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W H I L E por Mena Matsuoka

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Notas del capitulo:

¿Qué tal? Lean este buen fic uwu

Haruka miró extrañado hacia dónde había salido su mejor amigo, pensó en seguirlo, pero prefirió darle su espacio, pero la expresión amarga no se apartó de su rostro.

-Haru-chan, ¿Pasa algo?

Cuando estuvo a punto de responderle a Nagisa, su celular fue el que sonó, miró quien era el que llamaba, y no pudo evitar poner una cara de fastidio.

-Permitirme.

Salió, quedando a las afueras junto con el frío, mirando alrededor y contestó.

-Natsuya, te he dicho que no me jodas, a caso de que yo te llame o te pida que me llames.
-Lo siento... pero estoy muy solito~

Natsuya era así, incluso le parecía más maduro cuando estaban en la secundaria, pero al parecer la gente cambia.

-... ¿Estás en tu casa?

-Solo, mi pene te necesita.

Haruka suspiró y colgó, esto comenzaba ser fastidioso.

[...]

-No te lo voy a volver a repetir, dime a cada detalle qué es lo que está pasando.

Makoto tenía el ceño fruncido, y algo que había aprendido en la escuela es que no debes hacer enfadar al peliverde.

Había tardado tanto en responder por los nervios, inventando qué mentira decirle.

Desde qué el ojiverde descubrió que estaba con Sousuke, corrió hacia dónde le había mandado la ubicación.

Ahora estaba sentado en el sofá frente al de ellos, de brazos cruzados y meditando con los ojos cerrados, esperando respuesta.

Rin miró a Sousuke en busca de ayuda.

-Makoto.

-Le estoy preguntando a Rin.

Astuto.

-Makoto... es una situación delicada...

-¿Ni por ser tu amigo me lo vas a decir?

Había cierto sabor de envidia y tristeza. Makoto había sido su mejor amigo en la escuela primaria-además de Haruka-le contaba primero antes que a Haruka cualquier cosa.

Se sentía de alguna forma traicionado. Pero no lo admitiría.

-No me quisieron aceptar más la beca en mi Universidad... no podía costearla y decidí regresarme.

-¿Y tu madre?

-Se decepcionó y me cerró la puerta en la cara.

El silencio se prolongo en la sala de estar, era inevitable. Rin quería decírselo, pero no sabía cómo se lo tomaría.

-Rin, eso es mentira... lo puedo apostar. ¿Tan grave o vergonzoso es que no lo puedes decir?

-Es difícil, así que... no lo sé.

Makoto asintió, lo comprendía todo, no era digno de la confianza del pelirrojo.

Se levantó de su asiento ante la potente mirada de Sousuke, le miraba fijamente, mientras que Rin le miraba sin comprender.

Caminó, hasta llegar a la puerta dispuesto a irse, pero sintió cómo le tomaban del brazo.

-Makoto, acompáñame mañana a un lugar.

Se volteó a mirarlo, Rin le miraba decidido, firme, sin temor.

Makoto no tuvo más remedio que asentir. 

-Te llamo y te confirmo mi día libre.

Ante su seriedad, no pudieron detenerlo más, le dieron la oportunidad de que se marchara, y cuando por fin se fue, Rin suspiró pesadamente a la vez que se volteaba a mirar a su amigo.

-¿Estaré haciendo lo correcto?

Sousuke se le acercó lo suficiente para tomarlo de los hombros y besarle su frente cariñosamente. Después mirarle a los ojos, con esa mirada radiante que siempre mostraba.

-Te apoyaré en lo que tú elijas.

Rin le sonrió, sintiendo el calor de las grandes manos de Sousuke, y sin más se acercó, rodearse con sus brazos aquél torso y posar sus manos en la espalda ancha, para después recargar su mejilla en el pecho cómodo y fuerte del morocho.

¿Qué era lo que estaba sintiendo ahora? Estaba claro lo que mostraba aquél corazón desbocado de ambos, aquél ambiente cálido y sin igual, era dulce, pero no hostigante, era algo único.

Pero no se quería dar cuenta.

Admitía que esa sensación era única, era bella, era diferente a algo que había sentido alguna vez.

Pero Haruka...

Haruka Nanase, ese estúpido y guapo hidrofílico de mierda estaba ahí en su corazón, y ahora el fruto del amor que alguna vez creó que existía crecía dentro de él. Haruka Nanase, el chico al cual amó durante su adolescencia y luchó más por él que por su propio sueño. Haruka Nanase, aquél chico por el cual hizo lo imposible para que encontrase su propio sueño.

Haruka Nanase, el chico del cuál está completamente enamorado.

***No supo en qué momento una lágrima pecadora salió de su ojo izquierdo, empapando la camiseta del mayor.

Sousuke le abrazó más fuerte, teniéndolo sólo para él. Conocía a Rin como a la palma de su mano, y sabía que estaba pensando en Nanase.

Se separó un poco, y sin soltarle de sus hombros hizo que ambos se sentaran en el sofá, teniendo a Rin cara a cara. Llevó su pulgar hacia su mejilla, limpiando los residuos de las lágrimas que ya se habían desbordado.

-Pov Rin-

-Rin...-Me besó la mejilla-Sé que... nunca seré cómo Nanase, nunca podré llegar a ser alguien digno para poder atraparte durante las noches y dormir contigo en mis brazos-Sus brazos me atraparon fuertemente-Nunca podré ser digno de estar en tus pensamientos-Besó mi frente, para después volver a mirarme.

Me miró cómo nunca lo había hecho, me miró cómo si fuese la última vez que nos llegáramos a ver, me miró... me miró cómo si fuese la luz en su camino.

Miró a través de mi, y me gustó... me gustó su manera de descubrir mis secretos.

-Rin... Nunca quise enamorarme de ti, lo juro.

Su voz sonó de tal manera que sólo era para mi, cómo si hubiera una manifestación y no quisiera que nadie más lo supiese.

Puse mis manos sobre sus hombros, para poder sentirlo mejor.

-Que nadie-Besó mi nariz con suma ternura-Que nadie opine por que ninguno sabe cómo me enamoré de ti.

Yo me sentía alegre, ¿Haruka? No pasó por mi mente, no me había pasado hace años, hace años que me sentía libre, libre de verdad, libre de amar.

Mis lagrimas eran libres, pero libres de todo sufrimiento, ya no era por Haruka, era por la sensación de calidez que invadía mi pecho.

-Quiero que sepas-Dijo él rozando sus labios, sensibles y temblorosos-que habría detenido todo esto si hubiera podido.

Sabía a lo que se refería, era lo más obvio, ahora entendía su coraje hacia Haruka,-para mi ya no era Haru-entendía el por qué lo odiaba, y entendía a que situación se refería.

-Así yo sólo sea un consuelo-Me dijo, pero podría jurar que me hablaba con aquella mirada potente-Así sólo sea el padre por nombre de tu bebé... Te quiero... te amo... Te necesito a mi lado, no puedo dejarte caer de nuevo.

Cierro mis ojos, dándole oportunidad.

Lo sentí.

Sus labios cual algodón se posaron sobre los míos delgados. 

El vaivén que hacía era delicado, era lento, era experimentado, mientras que yo seguía mi propio ritmo, tratar de seguirle el suyo. Sus besos nos e comparaban al de alguna chica que yo hubiese besado, ni a los de él, sus besos me eran caricias suaves y tiernas.

Sus labios avanzaron por mi mejilla, por mi mandíbula, por mi cuello...

Me da un beso en la unión entre el hombro y el cuello. Sé que es suave y a la vez violento, pero el daño importa menos que el hecho de que me reclame de esa manera.

Notas finales:

AMENME PLS POR EL FIC


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