Ruki despertó en su habitación por el constante llamado de su nombre y por las manos que no dejaban de empujarlo una y otra vez incesantemente. Manoteó el aire molesto y se chocó con el rostro de Reita que lo miraba cansado.
- ¿Qué demonios quieres? – dijo enfadado mientras se sentaba en la cama
Reita no dijo nada y le señaló a su lado. Ruki miró instintivamente y vio lo que esperaba, a Uruha profundamente dormido, su cabello rubio balanceándose a causa de su lenta respiración.
- No entiendo – dijo restregándose los ojos – ¿qué es lo que tengo que ver?
- Lo que le hiciste a Aoi – acotó Kai molesto mientras intentaba despertar a Uruha
- No seas tan trágico, Aoi no se va a enterar… - dijo muy poco convencido – eso creo… de todos modos estuvo mal con Uruha anoche, no puede ser tan celoso, Uruha no es su muñeca…
- Eso no te justifica Ruki – respondió Kai de mala manera y sentó de golpe a Uruha en la cama
El rubio entreabrió los ojos y se sorprendió al encontrarse con Kai, su mirada se dirigió desesperada al reloj y lanzó un suspiro al ver la hora.
- Aún es temprano, Aoi no se despierta sino hasta las nueve… - rodeó la habitación con una mirada perdida - ¿qué hacen ustedes dos aquí?
- Salvándoles el pellejo – acotó Reita sentándose en la cama – no sé que pasó por la cabeza de ambos, pero es una estupidez… Uruha vuelve a tu cama
- Originalmente esa era la idea – comentó Uruha intentando despabilarse – pero temí que Aoi se hubiese acostado allí, no quería cruzarme con él…
- Así es peor Uruha – dijo Kai sentándose también – era preferible que te cruzaras con él y le hablaras a que te viera en la habitación de Ruki
- No quiero hablarle – dijo el rubio mirando para otro lado – es demasiado celoso, no lo soporto…
- No me importa, háblalo igual – dijo Reita poniéndose de pie y yendo hacia él – ahora ve a tu habitación que Aoi no está ahí, yo lo llevé anoche a la suya.
Uruha no dijo nada, ni siquiera se movió, Reita lo tomó del brazo y lo puso de pie de un tirón. Forcejearon por un rato hasta que Uruha lo empujó con fuerza contra la pared, produciendo un golpe sordo, y se fue furioso hacia su habitación.
- ¿Estás bien Reita? – le preguntó Kai ayudándolo a ponerse de pie
- Sí, el pequeño Shima tiene mucha fuerza – sonrió sentándose en la cama
- No lo llames así – acotó Ruki molesto
- Lo sé, lo sé, no fastidies… – masculló mientras se levantaba nuevamente y se iba de la habitación
Kai y Ruki se quedaron mirando la puerta. El baterista suspiró y se encaminó a la puerta.
- ¿No me vas a dar un sermón? – preguntó Ruki sonriendo
- Tú ya sabes el mal que puede causar lo que hiciste – dijo apoyándose en el umbral de la puerta – menos mal que este fuego era diferente – agregó volteándose para luego irse
Ruki volvió a despertarse más tarde, se había quedado dormido en cuanto Kai se fue. Esta vez era realmente tarde y bajó prácticamente corriendo para llegar a desayunar con el resto. En la cocina estaban todos, inclusive Aoi que parecía haber hablado con Uruha, ya que estaban los dos juntos como siempre. Ruki sonrió aliviado y se sentó junto a Uruha como siempre. Reita estaba sentado en el sillón con su bajo, practicando algunas de las canciones que tocarían en el recital, fumaba su habitual cigarrillo y se veía realmente molesto, Uruha también tenía ese aire de enfado imperceptible para Aoi que parecía estar de mejor humor que nunca. Para cuando terminaran de desayunar, estaba programado un ensayo en la PSCompany, a ellos les había tocado ese horario por sorteo, las otras bandas irían más tarde. Miyavi era el último y a los managers les sería casi imposible evitar que los invitara a salir a solo un día del recital.