Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Porcelana por erickkbaj

[Reviews - 3]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

 

—Así que después de todo ¿Sabía tus gustos? —Le hablaba a HimChan, dejando la bolsa a su lado, abriéndola para sacar todos sus atuendos.

Le quitó su ropa, tomando un trapo húmedo para limpiar su piel de porcelana, con un poco de curiosidad se acercó a olerlo, sonrió al sentir su perfume. Al acabar deslizó entre sus piernas lo que pareciera ser ropa interior, después unos pantalones que con algo de dificultad subieron por sus muslos, había incluso un cinturón, YongGuk estaba contento, como un niño en navidad, deslizó por su torso una camiseta, que combinaba con sus pantalones, no debería sentirse así, pero estaba feliz, HimChan lucía feliz.

De la nada, abrazó al muñeco, dándole un beso en su mejilla. Al percatarse de ello lo dejó caer sobre la almohada, no sabía por qué lo había hecho pero sonrió amplio.

“¿Por qué me besas? ¿Eso está bien?”

HimChan comenzó a sentirse extrañado, no era usual que pasara eso, nadie le había hecho algo parecido desde que recordaba ser como es.

Después de pasar horas quitándole y poniéndole la ropa fue hasta la cocina para preparar la cena de año nuevo, no tenía muchos amigos, pero seguramente estarían ocupados, así que preparó un poco de ramen picante y un poco de carne para cenar, se sentó sobre su cama mientras veía la televisión.

—¿Comes? —Le preguntó a HimChan, dejando sus platos a un lado, ya mañana en la mañana los llevaría hasta el fregadero, era el último día del año, los últimos minutos.

“Sí, pero no creo que cocines bien”

Debía aceptar que desde la señorita Song, como le decía a la anciana, nadie lo había tratado tan bien, incluso mejor, podría admitir.

Se había acurrucado en su cama, con HimChan a un lado, escuchando el conteo final para dar la bienvenida al nuevo año, se había quitado su camiseta y se había dejado sus shorts, mirando a HimChan, buscó entre su ropa nueva para vestirle de la misma manera que él, sin camiseta y con unos shorts, aunque no encontró unos le dejó en lo que era su ropa interior. Vaya que la anciana le había dado un armario muy pero muy variado.

—Por favor HimChan…tu no me traiciones, tu no me dejes. —Le abrazó con fuerza, soltando una silenciosa lágrima. —Feliz año nuevo. —Le dio un beso en sus labios de porcelana, pequeños y fríos, justo en el momento en el que los fuegos artificiales se empezaron a escuchar.

YongGuk había dormido como nunca antes, su cuerpo incluso se sentía más ligero, podía sentir como afuera, en las calles, hacía frío, pero debajo de sus sábanas estaba todo tan cálido, tan cómodo.

—Tan cómodo. —Se estiraba mientras abrazaba con más fuerza la almohada entre sus brazos y piernas… —Yo no tengo una almohada tan grande. —Abrió los ojos de golpe, encontrándose con la espalda desnuda de un chico de cabello negro, usando solo unos bóxer negros que hacía resaltar su piel blanca…—Como porcelana. —YongGuk se sentó de golpe, girando el cuerpo del chico para verle a la cara.

—¿Por qué me mira así? Acaba de despertar. —Alzó sus manos, no le había hecho mucho caso a YongGuk hasta que vio su cuerpo. —¿Qué pasó? —Se sentó de golpe.

Su cuerpo era tan grande como el de YongGuk, tan suave como las mejillas de su rostro y tan…real

—¿HimChan? —YongGuk reconoció su rostro, apartándose un poco de él, estaba impresionado pero con miedo. —No puede ser cierto. —Le examinaba con la mirada, acercándose para quitarle la sábana, incluso se atrevió a ver debajo de su ropa interior.

—Hey, no. —Le alejó en cuanto le intento bajar su bóxer, dándole un golpe a su mano —Y sí, soy HimChan ¿Qué me hiciste? —Murmuró poniéndose de pie para ver su cuerpo, tocándose todas partes, para comprobar que no era un sueño de él.

Alzaba sus pierna, deslizando sus palmas sobre sus piernas, observando su propia piel suave y blanca, como la porcelana, YongGuk desde su lugar se mantenía en shock, divagando con la visión de esos muslos tan…¿Apetitosos?

—Yo no hice nada, sólo apareciste. —Cerró sus ojos negando ¿Por qué pensaba eso—¿Eres HimChan? —Volvió a preguntar, no podía creerlo.

—Qué sí soy HimChan, Kim Him Chan. ¿Acaso no te llevaron a la escuela o algo así? —Fue hasta el armario de YongGuk, tomando una de sus camisas para ponérselas, siendo lo primero que vio.

—Yo…sí. —HimChan se acercaba hasta él, viéndole mientras trataba de abotonar la prenda, no sabía cómo, después de todo nunca había sido necesario, pero sentía frío.

YongGuk le tomó de sus manos, sentándole sobre su regazo, HimChan sintió el tacto piel con piel, ambos estaban en sus interiores y el roce era cálido, muy diferente a lo que había sentido antes.

Desde que llegó a la casa de YongGuk, Him Chan se pasaba las noches observándole dormir, quedándose quieto y en otras moviéndose para acariciar su piel, aquella que tanto le atraía, quería tener una igual, deseaba sentirse real y como él, tan alto y fuerte, no tan chico y frágil.

YongGuk observó el torso desnudo de HimChan, deslizando sus manos sobre su pecho, se sentía real, y diferente a lo que podía haber sentido antes con alguna chica, se sentía atraído por HimChan.

—¿Qué se supone que haces? —Se había ruborizado, pretendiendo estar enojado, desviando su mirada al sentir su rostro caliente, sus poros se habían erizado, cosa que no pasó desapercibida por YongGuk.

Sólo negó, saliendo de su pequeño trance para abotonar correctamente su camisa, algo en su pecho le hizo sentirse bien verlo usar su propia ropa, era su muñeco después de todo ¿No?

—Bien, dime ¿Por qué soy como tú? —Cuestionó poniéndose de pie, se sentía incomodo estar sobre los muslos de él.

—No lo sé…sólo pasó. —Se encogió de hombros mientras tomaba una de las camisetas del cajón de su mesita de noche.

HimChan bufó, estaba un poco molesto, YongGuk parecía un poco retrasado —¿Por qué me besaste? ¿Es usual besar a otro hombre? —Le encaró.

—Tú has sido un muñeco, después de todo no eres un hombre. —HimChan enfureció.

Se dio la vuelta buscando entre su armario alguna prenda que pudiera cubrirle mejor. Maldecía al que era su dueño ahora, ya sabía que no era un hombre, pero no tenía que repetírselo, su corazón se sintió herido, y solo quería alejarse de él. Encontró unos pantalones, notoriamente más grandes que su cintura, como pudo se los puso y se fue. YongGuk palideció, salió corriendo detrás de él.

HimChan iba pasando puerta por puerta, como si fuera un laberinto para poder salir de ese lugar, guiándose un poco de lo que recordaba cuando YongGuk entraba y salía con él.

—HimChan, no te vayas. —Le detuvo, rodeando su cuerpo con sus brazos, estaba a punto de lograr salir, solo se había quedado en su pequeña sala.

—No soy real, déjame. —Forcejeó un poco con él sin muchos resultados.

—¿No? Te demostraré que lo eres. —No se había dado cuenta, pero por las expresiones de su rostro pudo ver que le había herido, y demasiado, sus ojos amenazaban con llorar.

—¿Cómo? —HimChan quería irse, no quería estar con él, se sentía ofendido, quería volver a la oscuridad en la que siempre había estado, solo, pero al menos sin nadie que le hiriera.

YongGuk dejó caer a HimChan sobre el sofá que tenía a un lado, separando sus piernas mientras se arrodillaba entre ellas, el de menor estatura quedó atónito, ¿Qué pretendía hacer? Estaba un poco curioso, observándole en todo momento, sintiendo como su pecho se aceleraba, subía y bajaba ¿Qué era esa sensación que le hacía entrar en calor?

—Mira. —YongGuk habló algo ronco, deslizando las yemas de sus dedos desde el ombligo hasta su pecho, donde posó su mano en medio. —Sube y baja, HimChan, estás agitado. —Sonrió de medio lado mientras desabotonaba su camisa, observando los pezones rosados que felizmente resaltaban sobre su piel. —Dime que sientes. —No estaba seguro de lo que hacía, pero sí sabía hasta donde quería llegar, y la única manera que se le ocurrió en ese momento fue esa.

—No sé. —HimChan soltó un pequeño grito, YongGuk estaba apretando uno de sus pezones, curveando un poco su espalda cuando jaló de éstos.

—¿Se siente bien o no? —Su voz sonaba autoritaria, haciendo que su piel se erizara y su rostro se enrojeciera.

—Bien. —Logró decir en un hilo de voz, él no se detenía, seguía jugando con su pezón.

Colocó sus manos sobre su cintura, quitándole el pantalón gigante para dejarlo como lo había visto desde un inicio, apretando su entrepierna, sintiendo la mirada fulminante de HimChan, pero éste no hacía nada, lo dejaba seguir. YongGuk solamente estaba haciendo con él lo que de vez en cuando hacía consigo mismo.

—¿Y cuál es el motivo de esto? —Había desviado su mirada, sintiéndose avergonzado, pero bien, quería estar enojado, pero no podía estarlo con él.

—Hacerte saber que eres real…¿Sientes esto? —Deslizaba su mano sobre su entrepierna, masajeando su miembro por sobre la tela de su bóxer.

HimChan asintió, mordiéndose los labios, no quería emitir ninguna clase de sonido. YongGuk separó más sus piernas, viendo sus muslos, aquellos que le habían hipnotizado desde que los vio.

—No YongGuk, déjame. —Le empujó, atrayendo sus piernas hasta su pecho.

Por un momento YongGuk se sintió mal, ¿En qué estaba pensando? HimChan lucía temeroso, tal vez confundido, ¿Cómo le iba ayudar si él estaba igual o peor?

Le tomó entre sus brazos, ocultando su rostro contra su cuello, acariciando su vientre.

—Perdóname… no debí hacerte esto, solo quería que vieras que eres real, tan real como yo. —Su pecho se oprimía, le había lastimado y peor aún con lo que acaba de hacer,

—¿Qué soy? —No esperó alguna respuesta, dejó que le abrazara, dejó que sus lágrimas corrieran.

—No te vayas. —YongGuk le abrazó con tanta fuerza que HimChan se volvió a sentir como un muñeco, frágil y a punto de romperse entre sus brazos, ¿Podría irse algún día? 

Notas finales:

Perdón por tardar tanto, la verdad me desanimé un poco con la historia porque nadie me decía si le gustaba  o no, más que un par de comentarios, pero yo siempre pretendo acabar lo que empiezo, así que a los pocos que siguen la historia una disculpa enorme, (además que no sabía como seguir la historia) ya la he retomado y espero sigan leyendo, gracias ♥


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).