Reita estaba descansando en su cama, mirando televisión y fumando un cigarrillo cuando alguien golpeó la puerta.
- Pasa… - dijo bajando el volumen de la televisión – ya sé, ya sé, está muy fuerte, pero no hay casi nadie en la casa Ka---
Reita se quedó estático y se sentó rápidamente cuando vio que en la puerta no estaba Kai –quien siempre iba a decirle que bajara el volumen del televisor – sino Uruha, con la cabeza gacha, y quieto en el umbral.
- Lo siento, Uru, creí que eras ese molesto de Kai – dijo sonriendo, pero cambió la expresión al ver que Uruha estaba llorando
- Perdóname… no hay nadie… no puedo ir con Aoi… y Kai no está… necesito a alguien… – dijo cubriéndose el rostro
- Está bien – sonrió Reita – lamento ser tu última opción, pero eres bienvenido… - le dio unas palmadas a la cama indicándole a Uruha que se sentara junto a él, éste cerró la puerta y fue hacia él. Se desmoronó en llanto antes de llegar siquiera a sentarse, cayendo de rodillas frente a Reita.
- Oi oi! – dijo Reita sujetándolo de los hombros – ¡no te pongas así!, me haces sentir un inútil, ven, quédate aquí conmigo – dijo sonriéndole y ayudándolo a ponerse de pie.
Uruha asintió y se acostó a su lado, se quedó callado y ocultó su cabeza detrás del hombro de Reita, mientras que con su mano le acariciaba el cabello, como le hacía a Ruki cuando dormían juntos. Reita sonrió, le rodeó la cintura y siguió viendo televisión, espiándolo de vez en cuando, notando que se había quedado dormido.
Kai llegó temprano a la casa, se despidió de Akiya en la puerta y entró dispuesto a prepararles la cena a esos ineptos cocineros. Entró en la sala y le extrañó no ver a Reita apelmazado en el sillón viendo televisión, fue hasta las habitaciones a ver quién quedaba en la casa. Las de Aoi, Ruki y Uruha estaban vacías y solo le quedaba la de Reita, que tenía la puerta cerrada, al no escuchar el ensordecedor volumen con el que Reita miraba televisión, decidió golpear, tal vez estaba durmiendo. La voz de Reita le dijo que pasara y Kai se sorprendió al verlo acompañado, se acercó lentamente y lo vio bien.
- Pasó lo que temíamos… bye bye Uruha, Miyavi vuelve a ser la novedad – dijo Reita apagando el televisor y sentándose en la cama
- Pobre, Uru, él estaba en verdad enamorado…
- Ruki también, no te creas, él no es insensible, sé que le dolió separarse de Uruha, pero no puede evitar seguir estando enamorado del tonto ese…
- Olvidé que lo conocías más que yo – sonrió Kai encogiéndose de hombros – vamos a la cocina, prepararé la cena… despierta a Uruha…
Kai salió de la habitación y Reita sacudió levemente los hombros de Uruha. Éste gimió en respuesta y entreabrió los ojos, sentándose y restregándose la cara. Reita le sonrió y lo saludó.
- Debemos ir a cenar, luego iremos a algún bar, Ruki ya me dijo…
- ¿Ruki está abajo? – preguntó Uruha tristemente
- No, salió, pero vendrá en un rato para cenar, quiere que estemos los cinco, cosas de Ruki…. – sonrió – vamos, hay que bajar…
Uruha asintió y se abrazó a Reita, éste lo levantó sin problemas y lo cargó hasta la cocina, donde lo sentó dulcemente en una de las sillas.