probablemente en unas horas los reclusos serán enviados para una revisión médica como parte del protocolo, le ruego esté alerta.

Se inclinó una vez más en modo de despedida y salió fuera de la blanca oficina del médico.

Kuroko se sentía extraño, tenia algo incomodo alojado en su estómago. Camino por la que sería la sala médica y se dirigió a la salida pero al abrirse la compuerta choco de lleno contra alguien más, tanto fue el impacto que ambos cayeron al suelo.

—disculpe —escucho Kuroko decir a la otra persona — no me había fijado de que alguien más venia de frente.

Kuroko vio que era uno de los mismos enfermeros que le ayudara con Aomine, le miro levantarse e igualmente hizo lo mismo.

—No hay problema Minh-san.

—¿eh? ¿Minh?

Kuroko le vio extrañado observando los ojos dorados perplejos, de inmediato el enfermero reaccionó y soltó una alegre risa.

—Disculpa creo el golpe me ha afectado —el peli celeste le observó, y el otro contesto con una sonrisa aún más grande—Bueno, perdona pero debo irme.

Y sin más palabras el chico camino adentrándose al ala médica.

El bajito se quedó observando la puerta un segundo hasta que empezó a caminar por el pasillo. Hasta que algo pareció encajar.

Minh-san tenía los ojos castaños, por su raíces del Medio Oriente. No dorados.


...........


El holotransmisor se apago con un ruido seco, se levanto de su silla. Su cuarto personal era una fría caja de hierro en medio de toda la nave, uno bastante pequeño considerando a la mansión que residía en la luna, de su propiedad, Claro.
Akashi sonrío viendo a su alrededor, su satisfacción era colosal comparada a su mansión en la tierra lunar o a su misma nave.

—Teniente Riko —llamo desde el intercomunicador que se hallaba en su cuarto a la terminal principal.

—Capitán—fue la respuesta inmediata de la joven.

—Prepare a nuestros invitados al proceso judicial, lo llevaremos a cabo en esta nave.

—Como ordene capitán.

Y se corto la línea de comunicación. Akashi se sentó en su silla y se sirvió una una pequeña copa de sake dispuesto a disfrutar un momento de soledad hasta que el pitido de la compuerta llamo su atención.

—Soy kuroko capitán, necesito hablar con usted.

Akashi suspiró.

—Adelante tetsuya.

 

Notas finales:

Ya va todo tomando forma, o eso espero :D, si temes duda de algo que no haiga quedado claro podéis preguntar, opiniones y correcciones de fallas, muchas gracias por pasarse siempre, hasta los que viven erre las sombras. 

*Rt: Redocirt.


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