-Vamos.- Minho afirmó el agarre entre su mano y la de Taemin.
Entraron a la casa, rápidamente Taemin sintiéndose abrumado por la fuerte presencia de los ángeles que vivían ahí. Se aferró a la mano del ángel que le acompañaba, consolándose con su olor familiar a cítricos y limpieza.
-Mamá, papá, ya llegamos.- Minho saludó desde la entrada, moviéndose pronto por la casa en busca de sus padres. Claramente arrastró un poco a Taemin para que no se quedara atrás.
-¡Hijo!- Sahyun salió de la cocina, acercándose a su hijo para jalarle las mejillas afectuosamente. –Que guapo estás.
Minho rio, soltando las manos de su madre de su cara. En cambio la saludó con un beso en la mejilla.
-Hola mamá.
-¡Taemin ah!- Ella brincó de su hijo al demonio, también jalándole de las mejillas. –Realmente eres tan lindo. ¿Cómo puedes respirar tranquilamente cuando llamas tanto la atención?
Taemin rio, sintiendo un agradable cosquilleo dentro de sí gracias a las palabras que su suegra le estaba diciendo. Sonrió tímidamente, dejando que ella siguiera jugando con sus cachetes.
-Mamá por favor.- Minho exhaló, un poco fascinado de la gran disponibilidad que Taemin estaba mostrando por los mimos que su madre le hacía.
-Siempre has sido tan gruñon Minhonnie.- Se quejó, soltando al demonio. –Me temo que no puedas corregir eso Taemin ah.
-No me gustaría que fuera de otro modo, señora.- Taemin sonrió suavemente.
-¡Yah! Te dije que no me llames así.- Le regañó.
-Oh, lo siento madre. Le ruego me disculpe, no estoy acostumbrado a esa palabra- Se disculpó. –Es un placer verla de nuevo.
-Por supuesto que lo es.- Resolvió, haciendo una seña simple con su mano. –Vamos, vamos, hay mucho que hacer en la cocina, ayuden niños.- Ordenó, regresando a la cocina.
Minho contuvo el aliento por un momento tras lo que Taemin había dicho. Ahora entendía por qué Taemin se había dejado mimar tan fácilmente. Y, aunque ya había aceptado que le gustaba ser egoísta en cuanto a Taemin, se dio cuenta que tal vez tendría que compartirlo un poco con sus padres para poder verle feliz.
-Vamos amor.- Colocó su mano en la espalda baja del menor, indicándole que se dirigieran a la cocina. –Si no ayudamos, mi madre realmente se enojará.
-Eso sería divertido de ver.- Sonrió maliciosamente.
-Si, eh…No lo creo.- Exhaló una risa, terminando de entrar a la cocina. –Hola papá.
-¡Chicos!- Minhyuk dejó lo que estaba haciendo para saludar. –Qué bueno que llegaron. Hay mucho por hacer, y Sahyun quiere que comamos afuera.
Taemin rio, le parecía divertido todo el circo que armaban sólo para prepararle la comida de bienvenida a alguien. Era un show bastante entretenido de ver. Asintió cuando le pidieron ayuda, y de hecho puso su empeño en ello. Un poco en la cocina, otro poco en llevar las cosas al pequeño patio que había en la casa donde una mesa muy parecida a las de picnic había. A su alrededor, los ángeles prácticamente se volvían locos con las preparaciones, mientras él disfrutaba simplemente de participar.
Tal vez por eso fue el único que escuchó el timbre. Con tranquilidad dejó que los ángeles siguieran corriendo de un lado a otro como gallinas sin cabeza, mientras él se dirigía a la puerta. La abrió sin ningún tipo de cuidado, enfrentándose a la muy fuerte presencia de un ángel.
Y el ángel había fruncido el ceño al verlo. Oh oh.
-Supondré…Que tú eres el nuevo novio de mi hermano.- El ángel habló.