Spencer equilibra con cierta dificultad unos contenedores de comida china y abría la puerta del departamento de su novio Derek Morgan llevaban saliendo seis meses y todos los del equipo lo sabían desde hace cuatro pero era un completo secreto fuera de los miembros del equipo por la política del departamento si los jefes se enteraban de su relación podrían terminar perdiendo sus empleos había tenido una pelea durante su último caso en colorado un asesino de mujeres jóvenes y hermosas con aspiraciones en el modelaje Spencer se había enojado con su pareja ya que se había estado todo el caso coqueteando descaradamente con las chicas de diferentes agencias de modelaje aun en su cara cosa que enfado a Spencer con justa razón decía el por lo que decidió irse a su apartamento en lugar de ir con Derek a su casa como el moreno le había pedido o mejor dicho exigido pues si algo tenia Derek es que desde que se volvieron pareja parecía pensar que Spencer siempre estaba a su disposición cosa que enojo aún más al castaño pero después de estar dando de vueltas como león enjaulado en su casa pensó que pudo haber sobre reaccionado
Así que decidió comprar comida en el restaurante favorito de su novio y llevársela a su casa como una ofrenda de paz abrió la puerta y con una voz bástate alegre llamo—Derek amor siento lo de la tarde—dijo pero vio que la sala estaba oscura pensó que su novio había salido con algún miembro del equipo a beber a un bar o algo por lo del estilo pero noto algo que le llamo la atención la luz del pasillo que daba a la recamara Derek no es de los que deja las luces encendidas así que se acercó al lugar viendo un para nada disimulado rastro de ropa que había sido dejando en dirección de la habitación y ya más de cerca pudo escuchar claramente gemidos no quería acercarse más pero algo en él le dijo que debía hacerlo y confirmar lo que ya sabía así que cuidando de no hacer ruido se acercó hasta la puerta de la habitación y la abrió de golpe revelando a su novio en una posición que no dejaba lugar a dudas con una mujer bastante hermosa de piel clara cabello rojo fuego y ojos azules los dos se le quedaron viendo asustados mientras los ojos del joven genio
Se llenaban de lágrimas que provenían desde su pobre corazón roto tiro los contenedores de comida que no se había que aun sostenía y salió corriendo tan rápido como sus piernas le permitieron sin escuchar la voz de Morgan que le pedía que esperara que podía explicarlo Spencer siguió corriendo sin notar siquiera que estaba lloviendo a cantaros sin notar que estaba completamente empapado su corazón dolía demasiado como para otra esas pequeñeces llego a su casa y se dirigió directamente a su habitación abrió el cajón donde guardaba sus calcetines y lo abrió con tanta fuerza que salió volando pero no le importo revolvió el contenido del jalón hasta que dio con un pequeño frasco de vidrio y una jeringa dilaudid nunca había sido capaz de tirar esa poca cantidad clavo la aguja en el frasco y la lleno se descubrió el brazo y se clavó la jeringa en la vena pero dudo en presionar su mano tembló sabía que lo que estaba haciendo estaba mal pero solo quería que el corazón le dejara de doler quizás por estar sumergido en sus pensamientos o escucho como la perta de su apartamento se abría
Seguido del sonido de algo que escurría y alguien redoblando con molestia en la sala había un hombre de la misma edad que Spencer más o menos de la misma altura de cabellos y ojos castaño oscuro piel clara y rasgos asiáticos cuando se quita el abrigo gris se musculoso bajo su camisa blanca estaba bastante mojado y llevaba algunas bolsas de comestibles—diablos no pensé que fuera a llover…..espero que donde este Spencer o este lloviendo así—le dijo a la casa vacía notando la mochila del susodicho en el sofá—Spencer volviste—grito preguntándose si o había ido a la casa de su novio pero un frio que le corrió la espina dorsal le hizo saber que las cosas no estaban bien se acercó corriendo a la habitación de Spencer encontrándolo con una jeringa clavada en el brazo aun dudado si apretarla o no el recién llegado se apresuró a arrodillarse a su lado y le quito la jeringa de las manos y la arrojo contra la pared rompiéndola ante la atónita mirada llorosa de Spencer a quien le dio una bofetada— ¿Qué estas asiendo idiota? ¿No recuerdas el trabajo que te costó salir de ese laberinto?—le dijo el asiático completamente furioso Spencer parpadeo para aclarar su vista borrosa por el llanto reconoció a Hiroshi su vecino de al lado
Y un empleado en su librería favorita que además era el único amigo que tenía fura de su trabajo y también a veces iba a su casa cuando él estaba fuer de la cuidad para en sus propias palabras nada del refrigerador cobrara vida y que Spencer tuviera algo relativamente decente para comer cuando volviera de salvar el mundo Hiroshi lo había ayudado mucho durante sus peores momentos así que simplemente se arrojó a sus brazos llorando desconsolado y le conto sus penas de amor sabiendo que no importe lo que pase esos fuerte brazos nunca lo soltaran
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