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AFTER PARTY // MONSTA X // por MissHyde

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Notas del fanfic:

Historia corta basada en estos hermosos chicos. Este grupo ha venido captando mi atencion y  debo decir que se han ganado mi corazon, definitivamente seguiran siendo el centro de atencion de mis futuros escritos <3

- AFTER PARTY -

 

 

La música se había detenido y las personas habían comenzado a irse. Poco a poco, el lobby había quedado casi desierto sin contar a los demás miembros acompañados de una que otra chica rezagada hambrienta de atención, sin mencionar a pequeños grupos que yacían perdidos en su propio mundo, producto del alcohol.

Hyungwon se removió de entre los cojines del sillón, cansado, pero con una enorme sonrisa en su rostro.

-La mejor fiesta…

 

No podía recordar nada antes de ese momento, la añorada sensación de ´´Flotar´´ y la escurridiza mano de una chica recostada a su lado, era lo que necesitaba. Necesitaba perderse una y otra vez de esa manera para complacer sus caprichosos pensamientos de ´´Triunfo´´ aquellos que de alguna manera se habían hecho realidad cuando logro por fin debutar en MONSTA X como uno de los vocalistas principales. Ser parte de un todo lo había llenado tanto como la sensación de ser un sustento importante para su madre, pero nada era más importante para el que mantenerse al lado de esos tontos a los cuales apreciaba tanto. Esos chicos a los cuales ahora podía referirse como hermanos, habían sido de ayuda contra las adversidades que se hubieron presentado luego de ese momento.

Bueno, digamos que los apreciaba a todos. Pero había alguien a quien Hyungwon no podía verlo tan solo como un buen amigo.

-Hyunnie, ¿quieres ir a un lugar más privado?

 

La chica a su lado se había atrevido a tocarlo y pretendía besarlo. Hyung, tan diestro en ese tipo de situaciones, simplemente la detuvo colocando su mano en su mejilla y regalándole una fugaz pero dulce sonrisa.

-Debes descansar Hani-ah, has bebido demasiado.

-No lo necesito, tengo energías para seguir con la fiesta.

 

-De verdad creo que luces muy cansada... – Intentaba persuadirla, no sería ni la primera ni la última vez que se librara de tener sexo casual con una chica como ella. Y sabía que al igual que muchas otras chicas, solo quería probar su suerte con alguno de los miembros. – Okey, si estas segura entonces, espérame aquí y volveré pronto. No te molesta si lo hacemos aquí mismo, ¿Verdad?

La joven, sonrojada hasta las orejas solo atino a asentir nerviosamente. Y luego de eso, Hyungwon tan solo beso su mano con una mirada lasciva en su rosto y salió por el pasillo, pasando por una parejilla muy acaramelada que parecían estar subiendo el tono.

-Hash, al menos yo si se librarme de esas gatas. – exclamo una vez se encontró en la terraza. – No sé cómo es que siempre logro zafarme…-

 

Y ahí, mientras empezaba a sentir el frio gélido de la noche golpearle el rostro con fuerza. Vio cómo su pesadilla recurrente se hacía realidad.

Estaba ahí congelado, atento a la escena que presenciaban por primera vez sus ojos después de tanto tiempo, su corazón comenzaba a latir con fuerza provocándole un nudo en la garganta. No podía hablar ni mucho menos reaccionar, solo deseaba no sentirse así por una vez en su vida, Anhelaba el momento en el que no sabía de su existencia o que su estúpido razonamiento siguiera evitando el hecho de que se había fijado en una persona como el, un hombre, tan idiota, tan promiscuo tan tonto, hermoso…

-¿Hyungwon?

-W-Wonho, Lo siento yo... No quería interrumpirte.

 

El aludido, quien simplemente se limitó a mirarlo de manera sorprendida. No dio méritos a lo que estaba haciendo, ¿Realmente estaba así de borracho? Tanto como para recién darse cuenta que estaba encima de aquella chica castaña cuya respiración parecía entrecortada debido a solo dios sabe qué. Además, como de costumbre, recordó simplemente que la había pasado genial en la fiesta.

Sonrió.

Vaya que si estaba borracho.

 

Volvió su mirada hacia Hyungwon, quien seguía ahí parado con una extraña mueca en su rostro que no sabía que significaba, pero que por alguna razón le dolía. Pero no tanto como le dolió a Hyung sorprenderlo en tal situación.

-¿Quieres unírtenos? – pregunto, con una sonrisa juguetona. A lo que Hyungwon solo pudo responderle con una mirada de desaprobación para luego irse a zancadas de ahí, molesto.

 

Camino por todo el pasillo de regreso al salón, no sabía de qué sería capaz pero sus esperanzas se vinieron abajo cuando  vio que la chica de antes ahora se encontraba tirada en el suelo, dormida.

-Maldita sea…

 

Tomo a la chica de los brazos y la recostó de nuevo en el sillón para luego arroparla con su chaqueta. ¿Qué había pensado? Que podría coger con alguna chica a manera de venganza en contra de Wonho... Que tal vez podría descargar toda esa ira contenida que lo había consumido en tan solo segundos. Después de tres años de haber logrado su sueño, de tantos Live shows, Programas de Variedades y Conciertos, su felicidad se viniera abajo por una sola persona. Un solo hecho, y no se refería al descubrir que fuese Gay sino al hecho que le aseguraría que su encaprichamiento jamás seria correspondido.

Jamás.

Y era por eso que odiaba tener que lidiar con las chicas que eran o serian ´´amigables´´ con él. Porque cuando eso ocurría sabía que así mismo habría otras detrás de su Wonho, intentando someterlo a los deseos indecorosos que albergan las mentes de chicos como él.

Guapos y deseables.

 

Hyung, derrotado y harto ya de todo el asunto. Se decidió a subir a su cuarto y dejarse llevar en los brazos de Morfeo. Ya de por si se sentía algo mareado por tanta bebida y baile, que arrastro literalmente sus pies por todo el lugar viendo como sus no tan recatados amigos habían caído rendidos en toda la casa con chicas casi semidesnudas a su lado

Suspiro pesadamente una vez que se encontró sentado en su cama, cuya habitación por cierto parecía haber sido víctima de algún huracán reciente. Se dejó caer a lo largo del colchón y relamió sus labios, saboreando los restos de licor que habían quedado en ellos y aquella imagen pasó por su mente de nuevo, una y otra vez.

Una voces llegaron hasta el, Shownu había entrado de golpe con una chica entre sus fornidos brazos.

-Oh, estas aquí. Lo siento, buscaremos otro lugar.- dijo con su característica voz profunda que hacía que muchas chicas cayeran en algún tipo de trance, y la excepción no era esta. Hyung tan solo lo vio dar media vuelta y  a la chica sonreír como una idiota detrás de él. Y cuando la puerta se hayo a punto de cerrarse una pequeña silueta se abrió paso por ella, sutil aunque algo brusca.

Hyungwon, pensando que de nuevo se trataba de su compañero intentando sacarlo de la habitación para poder hacer de las suyas, se llevó una gran sorpresa. Esa cabellera rubia la reconocería hasta en sus sueños.

-Asique estabas aquí. –dijo casi regañándolo.

-No sé dónde más debería estar, esta es mi habitación. – Respondió el, sin dejar que el otro notase su repentino nerviosismo. Y fue ahí cuando maldijo al pobre por enésima vez

-Deberías estar abajo divirtiéndote. – Sonrió.

-la fiesta ya termino.

De repente hubo un incómodo silencio y Wonho, vacilante ante la actitud que su amigo había venido manteniendo con él desde hacía mucho tiempo. Se decidió a preguntarle lo siguiente:

-¿Por qué eres así conmigo?

 

Hyungwon le miro de reojo, estaba intentando desviar su atención a sus dedos, los cuales apretaba con fuerza.

-Desde hace tiempo has estado muy hostil conmigo,  y parecerá estúpido y hasta quizás suene como una nenita llorona pero… Quiero que volvamos a estar como antes, cuando nos cubríamos las espaldas y te podía contar todo. Ahora parece que hasta mi presencia te molesta. - hizo una pausa. Ya estaba cansado de todo el asunto, quería una respuesta. – ¿Te molesto?

Hyungwon sonrió de manera burlona, ya ni siquiera sabía que excusa decir. Era tan obvio, pero no para Wonho al parecer.

 

-¿Molestarme? Ojala fuese solo eso. – Se levantó y camino hasta donde el otro estaba, manteniéndose a menos de un metro de distancia. – No es nada, y tampoco creo que realmente te importe.- y salió rápidamente del cuarto, dejando a un estupefacto Wonho con la palabra en la boca. Hyung, camino rápidamente por los pasillos de aquella casa, quería huir, huir de sus sentimientos y del estúpido de Wonho. Jamás había pensado que después de tanto tiempo y de ignorar sus propios pensamientos se hubiese vuelto un mal amigo para el. Pues creía que si almenas no iba a tenerlo como tanto deseaba al menos serían los mejores amigos, pero tal parece que hasta eso se le haría inalcanzable.

En su huida, casi llegaba a las escaleras que daban al lobby cuando sintió como lo jalaban y lo estampaban sin ninguna delicadeza contra la pared. Era el rubio, con notorias señales de estar que ardía de la rabia.

-¿Que mierda crees que estás haciendo? ¡Me dejas solo y crees que dejare que todo se quede así! – Le grito molesto, cansado de las malcriadeces del otro. –No me importa cuánto patalees sin querer decirme nada, pero no dejare que creas cosas tampoco... Ahora bien, me dirás que sucede o no te soltare-

El castaño le miro con los ojos abiertos como platos, jamás lo había visto así de molesto. No desde que lo conocía al menos, Wonho siempre había sido como un niño con juguete nuevo todos los días, sonriente y animoso.

-Vas hablar o no. – apretó más el agarre, y solo lo aflojo un poco cuando sintió al otro quejarse fuertemente bajo el.

Hyungwon no podía hablar, no quería decirle nada. Tal vez el rubio se enfadaría y le dejaría de hablar, o bueno, por lo menos ya no lo trataría como antes si lo supiese. De verdad sentía que no había escapatoria esta vez, ya que no era la primera vez que el otro lo enfrentaba… ¿Tanto tiempo había pasado?, desde cuándo se había inmerso en sus sentimientos que no se había percatado de todo el tiempo que había pasado. De todo ese tiempo en el que se había estado comportando como un verdadero idiota con su amigo, ignorante del extraño y repentino amor que había comenzado a sentir por él.

 

-Háblame- susurro una vez más Wonho, esta vez en un hilo de voz que parecía podría romperse en cualquier segundo. Un pequeño peso doloroso se posiciono en su pecho de nuevo, un dolor que venía sintiendo desde hace mucho tiempo casi el mismo desde que Hyung won había cambiado.

 

Aflojo muchísimo el agarre que tenían.

Y el castaño por fin se dignó a mirarlo a los ojos.

-Dime que es lo que te pasa, por favor. –le pidió una vez más, casi suplicante.

El otro lo siguió mirando por unos cortos segundos, dándose cuenta de la cercanía en la que estaban. Todo su rostro era aún más hermoso bajo esa tenue luz que había en ese momento.

-Eres tú. – declaro, por fin.

 

Wonho, solo pudo mirarlo con notoria confusión.

-Eres tú la razón por la que hace más de un año no puedo dormir tranquilo. – su voz comenzaba a quebrarse, odiaba ser tan dramático y llorón pero es que ya no podía soportarlo más. – Desde que me di cuenta de ello, no pude dejar de pensar en ti y en todas esas chicas con las que has estado. Cada vez que te veo, unas voces gritan a mi oído ´´No pasara, ni siquiera lo pienses´´ al igual que ahora... y, supongo que lo que quiero decir es que… que me he enamorado de ti, Wonho-ah.- y comenzó a llorar sin poder evitarlo.

-Lo siento mucho.

 

No sabía que decir. ¿Había escuchado bien?  No supo cuando fue que termino por soltar el agarre pero si noto el momento en el que el delgado cuerpo del castaño comenzaba a resbalarse por la pared hasta caer sentado en el suelo. Lo miro, aun si dar crédito a las palabras que habían salido de su boca, ¿Era esa la razón por la que había cambiado su manera de ser?

Pero de algo si que estaba seguro y era que, por primera vez en su vida se había sentido muy feliz.

Hyungwon por otro lado sentía como sus ojos le ardían debido a las espesas y calientes lágrimas que salían de sus ojos, pero se sentía liberado. Pues había dejado ir ese peso que tanto lo había agobiado. Y más fue su asombro cuando sintió unas manos frías rodear su rostro.

Wonho, quien ahora se encontraba de rodillas frente a él. Se había dispuesto a retirar cada lágrima que saliera de su rostro con sus suaves manos. Suspiro, el nudo que se había formado en su garganta estaba volviendo, pero no de una mala manera. Simplemente trataba de buscar las palabras perfectas para decirlas. Y mientras que Hyungwon se encontraba ensimismado y perdido en sus ojos sin pensar, escucho claramente cuando el mayor le susurro por lo bajo:

-Ya lo sabía.

 

 

Sus ojos se humedecieron aún más y continúo llorando, esta vez con más ganas.

-Bueno, digamos que lo llegue a pensar. Más... no creí que fuese un hecho. Mi pequeño Dodo, vaya que has sufrido mucho. – comenzó a acariciar sus mejillas con ambas manos, acomodándose para poder estar aún más cerca del otro. – Soy yo quien debe estar avergonzado.

Y mientras una de sus manos resbalaba hasta su cuello, Wonho lo llevo lentamente hasta tenerlo muy cerca de sus labios y antes de poder besarlo por fin, hizo una pequeña e inesperada declaración:

-Pues, supongo que lo que quiero decir es que si tú te enamoraste de mí, Yo lo estuve durante siempre de ti, desde el primer día, Dodo. - Y lo beso, como si creyera que no podría hacerlo de nuevo. Juntaron sus labios de la manera más dulcemente posible y Hyungwon solo pudo sonreír entre el beso y seguir saboreando esos pequeños labios que tanto le habían hecho estar despierto hasta largas horas de la noche. Y aunque podían estar así durante mucho tiempo más, se limitaron a estar así uno al lado del otro durante el resto de la noche.

 

 ...

 

Notas finales:

Muchas gracias por leer!


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