—Akira —Raku, quién parecía solamente interesado en jugar con su cabello, llamó al joven moreno, trayéndolo de vuelta del mundo de sus pensamientos.
— ¿Qué pasa, Waka? —preguntó el moreno mientras tomaba la copa repleta de sake, la cual no había sido tocada por sus labios aun.
— ¿Has estado todo el tiempo en las nubes? ¿Es por lo de Kumakocho?
—Si…
Todo comenzó en la tarde, Kumakocho llamó a los conocidos “I-chu’s”, para ofrecerles una idea algo excéntrica. Según las encuestas de popularidad, iba a mezclarlos en cinco grupos. A eso le llamó “Shuffle Units”.
Cada Shuffle Unit tenía un tema en específico, que debían sacarle provecho al máximo en una canción, que ellos mismo debían componer y escribir la letra. Era una idea divertida para muchos, pero preocupantes para otros. En el caso de Akira, era lo segundo pero no era porque tenía problemas con trabajar con otros sino…
—No mientas Mitsurugi-kun, sé que esa mirada es por otra cosa —rio Shiki mientras le hacía un gesto a algunas muchachas sentadas cerca de ellos.
— ¡Algo bello ha opacado su mente! ¡Lo comprendo perfectamente! ¡Cuando veo algo hermoso yo…! —empezó a decir Hikaru apasionadamente pero él de lentes simplemente lo interrumpió.
—Estás enamorado ¿no? —sonrió mientras dentro del rostro de Akira aparecía un sonrojo.
—N-no creo que sea realmente amor…
— ¿Quién es ella? ¿La conozco? No me digas que es nuestra linda productora. Si es así, puedes darte por muerto.
— ¿Es por ese tal Uruha Saku? —al ver que su monologo había sido interrumpido, Hikaru se incluyó en la conversación.
—Ese chiquillo está obsesionado con la productora —comentó Raku sin dejar su propia trenza en paz.
—Lo llamas chiquillo, y es mayor que tú, Waka —rio Akira, agradeciendo que el tema haya sido cambiado.
Él no estaba enamorado de la productora, pero sí de alguien que Shiki conocía, no, que todos los presentes conocían. Pero esa persona no era una chica, sino Aidou Seiya.
El problema de su Shuffle Unit, era que el tema que trataba era lo sexual. Y además le tocó estar con Seiya.
—Yo realmente no se mucho de eso, pero estamos juntos en esto Akira. ¡Quiero que me enseñes de todo! ¡Quiero ser tan sexy como tú! —repetía sin parar el rubio.
—Seiya siempre es algo desubicado en su actitud y comentarios… Recuerdo cuando intentó besarme… Dios, apenas puedo contenerme cuando me abraza...
—Bueno ¿Cómo nos organizaremos? —preguntó Aoi.
Los miembros de la Shuffle Unit que recibía el nombre de QA, se habían juntando en un restaurante para organizarse. Aquel día, debían comenzar la planificación de la canción.
—Yo puedo componer la canción —contestó Noah —pero sería bueno recibir la ayuda de alguien.
—Sé tocar el piano y el trombón, supongo que los dos podemos encárganos de la composición—comentó Takamichi. —Ahora la letra…
Interrumpiendo las palabras del joven Sanzenin, Seiya soltó unos sonidos desconocidos, al parecer estaba intentando decir algo mientras comía. Akira lo regañó diciéndole que no debería hablar con la boca llena. Al tragar, el rubio repitió lo que había querido expresar — ¡Yo me encargó de la letra! Normalmente me encargó de escribirlas en mi grupo ¡Así que quiero intentarlo!
Noah lo miró inseguro. —Akira, ayúdalo. Conozco bien a Seiya y como decirlo… no creo que él pueda escribir solo una canción de esa temática.
— ¡Oye, Noah! ¡¿Por qué no confías en mí?! —gritó el rubio enfadado.
—Porque sé que tu experiencia en el tema es cero. —tras escuchar eso, Aoi y Shiki intentaron no reírse.
—Bueno, la verdad es que realmente el tema no me da bien pero… ¡sé que puedo escribir una buena canción!
—Apoyo la idea de Noah —comenzó a decir Akira —deberíamos dividirnos en dos para cada cosa.
—Noah y Takamichi se encarga de la música, Shiki y yo de la vestimenta, Seiya y Akira de la letra… No está nada mal —sonrió Aoi.
—Mitsurugi-kun, dedícale la letra a tu amada, ufufu —sugirió Shiki en tono burlesco. No había olvidado la conversación de la noche anterior.
— ¿Eh? ¿Estas saliendo con alguien? —Seiya miró confundido a su compañero de grupo. Akira simplemente miró a otro lado y soltó un “ignóralo”.
— ¡Ya llegue! —gritó Seiya al abrir la puerta de su casa. Al escuchar que no había respuesta, se dio cuenta que su hogar estaba vacío en aquel instante. —Supongo que mi hermana salió con mi mamá… como sea, entremos Akira.
Tras terminar de repartirse el trabajo, los encargados de la letra decidieron comenzar ese mismo día. El rubio sugirió que vayan a su casa, y Akira aceptó.
Se dirigieron al cuarto de Seiya. El rubio se sentó en su escritorio y comenzó a intentar escribir algo. Akira simplemente lo miraba, ya que si se dedicaba a pensar en algo sexual, simplemente se imaginaba a Seiya recostado en una cama e invitándolo a hacer el amor.
— ¡Noah tenía razón! ¡Esto es demasiado difícil! —gritó Seiya, maldiciendo a la diosa de la inspiración por no aparecer.
—Seiya, cálmate. ¿Qué lograrás alterándote? —dijo el moreno en tono de reprimenda. El rubio lo miró y le preguntó si tenía una idea. Akira se le acercó y le quitó el lápiz de sus manos. Colocó sus grandes brazos alrededor de joven Aidou, para escribir en la hoja que esté tenía adelante.
“¿Puedes ver?
Quiero bajar el cierre de tu vestido.
Encántame, encant-…”
En ese momento, la mano de Seiya detuvo la de Akira.
—Con razón te conocen como “Pheromone Prince” —comentó el rubio.
—Te he dicho que odio ese apodo.
—Pero no te costó comenzar con la canción, yo no he podido hacer nada… Además que eres muy sexy, Akira.
—Por favor Seiya… no empieces con eso…
—Jajaj, Kanata y tú me sobrevaloran mucho. —rio el moreno. De repente se sonrojó al darse cuenta de cómo sus brazos rodeaban a Seiya.
—No es sobrevalorar. Realmente eres muy sexy, Akira. Eres alto, moreno, tienes un rostro atractivo, tu cuerpo es magnífico…
—Seiya, silencio… Si me sigues diciendo esto… no voy a poder controlarme…
—En el momento que te vi con el traje de “Viva Carnival!”, no pude evitar calentarme… Pensé que podría escribir la canción pensando en lo que sentí esa vez pero…
No pudo más.
Las palabras de Seiya fueron interrumpidas por el beso del moreno.
—Tus palabras son como un afrodisiaco. —le susurró Akira.
— ¿Afrodisiaco? —preguntó el rubio confundido. Su amigo comenzó a sostenerlo de la nuca.
—Recuerdo que una vez intentaste besarme, empecé a fantasear con tu ósculo durante mucho tiempo, pero ahora me di cuenta que no sabes besar realmente… —rio el moreno. —A eso se refería Noah con que no tenías experiencia. Pero, todo eso se aprende.
—Es la primera vez que me siento así… quiero que me enseñes… Akira… —dijo Seiya sonrojado. El moreno abrió los ojos sorprendidos, y lo abrazó fuertemente.
—Está bien.
—Cuando beses, debes usar tus labios y a la vez chasquear con tu lengua —explicó Akira. El rubio estaba sentado encima suyo mientras gemía, ya que su pene estaba siendo acariciado por el moreno.
—Ughh… bésame de nuevo Akira… bésame hasta que lo haga bien… —dijo intentando contener su propia voz. El moreno lo agarró de la nuca, para luego darle un ósculo. Seiya intentó seguir sus consejos lo mejor posible.
—Este estuvo mejor, pero aun te queda mucho por aprender —comentó Akira para volverle a besar. Sus lenguas se entrelazaban en una danza. El moreno podía sentir como el rubio comenzaba a ponerse duro, y él también…
—Akira, desnúdate… por favor… quiero ver tu increíble cuerpo desnudo… —pedía Seiya entre gemidos. Sentía todo su cuerpo caliente, y le encantaba. Sabía que todo se debía a la sensualidad que desprendía Akira, con sus palabras, su mirada, y las puntas de sus dedos.
—Ufufu, estas bastante ansioso, ¿ya quieres entre en ti? —rio Akira seductoramente. —Aún falta mucho, pero me desnudare para ti, pero si tú también lo haces para mí.
—Por ti lo que sea… —dijo Seiya mirándolo fijamente y acariciándole la mejilla.
Así, ambos comenzaron a quitarse la ropa. El rubio admiraba el cuerpo de su acompañante, poseía una espalda ancha y los músculos marcados. Sin embargo, se sorprendió cuando Akira comenzó a bajarse su ropa interior.
—El miembro de Akira es gigante… eso estará dentro de mi… —comenzó a pensar Seiya con sentimientos contrarios. Tenía miedo, ya que era virgen pero, igualmente lo deseaba. Quería sentir al moreno dentro de él.
De repente, Akira vio como el rubio se arrodillaba y se acercaba a su entrepierna. Comenzó a acariciarla con cuidado, como si fuera un tesoro.
—Seiya… ¿Qué quieres hac…? —fue interrumpido al sentir como el rubio comenzaba a lamerle su polla. Fue inevitable para él soltar gemidos, se sentía muy bien a pesar de que el rubio era un novato. Al parecer, estaba usando los consejos de Akira no solo para los besos.
El mismo Seiya no se explicaba lo que estaba haciendo. Solamente quería que Akira se sintiera bien, y ahora mismo tenía el miembro de su amado dentro de su boca. Lamía, mamaba, y de repente comenzó a tragar la semilla del moreno.
—Lo siento Seiya… no quería terminar en tu boca… —se disculpó Akira rojo de vergüenza, para luego intentar sacar su miembro de las fauces del rubio, pero este no se lo permitía. Ahí el moreno se dio cuenta, que el engullir su semen hizo a Seiya correrse.
Tras terminar de zampar, Seiya sonrió mostrando todo el placer que sentía en aquel instante. —Aún queda mucho por enseñarme, muéstrame más, Akira.
Se subieron a la cama.
Akira estando arriba de Seiya, dejó una marca en su cuello, mientras sus dedos comenzaban acariciar la zona inferior del rubio.
— ¿Por ahí vas a entrar? —preguntó Seiya. La idea de que Akira toque aquel lugar era asquerosa pero, se sentía muy bien. Ya había sido dominado por un deseo libido.
— ¿No quieres? —preguntó el moreno. Ya habían llegado bastante lejos, tenía sentido que el rubio quisiera detenerse, después de todo ¿Quién querría perder la virginidad con un “amigo”?
—No quiero tus dedos, quiero tu polla dentro de mí —dijo el rubio lujuriosamente.
—Aún no, la paciencia es una virtud que te falta conocer —rio Akira —debo prepararte para que me recibas.
El moreno siguió acariciando, y Seiya siguió gimiendo. De vez en cuando intercambiaban saliva a través de un ósculo.
—Ya estás listo —sonrió Akira lleno de un deseo tórrido, mientras sacaba sus dedos. —Iré despacio.
—No, con la fuerza y pasión de un fénix. —le comentó Seiya, sentándose en las piernas del moreno, de forma que ambos quedaran frente a frente. Akira rio con el comentario.
—Como lo desees. —el moreno levantó las caderas del rubio, dejándolas caer suavemente sobre su entrepierna. Seiya soltó un pequeño gemido, mientras que con sus brazos sostenía a Akira desde el cuello. —Arréglame Seiya.
Ambos se ayudaron mutuamente con las embestidas. Descubrieron que el esfuerzo para coordinarse en los bailes, también servía para otras cosas.
—Seiya… siempre me has dicho que soy muy sexy y cosas así pero, ahora acabo de notar que tú también lo eres. —le dijo el moreno antes de besar al rubio en la nuca. Ante el comentario, el joven Aidou sonrió en medio de su deleite sexual.
Akira aumentó la velocidad, haciendo a Seiya gimotear más fuerte. —Yo no soy bueno expresando mis sentimientos… pero es la primera vez que siento algo como esto, quiero que me enseñes a mostrar mejor mis emociones.
Con lágrimas en su rostro, debido a que no todo era placer, ya que a pesar de amar la sensación del moreno penetrándolo, dolía y mucho. Seiya lo miró fijamente. —está bien.
En poco segundo después, aullaron ambos a alcanzar el clímax. Seiya sentía como su interior se llenaba dentro de semen.
Akira pasó su mano sobre sus propios abdominales, los cuales estaban plenos al tener la semilla del rubio sobre sí. Al ver su palma con el fluido blanco, comenzó a lamerla.
—Ahora entiendo porque tragaste mi esperma, te gusta lo salado después de todo —tras aquel comentario, rieron los dos.
Después de ello, ambos se recostaron sobre la cama. Se sentía exhaustos pero complacidos a más no poder.
—Es una letra algo explicita, pero bastante buena. Sí que me sorprendiste esta vez Seiya —comentó Noah sorprendido dejando el papel sobre la mesa.
Seiya sonrió orgulloso. En ese instante, Akira entró al salón de clases.
— ¡Buenos días, Akira! —sonrió el rubio.
—Ah, buenos días, Akira. Ven a ver la letra que escribió Seiya. —comentó el estadounidense.
El moreno se acercó y al leer las primeras estrofas, soltó la hoja.
—Seiya… esta letra…
—Me inspire en la conversación que tuvimos en ese momento —dijo Seiya alegremente, para luego acercarse al moreno y susurrarle al oído lo siguiente…
—En cualquier momento podemos repetirlo, pero la próxima vez yo entrare.