La casa de The Gazette amaneció acompañada ese día, Reita despertaba en su cama con Hiroto y Syou a los lados, Ruki con Miyavi, Kai con Akiya y Uruha con Aoi. Parecía que todos habían elegido su casa para descansar y a Kai le tocaría hacer un desayuno a lo grande. Después de ducharse se dirigió a la cocina y al poco rato Akiya se unió para ayudarlo; Hiroto bajó las escaleras solo con sus boxers y una camisa de Reita, restregándose los ojos. Se entusiasmó al ver a Kai cocinando y quiso ayudarlo a toda costa, entre los tres lograron terminar y armar la mesa justo para cuando el resto de los bellos durmientes bajaba desperezándose.
- Agghh, mi cabeza!! – gritó Aoi sujetándosela con las dos manos
Ruki agonizaba sobre la mesa, con Miyavi acariciándole el cabello mientras se reía de él. Reita se sentó como si nada y encendió el televisor, olvidándose por completo del pobre Syou que no entendía nada de lo que pasaba ni porqué estaba en esa casa. Hiroto se sentó a su lado y le dio un beso en la frente, Syou se quedó viéndolo con sus enormes ojos y una expresión de nada. Uruha se sentó junto a Aoi y le puso una pastilla y un vaso de agua enfrente.
- No te conviertas en una molestia y trágala, tú también Ruki – dijo dándole una al inerte vocalista
Ruki balbuceó algún intento de palabras y se sentó, abriendo la boca, Miyavi comenzó a reírse mientras le metía la pastilla en la boca y la empujaba con el agua. En cuanto Ruki la tragó, volvió a desplomarse sobre la mesa con un ruido sordo y haciendo saltar los platos. Estuvo así durante todo el desayuno y Kai tuvo que limpiar la mesa a su alrededor, ya que parecía imposible que se moviera. Después de desayunar, Aoi se tiró en el sillón, acaparándolo todo y quedándose dormido, Reita salió con Hiroto y Syou prometiendo volver para la cena, Uruha se puso a ver televisión, empujando a Aoi y haciéndose un lugar. Kai y Akiya se proponían a salir y Miyavi picaba a Ruki con un palito chino esperando que reaccionara.
- Estará así mínimo dos horas, es un estado entre vigilia y sueño, le agarra cuando tiene resaca – dijo Kai limpiando la mesa babeada por Ruki – usualmente comienza a babear, es asqueroso, ciérrale la boca
Miyavi obedeció riendo y se quedó viéndolo con ojos brillantes y mirada perdida, acariciándole el rostro. Oyó el televisor y se percató de donde estaba.
- Uruha…
- hum?
- ¿Qué tanto me envidias?
- No empieces, si estás con Ruki para ver cuanto te envidian los que desearían estar en tu lugar, entonces no lo amas en verdad… - dijo molesto, apoyando una mano sobre la cabeza de Aoi que descansaba en su regazo
- Ne, ¿cuánto me envidias? – insistió sin darle importancia
- Mucho – dijo Uruha de mala manera
- Lo sabía – sonrió – pero te equivocas, ¿sabes? Yo podría estar con él aunque fuera el tipo más odiado del mundo, porque es el único que no me ve como yo me veo… - le acarició el rostro – él es diferente…
- Él si te ama
Miyavi cerró los ojos y apoyó la cabeza sobre la espalda de Ruki, suspirando.