Un silencio se formó a su alrededor, los tres con la vista fija en el mar, analizando la situación, no atreviéndose a ser el primero en hablar. Finalmente, Ruki dirigió su mirada a los otros dos.
- Estuve hablando con Kai… parece que él ha estado al tanto de todo lo que me oculta el grupo…
- No te lo ocultamos – interrumpió Aoi molesto – esto es algo que surgió ahora, Ruki
- ¿Y qué es lo que surgió ahora Aoi? ¿Vas a decirme que nunca te diste cuenta que estabas enamorado de Uruha hasta que yo lo tuve?
Aoi no respondió, eso no era cierto, pero como hacérselo ver si todas las evidencias daban a lo contrario. Uruha estaba callado, mirando al horizonte, sin moverse ni mirarlos.
- Si yo te respondo eso, tú respóndeme que hiciste con Reita, ¿no era acaso que Uruha era tuyo y de nadie más?, ¿porqué él si tiene que compartirte?
Uruha bajó la cabeza ante estas palabras, Ruki sonrió por un momento y luego volvió a enseriarse.
- Fue cosa del momento – tiró a Uruha de espaldas contra su pecho y lo abrazó – yo amo a Uru, y a nadie más – se inclinó para besarle el cuello
- Pues no lo demuestras
Ruki se separó del cuello de Uruha y le dirigió una mirada de odio.
- Y seguro que tú vas a demostrarlo todos los días de tu vida, ¿verdad? – dijo socarronamente
- No seas infantil Ruki, si vas a estar con Uruha, quédate con Uruha y no te metas con otro, o se repetirá lo de Miyavi… - Aoi lanzó una leve risita
- Miyavi no ama a otro que a sí mismo, además, esto es Gazette.
- Entonces soluciónalo como un Gazette – dijo tranquilamente
Ruki le sonrió, esas peleas no le molestaban, al contrario, al muy depravado le encantaba provocar peleas, las disfrutaba, nunca las tomaba en serio. Aoi resopló y se encendió un cigarrillo, le ofreció a Uruha quien lo tomó desanimado, pero no a Ruki.
- No seas infantil Aoi – dijo sacándole uno a la fuerza
Aoi sonrió, ya no era tan serio el asunto, o al menos Ruki había decidido tomarlo con calma. Aoi encendió el cigarrillo de los tres y se quedaron viendo el atardecer en la playa, apoyados el uno en el otro, como amigos de toda la vida, como los amigos de siempre. Uruha tiró su cigarrillo a medio fumar en la arena y tomó con una mano la mano de Ruki y con la otra la de Aoi, apoyándolas en sus piernas. Ruki sonrió y le besó la cabeza al mismo tiempo que Aoi.
Ya había oscurecido y Uruha dormía con la cabeza sobre las piernas de Ruki; éste y Aoi fumaban sus respectivos cigarrillos con calma.
- Creo que deberíamos volver, voy a morirme de hipotermia – dijo Aoi restregándose los brazos para elevar la temperatura de su cuerpo
- Buena idea, no siento las piernas – dijo moviendo a Uruha despacio y poniéndose de pie
Aoi se ofreció a llevar a Uruha ya que no parecía querer despertarse y el tamaño de Ruki no le permitiría moverlo de su lugar. Ruki accedió a regañadientes, no le gustaba que le recordaran que era el más bajo. Se lo subió en la espalda y juntos se encaminaron a la casa en silencio, o al menos no sabían qué decirse.
- ¿Por qué no lo hablaste conmigo primero? Antes de hacer alguna idiotez… - dijo Ruki rompiendo el hielo
- Porque supuse que harías un escándalo apocalíptico – respondió Aoi encogiéndose de hombros
Ruki rió, era cierto.
- ¿A quién crees que él ame? – preguntó Aoi después de un tiempo, cuando casi estaban por llegar a la casa
- Ese es el problema, yo creo que nuestro amigo nos ama a todos por igual y no podrá decidir por uno… - dijo Ruki mirando a su amigo dormir con la cabeza apoyada en el hombro de Aoi.
Aoi sonrió tristemente y Ruki le golpeó el hombro para animarlo. Entraron juntos a la casa.