-Sálvalo – susurro con dolor, le dolía todo el cuerpo, el mundo por momentos se volvía oscuro, todo se hacia tan distante.
-¡No! Akashi por favor no – Bokuto agarro su mano sin saber cuál de las dos temblaba mas, Akashi estaba frío y el tenía miedo.
-Por favor – le rogó – es lo mejor.
¡No! ¡No! ¡No!
Su mente repetía esa palabra una y otra vez, se negaba a creer que estuviera pasando toda esta tragedia, Akashi era buena persona, era amable, generoso y lo amaba… entonces ¿Por qué? Por qué tenía que estar en una fría cama de hospital, respirando con dificultad, tratando de dar su último aliento.
-Akashi no – imploro para que cambiará idea. No soportaría la vida sin el, nunca lo haría. Tomo con más fuerza la fría mano llevándola hasta sus labios, y hubiera seguido concentrado en eso si la estúpida máquina no hubiera empezado a pitar. – ¡Akashi! ¡Akashi escúchame! No cierres los ojos, no lo hagas – apretó el botón rojo con insistencia mientras movía un poco el rostro del peli negro.
La enfermera llego con el doctor empezando a estabilizar el delgado cuerpo y antes de que pudiera decir algo ya estaba siendo sacado del cuarto, por un doctor que le indicaba que esperara, que pronto lo estabilizarían, que todo estaría bien.
Se quedó de pie frente a la puerta mirándola fijamente, con la esperanza de que Akashi saliera sano y salvó. Sin embargo su mente divagó en recuerdos profundos, en un pasado feliz pero algo borroso.
Recordaba la primera vez que se conocieron, Akashi había llegado al club cuando él estaba en segundo año, cuando estaba empezando a ser candidato para ser capitán del equipo, no supo que pasó, no puso en qué momento empezó a fijarse en el, en sus movimientos en sus acciones pero si recordaba cuando se declaro, fue torpe, ruidoso y un poco romántico. Pero así era él y Akashi le gustaba.
Bokuto había madrugado más de lo normal, había pedido las llaves del Gimnasio y todas las flotas de los demás clubes. Se saltó las clases para inflar un montón de globos de color azul, el color favorito de Akashi, los coloco en la parte de arriba retenidos por una manta para soltarlos en el momento que Akashi dijera la respuesta.
Acomoda todos los balones hasta formar una pregunta “¿Quieres salir conmigo?”. Eh hizo varios corazones de flores, se sentó en el piso escribiéndole a sus compañeros que estaba todo listo, para que lo trajeran rápido… Aunque eso no fue lo que pasó. Bokuto espero, espero y siguió esperando al punto de dormitar.
-¿Bokuto-san? – lo tocó suavemente. Sus compañeros había insistido en que se apresura pero el tenía cosas que hacer, cuando por fin pudo entrar al gimnasio; se sorprendió al ver todos esperando que entrara primero pero…
-¿Eh? – sobó un poco sus ojos -¿Akashi? – y se asustó, no había estado de pie esperándolo, se había quedado dormido. Se levantó de golpe asustando un poco al menor jalando en el proceso la cuerda dándole paso a los globos que cubrieron parte de la oración.
¡Noooooo!
-Perdón – había dañado todo, había arruinado la sorpresa. – Akashi lo siento, dañe tu sorpresa.
-Lo se.
-Akashi perdón enserio – se inclinó – lo volveré a hacer ¡Enserio!
-No tienes por qué.
-Pero dañe…
-No importa, acepto – Hizo que de acomodara – yo vi el mensaje antes de que se cubriera. Y acepto.
- ¿Enserio? ¿Akashi hablas enserio? – el asintió – Siiiii Akashi es mi novio…. Solo mío.
Y ese había sido el inicio de los momento felices en su vida, había sido el momento en el que comenzaron su historia.
-Bokuto – volvió a la realidad, a la cruel y triste realidad que le azotaba. – Bro
Era Kuroo, estaba sudado, su cabello está despeinado. -Kuroo… Akashi el – apretó su puño, no quería aceptar lo que estaba pasando.
-Todo va a estar bien – lo abrazo, fuerte y reconfortante.
Kuroo lo ayudo a sentarse, Bokuto estaba muy alterado, sus ojos estaban rojos, su cuerpo estaba tenso y no era para menos, su pareja estaba allí, debatiéndose entre la vida y la muerte.
-Akashi me pidió que no lo salvara a el… que pensara en – no fue capaz de terminar, su corazón se partía a cada segundo, su angustia aumentaba.
-Bokuto – el peli negro lo abrazo más fuerte.
-No puedo Kuroo… no puedo vivir sin Akashi… nunca podría.
-Todo va a estar bien… todo va a estar bien.
********************************
Habían pasado 15 minutos, quince minutos en los que Kuroo había calmado a Bokuto, le dio un par de pastillas para que su cuerpo se relajara y pudiera pensar mejor, para que sintiera que todo estaba yendo bien.
Aunque él no lo creyera así, Kuroo tampoco se hacia la idea de creer que Akashi estaba allí, que Bokuto estaba destrozado y toda la felicidad que creyó que los rodeaba se destruía en minutos.
Aún recordaba cuando le dieron la noticia que serían tíos, fue difícil creerlo. Ellos se había centrado en sacar sus estudios adelante y vivir juntos, esa fue su meta desde que cumplieron su primero año. Y lo lograron, cada uno estudio con esfuerzo la carrera que más le gustaba, había alquilado un pequeño apartamento donde convivían bien los dos y todo era perfecto. Lo fue aún más cuando se enteraron que en su familia habría un integrante más.
-Akashi yo creo que estás enfermo – alegó Kuroo que toma una cerveza en la sala. Akashi había vomitado desde de la cena.
-No es eso broo – sonrió de oreja a oreja el peli blanco.
-Pues lo parece – dio un sorbo – es eso o estás embarazado.
-Si.
-¡¿Qué?!
-Si, Akashi esta embarazado.
-Brooo
-Si
-Voy hacer tío ¡Si! – se levanto tirando la cerveza en el proceso – voy hacer tío – corrió al baño donde el menor de los tres se estaba enjuagando la boca – Voy hacer tío – abrazo a Akashi alzando lo un poco.
En ese momento había compartido la felicidad con ellos, había presenciado el último momento más feliz de sus vidas.
-Familiar de Akashi…
-Soy yo – se levanto Bokuto antes dejarlo terminar - ¿Cómo esta? ¿esta bien?
-Logramos estabilizarlo por el momento, pero tenemos que intervenir inmediatamente o la vida de los dos puede peligrar, es mejor que hable con el paciente y tomen una decisión.
El doctor se retiró y Bokuto se dirigió a la habitación, Akashi tenía un pulmón perforado con hemorragia gracias a las tres costillas por el impacto del auto. Necesitaba un cirugía de energía pero… pero si la realizan su bebé… su bebé podría dejar de respirar y…
¡No! ¡No!
Bokuto estaba en la peor situación de su vida, era una decisión que no podría tomar, por que por cualquiera que eligiera su corazón se terminaría de romper y un vacío muy grande quedaría en su corazón.
-Bo…kuto – lo llamo con dificultad.
-Akashi -Se acercó con miedo. Con lentitud el peli negro tomo la mano llevándola a su vientre.
-Me gustaría que se llamará Haruki si es niña… - sonrió con fuerza – la niña de papá.
-No Akashi… no – Bokuto de negaba a la idea de perderlo, por que su vida giraba entorno a él, siempre lo haría.
-Promételo – apretó su agarre – prométeme que lo salvarás por encima de todo.
-No puedo…
-Bokuto! – como pudo lo atrajo hasta quedar muy cerquita – es nuestro bebé, promételo.
-Yo...
-El no tiene la culpa, - limpio una lágrima – merece conocer al gran papá que tiene, a la persona que lo va a educar y enseñar lo bonito que es la vida.
-¿Y tú? – no quería esto, todo debería estar normal, deberían crían juntos a su bebé – yo también quiero que tú le enseñes, que le muestres como crecer.
-Lo voy hacer – volvió a sonreír – de una manera diferente pero lo haré. Así que promételo.
-Akashi.
-Por favor – lo vio asentir levemente enterrando su rostro en el pecho que subía y bajaba lentamente.
Ambos lloraron, como nunca lo habían hecho, por que era la última vez que estarían tan cerca.
********************
Akashi enfoco su vista en la que eran las máquina que le marcaban su ritmo cardíaco, le habían puesto una bata azul con un orificio en la parte de su abdomen, donde harían la incisión, por donde nacería su bebé.
Aún estaba un poco desorientado, había salido a comprar un par de cosas para la cena, había ido casi al centro para comprar la carne favorita de Bokuto y de su bebé, por que se moría por comerla aunque en un principio no la toleraba. Cuando termino las compras tomo un taxi, se estaba haciendo de noche y le dolían los pies, estaba a mitad del último trimestre de su embarazo y ya le cansaba solo dar cinco pasos.
Tomo el primer auto que le paró dándole la dirección de su casa, se dentro en su celular viendo la ecografía de su bebé, aún no sabían que iba a hacer, era sorpresa y ambos estaban bien con eso.
No se dio cuenta cuando todo se sacudió, cuando todo empezó a girar o cuando empezó a sentir cristales incrustarse en su piel, perdió la conciencia antes de sentir que auto dejaba de girar. Cuando despertó sintió agujas incrustadas en su brazo y la voz de Bokuto que lo llamaba con desesperación.
Lo primero que hizo fue tomar su vientre, sentir que su bebé aún seguía ahí, sentir que aun estaba bien. Se relajo un poco cuando escucho la posibilidad de salvarlo, por que aunque era injusto que el muriera, que no pudiera ver crecer a su niño sabía que él merecía una oportunidad para que viviera, para que conociera lo hermoso de vivir.
Le partió el corazón hacerle prometer algo tan difícil, sabía que en parte lo destruía pero era lo mejor… lo mejor en el momento.
-Akashi por favor trata de mantenerte consistente – le pidió una enfermera mientras confirmaba su sangre.
-Si – miro a la puerta donde estaba Bokuto acomodándose la bata para llegar a su lado. – te vez genial vestido así – bromeo un poco.
-Akashi… - sacudió la cabeza, lo que menos podía hacer era subirle el estrés – ¿Si es niño como lo quieres llamar?
-Escoge tu – sonrió al sentir como tomaba su mano – será el rey mío, así que papá tendrá que escoger el nombre.
-Esta bien.
*************************
-Akashi respira – Bokuto observó el trabajo de los doctores – Ya casi Akashi… mira la cabeza… - le beso la frente – saco tu cabello Akashi… es negro – lo miro con los ojos aguados – es niña… Akashi es Haruki.
Se oyó un fuerte chillido que lleno los oídos oído de Akashi, relajo su cuerpo al oír que estaba bien, que su bebé era una fuerte niña. Dejo que sus lágrimas fluyeran al ver a Bokuto cargar con cuido el pequeño cuerpo rosa de su bebé.
-Haruki – tocó su mejilla, suavecita – Bokuto te amo – Y cerro los ojos con una sonrisa, por que a pesar del tormentoso momento pudo ver a Bokuto y a su Haruki ya grande, ambos sonriendo mientras le contaban lo felices que eran
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español