Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Don't call me ¨Fag¨. por Lizzy-chan

[Reviews - 17]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Holaaa.

No estoy muy segura de este fic ya, pero qué más da. Quiero terminarlo. (?)

+ Lonely Kid: Creí que estaba haciendo un buen trabajo tratando de no mostrar a Mello tan... gay. ¿? Sí, es alguien hostil, arrogante y matón, pero está experimentando sentimientos raros hacia una persona que no debería, por lo que es obvio sentirse confundido, y asustado (Cuando toda la vida te has creído macho pecho peludo pero resultaste mariquita(????). No hay que olvidar que él es el más sentimental de los sucesores, omitiendo a Alex, so. . . Por eso lo puse como narrador.

Y no creo que dure mucho esto, o no lo sé. No he planeado eso todavía.

Y sí, sí pensé en Juan Gabriel xd 

Bob:

Estoy escribiendo desde el bus, mirando de reojo hacia la ventana, como si estuviera esperando una señal divina que pudiera responder todas mis incógnitas.

Soy un tonto, un tonto confundido.

Mi cabeza da vueltas cuando trato de poner mis pensamientos en orden, y quizá esa es una de las principales razones por las que te escribo, Bob, o si no, creo que perderé la cordura.

 

En todo el trayecto no he dejado de pensar en lo que hubiera sido de mí si Jeevas estuviera a mi lado, y no una vieja roncando. ¿Le hablaría? ¿Me atrevería a mirarlo siquiera? No lo creo, y no lo entiendo, joder. Tal vez tiene algo que hace que me vuelva loco, como feromonas que sólo me afectan a mí o algo por el estilo.

Es verdaderamente extraño; puedo hablar normalmente con todas las chicas y chicos del instituto, pero no puedo siquiera tratar de conversar con Mail, con un temeroso chico de preparatoria que se ve como una tímida niña con pecas.

 

¿Sabes qué, Bob? Al diablo todo. El bus acaba de parar y necesito tener un buen día de escuela. Deséame suerte.

 

Mihael.

 

 

Bob:

 

Hoy he escuchado a Mail sollozar en uno de los cubículos del baño de varones. Sé que fue él porque reconozco su voz a la perfección.

Quise acercarme, pero Beyond había entrado también.

— ¡Mello! ¿Por qué no fuiste a ver el partido? El idiota de Nate casi pierde la apuesta, pero al final Matsuda terminó rapándose la cabeza. — se echó a reír, y yo hice lo mismo, porque, vamos, ¡Matsuda calvo!

Recuerdo la apuesta sobre Nate y Matsuda, hablando y haciendo conjeturas sobre quién sería el próximo equipo que ganaría el partido de Soccer. A Nate ni siquiera le gustan los deportes, pero aceptó únicamente porque ama tener la razón, y humillar a los idiotas. Es algo que ambos tenemos en común, sólo que él lo hace notar más que yo.

— Lo olvidé por completo. — contesté, esbozando una sonrisa, como si en realidad no me interesara nada de lo que sucede a mi alrededor, como si omitiera que el pelirrojo está escuchándome. Puedo imaginar su rostro, Bob, asustadizo y ansioso porque ya nos vayamos para poder llorar en paz, o al menos pasar desapercibido. — ¿Por qué no nos vamos de aquí? Pensarán que somos maricas si sólo nos ven a nosotros dos.

— ¿Tanto te preocupa? ¿Que te viole aquí? Porque podría hacerlo, ¿Sabes?

— Eres un idiota, marica. — reí, dándole un empujón, dispuesto a salir del baño para ir a clases y quizá dormir un poco. — Después iré a ver al estúpido de Matsuda, quiero burlarme de él un rato.

— Bien, bien. Pero, Mello… — Beyond me tomó del brazo, y lo miré a los ojos. Te puedo asegurar, Bob, que nunca había visto esa expresión de parte del azabache. Orbes rubíes nunca se habían mostrado tan expresivas, casi suplicantes. — Bueno, olvídalo. Después de lo contaré. Por ahora, vete al diablo.

— Vaya, ¿estás menstruando? Como sea, adiós.

No soy el único que se porta de manera extraña estos días, al parecer.

 

Beyond salió del baño y yo permanecí en silencio, esperando que por fin Mail tuviera el valor suficiente para salir. Y así lo hizo, después de unos cinco minutos, más o menos.

— Oye… — dije, tratando de llamar su atención. Él sólo dio un respingo y volvió a encerrarse en el cubículo. — Oye, espera. No voy a hacerte nada, joder. — me acerqué hacia donde él se escondía. Desde la vez que lo ¨salvé¨, ni siquiera le he dirigido la palabra, por lo que era raro, para ambos, créeme, Bob, nunca había estado tan nervioso en años.

— ¿Q-qué quieres? No tengo dinero, así que. . . — su voz temblaba, pero no podía ver su rostro.

— No quiero dinero, maldición. Sólo abre la maldita puerta.

— No.

— ¡ábrela! 

— ¡No quiero!

Solté un bufido.

— ¿Por qué me odias? Nunca te he hecho nada malo.

— No te odio. — murmuró. Pude notar que comenzaba a dudar. — Creí que podríamos ser amigos.

No sé qué pasó, Bob, pero mi pecho comenzó a sentirse cálido, muy cálido. Ese hijo de puta era mágico.

— ¿Entonces?

— Pero te burlaste, en la clase… Eres amigo de Birthday y su hermano. ¡Eres igual que ellos! 

Y de repente, la calidez desapareció. Te lo digo, Bob, ese chico tiene un poder sobre mí. Quizá los dioses lo mandaron para hacerme la vida imposible.

— ¡No lo soy, mierda! ¿Qué querías? ¿Que te defendiera y después todos me tacharan de marica también? Ni siquiera te conozco, ¿por qué arriesgaría toda mi reputación por un niñito como tú?

— ¿Entonces por qué quieres hablar conmigo? — ahora él también alzaba la voz. Comenzaba a enojarse, y yo también.

— Porque… ¡Olvídalo! No tengo por qué darte explicaciones, Jeevas. Eres un malagradecido, después de sacarte del estúpido cuarto del maldito conserje me hablas así.

— ¡No te pedí que lo hicieras! 

— ¡Pues no lo haré más! 

— ¡Bien!

— ¡Bien!

Y me fui, sin esperar que Mail abriera el cubículo del baño. 

No fue como lo imaginé, para serte sincero, Bob, pero se sintió bien escuchar su voz hablándome a mí. Joder, soy un puto marica. Odio a Jeevas, todo este problema es su culpa.

Mihael.

Notas finales:

jeje


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).